Capítulo 3 - Surge el niñero


♥️ Narradora ♥️

El joven héroe se encontraba volviendo al estacionamiento del instituto, habían otras personas saliendo de ahí, y como papá pato con sus patitos yendo tras suyo, iban Edgar, Colette, Leon y su hermanita Nita tras de él, como si dependieran de él a donde se dirijan.

Estaban por fechas finales de septiembre, un mes fresco y soleado, y a veces llovía, todo en un mismo día, pues viven en una ciudad norteamericana, está comenzando el otoño.

Él entra al auto y les permite ingresar a los otros, su querido amigo, Edgar, va en el asiento del copiloto, su hermana con los otros menores en los asientos traseros. ¿Y qué fue de Max y su novio? Ellos quisieron salir un rato a otro lado, pues era fin de semana.

Surge revisaba su celular cautelosamente antes de manejar, mientras que el resto solo jugaba y echaba relajo. Recibió un mensaje del mariachi Poco, otra amistad suya, el chico le anunciaba sobre que iba a participar en un evento como especial a los originarios de México, y como chico orgulloso de aquella sangre, le gusta invitar amistades a que vayan a verlo cantar con pasión en una fecha muy importante para varios ciudadanos de esa zona cuyos orígenes son los mismos.

—¿Qué se celebra el 16 de septiembre?— se preguntó Surge en el auto, y el preadolescente Leon soltó un quejido, a pesar de nacer en ese mismo país y mudarse a muy temprana edad, la cultura no se le quitó, y tampoco el lenguaje vulgar, ya que con los adultos se comporta como un angelito, pero con la mayoría de jóvenes es otro ser a base de todo lo que escucha en internet y en su entorno.

—Tenías que ser blanco, Surge— exclamó el niño rodeando los ojos y la peliblanca se empezó a reír —también tú, Colette— y ella solo se quejó con una cara triste cuando Leon la miró.

—¿Ya pero qué se celebra?— preguntó moviendo la mano y volteando a ver a Leon encorvando una ceja.
—Te ves bien maricon, JAJAJAJ— Nita le pegó en el brazo cuando dijo eso, Surge solo suspiró y pensó: "es solo un niño, es solo un niño...", por fuera intentaba sonreír calmado a pesar de que Leon le comía la paciencia.

—Nunca debieron darte acceso a internet a tan temprana edad— dijo Edgar mirando su celular, pues Leon y Nita son hijos adoptivos de Bo, el jefe de Surge, y él al ser experto en informática, siempre está con dispositivos en la casa, a pesar de tener un estilo rústico y estadounidense nativo con mentalidad de padre estricto, siempre los ha mimado con electrónicos y dulces, y todo lo que quiere un niño en esa etapa.

—Ni siquiera soy tan adicto a la internet, solo la paso 8 horas según mi tableta, tu primo Gus la pasa hasta 16 horas! Incluso su papá le tuvo que comprar unas cosas de no sé qué para que se le quitasen las ojeras, parece un fantasma!— respondió en lo que hacía gestos mientras hablaba.

Surge solo condujo mientras estos iban parloteando como pericos el uno al otro, a pesar de todo, los quería mucho, son como los hermanitos que nunca tuvo.

—Es más, Surge, hoy te voy a mostrar videos de lo que fue el porfiriato!— exclamó el de verde mirando a su cuidador, él solo rió levemente.
—¿Ah, sí? ¿Eso qué es?— preguntó mirándolo desde el retrovisor, ya sin sus lentes puestos.

—Me da pereza explicarlo, mejor te pongo a ver un iceberg entero— respondió sonriendo maliciosamente.
—Pero también recuerda que tienes tarea pendiente, flojo baboso— dijo Edgar.
—Edgar, tú hiciste un proyecto de dos meses en 3 horas el mismo día de entrega— agregó Colette.
—Tú ni siquiera lo entregaste!—

—Era ser feliz o hacer un trabajo todo aburrido—dijo sonriendo torpemente.
—Mejor sean como Carl, él es tan paranoico que tiene hechas las tareas del semestre a la primera semana— dijo Leon.

—¿Y qué hay de ti, Surge? ¿Cómo manejas tus tareas?— le preguntó el emo, y ella volteó por unos momentos antes de seguir viendo al frente al momento en el que el semáforo se puso en rojo, ajusta su garganta antes de responder.

—Eh.. pues, la verdad no me presiono mucho por eso, me va muy bien en la mayoría de materias, me gusta mucho la química y...—
Iba a continuar de no ser porque Leon empezó a fingir unos ronquidos cuando mencionó la palabra química. Surge rodeó los ojos.

