Especial Halloween
—Mike, ya es hora de irnos —gritaba Leslie, la novia de Mike desde el pie de la escalera.
El joven muchacho apurado se miró por última vez frente al espejo para comprobar que su disfraz estuviera impecable. Bajó por las escaleras con el regalo para su novia por su tercer aniversario.
Leslie al ver dicho regalo saltó emocionada sobre Mike, al abrir el regalo no podía creer lo que había encontrado adentro, el reloj que anhelaba tener desde que lo observó hace aproximadamente un año atrás en la estantería de una joyería. Sin poder evitarlo sus ojos se humedecieron, Leslie buscó algo en su bolso y se lo extendió a Mike.
Mike observó la pequeña caja dudoso, pero con una creciente curiosidad dentro de él.
—¡Vamos! Ábrela —lo animó Leslie con entusiasmo reluciendo en sus ojos.
Mike abrió la caja para encontrarse con un anillo, no uno cualquiera, este era una réplica exacta del anillo que le obsequió su padre antes de morir. Mike sintió una pequeña presión en el pecho acompañado de un sutil mareo, al igual que Leslie su ojos se humedecieron.
—En definitiva, este ha sido el mejor Halloween de toda mi vida —comentó Mike con un intenso brillo en su mirada.
El chico se acercó a Leslie para darle un beso de agradecimiento, pasaron unos segundos hasta que alguien se aclaró la garganta detrás de ellos. Leslie al observar a la madre de Mike sintió vergüenza lo que produjo que sus mejillas se sonrojaran.
—Creo que ya deberían irse, si esperan más no llegarán a la fiesta —comentó, aunque lo disimulaba bastante bien, la madre se Mike sentía un inmenso
orgullo por su hijo y por las cosas que había creado.
Los chicos salieron de la casa y se encaminaron hacia la casa de Jonás, el mejor amigo de Mike y anfitrión de la fiesta.
Mike y Leslie iban conversando animadamente durante el trayecto a la fiesta, su conversación era sobre temas banales y las decoraciones de los locales . Al llegar al bosque Mike decide parar un momento frente a un gran árbol para atar sus zapatos.
Leslie al sentirse observada miró hacia los lados sin encontrar nada, cuando volvió a observar a su novio sintió como una fría brisa le erizó la piel.
—Deberíamos irnos, no me gusta para nada este lugar —dijo Leslie mientras movían t sus pies.
—¿Que dices? Esta es la ruta que tomamos siempre, ¿Porqué hoy no te agrada? —comentó Mike mientras se incorporaba y observaba su alrededor.
—No lo sé, es solo que siento algo extraño—respondió Leslie, abrazándose a sí misma mientras miraba el bosque.
—Quizás explorar un poco te quite lo miedosa —una sonrisa ladina se dibujó en sus labios. Leslie no estaba muy convencida de quedarse a rondar en ese bosque, pero conocía lo suspicaz y persuasivo que podía llegar a ser Mike.
—Solo cinco minutos, así te demostrare que no soy una miedosa y además no llegaremos tan tarde a la fiesta —Leslie se cruzó de brazo demostrando seguridad en su misma, Mike observó cómo un brillo sobresalió del reloj que ella llevaba en la mano, pero sin darle mucha importancia decidió llevarla a merodear el bosque.
No había mucho que observar aparte de los grandes árboles con agujeros y los inmensos senderos que los rodean. En un momento Mike se soltó del agarre y empezó a revisar cada árbol.
—¿Te imaginas que encontremos algún animal raro? Es Halloween provablemente cosas raras sucedan hoy —dijo Mike con un fallido intento por sonar asustado.
—Si crees que con eso me espantaras, tendrás que trabajar más preciso
Mike negó divertido y siguieron caminando hasta que llegaron a un árbol particular, aunque los agujeros que se encontraban en este parecían iguales a los demás había algo de diferente en el. Algo en el subconsciente de Mike lo invitaba a acercarse y tocarlo y este no puso resistencia, al tocarlo una incandescente luz blanca brotó del anillo de Mike, haciendo que este cayera hacia atrás.
