Eso que te hizo mío.

Dijiste que no soy el tipo del que te enamoras, pero habías dicho que yo tenía algo muy diferente. Que era esa forma en la que te trataba. Me dijiste que nunca te trataron como yo lo hacía. Lo hacía de una forma en la que te demostraba lo mucho que te amaba. En serio, te amaba como no tienes idea. Y tuviste la oportunidad de aferrarte a ello para romper mi corazón. Ahora estás de pie frente a mí rogándome que te perdone por haberme engañado con mi mejor amiga.

No sabes lo que sufrí al verlos a los dos diciéndose que se amaban y que harías lo imposible por abandonarme para que pudieras huir con ella. Luego te diste cuenta de que yo era lo suficientemente estúpida, que a la primera que viste que se lo decía a tu mejor amigo también; volviste a mí.

Tus lágrimas resbalaban de aquellos grises ojos de los que alguna vez me enamoré, y de los que ahora solamente sienten desprecio hacia tu persona. Sabía que lastimarías mi corazón y no lo quise ver hasta que lo hiciste, lo hiciste y de la peor manera. Engañándome con mi ex mejor amiga. Y te lo digo de una vez que nunca volveré a ser esa chica, que dijiste que no era de la que te enamorarías alguna vez.

Estás de rodillas frente a mí, tu castaña cabeza estaba sobre mi regazo. Eras esa persona débil, insegura y tímida, que no afrontaba las cosas que se le avecinaban todo el tiempo. Siempre me tenías a tu lado, y no fue para siquiera cuidarme ¡Eso es lo que odio de ti! Odio que nunca pudieras enseñarme al verdadero tu. A tus amigos si lo hacías. Les mostrabas aquél chico egocéntrico que decía que podía conseguir a la chica que quisiera. Que podías hacer ese mortal que hacías para atraer a las chicas; como lo hiciste conmigo.

-Por favor Nina, perdóname. No lo volveré a hacer, tu sabes que cuando prometo algo lo cumplo-En eso tenías razón. Cuando me prometías algo, lo hacías. No importaba lo que fuera; lo cumplías. Pero ya no lo puedes enmendar, habías roto otra de tus promesas.

-Will, no prometas cosas que no vas a cumplir-Levantaste la mirada y tus orbes estaban rojos de tanto llorar que llevabas. No aguantaba verte así, pero no podía hacer nada. Ya lo que habías hecho estaba hecho y no lo cambiarías nunca.

-Nin, sé que te lastimé al decirle a Josephine que te dejaría por ella pero...

-No vuelvas a mencionarla por favor.

Te quedaste hincado en el suelo de mi habitación esperando a que dijera algo. No pude decir nada y únicamente, tomé mi chaqueta negra, mi celular y mis llaves del escritorio y abandoné el lugar. Estaba dicho no volverías a ver a esa chica de la que alguna vez dijiste que no era de tu tipo. Me iría Will y tu no nunca sabrías a donde.

Escuché tus pasos detrás de mí abordando de alcanzarme. Estabas cerca. Eras imparable. Cuando querías lograr un objetivo no descansabas hasta conseguirlo. Lo hiciste me alcanzaste y me cargaste en tu cintura, haciendo que envolviera mis piernas entorno a tu cintura.

Yo tenía mi rostro desviado de ti, ni siquiera verte deseaba. Lo que anhelaba era que te alejaras de mí. Lo cual fue imposible, ya que tenías esa manía de hacerme caer en ti de nuevo.

Agarraste mi semblante con tus manos cuando ya supiste que estaba muy bien sostenida de tu cuerpo. Me miraste a los ojos fijamente y me dijiste:

-No volveré a hacer esa estupidez de dejarte ir cuando eres la mujer de mi vida. Te amo, Nina. Eres mi chica, a la que amé desde un principio. Ya sé que no te gusta que la mencioné, pero es inevitable mencionarla cuando ella fue la que causó que me alejara de mi princesa.

Para esos momentos ya me habías hecho llorar, pero no era de tristeza. Era de felicidad al ver que siempre me tenías ante tu pies. Lo habías logrado, como acostumbras. Me habías ganado de nuevo.

-Eres increíble, Will.

Me miraste confundido a la vez que desviabas tu rostro, para mirar lo se encontraba atrás de mí. Y ahí entendí que estaba parada la cínica de Jo. Lo supe desde un principio que me colocaste en pie. Ibas a ir con ella. Yo volvía a ser invisible para ti. Caminaste hasta estar de pie frente a ella y le dijiste algo que me sorprendió:

-¿Qué haces aquí? No ves que arruinas el momento con mi chica. Si volví con ella y juro por ella que no caeré de nuevo ante tus pies. Eres una zorra. Vienes a buscarme después de que Nicolás mi ex mejor amigo te dejó plantada. Eso es lo que haces aquí.

Ella se acercó a ti y levantó una mano tratando de golpearte en la mejilla, pero no lo permití. Ya estaba cansada de ella. De que solamente me estuviera diciendo que tu no eras para mí. Ahora sabía porque lo decía.

-Lo tocas y te rompo la cara de rubia oxigenada que tienes.

Pareció que captó mis frías palabras que no tuvo de otra que irse por donde había venido. Estabas sorprendido puesto que, nunca te defendía de sus ofensas. Y era cierto, nunca te defendía cuando murmuraba cosas que sabía que te lastimarían. Por eso, también me sorprendí que pudiera ponerle un alto a las ofensas contra ti.

-Eso estuvo, guau. Me sorprendes Nina, no creí que fueras a hacer eso-Te miré y sonreí.

Tomé tu mano y tiré de ti hasta que nuestros labios estuvieron unidos. Hace mucho tiempo que no besaba tus labios, tu muy bien sabes que fue cerca de tres semanas. Y ahora se me hace difícil no besarte. Te extrañaba. No tenía planeado besarte enfrente de un arrollo que olía mal, pero así se dio y estoy agradecida de que halla sucedido ahí porque sino en estos momentos no estaría esperando a nuestro segundo bebé.

Espero que cuando estés leyendo esto, sepas que gracias a nuestra historia, los problemas que tuvimos pudimos ayudar a muchos con asuntos similares a los nuestros.

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