—Y me gusta mucho el basket.. ya lo sabes— agregó por último.
Edgar no esperaba esa respuesta, pensaba que Surge respondería que le iba muy mal en clases por su pesadez de trabajo como héroe. Pero sabe bien que él es bueno con deportes y química.

Decidieron ir a comer antes de llegar a su casa. Bajaron a un restaurante de buffet, Edgar estaba por sacar su billetera pero el de lentes le dijo que él iba a pagar por todo, Leon fingió sonrojarse como si fuese una novia.

—Ay, mi amor, no tenías que hacer eso— el rubio solo rió un poco y le alborotó el cabello al pequeño, su hermana iba tras Surge, le daba algo de nervios la multitud, ella parecía ser lo opuesto a Leon cuando había gente cerca, rara vez se comportaba de forma traviesa, al menos que viese un gusto específico que tenía, los osos.

El buffet era de tonos cálidos con un estilo rústico como si fuese una cabaña, era enorme, el aroma de la comida era deliciosa, bien preparada y con tonos amarillentos que iluminaban cada sección de alimentos, desde el vegetal y frutas, hasta las sopas y carnes, incluyendo postres, todas acomodadas como una obra de arte, una organización agradable a la vista, y acompañado de una música acorde al ambiente, de distintos géneros pero manteniendo esa formalidad.

Se dirigieron a una mesa todos y al momento de que les dejasen sus bebidas y servilletas, fueron a servirse de los alimentos disponibles.

Surge buscaba algo acorde a su dieta de alimentación de siempre, unos pedazos de carne bien hechos, queso, puede que un queso Gouda, algo de huevo campero, rebanadas de aguacate, y unos espárragos cocidos, basado en la dieta keto. Surge es alguien de servirse alimentos con modales y cuidado, tampoco estrictamente, pero con educación.

Nita no alcanzaba unos pedazos de carne de vaca hasta el centro de la mesa de comida, así que Surge le ayudó a servirle unos cuantos pedazos, ella ama la carne y Leon todo lo dulce.

Edgar estaba viendo qué servirse pero no podía decidirse, y Colette parecía que se servía todo lo que veía en cada zona del buffet.

Cuando finalmente se sentaron todos empezaron a comer tranquilos en esa lluvia de platillos diferentes, Surge se le notaba pensativo, y ahí fue cuando surgió la charla.
—Lou volvió a Brawltopia— dijo en cuanto comía, el resto lo vio con sus caras de sorpresa.
—Que me de entrada gratis al Snowtel, por favor— comentó el más chico.

De repente Surge recibió una llamada, sonaba como tono de llamada "Bleeding Out" de Imagine Dragons, en cuanto respondió era de uno de sus mejores amigos, Darryl, el amante de piratas y oceanología.
—¿Hola, Darryl?— preguntó.
—¡Hola mi cielo!— exclamó al otro lado de la llamada, ya era costumbre que lo tratara en broma como su novio aún sin saber nada de la verdad de Surge, pero a él no le afectaba eso, le tiene mucha confianza.

—¿Necesitas algo?— preguntó en cuanto observaba la hora desde su reloj inteligente.
—¿Puedo ir a tu casa, bombón? Ya no nos vemos, tú ya no me tocas, ya no me tratas como antes...—  todo lo dijo en tono dramático y afeminado, por accidente Surge dejó la llamada en altavoz cuando Darryl dijo eso, causando confusión y gracias al mismo tiempo entre los sentados.

—Darryl, estoy comiendo con gente!—
—Ay, cálmate, roro—

—Ya deja de estar chin...— Leon no terminó su oración antes de que el mayor le pusiera una mirada de advertencia "ni se te ocurra".
—Creo que serías un buen papá, Surge— comentó Nita amigablemente.
—Y Darryl la mamá— agregó Leon antes de empezar a reírse, ya no saben si el más trastornado es él o Colette.

Aunque al rubio se le haya hecho peculiar ese comentario -de los muchos que hace el infante- igual son dudas que a veces le llegan por estar cerca de la mayoría de edad: ¿Seré padre en un futuro?

Pero evitó pensarlo de más y se centró en cuidar del grupo.
Cuando regresaron a su casa ya no tenían necesidad de buscar algo más de comer, pues el buffet los llenó bastante, y la comodidad del hogar los deja con un poco más de pereza durante ese fin de semana, ignorando un poco que todos tienen tareas por realizar.

