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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Yubelluna se ajustó su vestido mientras su pelo era desordenado, al verse ajustado su vestido camino dos pasos a la cómoda donde estaban sus aretes.

"*Bostezo* ¿Te tienes que ir ya?"

Una voz ronca hizo a Yubelluna erizarse mientras veía ligeramente para atrás.

Un hombre yacía en una gran cama completamente desnudo, los músculos del hombre parecían estar echos del más duro concreto.

El pelo del hombre era negro y estaba recortado, los ojos de aquel sujeto eran de un verde esmeralda que hipnotizaban al lado femenino.

-S-Si, pensé que no te levantarias cariño-Habló Yubelluna mientras que el hombre reía ligeramente.

-El capitán nos hace estar alertas todo el tiempo, nos da castigos horribles si no nos levantamos, dice que una mente afilada es un cuerpo sano-Habló el hombre con una sonrisa mientras se sentaba en la cama.

Yubelluna se mordió el labio mientras que desviaba su mirada para la derecha.

Aquéllo no fue desapercibido por su amante quien le vio con confusión.

-¿Qué sucede Yu?-Preguntó el hombre con confusión al ver el estado de ánimo tan decaído de su amante.

-¿Lo que hacemos esta bien Marcus?-Habló Yubelluna mientras veía al pelinegro quien le vio más confundido.

-¿A que te refieres?-Habló Marcus mientras que Yubelluna suspiraba.

-Se supone que debo mantenerme fiel a Lord Naruto, su madre me eligió por eso mismo pero hemos mantenido nuestra relación en secreto durante veinte años, nos escondemos y hacemos el amor como conejos, siento que esto no es justo para Naruto-Habló Yubelluna mientras que Marcus agriaba su rostro mientras veía a Yubelluna.

-Naruto es un idiota, le dieron todo y se volvió un pomposo arrogante, no te merece, no las merece a ninguna-Habló Marcus mientras que Yubelluna bajaba su cabeza.

-*Ese es el problema, que no se que siento por él*-Se pensó Yubelluna mientras apretaba sus puños.

Marcus era un clase suprema, hace dos años fue ascendido a tal cargo.

El era conocido como una joya del inframundo, un prodigio ya que era muy difícil llegar a clase suprema antes de los doscientos años que era cuando el demonio tenía suficiente madurez para tomar un puesto de importancia.

Yubelluna y Marcus se conocieron en una fiesta que los Phenex dieron, ambos se convirtieron en amigos y tiempo después en amantes.

Yubelluna se sentía asqueada consigo misma, Naruto le había depósitado su confianza en ella y ella le mordió la mano que la sacó de la miseria por alguien quien no conocía lo que ella tuvo que pasar.

Marcus aunque cariñoso no conoció lo que fue el hambre y rebuscar entre basureros, Naruto la había salvado de la prostitución y la hizo alguien ante la sociedad y ella se encamo con el primer hombre que encontró lindo.

-Algún día lo sobrepasare y te convertire en mi reina-Habló Marcus mientras que Yubelluna sentía un vacío en su corazón.

Marcus no podía hacer nada debido a que bien Naruto era un clase alta tenía un linaje sobre sus hombros, los ancianos preferían hacer perdurar la sangre Phenex que darle la reina de un Phenex a un demonio clase suprema pero sin linaje importante, así era como se dirigía la política devil en cuanto a las piezas de una paridad, las piezas no tenían derecho ni siquiera a elegir.

-Yo…necesito tiempo-Habló Yubelluna ya que la deslealtad carcomia su mente.

Naruto las había engañado así que Yubelluna pensaba que no había problema en que ella lo engañara.

Marcus en cambió observó a su amante irse de la habitación, maldijo la política y la leyes mientras se acostaba de mala gana en la cama, su alegría por el coito se había esfumado y ahora sólo había agrura.

Marcus maldecia a Naruto con lo más profundo de su alma, si el no hubiera nacido tendría a Yubelluna para él.

