Capitulo 2 (Regalo Perfecto)
Dioses... Al fin, al fin... Sucede lo que mucho esperaron... Pero no diré mas... Solo que, la enorme locurita que conecta a vario dorados en una misma historia sigue.
Espero que les guste mucho, y de igual forma felicitar al cachorro de León que ya al fin le estoy dando un regalito, por que sin duda se lo merece.
Pero en fin, espero que disfruten mucho este capitulo, un One Shot, donde se esta desarrollando sentimientos muy curiosos.
Sé que me he retrasado mucho, desde Agosto, pero... Mas vale tarde que nunca.
No diré mas sobre el contenido de este One Shot, por que deben descubrirlo.
Pasen hermosas fiestas, preciosa Noche Buena y Navidad.
Pásenlo super lindo en compañía de tus seres queridos, familiares, amigos o igual si la pasan solos, recuerden que mamá terrón de azúcar les desea una hermosa y cálida noche buena y navidad, aunque estará bastante frió por mi ciudad pero es otro tema.
Sin mas, disfruten la lectura.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
-Hola, soy yo otra vez- Un joven de recién dieciséis años, se encuentra sobre aquel pasto, habla tan tranquilo a la nada, solo apreciando su alrededor.
-Sabes... No sé por qué, pero... Quise venir a verte- Su sonría cálida se presenta junto a unos ojos que muestran tanta tristeza y añoranza.
-No sé bien cuantos años estoy cumpliendo ¿Sabes?- Alza sus hombros, mientras en cuclillas se encuentra, y abraza sus piernas –Digo, tenía quince cuando morí y, revivo... Doscientos y cuarenta algo de años después y... No sé si deba contar todos esos años, o solo retomar los que ya tenía- Lanza un suspiro, para pasar su mano sobre sus cabellos castaños claro.
-Es confuso ¿Sabes? Yo creí... Pensaba que después de aquel enfrentamiento, no volviera a ver a nadie más... Que moriría y ya... Y mírame ahora... Estoy vivo...- Baja su cabeza, posando su mentón en los brazos cruzados que rodean sus rodillas -Y no sé qué hacer... La verdad, no sé que estoy haciendo aquí-
Su vista se clava en el pasto verde, al pie de una piedra grisease con un nombre grabado en ella, que no es capaz de sostenerle la mirada.
-Yato... ¿Recuerdas que... Mis cumpleaños eran alegres por que siempre tenía a alguien conmigo?- Sonríe forzadamente, mostrando sus dientes, mas sus labios tiemblan levemente.
-Aunque no la recuerdo bien, sé que mi madre estuvo conmigo cuando era muy pequeño... Y mi padre igual... Luego... Mi tío... Sísifo...- Pronunciar ese nombre, lo hace sentirse muy triste, demasiado mal, que sus lágrimas, las cuales ya amenazaban con escaparse en cualquier momento, pero intenta detenerlas a cualquier costo, aunque... Su cuerpo se estremezca y el dolor se marque en su rostro.
-Él estuvo conmigo, al igual que tú... Cuando quede solo... Nunca lo demostré... Por que, no creí que debía hacerlo- Había pasado tanto... En tan pocos meses, regresó a la vida, pero, no sabe cómo volver junto a todo lo que añora.
A lo lejos, puede ver la alegría y felicidad de su tío, por esa nueva vida que tiene ahora...
Tuvo hijos con El Cid, Régulos había notado un poco de esa interacción en su primera vida, pero nunca le tomó mayor importancia, era feliz teniendo casi toda la atención del anterior sagitario solo para él, pero...
Se siente culpable por solo haberse preocupado por sí mismo en ese tiempo, o bueno es lo que él siente que hizo, al querer demostrar que se convirtió en el prodigio que todos esperaban que fuera, que sin quererlo lo tomo tan a pecho que puede haber ignorado algunas cosas...
No, nunca fue con malas intenciones, siempre quería conocer a las personas y escucharlas a su manera, pero... Aún era inmaduro, todos lo veían como un niño, y eso era muy bonito a su parecer. Mostraba una enorme sonrisa y se dejaba consentir un poco al ser el más joven de la orden dorada de aquella época.
En su pensar, él ya no debió volver a la vida, él no tenía a nadie que lo necesitará o deseara conocer...
Su tío, vivía mejor sin él... Su mejor amigo, alguien muy especial para él no está a su lado, no volvió a la vida...
¿Qué caso tenía seguir?
No quería ser un estorbo para nadie...
