Capitulo decimocuarto: La ira de la Reina.
Hyun sintió que algo dentro de ella se quebró en mil pedazos, en sus oídos solo escuchaba el sonido de los latidos de su corazón junto a un pitido, la voz de alguien a lo lejos la llamaba, pero el grito de dolor que salió de su garganta causo un terror y tristeza en todos a su alrededor.
Un aura oscura la cubrió, y un poder emano de ella arrojando a todos a su alrededor.
Su cabello platinado se ondeaba ante la energía y la tierra tembló. La mirada de Hyun era oscura en su totalidad.
—Lo pagaras — su voz era doble, entre un eco oscuro y su voz común —todos aquí lo pagaran, no dejare a nadie con vida.
—¡Rayos! —el vampiro se levantó del suelo — ¡Saquemos a todos de aquí!
—Pero la princesa...
—No es Hyun en este momento, debemos sacar a los mas que podamos de aquí, me ocupare de ella en cuanto los civiles estén a salvo.
Los sirvientes del palacio, los civiles y demás fueron llevados lo más rápido posible lejos del lugar.
—No puede tener esa apariencia.
Emma no le temía a casi nada, pero en este momento todo su ser temblaba ante la presencia de su hermana, su cuerpo le decía que debía moverse, pero fue muy tarde cuando un golpe la lanzo tan lejos del lugar que cada hueso crujió ante el impacto.
—¿Te querías divertir? —Hyun se inclino metiendo su mano de un golpe al estomago de Emma —¿Esto es lo suficientemente divertido para ti?
—No...no me puedes matar...tu...tu estas sellada —el dolor era demasiado, su boca sangraba al igual que sus ojos — ayu...
Con la otra mano libre Hyun la tomo del cuello.
—¿Ayuda? ¿En verdad Emma? —empezó apretar tan fuerte que parecía que los ojos de su hermana saldrían por sus cuencas —soporte lo que me hiciste, tu traición, tu envidia, pero esto ni con tu patética vida lo pagaras.
La cabeza de Emma se colgó hacia un lado, ya no estaba viva, su cuerpo era solo un cascaron vacío. Balam no supo en que momento Jungkook no estaba mas en sus manos si no el cuerpo de Emma.
Hyun recostó al muchacho en el suelo con delicadeza, sus lagrimas negras no dejaban de salir.
Regreso a estar enfrente de Balam. Este dejo caer el cuerpo de Emma y sonrió.
—Eres tan hermosa como recordaba.
Las alas negras de la demonio se extendieron, ahí fue cuando Balam se dio cuenta que el sello de Hyun estaba roto.
—Aquí estoy Balam, tómame, trata de tocarme, antes de que separe tus manos de tu cuerpo.
—Esta prohibido matar a un demonio de alto rango.
—Estas en mi reino, te cortare en pedazos y se los llevare a tu padre en una caja.
Hyun ataco, pero Balam tenia el mismo nivel que ella así que la pelea estaba reñida, ambos se defendían, el ejercito que acompañaba al demonio fue siendo acabado por los consortes reales, dejando en desventaja al demonio.
Esto lo distrajo un segundo, suficiente para que Hyun lograra cortar su pierna, el demonio no se quedo mas y desapareció. Los pocos soldados que quedaban del demonio fueron aniquilados por el aura de la reina.
—¡Hyun!
Se giro al escuchar su nombre. Miro al vampiro albino cubierto de sangre y algo herido.
—¿Yoon? —miro a su alrededor y sus consortes también estaban cansados y lastimados, se miro las manos y estaban llenas de sangre — Yoon.
Hyun se acerco al cuerpo de Jungkook se hinco y para empezar a llorar de manera desgarradora.
—Aun esta transformada no puedes acercarte, su aura te aniquilara —Seokjin había tomado del hombro al vampiro.
—No me importa no la dejare así.
Yoongi camino hasta ella sintiendo como el aire se le iba de los pulmones, su visión se nublaba, pero el llanto de su reina le ayudaba a continuar.
—Mi reina, mi amada reina.
El aura de Hyun fue disminuyendo hasta que sus alas desaparecieron, sus manos volvieron a la normalidad en lugar de las garras, sus ojos eran rojos de nuevo, parecía haberse encogido se veía más pequeña, se veían indefensa.
—¡Perdónenme! ¡Por favor!
Yoongi llego a su lado y la abrazo, esta se aferro al cuerpo del vampiro siguiendo llorando sin control, toda la zona era un desastre, ella no pudo salvar a Jungkook, y su ira hizo que sus consortes también resultaran heridos, se sentía destruida en todos los sentidos, a pesar de evitar que el país sufriera un ataque mayor, no sentía como tal una victoria, sentía un vacío, sentía dolor, ese día se dieron cuenta que los demonios podían llorar.
La reina asistió al funeral de Jungkook, la madre de este la abofeteo tan fuerte que el sonido retumbo por todo el lugar.
—Mi hijo esta muerto por tu culpa, tú lo mataste.
Hyun se arrodillo frente a la mujer llena de dolor.
—Lo sé, y no vengo a buscar su perdón, no lo merezco, no puedo si quiera pensar que usted me vuelva a mirar.
—¡Lárguese!
El padre de Jungkook tomo a su esposa para alejarla de ahí, Hyun sintió que su hombro fue tocado.
—Debe levantarse su majestad, una reina no debe de hacer esto.
—No soy una reina, jamás lo seré.
—Mi madre esta dolida, pero no la culpa en realidad, mi hermano tomo su decisión, usted me salvo a mí, salvo a mi hermanita, usted ha salvado al reino en mas de una ocasión, jamás, jamás dudaríamos de sus aptitudes como reina.
Levanto la mirada para observar aquel chico, lo recordaba muy bien, pues es a quien había salvado de manos de el antiguo Rey, Jeon Hoseok el hermano mayor de Jungkook.
—Levántese mi Reina, usted también está en duelo, el único amor de su vida esta siendo despedido para no volver, va a llorar lo que sea necesario, pero se hará más fuerte y más hábil por él —las lágrimas de Hoseok estaban secas en sus mejillas —prométalo.
—Lo juro y un demonio jamás rompe sus promesas.
No mis peques, Jungkook no va a volver.
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