Con Naruto.

Naruto sonreía burlonamente mientras veía a su hermanita tomar el té con elegancia.

-Bueno, parece que mi querida hermana tiene algo que decirme, comenzaremos con las negociaciones-Habló Naruto poniendo un rostro serio y cruzandose de brazos, algo que le costó horrores ya que Ravel quería parecer seria pero eso aumentaba su ternura.

Ravel tosio al ver su hermano completamente serio, quería lagrimear ya que Naruto le enviaba una mirada dura pero ella era una niña grande y no podía estar llorando solo por una mirada, su hermano la quería mucho y ella lo sabía.

-Co-Como ya sabes se aproxima mi cumpleaños-Comenzó Ravel mientras que Naruto asentía ya que no se había olvidado.

-Lo sé-Habló Naruto ya que estaba pensando en que darle a su hermana.

-Muy bien, se que es muy egoísta pedirlo pero quiero que me des algo en particular-Habló Ravel mientras que Naruto alzaba su ceja.

-Ahora esto es de mi interés, digame señorita Ravel, ¿Qué quiere usted para su cumpleaños?-Habló Naruto interesado ya que así se quitaba una preocupación de las doscientas que tenía.

Estaba investigando el caso de Kuroka para obtener una mejor perspectiva, ya tenía una imagen clara pero entre más información era mejor.

-Quiero que me lleves al bosque de los familiares en la noche de luna roja-Habló Ravel mientras que Naruto no se abstuvo de alzar su ceja.

Esa noche todos eran bienvenidos a ir a buscar familiares pero nadie lo hacía debido a que era el día más peligroso del bosque.

Ese día era cuando los animales más peligrosos buscaban aparearse por lo que salían para pelear y reclamar a sus hembras para dejarlas premiadas y perdurar su especie.

-Estas entendiendo lo que me dices, básicamente me estás pidiendo que ponga mi cabeza para que madre me la corte-Habló Naruto al escuchar a su hermanita pedirle aquello.

-Lo sé pero es ahí cuando el animal que quiero como familiar aparece-Hablo Ravel mientras que Naruto tarareaba ante aquello.

Naruto nunca habia visto a Ravel tan seria, sabia que esto era importante para ella.

-Puedo preguntar, ¿Que animal quieres como familiar?-Hablo/Preguntó Naruto con curiosidad ya que quería saber que animal valía su cabeza.

-Un pavo real de fuego-Susurro Ravel mientras que Naruto frunció el ceño ante aquello.

-Ravel de que quieres salir de la sombras pero eso es una locura, una bestia de mana de clase Suprema, sabes lo que esa ave significó para los Phenex que los buscaron, no te llevaré a tu muerte-Hablo Naruto mientras se levantaba listo para irse.

-¡Espera es importante para mí!-Grito Ravel mientras extendía su mano y Naruto se detuvo.

-Dame una razón-Hablo Naruto mientras que Ravel caminaba a su hermano mayor.

-¡Por favor! ¡Este familiar es incluso raro en las noches de luna sangrienta! ¡Por favor quiero al menos verlo! ¡Tardará mil años antes que vuelva a aparecer!-Hablo Ravel mientras que Naruto le veía.

-Esa no es una buena razón, ¿Porque quieres tanto ese familiar?-Hablo Naruto ya que era un suicidio ir por el pato en llamas.

-Porque es mi sueño tenerlo, por favor hermano-Hablo Ravel poniendo a técnica que su madre le enseño

Naruto puso un muro de piedra en su mente pero de nada sirvió, aquellos ojos quebraron su voluntad y lo doblegaron ante aquellos lindos, tiernos y malévolos ojos.

-Yo....ugh....no....gugh...¡Bien! ¡Deja de mirarme así!-Grito Naruto ya no aguantando

Ravel bufo satisfecha ante aquello, ninguno de sus hermanos podía resistir su mirada, de nada servía oponerse a ello, todos caían derrotados por la mirada.

