Cuando el mensajero regresó al palacio imperial, Jeon se encontraba leyendo unos informes en su oficina.

Viendo al mensajero regresar, el funcionario, que había sido sobornado por el Vizconde Daesung, corrió a la residencia del Vizconde.

Tan pronto como el mensajero entró en su oficina, Jeon le preguntó,

"¿Cuál es la respuesta?"

Sus ojos estaban cargados de anticipación.

El emperador parecía estar seguro de haber recibido una respuesta, lo que hizo que el mensajero se sintiera incómodo.

Sin embargo, no podía mentir, así que contestó honestamente,

"JiMin no respondió a su carta, Su Majestad."

Jeon quedó perplejo. Pensó haber escuchado mal.

Eventualmente, dijo con una leve sonrisa.

"¿No te pidió que me comunicaras algo?"

El mensajero respondió con una expresión de vergüenza.

"Lo lamento, Su Majestad."

La expresión de Jeon se volvió gradualmente fría.

Sus párpados comenzaron a temblar.

Ahora no podía comprender en absoluto el reporte del mensajero.

'A pesar de que aclaré el malentendido, ¿no respondió a la carta?' Él no podía creerlo.

El mensajero interrumpió al emperador mientras estaba sumido en sus pensamientos para continuar con el reporte.

"Su Majestad..."

"¿Qué?"

"¿Recuerda al Vizconde Kim?"

"¿Por qué lo mencionas?"

"El Vizconde Kim y el Duque Seok están en el Reino Occidental."

"¿Qué? ¿Por qué están ahí?"

"Y el Vizconde Kim..."

"¿?"

"Es el comandante de la 5ª División de los Caballeros Transnacionales."

Tan pronto como el mensajero terminó de hablar, Jeon se levantó abruptamente.

Apretó el puño y preguntó con frialdad.

"¿En serio?"

"Sí."

Incluso después de que el mensajero se retirara, Jeon no pudo calmarse.

Incluso la Alianza del Continente Wol, no era rival para el Imperio Oriental, mientras tuviera el ejército de magos.

Eso no significaba que no le importara enfrentarlos.

Los Caballeros Transnacionales eran muy molestos y tenaces. Además, la Alianza del Continente Wol a sus espaldas lo era aún más.

Jeon se tragó las maldiciones que estaban a punto de salir de su boca.

También estaba afligido y enojado por la actitud JiMin.

¿Cómo pudo no responder a la carta? He aclarado el malentendido, así que, ¿por qué no dijo nada?

Podría ser que...

¿Cree que le estoy mintiendo? Tal vez está herido, ¿y por eso le cuesta creerme?

Jeon caminaba inquieto de un lado a otro de la habitación.

Luego, al anochecer.

Su enfado se disparó aún más cuando el Duque HongBin vino a visitarlo, quejándose y pidiéndole que le ayudara a traer a su esposo de vuelta, después de oír la noticia de que el Duque Seok se había ido al Reino Occidental con el Vizconde Kim.

"¡Fue usted quien no creyó en su esposo y lo echó!"

Eventualmente, Jeon no pudo contenerse y le gritó al Duque HongBin.

Esto era algo que no quería decirse a sí mismo, algo que no quería admitir.

"¡Pero Su Majestad! ¡El Joven TaeHyung fue quien me dijo que mi esposo se estaba besuqueando con otro hombre!"

Jeon se sorprendió, no esperaba escuchar el nombre de TaeHyung.

Jeon recordó a TaeHyung hablando con el Duque HongBin en el día del baile de máscaras.

Luego se rió y dijo,

"No mientas."

Jeon lo miró fríamente.

"¿Por qué culpas a otros por tu ridículo malentendido? Ese día, parecías estar disfrutando de tu conversación con TaeHyung."

Ante la respuesta de Jeon, el Duque HongBin no tuvo más remedio que entrar en detalles.

"Al principio, me preguntó si en el palacio había un lugar en el que estaba bien que dos personas se besuquearan, ¡luego me dijo que se avergonzó mucho al ver a un hombre y a un noble tocándose! ¡Me estaba riendo porque me pareció muy ingenuo!"

"Entonces TaeHyung no mencionó nada sobre tu esposo."

"No directamente. Pero cuando le pregunté quién estaba haciendo eso, ¡describió su apariencia y sin duda era mi esposo! Además, conocía algunos rasgos no expuestos de su cuerpo..."

Jeon dijo con firmeza, aunque sintió un peso en su corazón.

"Al final, fuiste tú quien lo malinterpretó todo."

Después de que el Duque HongBin se retirara, Jeon se volvió a sentar y apoyó su frente en el escritorio porque le dolía la cabeza.

El asunto con JiMin ya era doloroso.

Las palabras que había dicho el Duque HongBin hicieron que su corazón se sintiera más pesado.

Sabía que TaeHyung tenía un lado ingenuo y otro calculador.

También sabía que para sobrevivir en la alta sociedad uno no podía ser ingenuo. Sin embargo, no deseaba escuchar nada sobre ese otro lado de TaeHyung.

Las malas noticias para él no terminaron ahí.

A la mañana siguiente, mientras se cambiaba de ropa y leía el informe que había llegado en medio de la noche, el Marqués Jaehyun le dio otra mala noticia.

"Su Majestad, el Gran Duque TaeMin se dirige al Reino Occidental."

Jeon aplastó el informe que estaba sosteniendo en ese momento.

Se le había acabado la paciencia.

Presionando con fuerza el informe en sus manos, le preguntó al Marqués Jaehyun con una mirada aterradora.

"¿Qué has dicho?"

Completamente enfadado, Jeon se encerró en su habitación, cancelando todas las reuniones que tenía programadas.

Caminaba de un lado a otro en la habitación, mientras organizaba sus pensamientos.

Sólo después de un par de horas, Jeon salió tranquilo de su habitación. Sin embargo, en el fondo estaba lleno de ira y de una firme determinación.

Jeon iba a hacer que JiMin se arrepintiera de haberlo dejado.

Iba a hacer que se arrepintiera de no haber creído en él.

Iba a hacer que volviera arrepentido.

Para eso...

"Marqués Jaehyun."

"¿Cuándo es la boda de JiMin?"

"Usted ordenó que la boda fuera lo más pronto posible, así que probablemente coincidirá con la de JiMin."

"Debes hacer lo que sea necesario, para que mi boda se celebre primero que la de JiMin. Así que tendrás que adelantar la fecha."

"Sí."

"Y... envía una invitación formal al Rey del Reino Occidental. Quiero que asista con JiMin a la boda."

El Marqués Jaehyun preguntó con ansiedad.

"¿Usted cree que vendrán?"

Él pensaba que era poco probable que vinieran. Pero Jeon dijo con una fría sonrisa.

"Sin duda lo harán, aunque sea para ver al Duque y a la Duquesa Park."

"Entiendo."