Capítulo Cinco🐞

- ¿Qué dijiste?- preguntó estupefacta la peliazul. Frunció el ceño al ver una lágrima caer por la mejilla de su amiga. Esta se le abalanzó en un abrazo.

- No lo puedo creer, que tonta que he sido-

- ¿Qué pasa Alya?-

- Eres Ladybug- repitió con una sonrisa. Marinette soltó una risa nerviosa.

- Alya, por favor, ¿Có-

- Ya Mari, lo sé. Lástima que al ponerte nerviosa tu reacción es la misma como Ladybug-

- ¿Eh?-

- Nada, pero tranquila, no se lo diré a nadie-

- ¿Cómo te enteraste?- la castaña sonrió más.

- Soy Miss Peacock amiga, sal Le Paon- un kwami de pavo real sacó su cabecita de la mochila de Alya y la volvió a esconder. Marinette abrió grande los ojos y se quedó varios minutos sin hablar.

- Por favor, ni que esto fuera peor que tu acostándo- Marinette le tapó la boca.

- ¡S- Silen- le- len- cio!- exclamó ruborizada. Le quitó la mano y se cubrió la cara.

- Tranquila, esto es mucho mejor. Aunque entiendo porque no me lo has dicho antes, pero ahora podemos hacer cualquier cosa, incluso salvar al mundo, ¡Juntas!- a la morocha no parecía importarle recordar que estaban en un lugar público y que cualquiera podría oírla.

- Alya. Baja la voz- susurró. Tomó un respiro y la miró seria - Vaya... no creí que las cosas llegarían a este punto-

- ¿Estás decepcionada? Pienso que es increíble saber que mi más grande ídolo es mi compañera de batallas-

- Se nos puede escapar nuestros nombres reales- bufó Marinette. Alya le agarró el brazo y caminaron hasta la casa.

- Hola Sabine, estaremos arriba haciendo la tarea- saludó la morena sin dejarla hablar a la peliazul. La sentó en el sofá rosa del cuarto y ella se quedó parada.

- Ahora sí. Tengo mucho que preguntarte-

- Primero, ¿Quién es Chat Noir?-

- No lo sé-

- ¿Se acostaron sin saber sus identidades?- preguntó tratando de no gritar.

- Diseñé unas máscaras que usamos cuando estamos en forma civil-

- ¿Por qué?-

- Porque sí amiga- Alya pasó una mano por su pelo.

- Bueno... mis preguntas se acortaron-

- Te lo agradecería enternamente si no dices lo que pasó con Chat- Alya soltó una carcajada.

- Tranquila, no diré nada. Pero, ¿Cómo puedes hacer eso con alguien a quién no conoces?-

- Estuvimos luchando juntos por tres años. Y, a pesar de que hasta ese entonces no sabía su edad exacta, era obvio que no era mayor que yo- respondió. Tikki salió de la bolsita de Marinette.

- Soy Tikki-

- Soy Alya, aunque creo que ya me conoces-

- Sip- dijo antes de retirarse con Le Paon.

- ¿Dónde está tu miraculous?- Alya sacó el broche de pavo real de su mochila.

- Aquí está-

- ¿Y cómo es qué tu kwami no desaparece?-

- ¿Qué? ¿Por qué habría de hacerlo? No quiero que desaparezca- Marinette no le dió más vueltas al asunto. Alya se sentó a su lado.

- Que pequeño es el mundo- comentó - Me siento como la peor amiga del mundo. Estuviste sentada junto a mi y no pude adivinar quién era Ladybug, ¡Que idiota que soy!-

- Ya no importa Alya-

- Bueno, saca los libros. No le mentía a tu mamá cuando le dije que hacíamos tarea- Marinette soltó quejas pero obedeció.

***

A la mañana siguiente, Alya y Marinette entraron juntas a la clase.

- ¿Crees que los otros se conozcan?-

- No lo sé Alya, ¿Cuántas veces me lo vas a preguntar?-

- ¡Hola Nino, hola Adrien!- saludó a los chicos. - ¿Qué hacen?-

- Hablamos de cosas de hombres- respondió el moreno con el rubio riendo.

- Seguro- mencionó la morena.

- Oigan, ¿Qué piensan de los nuevos héroes?-

- Creo que Miss Peacock es genial- respondió Marinette.

- Yo digo que Jade Turtle es guapo- mencionó Alya. Adrien y las chicas rieron mientras que Nino se ruborizaba.

- ¿Creen que Fire Fox esté en una relación con Queen Bee?- preguntó Nino. Chloe, que pasaba en ese momento frente a la mesa de los chicos, se arrimó y se metió en la conversación.

- ¿No creen que Queen Bee hace mejor pareja con Chat Noir?- Alya negó, Adrien también, internamente.

- No, hace mejor pareja con Ladybug- contestó.

- ¡Claro que no!-

- ¿Y por qué dices eso? Se conocen desde hace más tiempo y seguro han tenido bastantes experiencias juntos, posiblemente, algunas muy personales- dijo y Marinette se volteó a verla sonrojada y sin poder aguantarse la risa.

- Eso no se sabe. Pero estoy segura que Chat Noir acabará con Queen Bee, ¿O no Adrikins?-

- No lo sé- respondió con sonrisa inocente.

- ¿Lo dices porque ambos son rubios?-

- De cualquier forma, se verían perfectos- Alya rodó los ojos.

- Creo que ya es muy tarde para eso- murmuró.

A la salida, Marinette se puso su máscara y se transformó. Fue hacia el departamento de Chat Noir, entró por el balcón y se destransformó. No usaba su ropa casual cuando tenía la máscara, tenía puesto unos shorts y una camiseta suelta.