-¡Eres el mejor hermano!-Ravel le dio una brillante sonrisa.

Un arcoris imaginario golpeó la cara de Naruto quien solo observaba aquello.

Probablemente si no moría a causa de esta estupidez su madre le mataría de la peor manera.

Pero quien dijo miedo.

Aparte él no era de seguir la ley, él no se adaptaba a la ley, la ley se adaptaba a él, el era Naruto fucking Uzumaki.

Naruto se levanto mientras caminaba al filo del acantilado mientras veía el horizonte.

-Ven vamos que debemos estar presentes para la hora del té-Hablo Naruto mientras le sonreía su pequeña hermana.

Ravel era su gema más preciosa, siempre quiso tener hermanos, incluso aunque no lo mostrará en ocasiones para él Ravel era lo mejor que le podía ofrecer este mundo.

Una hermanita a la cual cuidar y enseñar sus lecciones, guiarla para que se convirtiera en una mujer de bien.

Ravel se paro y corrió a su hermano cuando este abrió sus brazos para recibirla.

Ambos cayeron por el vacío del precipicio.

Flush.

Un rayo naranja salió mientas que de un aleteo Naruto con Ravel en sus brazos se perdían entre las nubes.

Tiempo después.

Flush.

Flush.

Flush.

Flush.

Naruto movió su cintura de izquierda a derecha mientras evadia los mortales swing que lanzó su caballero.

-Tus swing son lentos ¡MEJORA!-Habló/Grito Naruto mientras evadia el último ataque.

PAM.

Siris sólo lanzó una bocanada de aire cuando fue lazada por atrás cuando su señor la agarro del cuello de su camisa y la lanzó para atrás.

PAM.

PAM.

PAM.

PAM.

Marion lanzó puñetazos cuando apareció al frente de Naruto.

Pero a diferencia de lanzar ráfagas demoníacas reforzó su brazo haciendo que su golpe fuera más veloz y más potente, esto fue parte de su entrenamiento.

Pero las esperanzas de Marion se desvanecieron cuando sintió que golpeaba acero, observó que su señor movía su antebrazo golpeando todos y cada uno de sus ataques.

PAM.

Marion alzó su guardia mientras era empujada para atrás por un colosal golpe de de derecha por parte de Naruto.

La muchacha derrapo mientra respiraba agitadamente, bajo su guardia mientras sangre se deslizaba de su labio ya que sus brazos no absorbiendo.

Siris se puso al lado de su amiga mientras veían la siguiente manera de atacar a su señor.

Lo que más destacaba en Naruto era que su camisa manga larga estaba destruida en sus antebrazos y tenía una pequeña sonrisa.

Este era un entrenamiento que Kakashi aplico en ellos el cual no funcionó.

Era dividirlos y entrenarlos en pareja, antes de comenzar a participar en misiones de trabajo en equipo con diez o más personas primero debías trabajar con una sola persona, saber como moverte para no estorbar, saber como hablar y cómo hacer gestos que fueran invisibles.

Los verdaderos expertos en trabajo en equipo con una mirada de ojos y un asentimiento ya tenían un plan en mente, sus conexiones eran rozando a los psiquico.

Este era un error de sus piezas, todas se estorbaban, en lugar de ser una máquina aceitada eran un una máquina herrunbrada y a punto de estallar.

Pero la arrogancia de este estúpido lo cegó pensando que eran invencibles cuando solo eran niñas jugando a ser guerreras.

-Es suficiente-Hablo Naruto cerrando sus ojos mostrando una sonrisa más ancha .

Siris y Marion cayeron para atrás mientra un fantasma salía de sus bocas.

Minutos después.

Marion y Siris de verdad estaban disfrutando lo que sucedía después de sus entrenamientos.

Ambas estaban usando uno de los muslos de su señor como almohadas, ambas tenía los ojos cerrados y una sonrisa, casi se derretian cuando su señor las acariciaba.

