23. Mentiras

De algún modo, aun había algunos reporteros delante del departamento de policía cuando Lukas retornó a su sitio de trabajo. Debían ser menos de la mitad si lo comparaba con lo que había visto durante la mañana, pero seguían siendo suficientes como para considerarlos multitud.

Y le seguía siendo difícil pasarlos por alto sin que al menos le hicieran una pregunta más.

— ¡Buenas tardes! —le gritó una mujer que no recordaba haber visto. Quizás se había tomado la molestia de saludarle en vista de que tenía menos competencia—. ¿Qué puede decir del avance sobre los últimos crímenes?

— Estamos trabajando en ello —se limitó a decir.

— ¿Es verdad que aún no tienen ningún sospechoso en la mira?

No pudo evitar fruncir el ceño en respuesta y preguntarse si esa pregunta la habían sacado de alguna parte o era solo parte de desmerecer su trabajo.

— Si quieren saber algo más, háblenlo con mi jefe, Víctor Weber, yo no tengo nada que aportar.

— ¿Es cierto que el señor Weber no quería que nada de esto saliera a la luz? —preguntó otro reportero.

A Lukas no le dio tiempo de pensar en una respuesta cuando la primera reportera, quien era de un canal diferente al que había hecho la última pregunta, habló de nuevo.

— Nosotros teníamos entendido que su jefe no estaba enterado de la conexión.

¿Qué, qué?

— Eso no tiene sentido —masculló Lukas sin pensar.

— ¡Muchos ya pensábamos que había algo entre los asesinatos!

— ¡Es que no tenían pruebas para eso! —replicó alguien más, dejando a Lukas extrañado.

Luego otro reportero se sumó a la conversación para contradecir a la primera mujer, y el frente del departamento no tardó en volverse un bullicio desenfrenado con nuevas preguntas que Lukas ni se molestó en intentar entender. Y solo siguió el consejo de Alicia para escabullirse entre la gente y alcanzar la entrada de su lugar de trabajo.

Toda la situación era estresante, pero no tenía ni siquiera el tiempo como para agobiarse, cuando su cerebro solo intentaba seguir carburando su última experiencia dentro del laboratorio forense.

No había forma de que le agradara la idea. Solo por ello es que aún no caía de lo que en verdad significaba. Pero ahora tampoco podía deshacerse de aquella pronta conclusión.

La sospecha llevaba tiempo elaborándose en su subconsciente, y solo habría necesitado de una mínima evidencia física para desencadenarse. Una imagen, un sonido, un olor.

¿Qué le quedaba ahora?

Parte de él quería postergar a Francis y solo centrarse en su nuevo foco.

Buscó a Alicia, entonces.

Una vez que estuvo con ella, le pidió si ambos podrían encontrarse dentro de su oficina, donde Lukas al menos contaba con un pizarrón para enumerar sus ideas.

— Parece que no te fue muy bien en el laboratorio —comentó frente a su falta de respuesta cuando ella le había preguntado primeramente que le habían dicho allá.

— Es un depende. —Se encogió de hombros—. Aunque en realidad, necesitaba tu ayuda con otra cosa.

— Dispara —dijo con curiosidad a la vez que se apoyaba contra su escritorio.

— La fábrica donde trabaja William, dime que averiguaron de ella.

Eso acarreó una expresión de confusión en su rostro. —¿Para qué?

— Solo dime que hacen allí.

— ¿Productos de limpieza? —masculló como si fuera lo más obvio del mundo.

Lukas dejó escapar de suspiro de molestia, solo para percatarse que no podía enfadarse con Alicia solo porque ella no conociera el contexto que le había llevado a realizar aquellas preguntas.

— Claro, pero más específicamente... ¿Cómo viste que se manejan allí adentro?

— Que me acuerde...había una línea de producción donde envasaban todo y...—Se llevó una mano a su mentón antes de ensanchar sus ojos—, oh, uno de los compañeros de William también nos contó que elaboran los productos allí mismo.

Eso captó su atención.

— Ósea que también usan materias primas. —Se tomó un momento para anotarlo en su pizarra— ¿Recuerdas de casualidad que elaboraban?

Alicia inclinó su cabeza hacia un lado al intentar leer lo que escribía sobre la pizarra, con una expresión que trataba de descifrar un acertijo del que no le habían contado.

— Eh, ¿de todo? Es una tercerista que yo sepa —vaciló—. Lukas, ¿qué está pasando?

— Por ahora nada, es solo una teoría...

— Que si no había rastros del polvo dentro de la casa de William-

— Puede que lo esté almacenando en otra parte —concluyó la idea.

— Eso es una locura...en una fábrica.

— Lo sé —concordó con un leve asentimiento—, por eso necesito más datos, algo que me ayude a darle más base.

