15. El juego


TW: Descripciones de mutilaciones en este capítulo *

Lukas miró con aburrimiento la pantalla de su celular. Llevaba más de una hora poniéndole más atención a su estática sala de estar que a su trabajo pendiente y, en verdad, comenzaba a sentirse decepcionado de aun no ver nada.

El tipo misterioso había decidido justo hoy no pasarse por su casa, que conveniente. Bueno, en realidad, por lo poco que sabía, Lukas había llegado a deducir que su amigo acosador no tenía un horario fijo para pasarse por su casa. De hecho, tampoco sabía con qué tanta frecuencia lo hacía.

Era ridículo el esperar resultados tan inmediatos, como criminalista debía de saberlo mejor que nadie. Pero al haber gastado el resto de su tarde en buscar el lugar más adecuado para ubicar su cámara secreta lo hacía ansiar por resultados inmediatos.

Eso, y que su mente había estado repartida entre atrapar al tipo misterioso y de su reencuentro con Leire.

Había evitado mencionar el tema de su ex novia con bastante éxito hasta ahora, ni Alicia, ni Daniella, ni nadie más sabía sobre ella...

Dios. Estaba pensando en cualquier cosa excepto en atrapar al asesino de su caso, y lo peor es que podía tenerlo visitando su casa y aun así seguía desconociendo su identidad.

Recordaba cuando se había sentido tan victorioso de haber conseguido el número del novio de Angélica, solo para perder toda ilusión al enterarse que el tipo había caído en un coma por sobredosis...

Eso le hizo pensar—

Luego de que encontraran a Hugo, pudo enterarse del nombre completo del hombre, aunque fuera tarde para interrogarlo más a fondo. Solo que ahora disponía de muchos más nombres que antes.

Tal vez eso podría responder a que le tenía tanto miedo como para drogarse hasta ese punto. Si es que él mismo se había llevado a ese estado.

Tipió su nombre completo en búsqueda de su perfil dentro de las redes sociales, indagando entre varios Hugos, hasta dar con uno cuya foto era demasiado similar a la que había visto antes de llamarlo aquella vez.

Al apenas entrar pudo notar que su perfil era tan aburrido como el del mismo Lukas, apenas unas pocas fotos, sin ninguna información relevante, Angélica ni siquiera figuraba en ellas...

Una nueva idea brotó en aquel instante y fue a la lista de personas que él seguía, solo para descubrir que Angélica ni siquiera estaba entre esas personas, o eso aparentaba al menos.

Frunció el ceño frente a la negativa de resultados, cuando al bajar entre la lista de personas pensó en buscar un nuevo nombre.

William

Sus ojos se ensancharon en cuanto una foto de perfil de un hombre muy similar al que salía en el perfil de Elsa se presentó delante de él.

Bingo.

Sin pensarlo, abrió el perfil de William solo para toparse con que era privado, pero tenía una considerable cantidad de seguidores. Esto tenía que significar algo, de algún modo estaba encontrando algo más que ligara los asesinatos entre sí, no podía ser simple casualidad.

Solo tenía que demostrar el porqué de su relación—

Toc, toc.

Un golpeteo llamando a su puerta lo descolocó lejos de sus conjeturas, miró la entrada y permaneció en silencio, esperando que Alicia entrara sin esperar previo aviso como era común en ella, solo que esta vez no pasó.

— ¿Puedo pasar? —preguntó una voz que claramente no le pertenecía a Alicia al cabo de unos segundos.

— Adelante.

Su puerta entonces se abrió de par en par, mostrando al rostro de Adam tras ésta con una mirada curiosa.

— ¿Adam? —ladeó la cabeza—. ¿Pasó algo?

— Por algo estoy aquí en tu estudio, ¿no? —masculló con sarcasmo y se cruzó de brazos—. Nos llegó una llamada, y creo que deberías estar.

Lukas parpadeó confundido antes de ponerse de pie y seguir al otro.

— ¿Te mandó el jefe? —la pregunta fue sincera, o al menos por su tono, esperaba que Adam no se lo tomara como una broma.

— No —sacudió su cabeza al adelantarse a su paso—. Pero creo que te gustaría escuchar la nueva noticia.

Eso le hizo saltar una alarma.

— Eso es muy considerado de tu parte —quiso decir para alivianar el ambiente, pero no pudo evitar el sonar preocupado— Pero... ¿Qué está pasando?

— Encontraron otro cuerpo.

   Otro.

A estas alturas el enterarse de muertes tan consecutivas ya no le estaba alterando como antes, aun así, un escalofrío le invadió de solo recordar a su hermana.

— ¿Qué? ¿Cuándo?