Unas voces empezaron a llamarlo con un cántico, invitándolo a acercarse al agujero y sumergir su mirada en el, Mike como si no tuviera dominio de sus acciones fue hasta el agujero y miró por el, al instante Leslie observó como algo tiraba de Mike hacia dentro haciendo que este desapareciera, segundos después el reloj de Leslie se iluminó con la misma luz que minutos atrás el anillo de Mike lo había echo.
Leslie se acercó al agujero llamando a Mike, pero contó con la mala suerte de también ser succionada por algo del otro lado.
La caída era larga y oscura, no podían observar nada a su alrededor, solo sentían el frío viento que los acariciaban mientras caían. Mike observó como se aproximaban hacia una luz, al pasar por esta sintió como suavemente descendió sobre una superficie suave, segundos después Leslie aparecía sintiendo lo mismo.
Al estar en el suelo ambos rápidamente se buscaron con la mirada, había preocupación reflejado en sus rostros. Mike no paraba de pensar lo que acababa de pasar sintiéndose cada vez más confundido.
Al cabo de unos minutos una mujer de baja estatura y con un vestido blanco se posó ante ellos. Sus rasgos eran raros, la forma de sus orejas e incluso su mirada era distinta a la de un humano común.
—Bienvenidos, los estábamos esperando —dijo la mujer dirigiéndoles una sutil sonrisa.
Mike y Leslie intercambiaron miradas sin saber exactamente qué hacer o decir.
—¿Quienes son ustedes? ¿Porqué estamos aquí? —se atrevió a preguntar Mike. La extraña mujer los miro, se dio media vuelta y se fue por un largo pasillo.
—Aún no les dirá nada—respondió chica de orejas puntiagudas y pelo corto a la altura de la mandíbula.
—¿Porqué nos trajeron aquí? —Se atrevió a preguntar Leslie, ambos chicos sentían un inmenso terror y desconfianza pero al no obtener respuestas optaron por mantener la calma y obedecer.
La chica de pelo corto los dirigió hacia una especie de salón antiguo. Los chicos no podían abstenerse de observar y admirar su alrededor. Todo ser que habitaba en ese lugar era totalmente desconocido y nuevo a la vista de ellos.
Desde seres parecidos a los humanos con orejas puntiagudas hasta diminutas personas con alas en sus espaldas.
Un hombre de baja estatura y nariz larga y puntiaguda los recibió a un costado de la amplia mesa.
—Perdón por los modales, estoy en conocimiento de la falta de educación que ronda por estos lugares—comentó el fino hombre —Por favor, tomen asiento.
Leslie estaba un poco renuente en la idea de compartir con estas personas, estaba en un lugar extraño donde todo parecía un mundo irreal, las personas que habitaban allí eran totalmente diferente a su realidad. Leslie aún no podía contender como alguien con la mitad del cuerpo de un animal podía hablar y socializar entre ellos.
Por otra parte Mike estaba asombrado, todo era tan extraño que le parecía espectacular, sintió una gran emoción al observar algo ajeno a su realidad, algo realmente interesante.
Sin pensarlo dos veces Mike tomó asiento, le dirigió una mirada a Leslie para tratar de convencerla, ella sin muchas opciones terminó cediendo y acompañando a su novio.
La cena transcurría con total tranquilidad hasta que la mujer de blanco volvió a aparecer, está tomó asiento junto al hombre, después de unos minutos una niebla espesa empezó a invadir el lugar.
Leslie tembló un poco al sentir una fría brisa rozarle los brazos, Mike permanecía atento a cada cosa que ocurría a su alrededor.
—¿En serio es necesario hacer eso, Alicia? —preguntó el hombre a la mujer de blanco.
—Ellos son los elegidos, sería bueno que vayan viendo con que están vinculados. —respondió la mujer con voz juguetona y malicia pintada en su rostro.
—Disculpa, ¿A que se refiere con que somos los elegidos? —Leslie y Mike se habían detenido de comer al escuchar el diálogo de esos dos. La pregunta de Leslie duró unos segundos en el aire antes de ser respondida.
—Ustedes han sido traídos a este mundo para participar de algo especial, algo que tiene mucho significado para nosotros. —contestó el hombre, limpiándose de manera despreocupada sus manos.
