Me gustaría sonreír mientras escribo esto, pero no puedo. Me di cuenta inmediatamente que era un sueño por las fechas; pensé que sería un sueño fantástico, un sueño donde pudiera verte después de tanto, pero no fue así. Nunca antes había intentado despertarme de un sueño, y no creí que la primera vez seria con un sueño sobre ti.

Estaba, como es de costumbre, leyendo las publicaciones en Facebook de camino al trabajo. Al actualizar salió una noticia interesante que acababa de publicar un periódico, en ese artículo te mencionaron, habías logrado junto a tu equipo de trabajo algo que ayudaría a bastantes personas.

Me sentí inmensurablemente feliz, tenía una sonrisa sin igual, de las pocas que suelo dibujar.

No habías publicado nada en Facebook sobre ello, así que fui al chat a felicitarte con una captura de pantalla sobre la noticia y entre a la conversación, a esa conversación que parecía un monólogo, donde el público eras tú. Y como cualquier público, a veces hay participación y a veces no.

Mis últimos mensajes no los leíste o al menos eso decía la aplicación, y recordé las incontables veces que quería volver a escribirte y eso me detenía. Lo dudé mucho y los recuerdos de los mensajes que no envíe me envolvieron. Quizás nunca más abras el chat, pero quería que al menos tuvieras la notificación donde te felicito. Al por fin enviar, el carro se detuvo en un paradero y ahí estabas tú.

Estabas esperando tu bus al parecer, notaste que tu celular vibraba, al parecer te llegó mi mensaje, a mí me aparecía en la aplicación que justamente mi mensaje había sido recibido. Viste la pantalla e inmediatamente deslizaste mi mensaje, guardaste tu celular y no hubo reacción ni respuesta, pero yo si la tuve, todos los recuerdos no solo me envolvieron, sino que ahora me apuñalaban una y otra vez.

El semáforo estaba por cambiar, faltaban diez segundos, miraste hacia mi bus y al parecer me viste, te salude en cuanto me di cuenta que mirabas hacia el bus, tú en cambio diste la espalda casi a la par que levantaba mi mano.

Elsemáforo cambió y decidí despertar.