CAPÍTULO 2.


Pasando el aniversario de muerte de mi familia las cosas siempre vuelven a tomar su rumbo, todo se resume en negocios, acuerdos entre clientes, pobres ingenuos, pensar que pueden librarse de las deudas pero seguir apostando y jugando en el casino gastando el dinero que no tienen, de esa manera nos hemos hecho dueñas de muchos terrenos, negocios e incluso de casas, nunca nos ha interesado eso pero muchas veces es la única forma  en la que nuestros clientes saldan sus cuentas.

-Ava, ha llegado Keith Sloan, el abogado, quiere tratar unas cosas contigo del Casino- Lou es contadora, ella se encarga de las finanzas del casino, Freya es la experta en Marketing, es asombrosa en su trabajo, se encarga de todo lo relacionado con la imagen del casino, gracias a ella es que hemos sido tan famosas en nuestro negocio, y yo soy abogada, me encargo de todo lo legal, claro que solo ha sido una excusa para siempre salir libradas de todo, estudié en una universidad prestigiosa, me gradué con honores, he hecho tantas cosas en mi vida que aunque muchas no me hagan feliz se que me llevaran al fin que planeo.

-Ahora mismo voy a verle- Keith es un hombre imponente, guapo en demasía, y el lo sabe, ahí es donde radica su gran fallo, tiene mujeres que darían todo por estar con el, pero nada de eso me interesa, es un hombre frío y calculador, muy parecido a mi, yo no quiero a nadie a mi lado, menos a alguien que actué como yo, como de dice Angus, tengo días en los que ni yo misma me tolero.

-La bellisima reina de oros, como esta señorita Veltmann- llego hasta donde se encuentra el vanidoso y arrogante abogado, las personas aduladoras no son mis favoritas pero sonrío por educación, hace tiempo descubrí que una sonrisa te puede abrir muchas puertas.

-Hola Señor Sloan, a que debo su visita- le invito a tomar asiento, Maggie una de las meseras del casino llega hasta nosotros con dos tazas de té, es lo que siempre consume cada vez que viene a querer meter su nariz donde no le llaman.

-He encontrado una manera para que no deban pagar impuestos- me acomodo mejor en mi asiento, a este quien le pidió eso, nosotros cumplimos con todo, nuestros negocios están conforme a la ley, no queremos atraer una mala fama a nuestro lugar y mucho menos a nuestros nombres, siempre permanecemos con un perfil bajo, no salimos mucho para que no se hable mucho de nosotras, tenemos un pasado que esconder y se que tenemos muchos enemigos que aprovecharían cualquier descuido para asesinarnos como hicieron con mi familia.

-Si ha venido a eso pierde su tiempo, tenemos el suficiente dinero para pagar impuestos, no queremos nada de usted, no ha entendido las siete veces anteriores- no soy para nada política con las visitas, soy franca y nunca me ando por las ramas, y este sujeto ya me ha llenado el costal de piedras, al principio solo pensé que era un ególatra que quería llenarse los bolsillos con nuestro dinero, pero hay algo en su insistencia que no me da buena espina.

-Pero hacer tratos juntos nos interesa a ambos, tres mujeres sin un pasado, no te parece sospechoso, una fortuna de la nada, eso debe atraer mucho la atención, alguien con recursos como yo puede hacer averiguaciones y dar con algo que no las deje en buenos términos- este tipo me está amenazando y no se lo voy a permitir, primero tiene que tener pruebas para decir algo como eso, se que tenemos un pasado pero hasta ahora no hemos dejado ningún cabo suelto, si de algo nos cuidamos es de las personas como esta.

-Claro, no dejemos de lado las dos demandas por fraude fiscal en Pennsylvania, o el echo de que trabaje para personas corruptas que deberían estar en la cárcel, y no olvidemos que está involucrado en una gran demanda por acoso laboral, vaya fama que has criado, no necesito a una persona con ese historial en mi casino, ya hay demasiada escoria jugando aquí para meter a un buitre-  esta sudoroso, asqueroso, pensar que intentaba asustarme, a mí ya nada me daba miedo, nadie se iba a meter en mi camino, y mucho menos permitiría que un patán pusiera en riesgo nuestro plan, la tercia de reinas siempre ganaba, hacía mucho tiempo había dejado mi pasado atrás, no quedaba nada de aquella chica que fui, nací el día que también mataron mis sueños, ahora no estoy sola, y estoy en un camino de venganza, no se a donde me va a llevar todo esto pero nunca podré ser feliz sin acabar con aquellos que acabaron con lo que más amaba.