— Hace un momento —le respondió Adam con sus ojos fijos en él—. En el basurero de la ciudad, alguien notó un cúmulo inusual de moscas, y te podrás imaginar lo que pasó después.

Lukas parpadeó perplejo, desviando su mirada hacia el grupo de reunión de sus compañeros, el cual incluía a uno de los patrulleros y a su jefe en medio de ello. Debían de estar definiendo el grupo encargado de ir a examinar aquella escena.

Su jefe no tardó en cruzarlo en su campo de visión, y Lukas casi que revivió la reprimenda del día anterior.

Ya sea porque estaba seguro que no debía de ser un asesinato aislado o porque quería quedar bien frente a su anterior comportamiento, se ofreció para ir como parte del equipo de investigación.

***

El trayecto en auto se sintió tan extenso como para comenzar a generar un nudo en su estómago. Su mente por lo menos podía relajarse ante el aspecto que Daniella estaba a salvo, le había escrito durante el camino y esta vez sí se había dignado en contestarle en lugar de intentar matarlo de un infarto como la última vez.

Pero, igualmente, le sobraban razones para estar nervioso, siendo cada vez era más evidente que estos asesinatos no se detendrían pronto.

Cuando le tocó bajarse del auto, el hedor a basura y podredumbre no tardó en invadir sus fosas nasales, como si ya no tuviera suficiente con la escena que estaba a punto de presenciar... Vio a uno de sus compañeros parado sobre un punto preciso, señalando un sitio particular entre todos esos montones de bolsas de basura.

Llegó a ver de reojo que otro auto se estacionaba cerca del suyo, pero no le prestó demasiada atención cuando comenzó a adentrarse entre la basura y toda la porquería que dificultaba su andar.

— Ay, por favor —gritó alguien disgustado— ¡Qué puto asco!

Lukas avanzó un poco más, alcanzando al compañero que tenía delante y quedando inmóvil al segundo que sus ojos hicieron contacto con la grotesca imagen que tenía delante.

Escuchó el sonido de unas arcadas seguido de un vómito, pero, aun así, no se atrevió a quitar la mirada de encima de lo que estaba contemplando. Todo su ser estaba enfocado en no sucumbir a las verdaderas emociones que le provocaba aquello.

Porque delante de él, se encontraba un cuerpo medio escondido entre la basura, manchado de sangre por todas partes con la cabeza del pobre desprendida casi en su totalidad de su cuello.

Era un corte tan profundo que había casi alcanzado a decapitar a ese hombre, incluso hubiera sido mejor el encontrarlo totalmente decapitado, porque esa ligera unión que quedaba entre el cuello y la cabeza colgando hacia un lado lo hacía ver mucho más grotesco.

Había manchas de sangre que alcanzaban la boca de la víctima, y otras partes de su rostro, tenía los ojos casi dados vuelta por lo que apenas si se alcanzaba a distinguir las pupilas del hombre, haciendo el rostro aún menos reconocible.

La brutalidad del corte hacía ver la herida de Angélica como un simple raspón.

En realidad, Lukas en su tiempo como criminalista nunca había llegado a ver un crimen tan violento y tan...grotesco.

Bueno, tal vez si existía un asesinato que seguía superando al suceso que contemplaba ahora mismo, pero eso no importaba.

Contra todo instinto que le decía que se alejara de aquel macabro espectáculo, se colocó sus guantes de nitrilo y fotografió la escena.

— Pero que brutalidad —dijo alguien a sus espaldas.

Lukas se tensó sobre su lugar, había estado tan compenetrado en cerrar sus emociones que había llegado a dejar de estar consiente que no era el único presente en aquel escenario.

Lentamente se giró, encontrándose con una figura mucho más alta que él, de cabello oscuro y mirada suave a pesar de la situación.

— ¿Fran?

— Hola, Lukas —hizo una mueca— aunque creo que no es el mejor momento para volver a vernos.

— ¿Qué haces-

— Nos llamaron al laboratorio —suspiró—, dijeron que era necesario un forense y...ya veo por qué.

Lukas asintió, sin saber que decir en realidad, y regresó su atención hacia aquel asesinato. No le cabía duda que alguien había traído el cuerpo hasta el basurero, difícilmente el asesinato habría ocurrido aquí mismo.

— Sea lo que sea que hayan usado, tenía buen filo —masculló Fran al inclinarse al lado del cadáver y casi rosar con su índice el contorno del corte.

— Y tan agresivo —dijo al imitar a Fran e inclinarse para examinar el cuerpo con mayor detenimiento.

