La virtud simulada
No existe nada más superficial
que aquello que se simula profundo,
ni nada más trascendente y fecundo
que lo mostrado sencillo y trivial.
Sabed que de bondad siempre el mal
se disfraza. Sabed que el inframundo
perfuma siempre su hedor nauseabundo
con artimañas y olor celestial.
Que el humilde, si es humilde, lo calla
y el soberbio, de humildad, se proclama;
es verdad que siempre ya se repite.
Siempre el falso hará de Dios su muralla,
mas yo no vendo de santo la fama
y, de mis faltas, no hay falta que quite.
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