Parece que se me cayó el pañuelo cuando saqué mi pluma ayer. Busqué por toda mi habitación, pero no pude encontrar el pañuelo que normalmente llevaba conmigo. Fui a trabajar como de costumbre en el palacio central, luego me dirigí al jardín del oeste durante el almuerzo.

"Está bien. El Consorte no estará aquí a esta hora."

"¿Realmente el Consorte es dueño de todo el palacio? Solo la habitación del Consorte es suya."

"El Consorte también visita a menudo este lugar, así que, ¿por qué no también el Joven TaeHyung?"

Escuché risas y conversaciones mientras me acercaba a mi silla de nido, y me detuve justo antes de los arbustos para observar lo que estaba sucediendo.

TaeHyung estaba sentado en mi silla de nido mientras una sirvienta lo empujaba como un columpio. La otra sirvienta había traído una mesa e incluso estaba cortando fruta.

"..."

Una furia caliente ardía en mi pecho. ¿Todavía no sabía el amante que el palacio del oeste era el dominio del Consorte? No, él debía saberlo si me estaba evitando. Apenas podía tolerar el hecho de que alguien que no me agradara se divirtiera en mi silla.

"Bueno, el Consorte nunca vendría a un lugar tan pequeño. Si Tae no se sienta en ella, la silla estará sola, ¿verdad?"

"El Joven TaeHyung... es una pequeña cosa adorable."

"Eres muy diferente de los otros jóvenes. Eres tan inocente."

"¿Por qué? ¿Y los otros?"

"Bueno... las y los nobles hacen su debut en la sociedad a la edad de diecisiete años. Después de eso, tienen que ser astutos y astutas."

"Hay un montón de peleas y puñaladas involucradas."

"Joven TaeHyung, no se involucre con ellos, o ellos lo comerán vivo."

TaeHyung sonrió, luego se giró y de repente me vio.

"A-Ah, Su Majestad."

TaeHyung se levantó de un salto. Las sirvientas, que habían estado hablando mal de la nobleza, también retrocedieron sorprendidas. Las dos nuevas damas de compañía no estaban a la vista. Supuestamente no se llevaban bien con TaeHyung, y debieron ser enviadas de vuelta por Jeon o las sirvientas.

Aparté algunos tallos y me acerqué a ellas, mis ojos fijos en la silla de nido. Cuando TaeHyung se levantó, vi mi pañuelo detrás de su vestido. Él había usado el pañuelo para sentarse en la silla de nido. Cuando TaeHyung vio la dirección de mi mirada, habló apresuradamente.

"Esto no es basura, Su Majestad. Es muy hermoso."

"Sé que la silla no es basura. Es mi silla."

TaeHyung se estremeció ante mi tono cortante. Conté hasta el número diez en el idioma antiguo. Esa silla era mi preciada posesión, y este era mi lugar secreto. Estaba enojado porque el amante de Jeon invadió mi precioso lugar.

"Yo... ¿Su Majestad? ¿Por qué te ves tan aterrador?"

TaeHyung estaba sin aliento, pero no pude abrir la boca para responder. No estaba prohibido que alguien más estuviera aquí. Aunque nunca vi a otras personas con mis propios ojos, cualquiera podría haber usado esta silla.

Sin embargo, la ira estalló en mi pecho al pensar que TaeHyung la usaba.

Los concubinos no debían venir al palacio del oeste para ver a el Consorte. Sin embargo, era impropio que un Consorte se sintiera ofendido por alguien que estaba sentado en una silla, y esas sirvientas seguramente murmuraban sobre los nobles como lo hacían antes.

Me las arreglé para estabilizar mi respiración, repitiéndome a mí mismo que nunca me enojaría bajo ningún concepto.

"Su Majestad..."

"El pañuelo en el que estás sentado también es mío."

Mientras conseguía reducir mi ira, TaeHyung se volvió rápidamente sorprendido. Las sirvientas se miraron y se inclinaron.

"Lo siento, Su Majestad. Tae no lo sabía. Sólo estaba junto a la silla..."

"Lo hiciste sin saberlo. Pero no vuelvas más al palacio del oeste. No es bueno que nos veamos."

"P-Pero Tae quiere ser amigo de Su Majestad..."

TaeHyung estaba llorando, y las sirvientas la miraban con pena. Probablemente ya pensaban que yo era un hombre malvado que se ofendía por una silla o un pañuelo. Al ver a TaeHyung tan alterado, sonreí deliberadamente y dije algo que lo conmocionó.

"Puedes ser amigo del próximo amante."
"¿Del próximo amante?"

"Del próximo concubino que el Emperador traerá después de ti."

Sólo le devolví lo que me dijo.

TaeHyung se puso pálido y me miró con una expresión herida. Inclinó la cabeza y salió corriendo, y sus sirvientas lo persiguieron.

Me quedé solo y miré la silla de nido y mi pañuelo aplastado.

No me sentía bien. Era la misma silla y pañuelo que tenía antes, pero... no encontré alegría en ellos.

"¡Su Majestad!"

Jeon se sorprendió cuando visitó a TaeHyung después del trabajo. Tan pronto como entró en la habitación, un sollozante TaeHyung saltó a sus brazos.

"¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando? ¿Te volvió a insultar una dama de compañía?"

"Su Majestad, cuando se canse de Tae, ¿traerá a otro hombre como su amante?"

"¿Qué? ¿Quién dijo eso?"

Él lo miró estupefacto, y TaeHyung gritó.

"¡El Emperador Consorte!"

"¿El Emperador Consorte?"

Jeon frunció el ceño como si le resultara difícil de creer.

"¿Por qué el Emperador Consorte de repente te dije eso? No, ¿dónde te lo encontraste?"

"Hay una silla abandonada en el jardín del palacio del oeste. Nadie la estaba usando, así que Tae estaba jugando allí..."

"¿Fuiste al palacio del oeste otra vez?"
"Fui cuando el Consorte no estaba allí. Y fue en el jardín aislado, no cerca del edificio, Su Majestad."

Las lágrimas corrieron por el rostro de TaeHyung en riachuelos, y Jeon suspiró y se las secó con la manga.

"Entonces, estabas sentado en una silla que nadie estaba usando. Y estabas evitando a el Consorte."

"No lo sé. Tenía una cara aterradora y T-Tae dijo 'Quiero ser amigo del Consorte'."

"¿Y él insinuó que traería otro amante cuando me cansara de ti?"

"No dijo eso exactamente, pero lo dijo en serio. ¿Es eso realmente cierto? ¿Amarás a otro hombre además de Tae? Su Majestad, ¿va a engañar a Tae?"

"Eso no es posible."

"¿Estás seguro? ¿No eres el tipo de hombre que engaña?"

TaeHyung lo miró fijamente con sus ojos de gacela, Jeon lo abrazó con fuerza y repitió su respuesta. Su temblor finalmente se calmó y Jeon frotó la espalda de TaeHyung, frunciendo el ceño.