El surgimiento del Flash Reverso

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Un pequeño recorrido por la muerte de Eobard Thawne y el nacimiento de el Flash Reverso

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Aunque comparte prácticamente el mismo pasado que se muestra siempre de él, comparte rasgos de los cómics "Reverse Flash: Rebirth y The Return of Barry Allen".

La idea principal es que Thawne está destinado a ser el flash reverso, es una teoría personal mía que me gusta pensar que es canon.

Eobard examinaba el traje de forma minuciosa, pausado pero intranquilo e incluso conteniendo su emoción. Estaba nervioso, no todos los días recibes un regalo del pasado envuelto en un máquina del tiempo que te otorga el traje de tu gran ídolo, de aquel que ansías conocer y que reina en tus más embellecidos sueños.

Y lo mejor no era sólo el sentir aquella conexión con la persona que tanto admiraba que suponía tocar algo tan importante que él había llevado, si no que aquél traje podría ser la llave hacia su futuro, su gran camino por recorrer. Y mientras trabaja en ello, sólo pensaba en lo mucho que deseaba sentir cada vez más intensamente las chispas de electricidad que recorrían las yemas de sus dedos al saborear con su tacto el tejido de la prenda, que las quemaban por un segundo y luego le dejaban un curioso cosquilleo por segundos.

Era la fuerza de velocidad.

Había estado trabajando en ella años, desde que era un adolescente que empezaba con los estudios, y sin haberla tenido a su alcance había sido capaz de estudiarla e incluso aproximarse a comprenderla. La de cosas que el futuro le deparaba… Se veían tan cercanas, apenas sentía como si pudiera correr muy rápidamente hacia ellas.

En la mitad del estudio, su madre interrumpió.

—Eobard, ¿Ya estás perdiendo el tiempo otra vez en esas cosas? ¿Qué es lo que te tengo dicho?

Thawne se dio la vuelta, y en un microsegundo sintió una extraña carga de electricidad de color rojo que se envolvía alrededor de él. Sintió una extraña sensación en su cuerpo; sus ojos se movieron rápidamente con tranquilidad, su torso rebosaba de energía eléctrica y sus pies rogaban por recorrer cien kilómetros.

Pero duró tan poco, que no le prestó atención. Y tampoco dio respuesta alguna a su madre, que siempre le repetía que perdía el tiempo con su ardua tarea.

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Los acontecimientos previos a aquello pasaron demasiado rápido. Parecía que hace unas horas estaba adorando a Flash, idealizándolo y colocándolo en lo más alto de su altar. Deseando conocerlo, queriendo ser él.

Ahora todo había cambiado. Sus botas rojas recorrían los caminos entre el espacio-tiempo, y en la mente de Eobard, aquella chispa roja empezaba a tener sentido. Era odio en su más estado puro, un sentimiento desagradable que de alguna forma se desvanecía en él y se hacía soportable e incluso le entregaba una especie de comodidad que le hacía no querer abandonarlo nunca, como si fuera lo único de todo el universo que era capaz de comprenderlo.

También sentía rencor, quizás decepción. Tenía las expectativas muy altas, y se había dedicado toda su vida para conseguir viajar al pasado sólo para ver que Flash nunca fue su héroe. No estaba destinado a ocurrir de manera diferente, así como nada de lo que él había soñado desde niño.  

En cambio, estaba destinado a ser su opuesto; un flash pero hecho a la inversa. Un flash hecho por el odio y para generar todo otro tipo de sentimientos negativos en la vida de Flash, sólo para hacer que ésta fuera un completo infierno.

Era irónico; podía viajar en el tiempo, cambiar la línea temporal y no verse gravemente afectado, pero sus poderes al mismo tiempo le impedían el intento de hacer que Flash no existiera, ya fuera para matarlo, o para… Ocupar su lugar.

A Eobard le tomó menos de lo que esperaba asimilar lo ocurrido, parecía como si todo ese rato que se había pasado estudiando a Flash, una semilla se hubiera plantado dentro de él y ahora floreciera como lo que él creó; la fuerza veloz negativa.

Estaba cegado por la rabia que suponía el engaño de su ídolo, y sintiéndose libre de correr entre el tiempo, futuro y pasado, empezó a maquinar su plan maquiavélico.

Sí Flash había hecho de su infancia en adelante un infierno inservible, él tendría que devolverle aquél "favor". Sí, tenía que hacer de la vida de Barry Allen una desgracia. Agregar manchas negras y casi imposibles de borrar a su vida que lo atormentarían para siempre y jamás le permitirían dormir tranquilo, parecido a como Flash había hecho con él.

En conclusión, debía viajar y prepararse para su próxima víctima: Nora Allen.