Suficiente había tenido su tío, con tener que cuidarlo y criarlo a pesar de que...
También era joven, y quería tal vez poner su concentración en otras cosas o personas y no en un niño.
¿Con que derecho iría de nuevo a fastidiarle la vida?
No puede volver a molestarlo, eso es lo que menos quiere hacer... Ya no puede ser dependiente de él, ni de nadie más, pero...
Aún así, aunque su deseo de crecer y madurar sea muy grande...
Sigue teniendo una corta edad y poca experiencia en la vida...
-Yato... No importa que tenga dieciséis años... Aún lloro cuando algo me duele tanto que no lo puedo soportar y no me gusta sentirme así. Pero, pero... ¿Qué puedo hacer?- Y es allí que se comienza a derrumbar en llanto.
Lleva pesto ropa civil de entrenamiento, pues Leo ya es de alguien más.
Se abraza a sí mismo como un niño chiquito, delante de aquella tumba, de la de su mejor amigo... Y aunque nunca se lo dijo, también fue su primer y único amor hasta la fecha y eso no lo piensa olvidar.
-Quisiera poder... Poder irme lejos, pero... No puedo... Por que aun creo que... Quiero estar cerca- Su voz se quiebra entre los sollozos que lo hacen desesperarse más –Una parte de mi desea volver... Decirle... Q... Que estoy aquí, pero no puedo hacerlo- Sus puños se crispan mientras se abraza a si mismo, oculta su rostro entre las rodilla, dejando escapar pequeños espasmo que se vuelven en un temblor.
-Ya no soy un niño... Eso lo sé... Muy bien- Asiente con la cabeza, aun ahogado en dolor -Debo ser fuerte e irme... Pero, Yato... ¿Qué pudo hacer?-
Sus cabellos castaños ocultan sus ojos, mas sus lágrimas se escapan sin poder evitarlo -Ya no me siento siquiera capaz de hablar con la naturaleza... Me siento alejado de mi padre... ¡¡¡¿POR QUÉ?!!! ¡¡¡¿POR QUÉ ESTO ME ESTÁ PASANDO?!!!-
La desesperación se hace presente, por las memorias de su vida pasada, lo abruman al igual que los sentimientos de ahora.
Cumplió su venganza, logró vivir como pudo, fue muy feliz, rodeado de personas que aprecio y amo tanto. Claro que cuando murieron los extraño mucho, más jamás me permitió derrumbarse.
Siempre se mostraba fuerte...
Creía que sí él estaba bien todo el tiempo, los demás estarían tranquilos...
Pero tenía miedo, temía que no fuera capaz de hacer su parte, es normal dudar, todos lo hemos hecho...
El pensar que su tío moriría y lo dejaría solo, lo llevo varias veces a sentir incertidumbre y temor... No quería que algo así pasara... No quería estar solo una vez más...
Pero, también entiendo otra parte de su corazón...
Que debía ser fuerte también, para poder dar defender a aquellos que amaba tanto y lo sigue haciendo.
-Yato... De verdad... Te necesito... Los necesito a todos, pero... No pudo ser egoísta, ya no puedo serlo ¿Cierto?- Tener dieciséis años ahora, ser un prodigio y haber muerto, no da por completo la madurez necesaria para ciertas circunstancias de la vida.
Tiene pensamientos contradictorios, siente cosas que pueden tener lógica y otras no... Cree que mantenerse alejado de todos es lo mejor, lejos de su familia, y al igual siente que no quiere estarlo siempre, ya es muy doloroso estar solo... Desea volver a tener una familia, no desea seguir viviendo entre las sombras... Junto a alguien que no es precisamente un buen compañero para hablar o empatizar mucho.
La única manera de poder expresar su sentir, es delante de las tumbas de quienes fueron importantes en su vida...
Ya había ido a la tumba de su padre, pero delante de él, no se derrumbó tanto como ahora lo hace... Se dio el permiso de hacerlo porque es un amigo que varias veces le dijo.
"-No por qué seas un chico perfecto, debes reprimirte, vamos Regulus, expresaste más que con solo una boba sonrisa-"
Era un regaño combinado con un concejo y una mirada seria que se desvía por un tierno sonrojo, siempre le daba risa y le gustaba ver así al unicornio, a quien nunca dudo en abrazar, posando su rostro en la nuca del oriental y aunque sonriera y tratara de reír sonoramente, dejaba allí escapar sus lágrimas...
