Alison, se encontraba en la estación ferroviaria, al costado de las vías, esperando a que su tren llegase. En realidad no espera uno en específico, cualquiera le serviría.
Su mirada se centró en las vías, y notó que algunas piedritas comenzaron a saltar por la vibración.
Estaba llegando su tren, el que la llevaría lejos de tanto dolor, de tanta tristeza... de tanta soledad. El tren que la llevaría al tan deseado descanso que quería... a un viaje sin retorno.
Cuando el tren estaba lo suficientemente cerca, Alison, sin más, se lanzó a las vías, directo a su muerte.