11|♡Diferencia de tratos♡

──¡Sal de la habitación!──Grito Yavuz a Harika.

Harika mirando con sorpresa la situación, hizo una reverencia y salió de la habitación, encontrándose con Gulden a fuera.

──¿Qué hiciste?──Pregunto Harika mirando a Gulden.

──Puede que...Bueno...Haya ido a reclamarle al Sultán...Y

──Oh no.

──Juro que no fue con mala intención.

──Lo se, créeme que lo se.──Harika le sonrió a Gulden para intentar tranquilizarla.──Ahora no se como vaya a reaccionar Gunay.

──Ojala no me odie.──Murmuro con pena Gulden.

Volviendo a la habitación de Gunay, Yavuz miraba a los niños que dormían plácidamente con odio, pues realmente no los quería.

──¿¡Quien te crees que eres para nombrar a los miembros de mi noble dinastía?!

──Soy su madre, tengo el mismo o más derecho que tu de nombrarlos.──Respondió la morena mirando con odio al hombre.

──¡No eres nada de ellos!, ¡Son solos niños bastardos!──Grito Yavuz.──¡Date cuenta de tu lugar! ¡Tu solo eres la encargada de dar a luz a mis hijos, no su madre!, ¿¡Como una mujer morena podría ser madre de mis hijos!?

Un golpe.

Un golpe se había hecho presente en la habitación.

La mano de Gunay golpeo la nariz de Yavuz, sorprendiéndolo ante esto.

──¡Le pido que me respete!──Grito la morena, viendo como sangre brotaba de la nariz de Yavuz.──Le guste o no, yo soy la madre de estas criaturas, y lamentablemente nacieron con la suerte de que tu seas el padre, pero eso si Yavuz, por muy Sultán que seas, yo no te voy a permitir que llames a mis hijos bastardos, siguen siendo miembros de tu noble dinastía por tener tu sangre, me guste o no me guste.

Mirhca Agha observaba la escena sorprendido, nadie se había dado cuenta de su presencia, pero al ver como la nariz del Sultán sangraba solo significaba una cosa: Akeem y Nahid se iban a quedar huérfanos.

Yavuz toco la sangre que caía de su nariz, estupefacto, no esperaba que Gunay reaccionase de ese modo, para ser honesto, esperaba que ella solo se limitara a asentir y pedir disculpas por haber roto una regla, no esperaba que lo golpease.

──¿Que?──Pregunto Gunay.──¿No que eres muy gallito? No, ¿Sabes que?, mejor ni me digas nada, de lo contrario te ahorcare con la cortilla de allí.

──Maldita...

──Maldita soy si te metes con mis cachorros.──Gunay dio un paso más hasta Yavuz.──Hagas lo que hagas, siguen siendo tus hijos, hazme el favor de reconocerlos como miembros de la dinastía, de lo contrario, no te gustara para nada lo que hare en este palacio y con toda tu descendencia.

Yavuz no dijo nada más, se dio la vuelta indignado y se fue de nuevo a sus aposentos, ignorando las presencias de Harika y Gulden en los pasillos, las cuales al ver que el se iba, corrieron adentro de la habitación para ver si el le había hecho algo a Gunay.

──¡Lo siento!──Grito Gulden abalanzándose a los brazos de Gunay.──¡No era mi intención!

──Esta bien, todo esta bien.──Sonrió la morena abrazando a su amiga.──Mejor preocupémonos ...por que...puede...que le haya metido... un puñetazo a Yavuz... puede que le haya roto... su nariz.

──¿¡Que hiciste qué?!──Grito Harika asustada.──¿¡Estas loca?! ¡Acabas de firmar tu sentencia de muerte!

──Cuidaras de mis hijos, ¿No Gulden?──Pregunto la morena con algo de miedo.

──Si, si, yo los cuidare, no te preocupes.

──¿Me llamo?──Pregunto El gran visir a su Sultán.

──Aumenta en mi lista de descendencia a los hijos de Gunay, pues ahora son parte de esta dinastia.

El visir abrió los ojos con sorpresa pero no dijo nada, pues no entendía que había pasado, hace algunos días el hombre había ordenado que esos niños no entraran a el registro de la dinastía, ellos no tendrían ningún tipo de poder.

──Efendi.──Saludo el visir al hombre que tenia cerca suyo.

── Malkoçoğlu Paşa.── Saludo Berat.

──Retírate Berat.──Ordeno Yavuz.──Hablaremos mañana.

Berat hizo una reverencia y salió de los aposentos del Sultán, "Gunay.", ese nombre hizo eco en su memoria, de inmediato supo que se trataba de la joven de piel canela de la otra vez.

Así que ahora era una sultana, que desilusión, esperaba que eso nunca ocurriese, pues desde aquel encuentro no había podido dejar de pensar en ella.

──Lo lamento.──Se disculpo  Berat al chocarse con la mujer.

──Gracias.──Reconoció a la dueña de esa voz.

──Sultana.──Reverencio bajando la mirada.

──No soy una Sultana, pero esta bien, nos veremos luego.──Sonrió Gunay pasando por su lado, dejando al hombre más sorprendido que antes.

Pues tal y como dijo Harika, el embarazo le había sentado bien, su cuerpo había cambiado pero se veía mucho mejor que antes.

Realmente Gunay era una mujer muy hermosa, el bruto era Yavuz al no darse cuenta de eso.

¿Lo mismo habría pensado él Sultán Suleiman de su madre?, ¿Por Mükerrem no la quiso más?

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