Marianne/Anna

Es mi cumpleaños! Ahora ya tengo dieciocho años, no lo puedo creer. Y ahora al fin, Kristoff me deja ir afuera sin que me persiga. Pero yo sigo sin entender... porque no me deja Kristoff ir. Yo digo, estamos todos bien no hay robos ni esa tipo de gente. Pero que puedo decir, eso está en el. Kristoff me ha ayudado desde pequeña cuando mis padres me dejaron o en otras formas... cuando murieron. Horita estoy con mi mejor amiga Elsa al igual con Kristoff, elsa se escapó con nosotros, también su familia.

-Que quieres a ser Marianne? -me pregunto

- No tengo ni la menor idea -le respondí riendo-

- Quieres caminar?-

- Ummm... si claro-

Elsa y yo caminamos hasta ver un hombre que venía desde el palacio con su caballo. Se parece familiar pero... no no creo. Como Pitch ya reconocía a Kristoff, se tenía que esconder para que no lo agarran. El hombre tenía una tela especial, que solo la gente rica pude tener. Pero como digo, el nos entregaba una noticia.

- Gente de Berk- nos decía mientras el bajaba de su caballo.

- Les tengo una noticia nueva del rey. El está buscando una reina nueva para acompañarlo. La Reina anterior no hacía nada en lo que decía el rey Hiccup. Entonces ahora, estamos buscando una reina nueva. Quien quiera ser la nueva reina, metance el el carruaje.-

Elsa corrió hacía donde el carruaje. Al igual que otras mujeres, señoritas, y asta los de mayor de edad. Yo sólo me quedé allí con Kristoff, sin queriendo me ir. Pero... algo adentro de mi, me dijo que fuera. Yo solo quite ese pensamiento, y mire a Kristoff que ya salió del escondite.

- Que piensas primo?-

- No lo se, pero nos tenemos que ir. Y rápido!-

- Está bien.-

Antes que yo podría ir con Kristoff, Pitch me paro.

- Disculpame señorita, pero tiene que irse con las demás. - me dejó Hans jalandome al carruaje.

- Si esto esta bien con el rey, a mi me gustaría quedarme aquí - le respondí jalando mi brazo

- No te pregunte si estabas interesada, el rey necesita una reina. Ahora métete en el carruaje! - dijo enojado, apuntando el carruaje.

- Marianne, para tu bien. Deberías irte con el. - me dijo Kristoff, señalando a Pitch.

- Que!!! Pero yo...-

- Señor! - le grite. - Necesito que quedarme aquí, para quidar a mi pri- no pude terminar lo que iba a decir, sólo fui interrumpida de Kristoff.

- Shh!!! - me callo Kristoff.

- Me callo! - se enojó Hans

- Que?! No! Fue Kristoff. - le respondí

- Ay niña. - kristoff suspiro, saliendo de su escondite.

- Un momento, yo te conozco. Eres Kristoff, tu vivías en Arendelle. Tienes suerte ahora que vives aquí, no te puedo a ser nada....por ahora.- sondria malvadamente.

- Hola Pitch - saludo sin expresión.

- Por ahora tu me llamarás señor, al menos esta joven si sabe modales. Ya sabes que los dos de nosotros trabajamos para el rey, pero tu ya sabes que yo soy el "Mejor amigo" del rey, y pues tu.... solo eres.... una estúpido -

- Es "un estúpido" no "una estúpido"- le correjio.

- Me estas llamando pendejo! - le gritó de nuevo.

- Que no! Solo te estaba correjiendo - le respondió

- Me estas llamando torpe?! -

- Claro que no!! -

- Sabes que tu métete en el carruaje - me punto

- Pero tengo que quidar a mi pri- me callo de nuevo Kristoff

- Shhh!! - Me callo de nuevo Kristoff.

- Me cállaste otra vez! - dijo Pitch enojado.

- Pero! -

- Marianne solo ve, es por tu bien. -

- Que te pasará? No te puedo dejar solo! -

- No te preocupes, todo va a estar bien. Además tu tienes a Elsa, ella va a estar contigo. Por ahora llamate anna, no dejes que ellos se den quenta!-

- Esta bien, solo por ti. - Me dirigí al carruaje, con una preocupación. Que me pasará quando llegue? Que pasa si se dan quenta? Que le pasará a Kristoff? Wow, que gran cumpleaños no? Empeze a llorar, solo para estar consolada de parte de Elsa. Bueno, al menos si tengo a Elsa como compañía........ Eso espero. Lo único que necesito que arruine año...... que sea reina. Y eso espero que no.

-Oye amiga-

-Que pasó?-

- Que pasará con el pueblo? Y tu familia, que le pasará?- le dije con duda. Me miró fijamente, y dijo que no me preocupe. Porque todo pasa por un propósito.