-Creo que la plática se salió un poco de contexto, en verdad me gustaría mucho pertenecer a su casino, es una joya pura, haríamos un equipo excelente- le doy un sorbo a mi té, él está cada vez más nervioso, perdió el poco terreno que tenía avanzado según él, desde que el puso un pie en mi territorio las llevaba de perder.

-Creo que al fin pude ver sus verdaderas intenciones, pero como se lo he dicho todas las veces anteriores, no requerimos de sus servicios, gracias, tenga una buena vida- me pongo de pie, ya he gastado mi tiempo para estupideces en el día, necesito un trago de Brandy, esa botella que solo abro cuando siento que las cosas me sobrepasan, estos días siempre son así, uno piensa que el tiempo cura todas las heridas, pero he llegado a comprobar que no es verdad, tengo heridas curtidas, tengo heridas que aún sangran, y aunque pase el tiempo el dolor sigue latente, punzando y oprimiendo mi pecho, desde ese día he vivido por vivir, y siempre que se cumple un año más de estar sin ellos siento como si la vida que tengo se la debiera a la muerte de ellos.

Al entrar a mi despecho me siento en paz, mi despacho es como mi hogar, paso más tiempo aquí que en casa, al ver que nuestro casino es toda una sensación las tres nos hicimos de nuestro propio espacio, incluso Angus que aunque pensamos que se decidiría por compartir casa conmigo el al final decidió vivir por su cuenta, tiene su propio espacio, yo tengo una casa a las afueras de Los Ángeles, es estilo victoriana, con un enorme jardín delantero en el que tengo muchas flores y árboles, tal como le gustaba a mi padre, aunque tuviésemos un jardinero el amaba ver los jardines verdes y llenos de vida, era un hombre sencillo y aunque no pasaba mucho tiempo en casa el siempre se preocupo por darme esos lindos momentos, donde solo eramos él y yo. 

Freya por el contrario se compró un hermosísimo Loft en el centro de Los Ángeles, está en un edificio nuevo que tiene 16 pisos, y claro el de ella es el último, con las mejores vistas y una gran piscina, le gusta sentirse libre, su casa es una fotografía de lo que ella es, aunque sufra por dentro es un libro abierto, puedes ver a través de sus ojos cuando algo va mal. Angus tiene una casa sencilla en un lindo vecindario, es una casa familiar, es una buena fachada para nuestra historia ficticia, y claro Louise tiene una mansión también a las afueras, pero a ella si le gustan los exteriores más sofisticados, tiene piscina, tiene cancha de tennis, en resumen tiene una mansión de ensueño, ella fue una chica que nunca careció de nada material, vivió rodeada de lujos, pero nunca tuvo lo que realmente importaba, ella aunque parezca fría muchas veces, y a veces crea que es la que menos le toma importancia a las cosas se que en el fondo es la que está más rota.

Pensar en el pasado solo me ocasiona que el rencor se siga acumulando dentro de mi, he investigado con ayuda de Angus y un detective, mis padres tenían negocios alrededor del mundo, uno era el más importante, una línea hotelera, RTK'S, hoteles de cinco estrellas en todo el mundo, había otros dos socios, el hotel tenía las iniciales de cada miembro, R por Rayad, el nombre de mi padre, T de Theodore y la K de Karius. No hay más, solo están los nombre, no hay direcciones, apellidos, nada de ellos, incluso después de la muerte de mi familia los hoteles cambiaron de nombre, ahora son Merlot, siguen siendo los mejores, pero se desconoce quién es el dueño y que hizo para hacerse de ellos, nunca recibí algo que indicará que compraban la parte de mi padre, esa empresa era de las tres personas por igual.

Después de dejar a Gustav en ese pasillo, Angus me llevó a la caja fuerte, tecleé el código que me dió mi hermano, dentro había una cantidad inimaginable de dinero, y no solo rublos, habían de todo tipo de billetes, también había muchas pequeñas cajas, debían ser las hermosas joyas de mamá, tomamos todo lo que había en esa caja, desde dinero hasta documentos que desconocíamos el contenido, debíamos salir antes de que los que asesinaron a mi familia regresaran. 

Lo supe después, alguien se encargó de quemar la casa en la que crecí, para todos fue un accidente la muerte de mi familia, y se llegó a decir que toda la familia murió, nadie supo que una chica se salvó, que fue rescatada por el guardaespaldas de su padre, pero nada de eso importaba, todo lo que una vez quise se quemó en esa casa, las personas que más amé, quien lo hizo no solo me robó un futuro con mi familia, robó la oportunidad de hacer algo con mi vida que fuese de provecho, ahora todo se resume en mi sed de venganza.

