Porque mi tímida voz,
mi voz,  es a ti debida;
pongo en hora tu reló
que desteje calendarios.
Y señales elevadas,
faros altos con fareros
y, al alba, tus luceros
y todas tus maravillas.
¡Que se te vea muy bien!
Porque en ti ya estaba todo,
porque en ti ya todo tuvo
quien lo quiso recibir.

Y porque puedes volver
en versos de otro poeta
(hoy, o mañana, o quizá
pasen millones de años,
o el día que acabe todo
y todo vuelva contigo),
tiene ser tan perfecto
como larga le está siendo
la espera
a mi voz a ti debida.

Nota: Este poema de homenaje contiene muchas referencias a Pedro Salinas porque es precisamente eso, un homenaje. Si en algo molesta, o sienten que afecta, a sus herederos será retirado, y destruido, inmediatamente.