Tiempo
— ¿Día duro en el trabajo?
May no responde la pregunta que su esposo acaba de hacer. Se encuentra demasiado cansada, tanto que sus piernas se movieron en modo automático hasta encontrar el sofá más cercano y lanzarse a él. La suavidad de los cojines le hacen bostezar, lista para irse a dormir ahí mismo sin importarle que aún sigue vestida y que no ha cenado. La ojiazul, aún consciente, percibe como un peso más hunde el mueble mientras una mano, cálida y reconfortante, acaricia su cabeza con ternura.
— Vi el concurso por la tele, la gente realmente gritaba por cada comentario que le hacías a los coordinadores. — Ash pone una almohada en sus piernas, indicándole a May que se recueste ahí para que pueda seguir acariciando sus cabellos. — Estaban muy emocionados por ver a la reina de Hoenn como jurado.
— Fue un poco vergonzoso. — susurra ella, con los ojos cerrados — me gusta más que me digas princesa.
— ¿No es reina mejor?
— Será, no sé, pero me gusta más princesa porque... Ese apodo me lo pusiste tú.
Los ojos de Ash brillan fugazmente ante aquellas débiles palabras. No puede ver el rostro de su esposa, pero sabe que está con las mejillas sonrojadas pues tiene ambas manos tapando su cara, señal de nerviosismo de la joven desde que la conoce.
— Muy bien, princesa, cuéntame más sobre tu día.
— Yo quiero saber del tuyo, debió ser muy ocupado para que no hayas podido ir a verme. — ella no estaba molesta, al contrario, solo sentía curiosidad.
Ash suspira y, aún acariciando el cabello de May, le relata sobre un viaje que tuvo a último momento debido a un Pokémon revoltoso y el informe que escribió para Goh. La coordinadora asiente y hace unas cuantas preguntas a las que Ash responde. Ella ya había bajado sus manos, alzando una de ellas para acariciar la mejilla derecha del entrenador.
— Quisiera tener más tiempo libre para pasarlo contigo, Ash. — susurra.
Este toma la mano de su esposa y la besa, provocando que a May se le erizara la piel.
— Yo igual. — responde él, mientras voltea al escuchar el pitido de un temporizador — ¡Pero aprovechemos el ahora!
Este se levanta y se dirige a la cocina, dejando a May con mayor curiosidad hasta que el olfato de ella percibe un delicioso aroma proveniente de esa habitación. Camina, ya con el estómago rugiendo de hambre, y se encuentra con la mesa donde suelen comer bien adornada y con los cubiertos. Las luces apagadas no son un problema pues todo está iluminado con unas cuantas velas y, en el medio de la mesita, un florero con orquídeas. Busca con la mirada a Ash, encontrándolo apagando el horno y sacando de ahí la cena más apetitosa que haya podido ver en su vida.
— ¿Lo hiciste tú?
— Solo seguí la receta que me mandó Brock — se encogió de hombros — Y digamos... que me estuvo monitoreando por videollamada antes de que vinieses. Te manda saludos por cierto.
Sirve la comida en cada platillo y la invita a sentarse en una de las sillas. May lo hace, aún confusa por esta inesperada cena, pero mirando con ojos de total amor a su querido esposo.
— Sé que últimamente no nos vemos mucho y que no soy la persona más romántica del mundo, pero... — sonrojado, agarra ambas manos de May — Eso no quiere decir que no podamos usar el poco tiempo que tenemos para hacer algo bonito, ¿verdad?
— Ash...
— Mañana podríamos ver una película, o dar una caminata nocturna por el parque, ¡e incluso solo acurrucarnos y dormir! — rió — Brock dijo que eran buenos planes, aunque hoy quise iniciar con la cena. No soy tan buen chef como él, pero espero que te guste y te anime luego de este día. Te he notado muy cansada desde que asumiste la posición de jurado y quería sorprenderte con algo aunque sea esta vez, ¿te gustó la sorpresa?
El entrenador de Paleta sonríe, y May no puede evitar sentirse afortunada de estar casada con Ash.
— Bueno, aún no he probado la cena. — Ash se sonroja de la vergüenza al notar que es cierto y ella ríe divertida — pero independiente de eso sí, claro que sí: muchas gracias por esto, Ash, te amo.
— ¡Y yo a ti!
Él se acerca y la besa en los labios. Ella le corresponde, por supuesto, mientras acaricia el rostro de su esposo y termina por abrazarlo, sintiéndose reconfortada al estar rodeada por sus brazos. Cuando terminan con su cursilería, Ash le invita a probar la comida, pues se iba a enfriar, y ella accede campante.
May se puso como objetivo gradecer a Brock por ayudar a su amado después, ya que ahora solo tenía ojos para su esposo, la cena, y la felicidad que la embriagaba por tener a alguien tan increíble como Ash a su lado.
¡Por fin terminé uno de los borradores! Espero poder hacer lo mismo con los demás en los próximos días (aunque no prometo nada). Gracias por sus comentarios y/o votos de antemano, en serio, me alegra saber que aún hay gente a la que le encanta el Advance. Nos leemos luego!
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