Con el único que sabía qué hacía esto, y nunca lo juzgo, nunca busco verlo a la cara en esos momentos, por la vergüenza que le daba al León mejor ser visto con lágrimas en sus ojos color turquesa... Ya que siempre quería ser visto fuerte e implacable, pero... A veces no podía mantenerse todo el tiempo así.
Es curioso, nadie le dijo que debía reprimir su llanto, pero... Era algo que le dolía tanto hacer, ya que nada solucionaba de esa forma... Así que quería privarse de algo tan natural y normal.
Pero con su mejor amigo, quien le decía que debía expresarse para sentirse mejor, en el momento en que las circunstancias lo rebasaban... Se permitía llorar, siempre y cuando nunca lo viera llorar Yato.
Ahora de nuevo derrama miles de lágrimas, mientras se oculta entre sus rodilla y deja que su dolor moje sus prendas...
En soledad de nuevo sufrirá... Pero esta vez, nadie sabe que esta allí, nadie lo buscará al final del día, por qué él mismo decidió que las cosas fueran así.
Que triste que pases tu cumpleaños de esta manera por decisión propia, por creer que es mejor permanecer lejos de todos, pensando que sus vidas serán mejor sin ti...
Pero, es porque no conoce los verdaderos pensamientos de los demás...
Mientras llora y se abraza lastimeramente... Unos pasos se acercan lentamente, se pueden escuchar las pisadas en la hierba que rodea el cementerio del santuario...
No se asusta, pues reconoce el cosmos y está bien...
-¿Por qué estas llorando?-
-Solo... Tengo una basura en mi ojo... No es nada-
-Mmmh... Como digas-
-¿Qué haces aquí, Aspros?-
-Nada importante, pero creo que deberías limpiar esas lágrimas-
-No estoy llorando, solo... Estoy hablando con un viejo amigo- Se defiende rápidamente, intentando limpiar las perlas saldas, para levantar su vista lo antes posible... Pero le es muy complicado.
-Ya veo... ¿Así quieres pasar tu cumpleaños?-
-Si, así quiero hacerlo... Es... Reconfortable... Mi padre y Yato, siempre me han ayudado para encontrar el camino correcto- Una sonrisa se dibuja en sus labios, mientras torpemente se levanta del suelo... Sabe que si sigue así, terminara de nuevo llorando, y es lo que menos desea, más delante de este peli azul hombre.
-Sísifo, también lo hacía ¿No es así?- La pregunta sale de golpe, sin mucho gramo de empatía en ella, solo como si fuera algo para lastimar un poco al menor o hacerlo tomar conciencia.
Enmudece un instante, mordiéndose el labio inferior, sabe que debe responder, pero no sabe cómo hacerlo para que el otro no descubra que está muy mal.
Después de todo, en cierta forma... Aunque ambos se acompañen en no querer ver a los que son parte de su familia ahora siendo más grande por nuevos integrantes, se intentan animar mutuamente, para que cada uno vaya a verlos y reencontrarlos... Pero a la vez no quieren ser tentados en algo así. Rebuscado es el deseo que querer influir en el otro para que haga lo que ellos desearían olvidar.
Ninguno tiene el valor para ir con sus familias, y unirse a ellos... Pero, si el deseo de ayudarse mutuamente.
-Bien, no respondas. Realmente eso no me importa- Agrega aquellas palabras secas, mientras cruza sus brazos, y a la vez siente algo de lástima y simpatía por el niño... Después de todo, llegó a tomarle cariño antes cuando era el consentido de Sísifo, y ahora aún más al pasar tanto tiempo juntos.
Por lo cual Aspros, decidió hacer algo que nadie esperaría... Solo un poco de ayuda para que este niño deje de sufrir por sus tontos pensamientos...
Él no ha hecho nada malo y por eso merece vivir a lado de las personas que ama y que lo extrañan tanto, aunque no lo sepa.
-Aspros... La verdad no quiero hablar nada de eso... Verás yo...- Solo intenta explicarse un poco, pero no sabe cómo hacerlo si terminar llorando.
Pero las sorpresas no dejan de aparecer...
Pues de repente, el joven de dieciséis años, siente un cálido abrazo, uno que no había sentido hace mucho tiempo...
El abrazo de un adulto que le tomó cariño, que él aprecia, y se siente seguro a su lado.
Similar al de su padre, al de su tío... Incluso teme que se sienta parecido a ese afecto que Yato le profeso solo una vez, de una manera tan discreta, que el inocente León no entendió... Pero se ilusiono un poco a la vez.
-¿Aspros?- Confuso, no sabe a cómo reaccionar ante esto.