—Para ustedes —comentó Mike— aunque este mundo me interesa con todos sus seres raros y sus paisajes exóticos, nosotros no formamos parte de el, no deberíamos estar involucrados.
Más que sus pensamientos Mike expresó lo que sabía que Leslie pensaba, Mike estaba fascinado por este nuevo lugar pero en el fondo sabía que este no era un lugar para Leslie, ella no se sentiría bien estando en el.
—Lastima que sus destinos ya están marcados —Una pequeña sonrisa surgió de Alicia al hablar —esto ya estaba predilecto mucho antes de que ustedes nacieran, llevamos siglos esperándolos y al fin ya están aquí.
—¿Que estás queriendo decir? —pregunta Mike sin entender sus palabras.
—Cada año un portal se abre a este mundo, un par de humanos vienen e interactúan con las hadas y los seres híbridos. Llevamos siglos esperando a que una de esas parejas que nos visitan anualmente se quede y forme parte de nuestra realeza. —contestó el pequeño hombre.
—Te faltó algo, Stefan —interrumpió Alicia— no solamente pasan a formar parte de la realeza, la profecía dice que cuando marquen la media noche y la pareja se encuentre a mitad de la prueba el cielo se iluminará con cientos de estrellas y diversidades de colores aparecerán en el, festejando la llegada de nuestra nueva era.
—Todo esto suena muy loco —murmuró Leslie masajeando su frente. —¿Que les hace pensar que nosotros somos la pareja por la que tanto han esperado.
—Es obvio, el portal se abrió antes de lo esperado—dijo Alicia.
—No se preocupen, no pasará nada que no sea digno de ustedes, esto ya estaba escrito en sus destinos—añadió Stefan. Una pequeña atmósfera de curiosidad se construyó alrededor de los jóvenes. Los ojos de Mike se iluminaron al pensar en la grandiosa vida que podría llegar a tener perteneciendo al mundo mágico por otra parte Leslie apartó el miedo y pensó en lo fascinante que podría llegar a ser el aventurar y descubrir algo nuevo, sería algo estupendo para su aburrida vida.
Mike y Leslie se tomaron de las manos e intercambiaron miradas, el consentimiento estuvo de ambas partes tomando así una decisión juntos.
—¿Cuando iniciamos? —preguntó Mike.
—Justamente ahora —la hermosa hada chasqueó los dos, una luz blanca inundó el salón y al desaparecer ellos ya no se encontraban en el mismo lugar.
El lugar en el que estaban era una especie de terreno plano inmenso con grandes gradas en la parte trasera las cuales se encontraban repletas por seres mágicos
El pequeño hombre dió la bienvenida a los juegos de supervivencia mágica para luego pasar a explicar las reglas, Leslie y Mike estaban tan absortos que no prestaban atención a lo dicho.
—Tendrán que recorrer el laberinto y superar sus obstáculos para poder seguir avanzando en la universidad en toltal son tres pruebas , las cuales demostrarán quern digno son de formar parte de este mundo.
—La primera prueba consistirá en la lucha cuerpo a cuerpo con el Demano —continuó hablando la mujer. Los chicos estaban sumamente nerviosos y ansiosos a la vez, no paraban de mirarse a los ojos y asentir en señal de que pase lo pase siempre estaría uno al lado del otro.
»—Tienen prohibido el uso de espadas, fuera de eso tienen permitido hacer equipo y utilizar cualquier elemento para derrotar a esta bestia —la mujer se irguió y aclaró su garganta— ¡Ahora si! Demos por iniciado estos juegos y que prospere nuestro futuro gobernante.
Una trompeta sonó a la vez que unas compuertas se abrían debajo de las gradas. Leslie y Mike observaron como una sombra alta se aproximaba a la salida, al estar totalmente descubierto no se imaginaban la monstruosidad con la que tendrían que luchar.
El Demano soltó un rugido acompañado de un feroz fuego. Los chicos estaban totalmente aterrorizados pero sabían que no podían quedarse paralizados, tenían que moverse.
