•● Capítulo 2 ●•
—¿Qué era eso tan importante que querías decirme amor? —pregunté mirando a Jin.
—Seré breve Suyeon —me miró directamente a los ojos—. Debemos terminar.
—¿Por qué Jin? —hablé con la voz rota—. ¿Es una broma?
—Estoy hablando en serio, ya no te amo. Desde hace mucho perdí el interés en ti, ya no vales nada para mí —sonrío egocéntricamente—. Aunque... pensándolo bien, quizá nunca lo valiste.
—¡No! —me levanté rápidamente, miré a mi alrededor y estaba en mi habitación—. Puta madre, fue esa maldita pesadilla otra vez —bufé molesta y revisé la hora.
Eran las siete de la mañana, y tenía clases a las ocho y treinta, debía arreglarme pronto. Así que me levanté de la cama y caminé hasta el baño para hacer mis necesidades y luego bañarme.
Cuando ya estaba lista, tomé mi bolsón y mi celular, salí de mi habitación y bajé a la cocina encontrándome con mi madre quien hacía el desayuno, también estaba mi hermano sentado junto a mi padre en la silla del comedor esperando su comida.
—Buenos días —hablé dejando mi bolsón a un lado mientras me sentaba en otra silla del comedor.
—Buenos días hija —habló mi madre sirviéndonos la comida.
—Buenos días mi niña —habló mi padre mientras leía el periódico.
—Hola Suyeon —habló mi hermano mientras masticaba los panqueques.
—¿Segura que estás lista para regresar a la universidad hija? —preguntó mi papá.
—Cien por ciento segura papá, además tengo a Jimin conmigo.
—Sí papá yo la cuido —habló mi hermano.
Luego de eso seguimos desayunando tranquilamente, al terminar corrí a lavarme los dientes y Jimin también hizo lo mismo, luego ambos nos despedimos de nuestros padres y nos subimos al auto para que él manejara hasta la universidad.
Jimin estacionó el auto y ambos bajamos para entrar hacia la universidad, me acompañó hasta mi salón, en donde pude ver a mis amigos.
—¡Suyeon! —exclamó mi mejor amiga corriendo a abarazarme—. Por fin volviste —sonrío.
—¡Dahyun! —exclamé devolviéndole el abrazo.
—Ven siéntate junto a mí —habló mientras íbamos a sentarnos—. ¿Qué tal sigues?
—Mi tristeza ha disminuido un poco —suspiré.
—Tranquila, es normal que esté triste, pero todo pasará y pronto volverás a ser la Suyeon que conocemos —sonrío mi amiga.
Seguimos hablando de otras cosas para despejar mi mente, hasta que llegaron mis otros amigos.
—¡Suyeon al fin volviste! —exclamó Christopher mientras me abrazaba—. Mira Yeji me obligó a teñirme el cabello de rubio —habló señalando su cabello mientras hacía un puchero.
—Oye yo no te obligue, fue una puesta y tu perdiste —respondió mi otra amiga.
—¿Qué apostaron? —pregunté riendo un poco.
—Apostamos que el no se podía comer más de diez cupcakes en un minuto —sonrío victoriosa Yeji.
—En mi defensa —aclaró Christopher—, ya todo estaba planeado.
—Si lo que digas campanita —habló Dahyun y todos comenzamos a reír.
—¿De qué se ríen chicos? —preguntó Jungkook, quien acababa de llegar.
—Me están poniendo al día de la apuesta que hicieron Yeji y Christopher —respondí acomodándome en si asiento.
—Oh esa apuesta —rió Jungkook.
Seguimos hablando de más idioteces, hasta que finalmente el profesor ya había llegado, la clase comenzó, y con ello una hora de sufrimiento extra.
Luego de haber terminado la primera jornada de clase, nos tocaba receso, decidimos irnos a uno de los tantos jardines de la universidad.
Tomamos asiento bajo un gran árbol, Dahyun nos dio una bolsa de galletas a cada uno y todos comenzamos a comerlas inmediatamente.
—¿Ya hicieron la guía de matemática? —preguntó Jungkook.
—Sí, déjame adivinar —habló Christopher—, tú no.
—¿Me pasas la última parte por favor? —preguntó Jungkook.
—Está bien —rió Christopher—. Toma mi cuaderno —le entregó el cuaderno.
—Gracias —sonrío Jungkook.
—¿Ya te pusiste al día con las tareas? —preguntó Yeji.
—Con la mayoría —admití—. Esta semana intentaré ponerme al día.
—Si necesitas ayuda, nos avisas —habló Dahyun.
—Gracias —sonreí, luego metí otra galleta a mi boca.
Había logrado sobrevivir a las clases, aún no me sentía del todo bien, pero para mi suerte no me había topado en todo el día con él. Suspiré pesadamente y busqué a mi hermano por los pasillos de la universidad, caminé hasta que finalmente lo encontré hablando con sus amigos, así que decidí acercarme a ellos.
—Hola chicos —sonreí sin mostrar mis dientes.
—Hola Suyeon —respondió Hoseok mientras también sonreía.
—Hola pequeña —habló Namjoon—. ¿Cómo estás?
—Pues... supongo que bien —hablé levantando mis hombros.
—Pues te ves mejor —habló Hoseok—. Hace unos días parecías la llorona, pero hoy no tanto —Jimin le pego un zape—. ¡Auch!
—Imbécil —susurró Jimin mientras miraba hacia otro lado.
—Gracias... supongo —hablé bajando mi mirada.
—En unos minutos nos iremos Suyeonnie, no te preocupes —habló Jimin.
—Termina lo que sea que tengas que hacer —hablé—. Te esperaré en el auto, solo que me das las llaves por favor.
—Toma —habló entregándome las llaves.
—Nos vemos mañana chicos —sonreí despidiéndome de ellos.
—¡Adiós Suyeon! —exclamaron Hoseok y Nam al mismo tiempo.
Caminé con las llaves en mano hasta llegar al estacionamiento de la universidad, busqué el auto de ni hermano y cuando ya lo tenía ubicado caminé hasta este y me subí.
Tarareaba una canción y fijé mi vista hacia el frente e me maldije a mí misma por haberlo hecho. Frente a mi estaba Jin, quien le abría la puerta del copiloto a una chica. Las lágrimas no tardaron en hacerse presente, las limpié disimuladamente y giré mi rostro.
Sentí como mi pecho se comprimía, miré disimuladamente y logré ver cómo él me miraba, una maldita sonrisa de inferioridad adornaba su rostro.
¿Qué ganaba él con hacerme sufrir así?
•● 🥀 ●•
" No tiene sentido preguntarse
porqué se ha desviado tu corazón.
Por eso te haré esta pregunta,
porque puede que me ayude a dormir más tiempo.
Oh, ¿cuándo te desenamoraste,
desenamoraste? "
- Out of love • Alessia Cara
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