En cuanto Lou esa tarde, él se dedicó en pasar tiempo con su amado padre, quien como cualquier padre estricto que no quiere ver a su hijo fracasar en su vida, quiere que realice sus cursos diarios de cocina, canto y piano, además de mercadotecnia, pues Mr. P tiene la firme idea de que no todo lo que le enseñará la universidad le servirá en la vida, sino que él también tiene que aprender cosas por su cuenta que estén más enfocadas en sus metas y de lo que quiere vivir.

Porque sí, Lou es un hijo privilegiado cuya familia a pesar de originarse de una clase media, su padre tuvo la suerte y experiencia de lograr su sueño de ser dueño de su propia hotelería, con sudor y lágrimas, y mucho estudio y trabajo, por su puesto.

—Creo que quedó un poco azucarado— respondió el adulto de 41 años a su primogénito, probando un postre que recién realizó, un pie de manzana, estaban en su oficina y fue Lou quien le trajo un pedazo luego de terminar su clase de cocina.

Él solo suspiró rodeando los ojos y sonriendo forzadamente y respondiendo "De acuerdo, a la siguiente le agrego menos", a su padre no es fácil de convencer, por más hagas la obra de arte más perfecta del universo te va a decir algún detalle que ni Dios notó. Cada charla entre ellos Lou la siente como si lo estuviese evaluando un policía de la perfección.

Observó a su padre aún sentado en su escritorio acomodando unos documentos en cuanto terminaba de comer ese pedazo que no le convenció del todo, trató de decir algo con más calma para dejar pasar esa frustración.

—Encontré a Surge en la clase, muchos de mis compañeros del kinder siguen estudiando ahí— comentó en un tono calmado como es de costumbre en su forma de ser.

—Oh, Surge, hace tiempo no hablo con él, solo lo vi unas veces en televisión, ¿Cómo se encuentra?—
—Lo noté un poco cansado... quizá por sus misiones y estar salvando gente, pero en general lo encuentro bien al parecer, pensaba si podría invitarlo a comer uno de estos días en la casa—
—Si gustas, Surge es un buen joven desde que lo conozco, desde que te defendió en el kinder— dijo el mayor sonriendo levemente, casi no era mucho de aprobar las amistades de Lou desde que supo que sus amigos europeos de su anterior colegio no eran lo que parecían.

Continuaron platicando otro rato de su día, por un momento sintió esa cercanía que no presenciaba tanto de su padre, pues casi todo entre ellos se basa en el tema de estudios y trabajo, Lou siente un alivio cuando puede hablarle de su vida más allá de solo lo anterior mencionado.

—¿Y alguna chica que hayas visto?— preguntó curioso Mr. P a su hijo, pero él no supo qué responder, nunca ha sido de tener pareja.
—La verdad no me estuve centrando en eso, es el primer día— dijo poniendo su mano tras su nuca y sonriendo nervioso.

Lou a veces no sabe de quién le gusta específicamente cuando alguien se le hace atractivo o atractiva.
Además que nunca se consideró bueno en expresar sus sentimientos, ha tenido pretendientes, pero a varias ha rechazado, algunas le han coqueteado por supuesto por ser un chico con dinero, quién no quiere el dinero.

Recuerda las veces en que visitaron o fueron visitados por familias de la misma clase, les presentan a la hija, ambos hablan, pero Lou solo es amable, o si se le hace linda, sus nervios suben y no sabe qué hacer aparte de mantener su caballerosidad.

Al rato que se encuentra practicando piano y su maestro se retiró de la gran casa donde vive, él tocaba poco interesado en los acordes, de todas formas ya sabe tocar de oído sin ver necesariamente las partituras.

Se le vino a la mente Surge, estaba curioso por él, su amigo también ha sido alguien con muchas cosas por hacer, alguien que también tiene la vida arreglada, le da curiosidad saber si podría empatizar con él en esto de "tener la imagen perfecta" ante todos y todo, incluso si a veces te cansa eso.

Antes de dormirse pensó en hablarle un poco a su amigo. Abrió su celular y le mandó mensaje, ahora a esperar a que responda.

Regresando con Surge, él estaba acostado en un largo mueble de la sala observando qué hacían los otros, solo buscaban qué ver en Netflix a pesar de haber visto ya todo el catálogo.

De ahí se levantó y subió por las escaleras, su casa es de un estilo moderno con algo de estética asiática por su padre, bastante lindo de ver y hasta dan ganas de quedarse a vivir ahí.
Se dirigió a su baño donde abrió un cajón lleno de unos productos de cuidado de piel, pues lo lleva haciendo desde su preadolescencia por hábitos de su madre, así ya no tuvo que batallar mucho con el famoso acné y manchas.