Mike fue hábil y empezó a correr para distraer a la bestia en lo que Leslie pensaba un plan. La chica miró a todas partes intentando pensar en algo para salvarse a los dos.
El Demano estaba cada vez más cerca de Mike, este corría sin más poder, a lo lejos entre unos árboles Mike observó algo semejante a una lanza, el Demano rugía y escupía fuego; Leslie caminaba nerviosa de un lado a otro, sus manos sudaban al igual que su frente, su ritmo cardiaco aumentaba según pasaban los segundos, su vista se dirigía a Mike y el miedo la recorría, la preocupación y el estrés la estaban llevando a límites que ella no sabía podía soportar.
Mike tomó la lanza y se la lanzó al Demano logrando perforar su hombro derecho, el rugido que este soltó llegó hasta lo más profundo de su ser paralizándolo del miedo.
Desde las gradas todos los seres mágicos disfrutaban como si de un circo se tratara, una risa maquillaba el rostro del hada Alicia, mientras que la satisfacción se reflejaba en el rostro de Stefan.
El Demano furioso se lanzó hacia Mike pero no llegó a hacerle daño alguno, una luz blanca cegadora lo atravesó arrebatándole los sentidos y dejándolo inerte en el suelo.
Mike se encontraba atónito, Leslie quedó descubierta al caer el Demano, su mano se encontraba extendida hacia su dirección y respiraba agitadamente. El terror invadió el rostro de Leslie al percatarse de lo que acababa de hacer.
—¿Acaso tú...? —Las palabras murieron dentro de Mike sin poder ser pronunciadas, su cerebro se encontraba lento, tratando de procesar lo que acababa de ver.
Leslie por otra parte temblaba al sentir las gotas de poder que se deslizaban por su palma, no entendía que había sucedido ni de lo que podría significar esto.
La algarabía en las gradas estalló después de unos minutos de total silencia a causa de la derrota de Demano. Alicia y Stefan aparecieron frente a la joven pareja, aplaudiendo y celebrando su victoria.
—Sorprendentemente lo lograron, pensé que durarían más — las palabras salieron teñidas de un poco de asombro el cual Alicia no se molestó en disfrazar.
—Este año fuiste la afortunada en recibir el don, Leslie. Muchas felicidades —comentó Stefan dejando sin habla a Leslie.
Mike se percató de la situación y decidió sacar a Leslie de la incómoda situación.
—¿Podrían llevarnos a nuestros dormitorios? Estamos algo cansados, mañana será la segunda prueba y necesitamos reposo.
—¿Quien les ha dicho que la segunda prueba será mañana? —respondió Stefan —las pruebas se hacen seguidas, eso pondrá a prueba su resistencia y si realmente son dignos de pertenecer.
—Ustedes van por buen camino, muchos no logran terminar la primera prueba —al terminar de hablar Alicia se dio media vuelta y transportó a todos a el siguiente terreno.
Al no estar acostumbrados a la intensidad de la transportación Mike y Leslie sintieron un ligero mareo al aparecer en el nuevo terreno, la noche empezaba a caer tiñendo el cielo de bellas tonalidades.
Leslie y Mike caminaron tomados de la mano hacia donde el hada los guiaba, en esta prueba no había espectadores.
Un muro alto se alzaba ante ellos, barras salían de este y ellos ya tenían un presentimiento de que trataría esta prueba.
—Creo que es más que obvio lo que tendrán que hacer —dijo Alicia —escalarán esta muralla y el primero en llegar a la cima obtendrá un bono para la última ronda.
Mike miró hacia arriba viendo lo fácil que se veía sintió algo de seguridad ya que la prueba no representaba gran dificultad. Por otra parte Leslie no estaba para nada convencida tanta facilidad se me hacía extraña, ella tenía un mal presentimiento de todo esto.
Su cuerpo ya se encontraba agotado debido a toda la energía que tuvo que usar en la prueba anterior y no sabía si está misteriosa magia que la invadió volvería a serle de utilidad.
—Quiero irme a casa, Mike—dijo Leslie sin poder contener la lágrima que bajó por su mejilla —no se supone que deberíamos estar aquí, nuestro lugar es en una fiesta de disfraces no intentando ser los monarcas de un mundo extraño.
