UN DESCUBRIMIENTO FASCINANTE

Bryan miró por última vez su reloj, efectivamente y tal como pensaba no llegaba tarde. Allí se encontraba el mirando por la ventanilla de su coche hacia la avenida donde se suponía que debería aparecer su amigo, probablemente iría acompañado de su inseparable perro su nombre era..... Por mucho que le daba vueltas Bryan no lograba recordar el nombre del perro de su amigo. Se encontraba en una avenida donde la luz no iluminaba del todo aunque Bryan si que podía ver las banderas canadienses que asomaban por las ventanas de algunos edificios. Bryan era una persona muy impaciente y no le gustaba que la gente llegara tarde, aunque su amigo no se retrasaba nunca, si llegaba tarde seguro que tenía una buena razón, y no se equivocaba. Corría el año 1984 Bryan era un agente del FBI en plena guerra fría aunque la URSS ya perdía más y más poder. La gente se daba cuenta de que la URSS no era el paraíso que ellos creían. Bryan volvió a mirar su reloj ya habían pasado diez minutos y su amigo no aparecía.

Le había llamado por que tenía asuntos importantes que revelarle y para colmo se puso a llover. Bryan encendió la radio, Bruce Springsteen comenzó a cantar que nació en los estados unidos "¿y qué? yo también y aquí estoy. " Por fin su amigo apareció por la esquina y efectivamente iba acompañado de su perro. También iba cargado con un maletín.

Bryan lo saludó desde el coche, su amigo corrió hacia allí al verle.

- ¿No te importa si Duncan sube en el coche verdad?- así se llamaba el perro.

- No, que va, pero límpiale las patas antes de subir.

Y así lo hizo. Duncan era un perro de la raza Bóxer de pelaje marrón. Su dueño estaba bastante desaliñado, tenía el pelo revuelto y una barba de más de tres días. Sus ojos eran de color verde y su pelo de un rubio cobrizo.

- ¿Qué es eso tan importante que tenías que enseñarme, Joss?- preguntó Bryan.

- Aquí no, vamos a un sitio más discreto, yo te guio.- respondió su amigo.

"¿A un sitio más discreto? Si estamos en medio de Canadá, no hay nada más discreto" pensó el agente.

Joss guio a Bryan gasta unas instalaciones abandonadas, apercancó justo delante Una vez dentro, donde hacía un frío de mil demonios, Joss abrió su maletín, y extrajo dos fotografías:

- Como buen agente del FBI, sabrás esto.- dijo Joss mientras le acercaba las imágenes.

En ellas podían observarse claramente dos OVNIS en el cielo con bastante nitidez.

- Durante estos años ha habido múltiples avistamientos. Los OVNIS aparecen y de repente se esfuman a una velocidad increíble.- explicó Joss.

- ¿Qué intentas contarme? ¿Qué hay vida extraterrestre? – Bryan se mostraba escéptico.

- No, no es eso. - Sacó otras fotografías. – Estas son de poco antes de que el hombre llegara a la luna. El mismo tipo de nave.

- No te sigo Joss.

- Sé porque Estados Unidos quiso ir a la luna. Sé que había vida extraterrestre allí, y no sé qué fue de ella. Pero he descubierto algo, mira.

Joss dirigió a su amigo a otra sala del edificio. Joss abrió la puerta con candado y ambos entraron. Lo que Bryan vio allí le fascinó. Una nave extraterrestre.

- Como la de las fotos. ¿Qué te parece? No es el área 51 pero oye algo es algo.- se felicitó asimismo Joss.

- ¿Cómo y dónde descubriste esto?- preguntó el agente con una mirada de incredulidad.

- Cerca de aquí. Detecté en mi telescopio un meteorito y calló cerca de la zona. Cuando me acerqué vi la nave. Me las ingenié para poder trasladarla hasta aquí sin llamar la atención.

- No voy a preguntar cómo lo hiciste pero seguro que pagaste a alguien.

- No soy idiota Bryan. Alquilé una furgoneta, y con la sencilla regla de la palanca pude moverla. Después de quitar un poco de tierra con una pala.

Bryan miró el OVNI, la verdad es que no era muy grande, y podía ser transportada perfectamente en una furgoneta.

- Así que por eso me has llamado. Esto se te va de las manos. Quieres que informe al gobierno. Imagino que habrás jugado con ella.

- Como buen astrofísico que soy.- admitió Joss.

- ¿Había alguna forma de vida dentro?- Bryan hablaba ahora como un agente del FBI solía hacerlo en medio de un caso.