— ¿Quieres que hable de esto con los demás? —preguntó con un dejo de preocupación.

La imagen de los reporteros en la entrada del edificio titiló en su mente.

— Por ahora no, o no de forma de sospecha al menos.

— Bien. —Los ojos oscuros de Alicia se sintieron cálidos sobre él—. ¿Necesitas ayuda con algo más?

Con las pruebas para inculpar a Francis, tal vez.

— No. —Sacudió su cabeza—. Sería todo por ahora, Ali.

Ella le dio un leve asentimiento junto con una media sonrisa antes de abandonar el cuarto, dejando a Lukas nuevamente solo con varias ideas más sin resolver.

Ahora no tenía uno, sino dos sospechosos, la diferencia era que uno era oficial mientras que el otro no contaba con nada más que su instinto. Y la otra diferencia era que no tenía idea de donde se podía estar escondiendo William ahora, mientras que a Fran lo tenía al alcance de su teléfono, si lo atendiera en primer lugar, claro.

Pero tal vez había alguien que si sabría algo más.

Sintió su aliento atascarse en su garganta ante el siguiente pensamiento, y si... ¿Ya conocía la identidad de la persona misteriosa?

Lukas no se había puesto a asociar demasiado su evidencia sobre el forense contra lo poco que sabía de su presunto acosador.

Eso no importa ahora.

Lo único que importaba venía dado porque este tipo de algún extraño modo parecía querer ayudarlo, y Lukas sería un idiota sino trataba de hacer uso de eso.

Dejando ir aquel aliento, ahora con su semblante más relajado, buscó su celular antes de que ideas más bizarras comenzaran a rondar su mente.

Necesito tu ayuda.

Si de verdad querías ayudarme.

Este es tu momento.

***

El mensaje de Lukas a esas horas le tomó un poco por sorpresa, aunque últimamente se le estaba haciendo costumbre acudir a él sin que tenga que hacer algo previo para llamar su atención.

De algún modo, había simplificado su trabajo.

Le era cada vez más divertido leer sus mensajes, que intentaban seguir sonando firmes y demandantes cuando cada vez eran más relajados e incluso cotidianos diría.

Al leer el pedido de ayuda, una sonrisa involuntaria se formó en sus labios. Era algo adorable que le buscara de ese modo.

Me encanta cuando recuerdas todo lo que digo.

Pregunta.

¿Por qué proteges a William?

Si no sabes dónde está,

al menos deberías tener una forma de averiguarlo.


Me tiene sin cuidado lo que le pase,

Te protejo a ti.

Ya viste lo que pasó la última vez.


Y eso era cierto, aquella vez, en el bar todo podría haber salido muy mal. El otro imbécil no había captado la parte en la que se tenía que mantener lejos de Lukas.

Por otro lado, el que William se hubiera desaparecido tan rápido luego de caer bajo la mira de la policía podría ayudar a terminar todo ese asunto lo antes posible. Lástima que no pudiera decidir él mismo cuando acabara.

Sería diferente esta vez,

No era mi idea ir a encararlo solo.

Pero si acierto en donde guarda sus reservas puede que esté más cerca.


Aquella declaración le asombró un poco. Solo habían hablado de ello esta mañana, y Lukas ya parecía tener una mejor idea de donde se estaba almacenando el polvo de ángel. Eso, o quería manipularlo en que se lo dijera una vez más.


Ya sabes donde es, entonces.

El depósito de la fábrica, ¿tal vez?


Bingo, que chico listo.

Pensaba que la policía tardaría años en darse cuenta.


Te lo dije, no soy policía.

Pero tengo a la prensa pisándome los talones como si lo fuera.

Si tienes el nombre de un cómplice o algo que me agilice el trabajo.

Me vendría bien.


La prensa no te deja dormir tranquilo, ¿eh?

Me están robando el trabajo entonces.


No era su intención claro estaba. Él quería que Lukas dejara toda esa peligrosa investigación y solo así estaría en paz, fuera de todo esto. Lo de la prensa había sido un complemento inesperado, a decir verdad, pero gozaba el poder fastidiarlo un poco con ello.


Te pedí un nombre, gracias.


Se lo meditó un momento antes de responder.


Puedes echarle un ojo al tipo de seguridad del turno noche.

No me cae demasiado bien.


De acuerdo.

Y... ¿qué hay con las filtraciones?

Aun no lo entiendo.

¿Qué cosa de todo?


Si fue alguien de tu lado...

El filtrar el tema de venta de droga ¿no los perjudicaría?





Es una buena pregunta.

Parece que jode a ambos lados por igual, que curioso.


Bien, al menos fuiste de más ayuda que con el caso del basurero.

Me sirve saber eso.


Hasta pronto entonces, detective.

