Es inútil mirar atrás. El presente no promete nada, pero el pasado es muy doloroso.

Desde que ella se fue de mi vida, me lamento a cada instante por no haber aprovechado mi tiempo a su lado, por no haber sido más amable, por esperar todo de ella y no darle nada a cambio. Pero no pensaba así antes, de esto me doy cuenta recién ahora. Por eso sé que es estúpido pensar en lo que podría cambiar del pasado porque el hubiera no existe.
Hoy podría pensar en diez mil cosas que hubiera hecho diferente en todas mis relaciones, pero nada de eso devolvería el tiempo atrás, y si lo hiciera, tal vez no cambiaría nada porque los sentimientos y emociones del momento serían los mismos.

Cuando me hablaba, yo la ignoraba.
Cuando había partido de fútbol, no existía nadie más.
A los videojuegos nunca la dejé ganar.
El baño quedaba inservible luego de que yo lo usaba.
En la cama pedos me tiraba.
Paseando con ella, otros culos miraba.
La última porción de pizza me comía.
Sus cambios de look no reconocía.
Sus rollitos criticaba, y ahora ¡cómo los extraño!
Sus errores insultaba.
Sus destrezas menospreciaba.
Todos sus esfuerzos por agradarme yo ignoraba.

Y ahora me doy cuenta de lo mucho que ella valía. Ver las fotos de sus vacaciones en Facebook con otro es mi perdición. Siento su sonrisa junto a él como una puñalada en la espalda.

Quisiera decirle que aún la amo. Que voy a hacer todo diferente esta vez. Pero me avergüenza lo que pueda decirme. ¿Qué más puede reclamarme si ya sé que fui imperfecto? Si vuelve, lo intentaría de verdad, pero no tengo la seguridad de que funcionará.

Ya lo sé, es inútil hacer promesas, porque ella no tiene pruebas de que yo pueda cambiar. Entonces le voy a demostrar mi cambio primero, y luego le pido otra oportunidad.

Retáme si te Atreves de Srta20Hennet.