-Se han esforzado estos días, estoy orgulloso de ustedes princesas-Hablo Naruto mientras les acariciaba el cabello.

El no era un bastardo para tratarlos como un militar, las amaba y por ello las estaba entrenando.

Pero algo tenía a Naruto extasiado y se dio cuenta cuando comenzó a entrenarlas.

Él las catálogo con estándares ninjas, pero ellas le demostraron algo muy diferente a los humanos de su dimensión.

La velocidad de aprendizaje y su potencial eran abrumadores, absurdamente superiores a los humanos, aunque su fuerza no era mucha avanzaban a un ritmo rápido, su cuerpo usando magia se entrenaba pasivamente día y noche.

Incluso en sentía que se hacía cada vez más poderoso, la magia que orria por sus venas mantenía su cuerpo a máxima capacidad, por ello pudo tener su físico en tan pocos meses cuando duro cuatro años en tener uno medianamente construido.

El no era tonto, sabía que Jiraya no fue un buen maestro, amaba al viejo pervertido como un padre, pero fue un pesimo instructor.

La masa muscular se debía aumentar incluso si eras delgado de naturaleza, pero no mediante médicamente o drogas, el ejercicio y una dieta balanceada servía para aquello, Jiraya en cambio no aprendió eso, le enseño y corrigió sus katas de combate nada más, no hubo entrenamiento de Chakra o que se centrará en aumentar su masa muscular, ni siquiera pudo enseñarle bien el arte de la espada.

En cambio está apariencia de era el propio entrenamiento, su masa muscular era perfecta, su flexibilidad, su velocidad, su resistencia, todo era perfecto.

Esto le hizo quejarse mentalmente, los demonios la tenían muy fácil, cuantos entrenamientos con los sapos tuvo que aguantar, cuantos huesos rotos y nudillos sangrantes.

Estaba temblando y chillando de emoción, quería ver en qué monstruos se convertían de aquí a diez años.

Tenían unos minutos antes que la otra pareja comenzara a entrenar así que mimaria a su caballero y peon un poco más.

-Mi señor, más a la izquierda-Ronroneo Marion sintiendo las manos de Naruto acariciar su cuero cabelludo suavemente.

Esto estaba mal, ella era la criada de su señor, ella no debía permitir este tipo de acciones, pero.

¿Que mujer cuerda no le gustaba que su amante le diera masajes en su cabeza?

Se sentía bien, Marion intento negarse pero cuando las manos de su señor cayeron comenzaron.

Siris en cambio no tenía esa estricta disciplina, apenas su señor les hizo señas para que recostaran su cabeza fue la primera.

Para Siris esta era la primer ocasión que su señor la dejaba recostar su cabeza sobre él, nunca antes le había permitido esto.

De verdad Siris cruzaba los brazos para que su señor se quedara así, era mil veces mejor que su antiguo maestro arrogante.

-Deben seguir mejorando, pero esto ya es un avance, su trabajo en equipo requiere más entrenamiento-Hablo Naruto mientras sonreía.

-Mi señor, ¿Porque nos está entrenando?-Habló Siris con los ojos cerrados.

-¿A qué te refieres?-Pregunto Naruto confundido ante aquella pregunta.

-Es extraño nunca antes te habías interesado en realidad por nuestro entrenamiento, pero luego hiciste comer polvo a Xuelan, nos tachaste de inútiles y nos estás entrenando, no estoy desagradecida, siento como si estuviera en mi mejor condición-Hablo Siris ya que las manos de su señor hacían que le fuera imposible de mentir.

-*No todavía no alcanzas tu mejor condición*-Se dijo Naruto en su mente con gracia, si tan solo supiera cuan fuerte sería dentro de unos años no estaría diciendo eso.

-¿Acaso piensa intentar conquistar el primer puesto entre los Clase Alta?-Pregunto Siris ante aquella incógnita.

-No, no pienso ser el primero en la clase alta...-Hablo Naruto mientras negaba y Siris suspiraba.

