Se acabó la tinta para continuar, ninguna manera para seguir escribiendo una historia sin fuerza. Hay poco de morfina en esta página en blanco, la tomé para acabar tantos errores que me hacía cometer. No hay instante en el que no me pregunte porque tiene que ser así, cuestiono todo lo que he hecho mal, he tratado de dar lo mejor siempre. Me esfuerzo demasiado para alguien que la fuerza no la tiene. Y es que es tan complicado todo. Quisiera hacer tantas cosas, quisiera llorar, buscar consuelo, sin embargo, no hay otro lugar que las letras y palabras para terminar la noche, la última noche que me queda. Aún hay mucho dolor aquí, clavado en los huesos que impide lo que anhelo y deseo, un dolor que nunca acabara, permanece degenerando cada trozo de vida, una pena silenciosa y letal destruye lentamente mi alma. Días en los que ya nada es igual, nada tiene sentido, sonrisas fingidas y miradas perdidas acompañan los días, tardes y noches de insomnio. No es que no quiera seguir, ya es difícil poder hacerlo. Que rabia ser alguien inútil para la sociedad, ojos que miran por encima de las apariencias, rechazos de cualquiera por no ser igual, por ser una enferma que no tiene escapatoria. Que injusta vida ha de tocarme, yo no quisiera vivir así, si eso es lo que te preguntas. Por dentro solo hay sufrimiento acompañado de más melancolía, tristeza y desconsuelo. Las esperanza son tan mínimas para mi. Lo último que me queda por añorar son mis amigos, mis acompañantes y guías en este paraje. Por ello guardaré con mucha paciencia cada recuerdo, cada sentimiento, que en algún momento me alegro e hizo de mis dias una eterna fantasía.
Si alguna vez me recuerdan, no lo hagan con un recuerdo triste. Sean felices, disfruten, contemplen el mundo, viajen sin medida, conozcan personas y hagan de ellas momentos inolvidables, momentos que nunca podrán olvidar. Para mi el libro ha acabado aquí. Era necesario cerrar tanta brecha que quedó a la deriva, perdónenme por tanta estupidez, los quise de verdad, aún lo hago y lo haré hasta que la brecha se acabe. En ningún momento los llegue a odiar, me alejo porque no quiero que sufran, ni tampoco hacerlos sentir mal, tanta distancia y frialdad son necesarios para seguir el aletargado sueño. Un sueño que quiero que acabe pronto, ojalá poder despertar y encontrar un nuevo arcoíris, una nueva vida, quizá diferente para seguir, daría mi vida y tiempo para volverlos a ver y no echar a perder todo de nuevo.

Si por alguna razón mi recuerdo pasa por tu mente, mira arriba, te pido perdón por lo que no te di, quedaron tantas cosas por contarte, tantos ratos sin concluir. Créeme que hubiera querido dar más y hacer más para que fueras feliz. Perdón porque aunque quisiera, no puedo continuar en tu camino. Mi destino está ya marcado.

Y si preguntan por mi, no les digas a donde fui, se fuerte y diles que estoy bien, en un lugar tal vez mejor, donde no hay dolor ni sufrimiento, un cielo pintando de armoniosos colores... otra historia espera por ti, escribela por mi, por favor. Yo seguiré viviendo con la experiencia que un día me diste, que he sabido valorar por más tonta que haya sido, serán guía hasta mis últimos días. Agradezco haberte conocido. Gracias por darme un poco de felicidad. Sigue cumpliendo tus sueños, en donde quiera que esté, estaré feliz por ti.

Atte. Kari

Diciembre 26, 2019.