Lukas no respondió a aquella despedida, aunque a él le hizo gracia el uso del apodo, dado que tanto insistía que no era policía, podía buscar otras formas para llamarle...que se adecuaran más a Lukas.

También agradeció que no hubiera vuelto a hacer énfasis en Daniel Weir, era verdad la parte donde no lo conocía, la parte que no era tan cierta era donde él no había tenido que ver.

Luego de darse cuenta que Lukas había visto el patrón y que creía que su hermana sería la siguiente, le pareció la oportunidad perfecta para asustarle y persuadirlo para que dejara el caso. Quizás no había sido la mejor idea sugerirle a William que buscara a alguien con un nombre similar, solo para que las cosas acabaran por...salirse de control.

Pero de todas formas alguien iba a morir, él solo había dejado su sugerencia.

***

— Lukas encontré esto. —Nahir fue a encarar a Lukas apenas salió de su oficina con un par de papeles encima.

— ¿Qué es eso? —preguntó con una ceja ligeramente arqueada.

— Es...sobre el lugar donde trabaja William. —Al mirar la cara de Lukas, ella siguió hablando— Alicia me pidió que le ayudara, dijo que quizás así podríamos localizarlo más rápido.

Él le había comentado a Alicia sobre su sospecha, pero creía que era muy pronto como para ir a contarlo a todos sus compañeros. Sin embargo, Nahir le generaba bastante confianza, a pesar de conocerla poco.

Después de todo, gracias a ella y a Alicia habían sacado el nombre de su actual sospechoso.

Lukas le dio un ligero asentimiento para que ella continuara hablando.

— Alicia me dijo que te comentara esto, según encontramos... por la pandemia el sitio llevó casi dos años sin auditorías ni nada por el estilo.

Eso era un dato importante, entendía porque Alicia querría hacérselo saber.

— Me sirve un montón, gracias Nahir —sonrió—. Por cierto... ¿Dónde está Ali ahora?

Nahir parpadeó, como si hubiera necesitado sus segundos para procesar la pregunta.

— Ella estaba arriba, tenía que hablar algo con Gabriel, aunque quizás ya terminaron. —Hizo un gesto con la cabeza al indicar las escaleras.

Lukas le agradeció antes de ir en la dirección que la chica le indicó, luego de lo que había hablado con el tipo quizás ya no tan misterioso, creyó importante charlarlo con su amiga, omitiendo la parte de que se estaba mandando mensajes con una persona de moralidad dudosa, por decir algo.

No quería hacer conclusiones apresuradas, le asustaba hacerlo, pero su mente de todos modos ya estaba viendo más allá de sus pruebas físicas.

La planta de arriba era algo más tranquila, dado que casi todo el alboroto se daba abajo, había menos oficinas y una de ellas tenía que ver con recursos humanos. Por lo que el barullo tenía que ser claramente menor.

Tocó la puerta de la oficina donde debía de estar Alicia, para escuchar un "adelante" al segundo siguiente. Eso significaba que Gabriel se había ido.

— Volviste —le dijo con una sonrisa burlona.

No supo porque se sonrojó, como si hubiera sido atrapado hablando con el tipo misterioso en lugar de estar haciendo su trabajo.

— Nahir me mostró lo que encontraron —respondió en cambio.

Alicia le miró un tanto confundida, y Lukas aprovechó para sentarse frente a ella. El cuarto contaba con una mesa redonda, era un lugar que a veces se usaba para reuniones.

— Sí, solo le dije por arriba, no mencioné el tema de la droga ni nada.

— Está bien, sé que estabas ocupada no era que quería encajarte todo el trabajo a ti. —Arrimó su silla un poco más hacia ella y sacó su libreta—. Pero tenía una teoría sobre los asesinatos.

Ella se inclinó más cerca para visualizar lo que se traía. —¿Sobre qué?

— Estaba pensando, que, si bien las muertes están relacionadas, no significa que hayan sido todas ejecutadas por la misma persona, ¿no crees?

— Era lo que pensábamos al principio —susurró un poco consternada—, pero también tendría sentido.

— Y después pasó que encontramos a un hombre decapitado y casi al mismo tiempo salió a las noticias todo el tema que hay un asesino serial en la ciudad, como si se hubieran coordinado para desestabilizarnos.

— Un muerto que va en contra del patrón, ahora que lo dices es cierto. Por eso lo decapitaron después, para hacerlo más...llamativo.

— Sí, solo hay algo que no me cuadra en eso. —Comenzó a bosquejar algo en su libreta con sus ojos fijos sobre esta—. Todo salió a luz luego de que el jefe nos confirmara que los asesinatos estaban conectados, no antes, pero una reportera me dijo que ya creían saber lo que estaba pasando desde antes. ¿Por qué dirían eso?

Alicia no dijo nada, como si esperara que Lukas acabara con su idea inconclusa.