De todas las muertes que venían sucediendo hasta ahora, ninguna se le hacía equiparable en lo violento del acto. Casi no encajaba con el patrón que creía haber llegado a ver entre los demás cuerpos.

Lukas examinó la postura del cuerpo, la piel grisácea, debía de llevar un par de días tirado en este lugar como si formara parte del basurero. Había manchas de suciedad mezcladas con sangre por casi todas partes, quiso buscar signos de agresión previos al momento de muerte, pero el hombre llevaba un buzo bastante ancho que le imposibilitaba el ver más piel como querría—

— Escuché que me cambiaste por mi supervisora —comentó Fran de repente.

El aire se atoró en sus pulmones, llevaba tanto tiempo de no ver al forense, que casi había olvidado el hecho de que lo que Bolém había hecho por él había sido solo un favor. Ella le había dicho que no lo hablaría con nadie, pero supuso que era difícil mantener el secreto por mucho tiempo. O esperaba que fuera por ello.

— No te culpo —dijo luego con mayor ligereza, incluso arrepentimiento—. Yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar, supongo que no te he estado siendo de mucha ayuda.

Lukas abrió la boca accidentalmente por más tiempo del debido cuando todos los olores mezclados de muerto y podredumbre se atascaron en su garganta, haciéndole revolver el estómago.

— Está bien —dijo con rapidez, volviendo su atención hacia el cadáver—. Debías de tener tus razones.

Una particular mancha de sangre captó su interés, ubicada muy al costado de su torso, a diferencia de otras gotas salpicadas que se esparcían a lo largo de su ropa, esa en peculiar se veía mucho más grande.

— Ayúdame a darlo vuelta —masculló al colocar sus manos enguantadas al costado izquierdo del cuerpo.

Fran asintió con prisa e hizo lo que le pidió, cooperando para girar el cadáver de modo que pudiera tener un mejor panorama de su parte trasera. Tuvo que ser más brusco de lo que planeaba, pero no pudo evitarlo, el tipo pesaba mucho más de lo que aparentaba.

Una vez que pudo moverlo lo mejor que pudo, tomó al borde de su buzo y procedió a levantarlo suficiente como para exponer la mayor cantidad de piel de su torso. Notó una serie de moretones que se esparcían a lo largo del pecho y justo después, sus ojos se ensancharon al observar una herida al costado izquierdo de su espalda.

— Aquí —señaló la herida antes de observarla con mayor detenimiento, a simple vista no se notaba, pero era más profunda de lo que creía—. Parecería que lo apuñalaron.

La herida estaba ubicada muy cerca de las costillas del hombre, Lukas hizo una mueca de solo imaginarse el dolor de recibir una puñalada en esa zona.

— Déjame ver —Fran le apartó un poco como para ver la herida por sí mismo—. Mierda, luce como si lo hubieran atacado por la espalda —sus dedos trazaron un leve patrón alrededor de la zona lastimada.

— Esto... ¿No está cerca del bazo? —esperó a que Fran asintiera para proseguir, había algo demasiado extraño en todo esto—. ¿Y si fue esta la causa de muerte?

Fran parpadeó, levemente perplejo de su apresurada conjetura.

— No lo sé, podría ser...es muy apresurado, necesito verlo en la morgue.

Sí, sonaba poco probable, ¿apuñalarlo para luego cortarle el cuello de ese modo? Aun así, los asesinatos por lo general tampoco involucraban decapitaciones en primer lugar—

— Oye, mira, ¿qué es esto? —Fran tenía la mano sobre el pantalón del tipo, indicando algo que parecía ser un bulto.

Metió la mano dentro del bolsillo sacando un objeto que resultó ser una billetera de cuero casi intacta teniendo en cuenta el estado de su antiguo dueño.

— ¿Su billetera?

— Parece que nuestro amigo se tomó el trabajo de cortarle la cabeza, pero no de llevarse sus pertenencias, interesante.

— Pásamela —Lukas estiró el brazo, esperando que Fran le pasara su posible primera pista.

Al abrirla, no notó nada peculiar, tenía tan solo unos pocos billetes, su tarjera de débito y...su documento de identidad. Algo inseguro, procedió a extraer dicho documento de modo que al menos ya podrían conocer la identidad de la víctima de antemano.

Observó la fotografía, coincidía a grandes rasgos con el rostro del hombre que tenía delante, luego, enfocó su vista en averiguar el nombre de esta persona y...

Daniel Weir.

Daniel...

De repente, todo aquel hedor que se había ingeniado para ignorar se intensificó casi colapsando su olfato al punto que olvidó como respirar. Ese nudo en su estómago se retorció en su interior y Lukas supo que estaba a punto de pasar, mientras sus demás sentidos gritaban porque se alejara lo suficiente de la escena.

