Estar contigo
«¡Sonia!, ¿Qué investigación estás realizando ahora?»
«¿Sonia? ¿Te apetece un combate?»
«Hey, Sonia, ¡vamos a acampar y a comer curry!»
Últimamente, desde que Lionel había dejado de ser campeón, Sonia se preguntaba por qué había comenzado a visitarla con más frecuencia. No le molestaba, pero le causaba curiosidad: después de todo, pensó que ahora que se hacía cargo de la Torre Batalla estaría igual o más ocupado que cuando era el campeón imbatible. En su lugar, el chico de cabellos morados aparecía casi a diario en el laboratorio con cualquier excusa, terminando por quedarse varias horas ahí y teniendo que recurrir a Yamper para guiarlo de regreso a casa al anochecer. Fue un día de esos donde, mientras el ojiámbar acariciaba al tipo eléctrico y ella los miraba con cariño, que Sonia no fue capaz de evitar preguntarle el por qué.
— Lionel. — dijo, captando su atención — ¿Por qué vienes tanto al laboratorio? Hop está de viaje así que rara vez lo verás por aquí.
— Claro que lo sé. — respondió él — Además, lo veo en casa.
— ¿Entonces? — la pelinaranja arqueó una ceja, aún más curiosa que antes.
Este, ahora de pie, la miró.
— Me gusta estar contigo. — soltó sin más, sonriente.
Sonia tenía la cara roja luego de escuchar tales palabras.
— ¡No puedes decir algo así tan a la ligera!
— ¿Por qué no? — refutó este, evitando reír al notar el rostro de la profesora — De niños lo decía a cada rato.
Y tenía razón. La ojiverde recordaba aquellos tiempos de infancia donde un pequeño Lionel no paraba de decir que le encantaba estar con ella ya sea de viaje, batallando o simplemente paseando. Por supuesto que a Sonia aquello le gustaba también, pero nunca había sido capaz de confesarlo tan directamente como su amigo en ese entonces... y ahora.
— Es diferente — ella infló sus mejillas, aún avergonzada.
— ¿Por qué es diferente?
— ¡Porque éramos niños! — lo miró — y ahora, bueno...
— ¿Bueno...?
— Ahora somos adultos y se puede malinterpretar.
Lionel rodó los ojos, aunque no estaba realmente molesto. Se acercó a su amiga de la infancia y tocó una de las mejillas de esta.
— Pero de verdad me gusta estar contigo. — volvió a sonreír y el corazón de Sonia podía explotar de amor en ese mismo instante.
Lionel estaba demasiado cerca de Sonia que ella podía jurar escuchar sus latidos, igual de rápidos que los suyos. Estaba segura de que él dijo lo que dijo con total inocencia, pero era imposible evitar sentirse nerviosa.
Viéndolo más de cerca, no había notado lo mucho que él había crecido, recordando con nostalgia cuando era ella la mayor en cuanto a estatura. Observa sus ojos y queda hipnotizada por esa mirada ambarina, teniendo el impulso de tocar el rostro del adulto, quien da un casi imperceptible brinco el contacto de su piel. Luego de realizar aquel gesto, se percata que Lionel se encuentra nervioso, como si recién se hubiese dado cuenta de la posición en la que ambos se encontraban.
— A mí... — susurró la pelinaranja, con su rostro cada vez más cerca al de él.
— ¡He vuelto! — la tensión en el ambiente se rompió al escuchar la voz de Hop a unos metros de distancia — ¿Lionel? No sabía que vendrías.
El excampeón vuelve en sí, con un leve sonrojo en sus mejillas, y se acerca a su hermano. Lo saluda y comienzan a hablar, mientras Sonia aún se encontraba parada, mirándolos y procesando lo que ocurrió.
¿Exactamente qué ocurrió?
— Tengo que irme ya — dice Lionel, realizando un choque de puños con su hermano y leyendo un mensaje que apareció en su SmartRotom.
— Déjame acompañarte a la puerta. — se apresuró en decir Sonia, ante la sorpresa de los hermanos.
Lionel solo asintió, perplejo. Los dos adultos se encaminaron hacia la salida, dejando a Hop confuso.