- No, y eso es lo más extraño. La nave estaba vacía. Y no sé qué pudo fallar. Parece que está totalmente operativa. Pero he descubierto algo.- informó el científico mientras sacaba de su maletín un tubo azulado y se lo entregaba a su amigo.

- ¿Qué es esto? - preguntó el agente mientras observaba minuciosamente el objeto.

- Es la fuente de energía de la nave. En ese tubo hay energía suficiente para mantener la electricidad de todo un país durante siglos.- Respondió Joss emocionado.

- ¿Y es una energía limpia? ¿No deja residuos?

- Eso amigo mío es lo más maravilloso de todo. Es una energía totalmente limpia, además el circuito de la nave lo retroalimenta. ¿Sabes lo que esta fuente de energía puede significar? No más petróleo, no más contaminación.

- Ciertamente es un descubrimiento fascinante Joss. Tengo que informar de esto, has hecho bien en llamarme. Llévame a la cabina telefónica más cercana.

Minutos después se encontraban en un bar de Alberta. Bryan llamó desde el teléfono mientras Joss acariciaba a Duncan:

- Soy el agente Bryan Hobs. No se van a creer esto.

Una semana tan sólo había pasado una semana del descubrimiento y los militares ya se habían metido por medio. Bryan había informado a sus superiores sobre el hallazgo del OVNI. Se lo llevaron a una base, también a Joss para que contara todo lo que sabía.

Pero llegaron los militares y se quedaron al cargo del descubrimiento. Nada más llegar hicieron llamar a Bryan y a Joss. Se encontraban en esos instantes en una sala de espera:

- ¿Por qué los militares se toman tantas molestias?- preguntó Joss.

- Meten la nariz en cualquier cosa que se salga de lo común. Sobre todo si son sobre extraterrestres.- contestó el agente con un tono resignado.

Una chica joven abrió la puerta y dijo:

- ¿Joss Wender? Pase por favor.- Bryan también se levantó pero la mujer lo paró- Solo el señor Wender.

Bryan se quedó preocupado en la puerta mientras deseaba suerte a su amigo y lo veía entrar en la sala. Algo no marchaba bien.

Joss estaba sentado frente a tres militares de alto rango de los EEUU. Tenían un montón de informes sobre la mesa y el tubo azulado que encontró en el OVNI.

- ¿Sabe usted cuántos delitos ha cometido al coger de forma indebida el OVNI?- preguntó el militar de más rango.

- ¿Delitos, señor? Sólo estaba haciendo mi trabajo, como científico de los Estados Unidos en el observatorio de Alberta.

- Informar del OVNI era su trabajo y no lo hizo. Nos ha puesto en serias dificultades con el gobierno de Canadá. Que obviamente quiere compartir el hallazgo.

- Lo siento, me pudo la emoción...

- No se disculpe. Lo que ha encontrado es ciertamente maravilloso, pero este comité ha decidido que la humanidad no está preparada para tal hallazgo.- habló un militar de pelo canoso situado a la derecha del que había hablado primero.

- ¿Cómo?- Joss no daba crédito a lo que escuchaba.

- Lo que oye, ¿sabe lo que supondría el reconocer que hay vida alienígena? ¿y esa fuente de energía inagotable? Adiós al petróleo no habría beneficios para EEUU, y además la economía se desplomaría. Nadie compraría nuevos vehículos con un sistema de propulsión tan perfecto. Adiós a todos los demás negocios de gas natural, no ciertamente no nos conviene.

- ¿Y prefieren seguir contaminando la Tierra?- preguntó el científico con rabia en la voz.

- La contaminaremos hasta que la humanidad esté preparada para este descubrimiento. Hasta entonces lo mantendremos en secreto. – habló otro militar calvo mientras acercaba un papel y un bolígrafo a Joss.- Este es un contrato de confidencialidad, a cambio de su silencio le ofrecemos un sueldo de por vida y una bonita casa para usted y su familia. Créame es lo mejor para usted.

Joss no podía creérselo, querían que el asunto quedara olvidado, como pasó con el asunto de los aliens en la luna. Debió habérselo imaginado. Sabía que si no firmaba ese contrato podía darse por muerto. ¿Qué podía hacer si no? Joss firmó el papel, unos minutos después también Bryan haría lo mismo.

Ninguno de los dos sabía que la firma de ese contrato era el principio del fin para la humanidad y el planeta Tierra.

                                                                                            FIN

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