Escucho que alguien llama a mi puerta, es extraño, las chicas entran siempre sin tocar, Angus rara vez viene a verme a la oficina, el prefiere visitarme en casa o quedar en el restaurante del casino.

-Adelante- no se de quien se trate, dejo los papeles que estaba por revisar y veo a un hombre que entra, me parece familiar, no se donde lo he visto.

-Hola señorita Veltmann, quizá no me recuerde, nos estampamos un poco en el casino y yo la sostuve- ahora lo recuerdo,  es el hombre atractivo que me dijo que lo que había escuchado a cerca de mi no me hacía justicia.

-Que lo trae por aquí, mmm, no recuerdo cual era su nombre, no se lo tome personal, no suelo ser buena con los nombres- el sonríe, es una hombre que resulta agradable a la vista no solo por su hipnotizante físico, se ve que es una persona agradable.

-Soy Damian Hoult- le invito a que se siente, el acepta, no se ve ansioso o no muestra signos de estar nervioso por esta visita tan extraña.

-Ahora, señor Hoult, me puede decir por favor a que debo su extraña visita- 

-Sonará extraño que lo diga, trabajo junto a su investigador privado, el señor Dawson, soy detective además de ser comandante de las fuerzas armadas, en este momento me estoy dando un tiempo- lo miro algo contrariada, no se a donde quiere llegar con todo esto, no se que hace el en medio de toda esta situación, Dawson es un tipo muy celoso de su trabajo, no suele andar ventilando lo que hace y menos le gusta trabajar con otra persona.

-Dawson no es un apersona que le guste mucho trabajar con pareja, me parece imposible que usted este al tanto  de todo este asunto-

-Dawson y yo somos más que colegas, somos amigos, el me ha informado por que las cosas se han vuelto un tanto extrañas, alguien le está siguiendo la pista a el y lo están amenazando, me ha pedido ayuda en lo que el les pierde el rastro, aún no sabe quien es el que lo sigue pero creo que esta muy cerca- escuchar eso me pone la carne de gallina, nunca he querido poner en riesgo a más de las personas que ya estamos involucradas, se que en el momento que se presente algo yo seré la única que cargue con las consecuencias.

-No quiero que se involucre en esto, no necesito de más personas, haré las cosas por mi cuenta, aunque agradezco su intención- el se ve contrariado, pensó que le diría todo lo que trato con Dawson, si lo hice en un principio con el fue por Angus, ahora se que no debo de meter  anadie más en mis asuntos.

-Dawson no me ha contado de lo que esta buscando ni lo que pueda estar imaginando, solo me dijo que me pusiera en contacto con usted para prestar mis servicios-

-Y lo agradezco, pero ya lo he dicho, lo haré por mi cuenta, no necesito a nadie más metido en ello- me pongo de pie y sirvo un vaso con brandy, le ofrezco y acepta, parece que no esperaba una negativa de mi parte, no soy una persona a la cual le guste hablar de sus asuntos, si lo hice con Larry Dawson fue por que el es amigo de Angus, se que confía en el y como yo confío en Angus nunca cuestionaría algo que el dijera.

-Es un buen Brandy- asiento, me gusta sentir cuando pasa por mi garganta, es como beber llamas, hay días en los que siento que es lo único que logra traer un poco de calidez a mi mundo.

-Es el mejor, un regalo de un viejo amigo- bebo un trago más, ahora que el ha recibido mi rechazo creo que la incomodidad de la situación es extraña, pero de cierta forma me gusta tenerle aquí, para ser un hombre tan imponente irradia demasiada tranquilidad.

-Gracias por el trago, aunque no aceptara mis servicios quiero que tenga en cuenta que estaré dispuesto a ayudarla si no necesita- extiende su gran mano, la miro y miro de nuevo a su cara, este hombre causa algo en mi que es difícil de explicar. 

Acepto su mano y la estrecho, su tacto es cálido, para ser un hombre con un gran cuerpo y que se ve que lo trabaja su agarre es suave, casi como si estuviera midiendo su fuerza.

-Gracias señor Hoult- el asiente, se da media vuelta y camina a la puerta, a su paso va dejando su varonil aroma, si me preguntaran a que huele diría que a sensualidad, posesividad y a desenfreno, necesito salir ahora mismo de oficina, necesito tomar aire. 

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