Tu rostro expresaba una completa sorpresa, tus mechones rubios revoloteaban debido a la brisa de aire en el lugar, el ambiente en el hacia cambiado a uno más tenso. Red Hood mantenía un semblante que expresaba consternación, lo que menos el antihéroe quería si su identidad secreta saliera a flote y menos que tú la descubrierás de esa manera.

  Batman sabia todo lo que habías tenido que pasar para superar aquella pérdida, por esa razón evito en todo momento decir la identidad de Red Hood. Bruce también llegó a pensar que era su culpa no haber llegado a tiempo y al igual que tú siempre se lamentaría por eso, aunque no hacia desarrollado una enfermedad por ello.

  De pronto fue como si una nube de inmensos recuerdos del pasado hubieran atacado tu mente sin ningún tipo de permiso, tus ojos comenzaron a nublarse debido a las lágrimas que comenzaban a adjuntarse en tus lagrimales, tu garganta ardía con intensidad y sabías que supiera no eras capaz de pronunciar ninguna palabra.

— ¿Supergirl?— preguntó Bruce con tu seudónimo, a simple vista cualquiera podría darse cuenta de que no estabas nada bien.

  Red Hood se mantenía con un semblante melancólico, no hacia que hacer en esa situación. Cuando se enteró de que finalmente te habías convertido en lo que soñaste ser de adolescente, sintió una pequeña alegría por ti, porque de los dos solo tú fuiste capaz realizarlo. No quería interferir en tu vida, así que solo estaba al pendiente de ti cuando lo necesitarás.

  Pero no espero que tú reacción al verlo fuera una que no logrará descifrar, más cuando solo te habías quedado pasmada observandolo fijamente.

— ¡Espera!

  Cuando la primera lágrima salió de tu ojo izquierdo, mantuviste la mirada hacia el cielo mientras presionas tus nudillos con fuerza. Una vez que emprendiste un vuelo en dirección hacia el hotel te estaban quedando, las lágrimas comenzaban a salir con fuerza mientras que tú corazón comenzaba a latir con la misma intensidad.

  Durante ese tiempo en el que Jason había perdido la vida, te había dejado sumamente llena de dolor, tanto que habías comenzado a padecer ciertos ataques de pánico cuando hablaban de el tema. No estabas lista para verlo de nuevo, no después de todo lo que habías tenido que sufrir y las lágrimas que habías tenido que dejar cada vez que tú mente recordaba todo de él.

  Por suerte habías dejado la enorme ventana abierta para ti, tu respiración comenzó a acelerarse aún más lo que provocó que el mano se acercara a tu pecho para intentar tranquilizar tu respiración, era como si una oleada de sentimientos jugará con tu corazón y te derrumbará a cada momento. Tus pies caminaron de manera torpe lo que provocó que tirarás varias cosas que estaban en la habitación, no habían alcanzado a llegar a tu cama por lo que tomaste asiento en el suelo envolviendo tus brazos a tus alrededores, mientras que tus lágrimas no dejaron de salir en ningún momento.

  De alguna u otra forma sabías que no habías estado preparada para verlo de nuevo.

— ¡(T/N)!— alguien había abierto la puerta de tu habitación, debido al ruido que había escuchado allí—. ¿Cómo es que....?

  Las palabras de Benjamín se quedaron en el olvido una vez que logro ver por completo tu traje de Supergirl, su semblante estaba atónito al observar a su mejor amiga como la superheroína de su ciudad, aunque no era el momento adecuado Benjamín entendía ahora muchas cosas, entre ellas tus salidas son avisar.

  Cuando Benjamín observó tu mirada se había percatado de que algo malo había sucedido y por ello se acercó con cuidado hasta quedar a tu lado, tus ojos expresaban mucho dolor.

  Pero no lograste articular ninguna palabra más, el único sentimiento que te inundaba era la tristeza y un profundo dolor en el pecho que parecía no desaparecer nunca. No te esforzaste por esconder tu otra identidad cuando habías escuchado que Benjamín venía en camino, lo único que querías ahora era dejar de sentirte como hace años atrás, cómo una niña pequeña asustada que necesitaba terapia en ese entonces.