— ¿Me perdí de algo?
~~0~~
En la entrada del laboratorio, ambos amigos de la infancia se preparaban para despedirse. Sonia le ofreció a Yamper para que lo acompañara a la salida del pueblo, mas Lionel dijo que esta vez iría volando en Charizard.
— Sonia, antes de irme... — dice el entrenador de repente, captando la atención de la profesora — Perdona si te incomodé, no fue a propósito.
— ¿Incomodarme con qué? — responde ella, haciéndose la desatendida. No quería generar otro momento extraño entre los dos, sabe en el fondo de su ser que su corazón no podría soportarlo.
— Con lo que dije, claramente fue rarísimo — libera a Charizard y se prepara para subir a él — Lo lamento, es solo que es genial volver a pasar tiempo juntos aunque, si te distraigo con el trabajo o prefieres estar sola, puedo pasarme por aquí menos tiempo.
Ya con Lionel encima de su Pokémon, el tipo fuego extiende sus alas para alzar el vuelo. Sonia no quería dejar que el día acabase así, con él yéndose como hace tantos años, cuando sus caminos se separaron y con una sensación terriblemente desagradable.
— Espera, Lionel — evitando que el excampeón se vaya, ella se acerca. — No es... a ver: Me tomaste por sorpresa. — se cruza de brazos y suspira — El juego de palabras que utilizaste tranquilamente podría tomarse por una declaración, lo sabes, ¿verdad?
La cara de Lionel enrojece al instante.
— ¡No es lo que...! ¡Cómo lo siento, Sonia! — mueve sus brazos exageradamente y casi se cae del tipo fuego, quien usa una de sus garras y su cola para sostenerlo.
Pero Sonia comienza a reír en ese mismo instante.
— ¡Descuida! — se agarra el vientre del dolor que la risa le causa — Ay, es tan gracioso verte así.
— ¡Pude haberme caído de Charizard!
— Pero no lo hiciste. — sonríe
Lionel observa ese rostro que tantas veces ha visto y, por primera vez, la nota diferente. Ya no es la niña con la que jugaba de pequeño, ni con quien realizó el desafío de los gimnasios. Ahora es una mujer, más alta, más hermosa. No se había planteado el pensar en ella más que en una amiga pero, recapitulando todo lo que han vivido y el cómo se siente a su lado, él duda por un momento de si su "me gusta estar contigo" pudo significar lo que la profesora frente a él le dijo.
Se pregunta si Sonia pensará lo mismo sobre él y si esa es la razón por la que reaccionó de aquel modo a sus palabras hasta que su SmartRotom vuelve a sonar.
Bueno, ya tendrá tiempo para pensarlo con claridad.
— ¡Bien! Basta de malentendidos. — exclama, captando la atención de la muchacha — Ya es momento de irme. — Sonia asiente — Seguro que Hop volvió con novedades de su investigación, así que no te hago perder más tiempo.
Charizard vuelve a estirar sus alas.
— De seguro— la profesora se encoje de hombros ante la mirada expectante del excampeón — ¿Lionel?
— ¿Dime?
— A mí también me gusta estar contigo. — Él se queda estupefacto para posteriormente ocultar su rostro con su gorra. Sonia sonríe al saber que, detrás de esta, Lionel ha de estar sonrojado. — Te espero mañana y todos los días que puedas ¿sí?, no me hagas esperar.
El adulto es incapaz de hablar, pues tiene una gran sonrisa en su rostro imposible de borrar. Baja su gorra y asiente, extremadamente feliz.
— ¡A-así será!
Finalmente, Charizard alza el vuelo y tanto él como su entrenador desaparecen en el cielo. Sonia se quedó unos minutos mirando como estos se marcharon, contenta con su respuesta, la reacción de su amigo que le dice más que mil palabras y ansiosa por saber que le deparará el mañana junto a Lionel.
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Debo hacer un separador para este libro xd
Buenas!! Aquí Evie de nuevo. Ando enviciada con el Pokémon Violet pero extraño la octava generación, así que otro pequeño one-shot no viene mal ahora XD Espero tengan un hermoso fin de semana, ¡ya nos leeremos pronto!
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