Jimin tomó la mano de Yoongi y salió junto a él lejos de la vista del emperador, no sin antes escuchar las frías, pero verdaderas palabras de Min, donde aseguraba haberse acostado con Jimin, en ese momento el cuerpo de Yoongi se tensó hasta el punto de ahorcar la mano de Jimin, la cual se estaba empezando a tornar roja y morada. Yoongi apresuró más sus manos arrastrando a Jimin con él, mientras el emperador solo miraba con tristeza la clase de persona en la que se había convertido su hermano. Todos creyeron que el emperador había nacido para ser un ser frío y despiadado, matando y utilizando a los chicos del reino, pero la verdad era que Min tenía el corazón roto y lo que hacía, era una forma de vengarse de aquel que le había quitado lo más valioso que tenía.

Min se apresuró a llamar a sus guardias, para que no dejarán entrar o salir a alguien del palacio, aquel que no cumpliera con sus órdenes, sería ejecutado de inmediato. Los guardias corrieron a diferentes partes del palacio, cubriendo con sus presencias ventanas y puertas, lugares que podrían utilizar las personas para entrar o salir. Yoongi y Jimin seguían corriendo por los diferentes pasillos, tratando de no ser descubiertos, tenían que llegar a lo más bajo para rescatar a Jin y salir de allí, luego todo convertía a ser como antes o eso creía Yoongi.

—Yoongi. —susurró Jimin después de unos minutos de silencio.

—¿Qué? —preguntó con su voz fría, mirando para todas partes—. No hagas ruido, si nos encuentran, será tu culpa.

—Yoongi. —llamó nuevamente— quiero que me digas la verdad ¿Tú eras el de los regalos?

—¿Acaso estás dudando de mí? —preguntó con su rostro endurecido.

—N-no, solo quiero escucharlo de ti.

—No tengo tiempo para esto. —gruñó empezando a correr nuevamente hacia las cárceles de abajo.

Jimin sintió aquel vacío en su pecho, como si se hubiera quitado una venda de los ojos y en ese precioso momento, estuviera viendo al verdadero Yoongi, aquel no quiso ver desde un principio ¿Acaso el emperador tenía razón? ¿Yoongi era un impostor en su corazón? Todas esas preguntas le estaban dando vueltas en la cabeza y en tan solo un segundo, cayó al suelo desmayado, sintiendo como todo al rededor se desvanecía.

Jimin no sabía cuánto tiempo había permanecido así, pero cuando despertó, ya se encontraba tras las rejas acostado en una manta en el suelo, con la mirada penetrante de Yoongi mirándolo fijamente. Jimin preguntó por Jin, pero éste sólo le dijo que había ido por Jungkook, ya que ambos necesitaban estar solos y hablar, Jimin ya no sentía aquella comodidad que lo hacía sentir tan bien, ahora sentía miedo y tristeza, como si algo malo fuera a pasar.

—Dime Jimin ¿Te acostaste con mi hermano?

—¿Hermano?

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