Algo dentro de Mike se arrugó estaba totalmente de acuerdo con su novia, todo esto era una locura, no debieron aceptar esto en primer lugar, pero sabe que renunciar ahora les traería problemas a los dos.
—También me quiero ir —dijo acunando si rostro—pero debemos terminar esto, no sabemos de que son capaces estas personas.
Leslie asintió sin chistar. Ambos se prepararon para la próxima prueba. Stefan alistó y disparó las trompetas dada por iniciada la competencia.
Leslie y Mike iniciaron velozmente la escalada hacia la cima todo parecía ser fácil hasta que la muralla empezó a sacudirse como si de un sismo se tratara, se agarraron lo más que pudieron de las barras para no caer. Cuando minutos después finalizó el brusco movimiento. Leslie miró hacia abajo para encontrar se a Alicia sonriente y en gesto de burla.
Los chicos siguieron hacia arriba topándose con varios obstáculos los cuales no pensaron encontrar. Una bolsa de arena fue liberada llegando a casi derivar a Leslie, Mike fue rápido y pudo tomarla de brazos antes de que cayera. Los chicos con mucho esfuerzo y dificultades lograron llegar a la cima, al hacerlo el vuelo se tiñó de un raro color parecido al azul verdoso, como si alguien hubiera chasqueado los dedos aparecieron en otro lugar esta vez el público estaba presente y una no tan feliz Alicia los miraba con desprecio, el hada no creía que unos simples humanos hubieran podido llegar hasta ella prueba del laberinto, pensó que podría divertirse viendo cómo acababan consigo mismo, pero el hada se equivocó.
Stefan apareció ante ellos con dos armas, Mike por instinto colocó a Leslie detrás de él. El enano se acercó a paso lento hacia ellos y le extendió las armas. Mike se quedó paralizado viéndolas sin emitir algún sonido.
—Tómenlas, tendrán que usarlas —dijo Stefan.
—¿Para que necesitaremos eso? —preguntó Leslie intentando mantenerse tranquila.
—Está es la última prueba y de ella solo podrá salir uno de ustedes, si se rehúsan a realizarla pues ambos terminarán muertos —el tono del enano era indiferente, en lo absoluto le importaba si ellos vivían o no, el solo quería terminar con todo esto y encontrar a su verdadero monarca, por el contrario Alicia imploraba que ambos jóvenes murieran así no tendría a nadie gobernándola.
Leslie se acercó a las armas y tomó una, miró q Mike y le extendió la otra arma, Mike estaba atónito el no pensaba que su novia realmente sederia ante esto.
—Confía en mi —fueron las únicas palabras que Leslie utilizó para convncer a Mike.
Los jóvenes tomaron las armas y se fueron por diferentes caminos perdiéndose así dentro del laberinto.
No parecía ser un laberinto normal, mientras más avanzaban alucinaciones extras se les presentaban, Leslie estaba mareada y el sudor bajaba por su frente a pesar del clima frío. Mike empezó a tener delirios acompañados de fuertes dolores de cabezas.
Estaban perdiendo la razón. Una incesante voz le repetía una y otra vez que la única manera de acabar con todo era jalando del gatillo.
Los chicos seguían caminando por el laberinto sin saber donde pararían. Una idea poso en la mente de Mike, este tomó la pistola y apuntó a su frente, tenía miedo pero de alguna manera debía terminar con toda esta locura.
Leslie vislumbró desde lejos la figura de Mike apunto de dispararse y corrió hacia el gritando su nombre.
Leslie le dio a tomar algo aunque Mike se negó terminó ingiriendo todo el líquido. Una notable mejoría lo invadió al instante.
Leslie sabía que no tenía tiempo de explicar, ellos ya venían en camino y tenían que huir. El cielo se teñía de varios colores mientras la joven pareja corría por su vida, como escena se una película los seres mágicos espectadores de la prueba empezaron a cantar un cántico acompañando la trágica escena.
Leslie y Mike siguieron corriendo sin saber en realidad si algún día lograrían escapar de este mundo de fantasía.
FIN
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