Rosas marchitas quedan a la deriva de una tumba...

Lagrimas bañan mejillas delicadas... 

Cada vez que el resplandor aparece en un nuevo cielo azul, pronto recuerdo con suplicio cuando era niño, ilusionado a ciegas, siguiéndote y pensando "Debo ser más fuerte".  Al pasar el tiempo lentamente y sin parar, me preguntaba ¿Podré ser fuerte? ¿Podré alcanzarlo? Seguramente no puedo afirmar que lo logre, por eso, seguiré avanzando. Sin darme por vencido ante el paso del tiempo, seguiré esforzándome, porque no quiero perder a quien en mi corazón está. 

Esa voz, con nobleza resuena dentro de mi, dándome ánimos contra el desastre de olas que se interponen en mi camino y detienen mi andar, de las cuales no puedo escapar. En el horizonte estaré protegiéndote, muy pronto se que lo conseguiré, lucharé por el futuro que creo.

-Relato contado por un aprendiz. 

Junio 22, 2019