Besos
Empezó con un corto beso.
Un reto, entre la emoción y confusión que el pasarse de copas ocasiona. Estaban muy cerca, riendo por algo que ya no recordaban y con las manos en los hombros del otro para evitar caer.
— Parece que bailamos.
— Imaginemos que estamos en un concurso.
Risas nuevamente mientras el resto de sus compañeros yacían dormidos o en muy mal estado. Dieron torpes pasos y se pisaban a cada rato, aunque parecía que no se daban cuenta de eso al intentar concentrarse en la mirada del otro, que los mantenía de pie.
— Oye, Red... Te reto.
— ¿A qué?
— Es que, estamos muy cerca... — rió, con la cara colorada producto del alcohol — A que no me besas.
Por un momento Red volvió a recobrar la cordura, sorprendido por tal petición pero mientras su mente volvía a divagar por las bebidas de más, imaginó tener los labios de Blue en armonía con los suyos y eso, inesperadamente para él, resultaba una idea demasiado encantadora y deseable. Acercó su rostro al de ella, chocando en un inicio sus narices y riendo por el primer intento fallido.
— Que mala puntería tienes.
Así que fue ella quién lo besó. Chiquito, fugaz, como si gotas hubiesen caído en la comisura de sus labios en un día de lluvia ¿Sintió algo? Solo confusión, pues fue tan rápido que parecía que nunca sucedió. Parpadeó varias veces mientras Blue volvía a reír, en una diferente sintonía que la suya.
Cierto, cierto: Solo fue un reto.
— Reto cumplido — murmura ella, sonriendo mientras se tambalea.
— Aún no lo cumplo — dice él, acercándose — se supone que yo debí besarte, no tú.
Así que lo hace. Esta vez va directo a sus labios, cerrando los ojos por inercia al momento de hacer contacto y moviendo delicadamente su boca mientras la agarra de la cintura, evitando que el mareo le haga caer. Siente como si su cuerpo recibiera una descarga eléctrica y su mente solo puede pensar en continuar besándola. Cuando siente que ella continúa con el baile que sus labios hacen se alegra, su corazón se acelera, experimenta júbilo y una pasión enardeciente que incrementa conforme el ósculo continúa entre los dos. La castaña rodea el cuello de Red, y este siente como le muerde levemente el labio inferior. Eso incrementa el fuego en su interior, besando con más intensidad a la chica, con quien ahora parece que pelean por ver cuál de los dos es el más apasionado. La acerca más a él y ella da un brinco, siendo cargada por los brazos del entrenador. Este intenta no caer, aunque ahora era muy difícil teniéndola a ella en sus brazos e intentando no romper el beso.
— Red... — gime la ojiazul, provocando en el azabache una desorientación que termina por hacerlo caer, afortunadamente, en un sofá que se hallaba detrás de ellos.
Aunque con ella encima suyo.
— Increíble. — dice la joven por fin, aún encima de él, con unos ojos cansados pero llenos de emoción — Sí que sabes besar.
Él no sabe qué responder. Lo que empezó por un juego termina ahora con ideas chocando en su mente, entreveradas, planteándose todo: quiere más, y desea volver a experimentar los sentimientos que florecieron al besarse. Quiere abrazarla y continuar, pero su lado cuerdo salta y le pregunta si es en serio o solo es el alcohol: si es solo eso, no se sentiría para nada bien jugar con una amiga tan preciada como lo es Blue.
— Blue... — pero, cuando vuelve en sí, la aludida yace dormida sobre él, reposando su cabeza en el pecho del muchacho y con la cara sonrojada, formando una sonrisa con los labios que anteriormente estuvo besando con tanta pasión.
A duras penas logra salir del sofá, dejando su chaqueta para cubrir a la muchacha de ojos zafiro. Tambaleándose, se dirige a la cocina, donde busca agua para poder relajarse luego de tan alocado e inesperado evento. Bebe unos cuantos vasos y se sienta en una silla, reviviendo el momento del ósculo mientras se recuesta en la tosca madera, aún confundido por lo que sintió, pero con la conclusión de que fue muy feliz mientras duró, ya con el sueño ganándole la batalla a su ser.
A la mañana siguiente, con un dolor de cabeza inimaginable, despierta y se abraza a sí mismo por el frío que sentía, intentando recordar dónde estaba su chaqueta. Es entonces cuando de golpe sus memorias vuelven a aclararse, recordando los sucesos de la noche anterior. Su cara se enrojece y ya no por el alcohol, moviéndose lo más rápido que puede hasta llegar a la sala de estar, donde dejó a Blue. Ella ya no se encontraba ahí, mucho menos la prenda, así que mira a todos lados intentando encontrarla, fallando en el intento.
— Buenos días. — escucha detrás de él, poniéndolo nervioso — ¿Buscabas algo?
Cuándo Red voltea encuentra a Blue con su chaqueta puesta. Ella ríe, insinuando que el chico tenía una expresión graciosa, y se sienta en el sofá mientras lo invita a hacer lo mismo. Este hace caso y se ponen uno al lado del otro, con un pequeño silencio que Red termina en busca de respuestas.
— Blue, ugh, ¿recuerdas lo de ayer? — se toca la cabeza, aún adolorido por la resaca.
— Sí — responde, con una sonrisa pícara que hacía de barrera para evitar enfocarse en el sonrojo que sus mejillas ahora irradiaban — Ganaste el reto, debo admitirlo.
— Oh, sí...
— Suenas decepcionado. — agarra delicadamente la cabeza del muchacho y hace que la mire fijamente — ¿No estás conforme con el resultado?
— De hecho, no sé como explicarlo — responde él — todo es confuso.
— Podemos volver a hacer el reto si quieres. — Red arquea una ceja — Los demás aún duermen.
Antes de que el entrenador articulara una palabra, ella lo besa. No fue como el ósculo de anoche, lleno de pasión y deseos incontrolables, sin embargo, aquel beso que ahora ambos tenían concetraba dentro de sí ternura y tranquilidad. Era una felicidad distinta, más calmada, pero con el mismo sentimiento que Red experimentó anoche: no solo de pasión, ni solo de deseo, era...
Amor.
— Creo que... deberíamos hacer más retos de estos. — murmura él, después de separarse.
— ¿Acaso me lees la mente? — ella sonríe y hace que el brazo del chico la rodee para estar más cerca suyo. — No me dejaré vencer tan fácilmente.
— Estoy seguro de que no. — aún cansado, se recuesta un poco en el sofá mientras la chica se acomoda más — Bueno, ahora es mi turno, ¿cierto?
Blue asiente y vuelven a besarse hasta que los demás Dex Holder despierten de los brazos de Morfeo.
Esta historia se me había borrado cuando dejé la PC y quise publicarla desde el celular. Entré en pánico y tuve que volver a la versión web, así me di cuenta que Wattpad tiene un historial del borrador y pude recobrar un 80% ;_;
Bueno, lo que iba a escribir aquí antes de ese suceso era que me dio risa el hecho de pensar que Red y Blue andan de tórtolos mientras los demás Dex Holder estaban durmiendo por ahí tirados xd También, esta idea surge cuando me preguntaba cómo describir detalladamente escenas como besos u otros contextos para futuros fanfics, así que espero que haya estado bien.
Gracias por leer uwu
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