-Dentro de poco presentaran el examen para clase media todas-Hablo Naruto ya que había movido un poco las influencias de la la familia Phenex y había nominado a su paridad.

Entonces Marion y Siris saltaron con los ojos abiertos mientras que veían a Naruto buscando una mentira.

-M-Mi señor...-Hablo Marion al oír tal noticia.

Ambas estaban en shock, su señor nunca antes les había dado indicios para ellas ser postuladas para ascender, siempre manteniéndola a su lado como clase baja.

-Porque me miran así, es normal que quiera que asciendan, aparte de eso su poder debería poder ser de clase media, cuando estén listas harán el examen de clase alta, antes no-Hablo Naruto mientras negaba divertido.

Naruto estaba corrigiendo uno de los muchos errores de este estúpido, aparte de eso el tenía una meta clara.

No se veía siendo de tan bajo nivel, en su vida pasada fue ascendido a Jonin cuando derrotó al Ichibi por mano propia y buenas invocaciones.

El Ichibi no fue juego, fue uno de los pocos que lo llevó al borde de la muerte realmente, donde tuvo que morder, escupir y lanzar arena para poder ganar aquella batalla.

Aquí se dio cuenta que el Ichibi sería considerado uno más del montón, su sangre inexistente Uzumaki hervia en son de batalla.

Naruto no podía esperar para poder ascender a clase suprema, ir cabeza a cabeza con los demonios más fuertes, alzar sus brazos ensangrentados dando un grito de victoria, su meta era clara y consisa.

Juvilar a Diehauser del #1, pero para ello necesitaba piezas fuertes, piezas irrompibles y de corazón lleno de valentía, ahora lo que tenía era un puñado de niñas lloronas, necesitaba remediar esto primero.

Todas y cada una de las piezas de Diehauser eran de clase suprema, una sola podía aplastar una paridad de todos los miembros siendo clase alta, sus piezas apenas rozaban con la clase media-media, sería destruido si enfrentaba a un clase suprema en estos momentos.

Aparte de eso necesitaba seguir probando los límites de su poder, la sangre demoníaca de sus venas los puso muy en alto.

Algo bueno que le enseño Jiraya fue un dicho "Un verdadero hombre no es aquel que se folla a quince mujeres y solamente suda, un verdadero hombre es aquel que conoce sus propias limitaciones y tiene las pelotas para superarse".

Por ello nunca se rindió incluso cuando su maestro no servía para nada aparte de espiar y escribir, con trabajo duro se coronó como el más poderoso ninja incluso superando leyendas como Madara, Óbito, Kakashi, Hashirama, Tobirama....sus padres.

Taijutsu, Kenjutsu, Fuinjutsu, Sennjutsu, ninjutsu, maestro en todas y cada una de ellas, solamente lo logró con una terquedad tan dura como la de su madre(Según Jiraya).

Pero ahora era clase alta, su orgullo como guerrero estaba herido y necesitaba una retribución.

Hubiera sido mejor que le escupieran en la cara antes que fuera catalogado como una basura más en este sitio como lo era en estos momentos.

Pero le daría tiempo, tiempo para entrenarse, tiempo para mejorar lo antes existente.

Ya había conseguido el Kagebunshin, faltaba el rasengan y sus dos jutsus originales.

O si, él había creado no uno sino dos jutsus, el rasengan y el Kagebunshin aunque la puta ostia en patineta no eran suyos, no sería reconocido por ello, no dirían "Ahí viene Naruto el mil clones" sino "Ahí viene Naruto el que aprendió el Jutsu del Nidaime y el Yondaime".

El había creado un Jutsu que le valió uno de sus apodos en las naciones como "Carnicero humano".

El segundo solo alguien pudo ver el alcance de su poder y esa persona fue Sasuke, aunque el Uchiha debió haber maldecido cuando su brazo fue arrancado de su hombro por ello.

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Fin del capítulo.

Sin mas que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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