Toma una liga para cabello y se alza sus mechones antes de lavarse la cara con un gel limpiador, de ahí procede a aplicarse un serum, en cuanto toma su bote pequeño y se acerca a la cara las gotas, siente que alguien lo está observando tras la puerta.

Voltea confundido y es Leon quien trae unas pantuflas enormes y su pijama de dulces puesta.
—¿Te estás poniendo gotas de semen en la cara?—
Max justo llegó por el pasillo y se rió por la situación tan rara, ella traía una mascarilla en su rostro, pues también se iba a dormir.

—¿De verdad te pones eso, Surge?— llegó Edgar a preguntar sorprendido por la rutina de cuidado.
—Sí, desde hace tiempo lo hago— respondió en cuanto soba su rostro con las yemas de sus dedos y se mira al espejo.
—Ah.. genial— dijo con un tono como si sonara desinteresado, pero observaba cómo no tenía imperfecciones en el rostro cuando él batalló algo con él acné por un tiempo.

—Edgar tiene envidia de que tienes piel de un jodido chino— dijo Leon en tono burlón.
—¿Qué?— preguntó el rubio volteando antes de reírse un poco.
—No le hagas caso, está loquito y su papá lo abandonó— dijo el emo intentando hacerle cosquillas al más chico.

Cuando era hora de dormir, Surge miraba por un rato su celular en lo que estaba acostado y traía la lámpara de su cama prendida. Los chicos estaban en dos cuartos de invitados en el pasillo, ya todos dormidos.

No notó que Lou le había mandado mensaje e inmediatamente se disculpó, pero Lou seguía despierto y le respondió, ambos estaban sin ganas de dormir, así que se les ocurrió una llamada tranquila para ver si así les daba sueño.

—¿Hola?— preguntó Lou en un tono de voz bajito.
—Ayúdame, ya no quiero ser niñero— dijo en un tono llorón, cosa que hizo reír al contrario.
—¿Qué tanto hicieron en tu casa?—
—Mucho, casi incendiaron la cocina porque vieron un video en esa red social estupida—
—Ow, ya veo—

—¿Y cómo te fue a ti?— preguntó el rubio en cuanto se acostaba de lado, se sentía alegre por hablar con él de nuevo.
—Nada interesante, tomé mis cursos de costumbre y veía qué tareas avanzar para no tener que estancarme el lunes—
—Recuerdo cuando tomabas clases de violín y trompeta y clarinete a la vez, y todavía tu papá quería que aprendieras japonés solo porque me escuchó hablar japonés con el mío, ¿cómo aguantas que te encargue aprenderte todo?— dijo en cuanto reía levemente.

—No lo sé, él me dice que a mi edad él ya tenía como noventa mil títulos acabados, supongo que quiere que sea como él— respondió un poco frustrado pero sin intentar mostrar aquello y su molestia.

—Vaya, eh... Típico de los padres— respondió sin saber qué más decir al respecto, cualquiera quedaría como hijo obediente en esa situación a pesar de que vivimos en una época distinta.
—Perdón, no debí haber dicho eso— dijo de inmediato el peliblanco, a veces piensa que se desahoga muy pronto con algunas personas.

—¿De qué hablas? No, no, no hay problema, Lou, te entiendo—
—Gracias— respondió en cuanto soltaba un suspiro.
—Por cierto, pensaba si querías ir con nosotros mañana al centro comercial o... La verdad no estoy seguro a dónde iríamos específicamente, pero primero sería ahí y del centro sería eh... Quizá Starr Park por petición de Leon y Nita—

Esto le dibujó una dulce sonrisa en el rostro al contrario, y moviendo levemente las piernas a los lados como un niño aceptó.
—¡Claro! ¿A qué horas? Solo espero mi papá no salga con "convivencia familiar", pero buscaré una excusa para ir—
—Por ahí de las 2 iremos, quieres que pase por ti o tú vas?—
—Oh, em, ¿No estará muy lleno el auto?—
—Sí, no lo recordaba— dijo Surge rodeando los ojos al recordar que tiene a sus crías por cuidar y él solo siquiera a ese chico con él solo.

—Puedo ir directo al centro comercial, no te preocupes, jajaj— propuso en cuanto reía levemente.
—Está bien, y ¿Ocupas dinero para la comida?—
—Surge, olvidas quién es mi padre...— esto tornó rojísimo del rostro al rubio, todo por hacerse ver como el que soluciona todo.
—Ah.. qué torpe yo— y comenzó a reírse nervioso queriendo que lo trague la tierra, pero al menos Lou no se burló de eso.

La cosa es que al final acordaron en verse en el centro comercial en grupo, quizá sería buena idea, quizá no.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top