— Fuiste tú, ¿no es así? —murmuró cuando levantó la vista ligeramente hacia ella. Un par de mechones castaños se posaron sobre sus ojos.

Su postura casi que cambió en el acto, se movió, solo un poco, pero lo suficiente como para hablar por sí sola.

— ¿Qué-

— Siempre pensé que al asesino no le convendría revelar algo así, ¿sacar a relucir su negocio con el polvo de ángel? No sonaba muy conveniente, pero tampoco entendía porque alguien que trabajara aquí haría eso... hasta que escuché a los reporteros empezar a decir que ya sabían las cosas desde antes, cosa que se me hizo rara.

— ¿Y qué hay con eso?

— Solo dos personas que trabajan conmigo sabían de la conexión antes de que el jefe se lo dijera a todos; tú y Bolém, pero filtrarlo antes hubiera sido más delatador, ¿no?

Parte de él hubiera querido que Alicia se negara, que lo insultara por siquiera considerar aquello. Pero no lo hizo. Solo le miraba con los ojos cada vez más abiertos, sin lucir molesta, sin nada más allá del sentimiento de haber sido descubierta.

Él se había arriesgado en soltarle su idea de a poco, sin haber estado seguro de hacerlo. Solo que, en algún momento luego de haberla visto como le ayudaba a zafarse de los periodistas, le dijo que era Alicia. Que todo este tiempo su compañera sabía algo más que los demás, que nunca le habían molestado los reporteros como a él o a sus otros compañeros.

Y su reacción no hizo más que confirmarle lo que ya creía.

Hubiera sido más sencillo si hubiera sido Bolém. Pero la verdad era que a esa mujer nunca le importó nada más allá de lo que sucedía dentro de su laboratorio. A diferencia de Alicia, que le importaba demasiado aquel tema.

— Y qué vas a hacer ahora, ¿ir a contarle al jefe?

Lukas le regaló una sonrisa irónica.

— No, no tengo nada que decirle, yo no delato a mis compañeros.

Alicia se puso de pie en un movimiento abrupto, dejando la silla tras de sí.

— ¡Pensé que tú más que nadie entendería, Lu!

— ¿Entender qué? ¿Qué eres una mentirosa?

— ¡Alguien tenía que hacerlo! No era justo que siguiera oculto.

— Yo quería pensar que era una sensación mía, nada más —dijo con tranquilidad, sin que la sonrisa dejara su rostro hasta volver a mirarle fijo—. Y resulta que mi propia amiga me hace quedar como un incompetente en mi trabajo frente a todo el mundo.

Creyó que Alicia iba a gritarle, pero en cambio solo le miró con amargura.

— No eres el único que quedó como incompetente, Lukas. Te recuerdo que no solo tú trabajas en este caso, yo también formo parte de esto.

Sus palabras le sentaron como un golpe al estómago, distrayéndolo por un instante de su alborotado temperamento.

No fue suficiente para frenarlo de seguir hablando, sin embargo.

— No deja de ser sucio lo que hiciste, Ali, mentiste.

¿Por qué le molestaba tanto ese hecho? ¿Quizás porque hace unas horas ya se había sentido traicionado por el que consideraba su amigo? ¿Y ahora demostraba que su compañera más cercana había hecho lo mismo?

— Yo también sé que me ocultas cosas, pero nunca te lo recriminé, traté de entenderte y creí que harías lo mismo conmigo. La gente tiene derecho a saber.

— ¡Eso es problema mío! No involucré a los demás, a diferencia tuya. —Su voz sonó más fría de lo que hubiera querido.

— ¿Esa es tu excusa? ¿Qué hay de lo habíamos hablado antes? ¿De hacer algo contra este sistema burocrático? —Tragó saliva, y sus ojos pestañearon un par de veces como si quisiera disimular su húmeda mirada—. Solo cuando esto salió a las noticias empezaron a trabajar en serio con las muertes.

¿Tenía razón en parte? No estaba seguro, ni tampoco le importaba.

— No era la forma, Alicia, usaste lo que te dije sin avisarme... ¿Y esperas que pueda seguir trabajando contigo como si nada?

Se cuestionó si debía de preguntarle qué les dijo a los medios con respecto a su jefe o sobre las muertes en general, pero desestimó la idea al segundo siguiente. Decidió que le daba igual.

Y que tampoco podía seguir confiando en la persona que tenía delante.

Alicia abrió la boca, pero él no le dio tiempo de responder.

—Suerte con que no te descubran los demás —le dijo con voz cansada, diferente a la euforia que venía manejando hasta entonces, y dejó a Alicia sola en el cuarto.


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Dije que se venía el drama ;-;

Y el que los mejores amigos se peleen era un mal necesario.

Pregunta extra, iba a llamar a este capítulo Traiciones, pero creo que hacía mucho spoiler?

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