No quería arruinarlo, no ahora, pero la presión en su estómago era tan alta, que apenas alcanzó a colocar una mano sobre su boca, pero no fue suficiente para reprimir las arcadas que pedirían salir en cualquier instante.

A gatas, se arrastró lo suficiente como para darle la espalda al cuerpo, y perdiendo todo control, el vómito viajó por todo su esófago hasta ser largado al exterior.

Sus ojos se humedecieron mientras no podía cesar de vomitar, esparciendo todo ese líquido opaco y amarillento entre las bolsas de basura. Era asqueroso, repugnante, y agradeció que tenía puesto sus guantes dado que al menos no estaba tocando toda esa basura directamente.

Había olvidado lo que se sentía, ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que había vomitado, y mucho menos de esa forma. No había experimentado esa repulsión ni siquiera cuando le había tocado ver el cadáver de esa niña con tan solo dos meses de haberse iniciado en este mundo—

Pero eso no importaba ahora, era solo que, el leer aquel nombre descompensó algo en su interior. Ya estaba bien, sí, aunque nada borraría el hecho que acababa de devolver su almuerzo delante de sus compañeros de trabajo cuando se suponía que él era un profesional y no un niño jugando al investigador.

Sintió una mano sobre su hombro y él se volvió para encontrarse con la mirada de Francis ofreciéndole esa misma mano para ayudarle a ponerse de pie. Sin mucho que decir, Lukas aceptó la ayuda por más que sintiera la vergüenza quemando sus orejas.

— ¿Estás bien, Lukas?

— Sí, yo solo...—volvió su cabeza inconscientemente hacia el cadáver y su mirada se llenó de horror cuando comprendió el motivo de su descompensación.

Podría haber sido mi hermana.

Ese cuerpo desfigurado podría haber sido mi hermana

Pero no lo es. Dijo otra voz en su interior, calmando su creciente ansiedad.

No es Dani, ni nunca lo será.

— Estas cosas pasan, es más común de lo que crees —suspiró—. Deberías ir al auto, ya nos tenemos que llevar el cuerpo de todos modos.

Lukas asintió vacilante e hizo caso a las palabras de Francis. Caminó con lentitud hacia el vehículo, ignorando si tenía o no todas las miradas encima. Lo peor era que ni siquiera podía darse el lujo de respirar hondo sin intoxicarse con todo el olor a podrido que le rodeaba por todas partes.

Una vez dentro, cerró las puertas y tomó un poco de agua, aún sentía el sabor a vómito en su garganta y no era nada placentero. Cuando de repente, una sensación similar a la del día que vio el mensaje en su pizarrón le invadió y buscó su teléfono sin pensárselo demasiado.

¿Tú hiciste eso?

¿Qué estás queriendo decirme? ¿Es sobre tu amenaza?

Su celular sonó al minuto siguiente, sorprendiéndose al leer la respuesta.

De qué estás hablando?

Tenía que estar fingiendo, por supuesto que su acosador sabía sobre la muerte. Ese pobre hombre no podía llamarse Daniel por simple casualidad.

Del muerto que tiraste en el basurero.

Oh, eso

Me encanta que me tengas tan presente, pero no fui yo

Siento decepcionarte

Como si fuera a creerte

Sé lo que estás haciendo

Sé que amenazas a las personas

¿Lo sabía? Claro que sí, y aunque el tipo detrás de estos mensajes no hubiera sido el asesino en cuestión, mínimo tenía que ser un cómplice.

Esto nunca se trató de amenazas

Solo intento ayudarte

No poder dormir tranquilo en mi propia casa es ayudarme?

Eso solo es parte de este pequeño juego entre nosotros

Lástima que yo nunca acepté jugar

¿No?

Por eso nunca mandaste a rastrear este mail?

Por eso nunca tiraste la pizarra?

Comienzo a creer que te agrada mi presencia

Lukas apretó los dientes y sintió su rostro quemar en algo similar a la rabia y...otras sensaciones que no alcanzó a comprender del todo.

Miró su pantalla, bloqueado, no sabía que más responder en aquel instante, mientras que su mente batallaba con esas últimas palabras, como si algún recóndito lugar de su cerebro creyera que él tenía un poco de razón.

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* Si, no es la clase de advertencia que todos queríamos ver pero bueno :v

Y no mentía cuando decía que los dos capítulos tenían un tono muy diferente entre sí, jajjaja, mientras escribía el 14 no pare de reírme y en este no pare de imaginarme las sensaciones de asco. Espero haber hecho un buen trabajo :v

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