-Feliz cumpleaños. Solo no hables de mi si quieres ser feliz- Le felicita y amenaza con un tono grave y un poco malhumorado de manera fingida.
-¿Qué?- Menos entendí esas palabras dichas por el adulto... Su mente no sabe cómo tomarlo por sus sentimientos vueltos un desastre. Con solo un suspiro demuestra sentirse cómodo, tanto que cierra sus ojos un instante...
El Peli azul y ex dorado de Géminis desase ese abrazo, y como último vistazo que tendrá del menor, le dedica una leve sonrisa, para de una irse con un paso lento al inicio, pero...
Al escuchar unas risitas infantiles, aumenta su velocidad... Dejando confundido al joven Regulus, que no se da cuenta que algunas personas se acercan peligrosamente a él.
-Pero... ¿Qué le sucede? Aspros no actúa así. ¿De verdad me felicito y abrazo solo por mi cumpleaños?- Sus dudas empiezan... Por eso esta distraído, cosa rara en él ya que usualmente esta alerta para no ser descubierto, sin embargo...
Aquel abrazo que le dio un ex Géminis, lo dejó con las alertas bajas, y eso claramente no le favorece en nada, menos en lo que sucederá en poco tiempo.
Pisadas infantiles se escuchan llegar, junto a las de un adulto que parece apresurado ya que sintió un cosmos muy familiar al pisar el cementerio.
Su corazón se aceleró, su mente trae miles de pensamientos a su ser, lo reconoce muy bien, sabe que es de él, ni tiene duda alguna al respecto. Su corazón lo reconoce, quiere y desea con todas sus fuerzas que sea verdad... Que justo en este día que se encuentra lleno de tristeza, y que por esa razón decidió pasar tiempo con sus nietos, para sentirse tranquilo y en paz...
Pero, no creía que se le escaparan de una manera rápida, siendo guiados por la curiosidad de descubrir algo o alguien que estaba cerca, y resulto tener un cosmos muy familiar para una invitada de juego de los niños.
Había dejado de decirles a los niños que se detuvieran y lo esperaran, y comenzó a también apresurar el paso, sin dejar lejos a los cuatro pequeños, pues necesita llegar lo antes posible ante las tumbas simbólicas de los antiguos caballeros de Atena...
Fue allí que sus ojos lo ven, aquella mirada que en este día se volvió triste y desoladora, parece iluminarse y a la vez irse inundando de lágrimas por aquella figura que al fin logra apreciar...
Tanta es su alegría que su voz sale por mero impulso, envuelto en un potente grito.
-¡¡¡¿REGULUS?!!!- Llama con tal emoción que los niños se quedan sorprendidos, deteniéndose en seco para ver atentos al ex Sagitario.
Esto claro que llama la atención del menor, en una enorme sorpresa que lo logra sobresaltar, sus ojos se abren de par en par, sus pupilas se dilatan, no se ha atrevido a girarse, puedes se ha quedó impresionado por el actuar del Géminis que lo dejó solo, y que justamente ahora entiende bien el porqué de su actuar.
Sus piernas deberían correr en sentido contrario para huir, su cerebro les ha dado la orden, pero no quieren reaccionar del todo bien, como sí su corazón se lo estuviera impidiendo.
Traga saliva algo asustado...
Solo debe moverse, alejarse... Pero si lo han visto...
¿Podría seguir viviendo en la oscuridad, mirando a su familia de lejos para no ser un estorbo?
Pero cual sea su decisión, no tiene tiempo de reaccionar, pues... Aquel hombre que lo cuido, que era su única familia que tenía, quien sacrifico algunos momentos de su juventud para dárselos a él. Ante su enorme felicidad, no se detiene en su deseo en darle un abrazo a su querido sobrino... Rodeándolo con sus brazos igual a cuando lo conoció por primera vez, y quiso hacerlo sentir bien, a pesar de la muerte de su padre, el medio hermano del Sagitario de aquella época.
-Regulus... ¿De verdad eres tú...?- Su voz en un susurro sale, derramando lágrimas de alegría y emoción, donde se quiebra por completo mientras abraza de forma protectora a aquel joven.
-Tío... Sísifo...- No sabe que decirle... Acepta ese cálido contacto, sus brazos tiemblan tratando de elevarlos un poco e imitar la misma acción del mayor.
