¡Busca!
Mil nidos de besos surgían...en tus rincones
más recónditos que salían de esa penumbra
que no me ocultaba ya más tu adentro cálido.
Pues libre de ropa, caída; todo se alumbra.
Por no ver, cerrabas los ojos. Solo sentir
querías rozar tus mejillas con leves besos,
besos diminutos como una... suave caricia,
que iban bajando muy despacio por tu cuello.
Y fue entonces, con un susurro, que me dijiste
que buscara mientras alzabas tu cadera
y tu piel tersa se erizaba. Y repetiste :
¡busca! Y yo busqué...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top