Se quitó los zapatos y los dejó pegados a la pared, junto a la puerta principal. Caminó por los pasillos hasta entrar al dormitorio principal. Se acostó en la cama, pegando su cara a la almohada. Le llegó el aroma de su compañero.

¿Habrá dormido allí recientemente?

El departamento era... muy grande, o al menos para ella. Se preguntaba que tipo de vida tenía. Él le dijo que se refugiaba ahí cuando quería escapar de su mundo. Volvió a pegar la almohada a su cara. Era la más suave que había tocado.

- ¿Cómoda, mi lady?- preguntó una voz lo que le hizo chillar de sorpresa. Vió al rubio arrimado en el umbral de la puerta, con la máscara puesta, y el pelo con su mismo estilo. Tenía unos pantalones cortos café y una camiseta azul oscura. Esa estúpida sonrisa en su rostro no se borraba.

- Demasiado- contestó volviéndose a acostar. Una ligera risa escapó de la boca del joven que se quitó los zapatos y se acostó junto a la chica.

- Me alegra que volvieras.

- ¿Y cómo supiste que estaba aquí?-

- No lo sabía. Talvez fue un presentimiento. Recuerda que vengo aquí cuando quiero escaparme de mi mundo o relajarme- respondió pasando un brazo por los hombros de ella. La joven azabache acomodó unos pelos traviesos que pasaban por enfrente de los ojos del chico.

- Ni siquiera sé porque estoy aquí-

- ¿Por qué lo dices?-

- Tú lo sabes Chat- habló posando la cabeza en la cama - ¿Quieres que nos pase lo mismo que a Bridgette y Félix?-

- Mi lady, eso no va a pasar- en ese momento Plagg entró al cuarto con un pedazo de queso.

- ¡Plagg!- el kwami le dirigió la mirada - ¿Desapruebas nuestra relación?- Tikki entró con una galleta y lo miró.

- Ya te dije niño, no te preocupes por mi, sino por los otros portadores- respondió y se sentó en un sillón que estaba a lado de una larga ventana de vidrio que estaba ligeramente cubierta por una larga cortina color crema.

- ¿Ves? Nada de que preocuparse- le dijo a la peliazul y trató de besarla pero ella lo frenó poniéndole una mano en la cara.

- Ya gato tonto. No importa lo que ellos digan, tenemos que hacer caso a lo que ya está establecido. Estos prodigios son nuestra responsabilidad y hay que concentrarse en encontrar a Hawkmoth-

- Al menos, quedémonos un tiempo juntos,- rogó rodeándola en un abrazo - por favor mi lady- le susurró al oído. Ella no se opuso y se durmió.

Cuando despertó ya era de noche. Vió a su compañero dormido a un lado y sus brazos alrededor de ella. Sonrió ante tal escena pero se levantó. ¿Sería posible olvidar ese amor que sentía por él?

Se transformó y le lanzó una almohada al rubio.

- Despierta- le ordenó riendo. El joven obedeció con pesadez. Ladybug fue hacia el balcón y saltó afuera seguida del gatuno. Cuando llegaron a la Torre Eiffel, la moteada se giró a verlo.

- Chat, es en serio, debemos dejar de vernos para... parar con todo esto- explicó moviendo sus manos que fueron tomadas por el rubio.

- No voy a dejarte, mi lady, lo que yo siento por ti es mayor a lo que nuestros miraculous puedan causar- ella se separó. - Habrá algún día en que lo nuestro ya no esté prohibido mi lady-

- ¿Y cuándo será eso?-

- Probablemente cuando hayamos vencido a Hawkmoth- contestó. En ese momento apareció Fire Fox que los saludó con una sonrisa.

- Hola- devolvió el saludo Ladybug. De la nada, los demás portadores llegaron.

- A patrullar- dijo la peliazul y se alejó con su yoyo. Los demás también partieron.

Ladybug se detuvo en el techo de una casa frente a su hogar. Logró divisar a sus padres cerrando la pastelería. Se dieron un abrazo y un suave beso en los labios antes de apagar las luces.

Sonrió ante la escena. Sus padres siempre se habían empeñado con su trabajo para brindarle lo mejor que podían. Siempre la apoyaban en todo, pero una duda pasaba por su mente.

¿Cómo se sentirían si supieran que su hija que tenía la manía de llegar tarde al instituto era la responsable heroína de la ciudad? ¿Estarían orgullosos, o la harían renunciar por miedo al riesgo al cual ella se enfrentaba?

- La mejor panadería de París- dijo una voz. Dió un salto por la sorpresa y se giró. Se relajó al ver a Fire Fox. - Perdón, no quería asustarte-

- Tranquilo, me quedé distraída observando-

- Me pasa a mi también- dijo mientras se sentaba con las piernas colgando en el aire. Ladybug hizo lo mismo pero cruzando las piernas. Se quedaron un rato en silencio.

- ¿Te has acostumbrado?- preguntó la peliazul - ¿A tu vida como superhéroe?- el pelirrojo volteó su cabeza.

- Desde el primer día- habló tomando el dije del miraculous para enseñárselo y volviéndolo a meter bajo el traje. La chica soltó una risita.

- ¿Lo puedes ocultar en tu forma civil?-

- Por suerte, apenas se ve la cadena- suspiró. - Ladybug- ella lo vió a los ojos turquesa.

- Se que recién nos conocimos hace unos días, a menos que nos conozcamos bajo la máscara- ella sonrió con gracia - pero quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que desees. Soy tu amigo y te ayudaré cuando lo necesites- le dijo con una sonrisa amigable. Ladybug sintió su corazón suavizarse. Le agradaba saber que tenía el apoyo de otro de sus compañeros de batalla.

- Gracias Fire Fox, lo mismo, cuentas conmigo siempre- el pelirrojo se le acercó y le dió un simpático abrazo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top