-¡¡¡QUE ALEGRÍA QUE ESTÉS AQUÍ TAMBIÉN!!! ¡¡¡QUE ESTÉS VIVO!!!- Esta con la emoción a flor de piel, abrazando a su sobrino a su única familia que tenía antes, y le hacía tanta falta ahora -Te extrañe tanto... Tenía miedo de que no poder volver a verte jamás- Habla mientras llora desconsoladamente, mostrando a la vez una preciosa sonrisa por esta alegría tan grande que lleva en su corazón -Estas aquí, mi querido sobrino Regulus- El ex Sagitario, a pesar de muchas cosas que llegó a sentir de manera negativa con respecto a ser el hermano menor de un héroe, creyendo que nunca llegaría a estar a la altura de Ilias... Eso nunca influyo o permito que lo hiciera para demostrarle cariño y amor paternal al pequeño cachorro.
Escucharlo hablarle así, saber que lo ha extraño tanto, ser estrechado así por él... No sabe por qué está tan feliz de que eso sucediera, pero sienta una inmensa alegría por este hecho, siempre creyó que era un estorbo y que posiblemente Sísifo estaría mejor sin él, pero... Le está demostrando que deseaba volver a tenerlo cerca.
El arrepentimiento de haber desaprovechado tanto tiempo se vuelve presente en su corazón, por que no fue lo suficientemente valiente antes para presentarse ante él y decirle que allí estaba.
El llanto comenzó a brotar en él... Su respiración comenzó a agitarse, su voz cortada por el llanto y el fuerte abrazo que le dedica al mayor, es sin duda muestra de sus sentimientos.
-¡¡¡LO SIENTO TÍO!!! ¡¡¡LO SIENTO MUCHO!!! ¡¡¡PERDÓN, PERDÓNAME POR NO IR CONTIGO!!! ¡¡¡TENÍA MIEDO DE ARRUINAR TU VIDA OTRA VEZ!!! ¡¡¡DE... DE... NUEVO... SER UN ESTORBO!!!- Se derrumba cuales llantos lastimeros, ocultando su rostro en el pecho del castaño, aferrándose a sus ropas civiles... Mientras son vistos en son de confusión por los cuarto niños allí presentes, los cuales no entienden por que este chico se parece tanto al León dorado de esta generación y que el abuelo de tres de ellos lo abrace con una enorme alegría.
Se sorprendió por escuchar aquellas crueles palabras, de referirse de esa forma a si mismo... Pero ahora no es momento de hablar de esos temas. Entiende un poco su sentir, pero no va a permitir que vuelva a pensar así nunca más.
-Regulus, no diga eso... Jamás has sido un estorbo para mí... Eres mi sobrino, mi familia... A quien siempre querré proteger sin importar nada...- También derrama sus lágrimas de gran felicidad... Queriendo consolar a su vez a ese niño que sin duda lo extraño tanto, pero quería hacerse el valiente y adulto haciéndose creer que no lo necesitaba -Ya no importa nada de eso. Está bien, está todo bien ahora...- Le acaricia la espalda, lo intenta confortar, mientras Regulus llora desconsoladamente y no permite que vean su rostro descompuesto...
Lo entiende muy bien, pues así fue cuando llego ante él y lo recibió para cuidarlo, después de la muerte de Ilias, y aun con su poca experiencia, hizo lo mejor para consolarlo y hacerlo sentir bien en el Santuario... Tal vez fue algo brusco al inicio, pero nunca deseando herirlo o siendo cruel...
Pero el pasado se fue, el presente es el regalo de una vida rodeada de personas valiosas para todos...
-Lo extrañe mucho... No quiero... Volver a estar sólito... Yo... Soy un egoísta por eso ¿Verdad?- Pregunta entre su llanto, sintiendo culpa por qué no haber podido cumplir un deseo que creía necesario aunque le doliera.
-No lo eres... Jamás lo has sido... Eres un buen niño...- Le dedica suaves palabras entre un leve llanto y una inmensa sonrisa, pues ahora su familia está completa...
Con el amor de su vida El Cid, sus dos hijos, nietos y agregando también un nuero y una nuera muy agradables, y que también aprecia como si fueran sus propios hijos... Y ahora tiene de nuevo a su sobrino... Da gracias a su Diosa por volverlo a la vida.
Claro que tiene dudas y muchas... Pero eso no importa en este momento en que tiene a su sobrino con él, el único integrante que faltaba para hacerlo aún más feliz...
-Abuelito Sísifo, ¿Quién es él?- Una peli rojiza niña pregunta ladeando su cabeza, mientras se acerca a ambos
La típica curiosidad de todo buen Leo, ante cualquier cosa que le parece extraña o rara...
