-Itachi, mañana entrarás a la academia, no olvides tu obligación, hacerte fuerte y aumentar el prestigio del clan, no te atrevas a decepcionarme -el menor asintió levemente, vio a su pequeño hermano y a su madre, suspiró con cansancio levemente -escuché que el niño Namikaze entrará a la academia, es un Uzumaki a pesar de ser adoptado, no serás menos que él, no te quiero cerca suyo, no soporto a sus padres, su madre me causa demasiado molestia, es vulgar y su padre lleno de arrogancia, es insoportable -el heredero simplemente lo escuchó, no dijo nada, no estaba de acuerdo con él, el cuarto Hokage era alguien admirable, era inteligente y fuerte, su bondad era algo bien conocido en la aldea, lo admiraba bastante. Mikoto escuchaba con angustia esperando que su hijo no dijera nada a su marido de su tarde de juegos.

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Naruto entró al salón tratando de ubicar al azabache, no recordaba a nadie más, lo vio junto a una chica con un lunar bajo el ojo, sonrió divertido, corrió a su lado, con las pompitas lo movió dejándolo en el centro. Itachi sonrió divertido, Izumi vio con molestia como había empujado al azabache -oye, no deberías ser maleducado con Itachi-kun -el Uchiha levantó una ceja con duda -no fue maleducado Izumi, es mi amigo -Naruto sonrió divertido ignorando a la chica -tengo una serie de actividades a realizar Itachi, ¿quieres ver? -el Uchiha asintió tomando el pequeño papelito, ambos hicieron casita dándole la espalda a la chica, la castaña se sentía hecha a un lado, veía con molestia al pelirrojo. Itachi abrió demasiado los ojos al leer las actividades -pe... pero.. -Naruto negó -nada de pero, nos ayudará a aumentar nuestras habilidades, ya verás -Itachi asintió con duda, el profesor entró, un sujeto robusto, comenzó a hacer que se presentaran y dar clases.

A la hora del descanso ambos corrieron con velocidad fuera del salón, observaron con cuidado que todos hasta el profesor salieran del aula, con cuidado se introdujeron en la sala del director revisando que no estuviera en el lugar, Itachi vigilaba la entrada con gran habilidad. Naruto subió por la pared hacia el reloj, lo adelantó dos horas, sonrió con maldad, cerró el pequeño cristal del reloj de pared, brincó al suelo, sacó su pegamento especial, lo colocó en la silla del director, salieron del lugar dejando todo como estaba, entraron a cada salón colocando pegamento en los asientos de los maestros, cambiaron las horas en los relojes. Al final salieron por la ventana que daba a la campana en el último salón, se sentaron a comer su lunch con calma, sonreían con diversión esperando la hora de su broma.

Ambos veían al profesor con seriedad durante las clases, comportándose como dos buenos chicos, aparentando inocencia, ¿quién sospecharía del hijo del Hokage y del respetable heredero Uchiha? la respuesta era nadie. El timbre sonó dos horas antes de la salida, todos los niños gritaban y corrían emocionados, los maestros se levantaron tratando de detenerlos, cayeron al suelo con las sillas en sus traseros, los niños se burlaban saliendo con velocidad. Naruto e Itachi salieron de igual forma rápido, evitando ser centro de atención.

Ambos corrieron hacia el bosque riendo con diversión, Itachi sonreía divertido -vayamos a entrenar ttebayo, traje un sello de peso conmigo, ¿quieres que te lo coloqué? -el Uchiha asintió -¿cómo funciona? -el pelirrojo se paró frente a él, levantó sus mangas mostrando los sellos -tengo doce kilos en la suma de mis tobillos y manos, cada que requieras más peso mandas un pulso de chakra al sello ¿lo intentamos?, si te sientes incómodo simplemente te concentras en los cuatro sellos y dices liberar sello, sólo debes prometer no mencionarlo a nadie, ya sabes, cosas de clan -Itachi lo vio con duda -¿no te regañarán por compartirlo? -el pelirrojo negó -le pedí permiso a mamá, estuvo de acuerdo bajo esa condición, ¿entonces? -Itachi levantó sus manos, Naruto colocó los sellos en sus muñecas y tobillos, los activó por doce kilos también -ahora a correr -ambos comenzaron a correr entrenando su cuerpo.

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-No puedo creer que unos niños les hayan visto la cara, son chunin y jounin por kami -Kushina se carcajeaba -Mina, necesitan entrenar, esos mocosos fueron hábiles -el rubio asintió -bastante habi... -el pelirrojo entró a la casa dejando sus sandalias en la entrada, sus padres lo veían con cuidado, se vieron con el filo de la mirada -¿qué hiciste hoy cariño? -Naruto vio a su papá, sonrió divertido -Itachi y yo estuvimos jugando, nos dejaron salir antes, así que nos fuimos a entrenar al campo de entrenamiento siete, no había nadie -Minato afiló su mirada -¿no tendrían nada que ver con la pequeña broma del día? -el pequeño Namikaze lavaba sus manos con cuidado, debió recordar a su padre "demonios" -¿qué te hace creer eso pa? -el Hokage entrecerró sus ojos -supongo que la habilidad para evitar a los chunin y jounin, además de que no lo negaste -el rubio cruzó sus brazos viendo con molestia a su hijo -pero paaaa, están demasiado confiados, simplemente los pongo alerta ttebayo, serán bromas ligeritas, no seas así-

Minato lo veía con cuidado analizando sus palabras, sonrió un poco viendo ventaja en sus palabras, de esa forma su hijo y el Uchiha entrenarían, sus shinobis dejarían de ser apáticos en sus entrenamientos -si logran hacer una broma a anbu sin que se den cuenta, te dejaré hacer las que quieras -el pelirrojo sonrió enorme con una clara mueca de maldad, parecía un zorro astuto, levantó su manita -¿es un trato? -Minato sonrió divertido, agarró su manita -un trato -jaló de él para subirlo en sus piernas, lo volteó boca abajo, un ligero azote dejó en sus pompitas, el pelirrojo tenía un gran puchero y media lágrima de fuera -ocupas un castigo cariño, ahora siéntate a comer y cuéntanos, ¿cómo lo hicieron?-