Sin romper ese abrazo, gira levemente su cabeza hacia la niña que los ve a ambos muy atenta.
-¿Recuerdan que les conté sobre un poderoso y grandioso caballero dorado de León, que era un niño aún, pero eso no impidió que fuera un muy fuerte y digno portador de la armadura?- Sonríe ante estas declaraciones, recordando esos bonitos momentos con su sobrino al ser aun un infante
-Si, lo recuerdo bien- Sigue siendo ella la que habla... Ante la mirada expectante de los demás -Un portador muy digno y genial, igual a mi papá, y como yo seré en un futuro- Orgullosa de expresar su punto de pista, posa las manitas en sus cadera para verse imponente.
-Pyrena, no seas tan presumida- Gira sus ojos el gemelo menor, para burlarse de su primita.
-Argus cállate. Sander dile algo- Acusa de inmediato a quien la molesta, haciendo un leve berrinche.
-Ellos...- Susurra aquello el chico de dieciséis años... Intentando ocultar su rostro aún en el pecho del mayor.
-Mis nietos y la nieta de Asmita... Serían también tus sobrinos, ahora...-
-¿Les hablas de mí?- Aun incrédulo por esto.
-Si, y mucho...-
De nuevo el nudo en la garganta, por el tormento de haber huido y ser un cobarde por su temor a ser un egoísta...
Se aferra al mayor, pero esta vez, sin el miedo de volverse a alejar.
Ahora las palabras sobran, ante dos personas que se extrañaron y anhelaron ver... Que hace tiempo solo eran ellos dos de su familia, y ahora existen más... Que sin duda harán sentir al pequeño Regulus de nuevo en su hogar...
Curioso, el día de su cumpleaños volver a reunirse con su amada familia... De una manera que no espero, siendo esto influenciado por el Géminis a que lo acompaño un poco, pero no le gustó verlo sufrir tanto.
Es verdad, Regulus no tiene por qué alejarse de su familia... No hirió a nadie amado, no hizo ningún mal a inocentes... Él si puede reunirse con los suyos a diferencia de Aspros...
Por eso, pensó que sería mejor que no siguiera en las sombras... No era su lugar, sino estar a lado de todos ellos...
Jugó bien sus cartas... Lejos observa, sin dejar que su cosmos se presente, una reunión que deseaba tanto también vivir, pero no merece.
Le dio un regalo al más joven, le dedico un abrazo, ocultando los sentimientos que se han logrado presentar de forma inesperada... Confuso ante Regulus. No sabe de qué son con exactitud, se podrían decir que son un tanto paternales, pero pueden llegar a ser otra cosa.
Por eso, tampoco debía seguir teniéndolo cerca, ya que al estar los dos solos, temía hacer una estupidez. Conoce como sus deseos lo ciegan, y aunque no tengan aun un nombre sus sentimientos, no se arriesgará, no por ahora...
Dejo que aquella niña sintiera su cosmos, para guiar a los demás niños y a Sísifo hasta aquel lugar para encontrarse con él joven ex León dorado.
Y así, esté pueda volver a su hogar.
Un león que vuelve a su manada en este día, trayéndole una inmensa felicidad... Alejándolo de la soledad, de la memoria de los muertos, y la sombra del anonimato.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?
Yo me estoy muriendo de frió tanto, pero ya terminare de publicar cositas hermosas por este día esperen hasta la próxima semana o la que sigue, ya que... Estaré cubriendo en el hospital y no tendré mucha chance, así que... A tener paciencia.
Igual diré que aquellos terrones que nunca dieron ya señale de vida en sus regalos de este año, salvo por los que debo... Ya no tendrán regalo este año, debo agilizar las cosas, así que espero lo entienda.
Bueno, ¿Felices por que Regulus bebé ya este con su familia?
Yo si, pero ahora... ¿Que pasara con Aspros?
¿Que acontece?
Y mas importante ¿Que significo eso que hizo por Regulus? Y el sentir del pequeño.
Ahora si a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar al buen cachorro.
Un día feliz para tu, hoy es tu cumpleaños su que si, felicidades Regulus, tu cumpleaños si que si.
Un día feliz para tu, hoy es tu cumpleaños su que si, felicidades Regulus, tu cumpleaños si que si.
Sin mas por el momento me despido, no sin antes agradecer a esos terrones que me leen, comentan y votan.
Los mega quiero a todos.
Manténganse a salvo, hagan caso a las medida de higiene y no se expongan de mas.
Ammu se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top