10.
No sabía qué hacía ahí, bueno sí sabía, no había podido negarse después de que Hamilton lo sobornó.
Así que ahora se encontraba en un bar en Múnich, cuando debería estar durmiendo con su Patito, pero él maldito de Hamilton solo habia necesitado decir fútbol, Bayern y ex estrellas para convencerlo.
Así que sí, luego de un increíble partido en el Allianz a donde esperaba llevar a Patito, estaban en un exclusivo club festejando con el equipo su triunfo en la Bundesliga.
El Bayern Múnich era el equivalente a sus poderosísimas águilas del América.
-Tú eres Checo Perez ¿Cierto?
El mexicano se giró hacía la voz y se topó con un amplio pecho, tuvo que levantar la mirada más y un poco más.
- ¡Eres Manuel Neuer! -por los huaraches del niño Jesús pasenme una coca qué me desmayo perros- ¡Y sabes quien soy! Déjame decirlo solo está vez ¡Qué golazo te metió mi Chucky en el mundial! Y no pudieron contra mí Memito.
El rubio comenzó a reír del entusiasmo del castaño frente a él.
-Sí, fue un gran partido e inesperado.
-Soy un gran fan, eres un grandioso portero, Muller y Hummels.
-Y tú, un grandioso piloto, una lástima que te retiraste.
Sergio sintió sus mejillas enrojecer, estaba recibiendo un halago de uno de sus ídolos del fútbol.
Disfrutó la noche junto a Hamilton conociendo a los jugadores y ex jugadores de Alemania, definitivamente tenía mucho que no se divertía tanto.
-Tú sí sabes cómo sobornar a uno -al día siguiente él y Hamilton se dirigían a un restaurante donde verían a Toto, Sergio llevaba sus lentes oscuros pues tenía una ligera resaca.
-Tenía que encontrar la manera de que aceptaras reunirte con nosotros, pequeño.
Al llegar, los llevaron a una zona privada, donde Torger Wolff los esperaba.
-Ve entrando, necesito ir al sanitario.
Sergio asintió y entró, encontrándose con el alto hombre con su clásica camisa blanca arremangada.
- ¡Toto! -el mexicano se acercó a abrazarlo- ¿Cuánto tiempo? ¿Cómo estás? -Ambos se sentaron mientras él mayor respondía sus preguntas después el silencio se hizo presente- No pienso volver a correr sí es por lo que están aquí.
Fue directo. No porque dudará de su capacidad, él sabía bien lo que valía, simplemente no estaba dispuesto a vivir de nuevo ese estrés y esa presión, además de que no arrastraría a su pequeño retoño a eso, mira lo mal que había salido para Max.
Sí Patito se interesaba en el automovilismo, lo haría por su cuenta no porque él se lo impusiera.
-Aunque admito que me encantaría tener a un ex Redbull conduciendo para mi y sobre todo a alguien que sacaría a Max de sus casillas, pero no estamos aquí para eso.
- ¿Entonces?
En ese momento Hamilton entró, pero no venía solo, Christian Horner venía con él. Después del encuentro con Hamilton él le había asegurado qué Toto no sabía que realmente residía en Alemania, todos tenían la idea de qué estaba en México, por lo que ver a Horner ahí, lo puso nervioso, pero no se preocupó.
-Hola Checo -el mexicano se levantó y abrazó al mayor, realmente le tenía aprecio y más cuando se dio cuenta de que veía a Max cómo su hijo, sí alguien le pregunta, Horner era su verdadero suegro, ambos habían entendido las carencias de Max y se había unido a su favor- Que bueno es verte querido, y verte tan bien.
Después de los saludos todos se acomodaron en la mesa y decidieron pedir el desayuno.
-Ya no aguanto la incertidumbre, ¿Qué quieren hablar conmigo? -Sergio insistió una vez que todos se quedaron solos con el café.
-Queremos que vuelvas Sergio, no cómo piloto, queremos tu ayuda.
- ¿Mi ayuda?
-Sí, Lewis cree que eres perfecto y para este trabajo también -Christian miró mal a su esposo mientras ambos chicos se sonrojaron.
Esa había sido una disputa común entre él matrimonio, Christian había estado tan feliz cuando Sergio había elegido a Max qué no paraba de presumir frente a su marido.
-A lo que mi amado esposo se refiere, es que creemos qué tú eres el indicado para ayudarnos.
Ambos hombres comenzaron a explicarle la situación actual en la parrilla.
- ¿Los están maltratando? ¿Alguien se ha quejado?
-Hasta el momento no, pero esto no puede continuar, hemos aprendido a que la salud mental de nuestros pilotos es importante -comentó Christian- Además tienes todo el tiempo. Estás soltero sin ningún compromiso ¿Cierto?
Sergio no dejaba de pensar en los pobres chicos traumatizados, él lo entendía, había compartido pista con Alonso, Vettel, Lewis, él mismísimo Schumaher, la presión era inmensa.
¿Pero valía la pena? Tener que regresar, estar bajo los reflectores, exponerse, pero sobre todo exponer a su bebé, su pequeño Patito que desconocía qué su padre era el 5 veces campeón del mundo.
¿Compromiso? Claro que tenía compromisos, un pequeño bebé Perez Verstappen de 3 años, claro que el Verstappen estaba descartado, solo era Pérez.
-No lo sé, yo juré jamás regresar, no se tengo que pensarlo, no puedo tomar una decisión por mí mismo.
Los tres hombres se tensaron al escucharlo ¿Acaso estaba con alguien?
-Claro, aún tenemos tiempo, nos gustaría que todo quedara listo para el inicio de la siguiente temporada.
Toto le extendió una tarjeta con sus datos y Sergio se despidió de ellos.
Llegar a casa no le tomó demasiado tiempo.
- ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¡Hola papi!
Sergio sintió a su pequeño bebé colgarse de sus piernas, sentía su pecho estrujarse cada que veía a su pequeño bebé corretear por la casa.
- ¿Cómo te fue? ¿De qué querían hablar? ¿Lewis se propaso contigo?
Checo sonrió, Mark definitivamente era cómo un padre para él y adoraba su preocupación pues lo hacía sentir querido.
-Lew es un caballero y lo sabes, y lo que querían...
El mexicano le explicó todo lo que Christian y Toto le habían ofrecido y sí alguien podía ayudarlo con la decisión eran Mark y Sebastian.
-Sí, la verdad es que con toda la situación de Seb no he puesto mucha atención, pero tienen razón algo es diferente, incluso desde pilotos de la generación de Oscar, pero nos hemos encargado de que el chico pueda con ello y tú has ayudado bastante, así que creo que sí serías perfecto Chequito.
El mexicano miró a su hijo jugar, sí bien adoraba pasar las tardes arriba de la pequeña millonada de los Stroll, adoraba con locura un Rayo McQueen qué Charles le había regalado, no lo soltaba para absolutamente nada
-Pero sí regresó, será una locura para Patito, tendría que estar de circuito en circuito no se sí sea lo mejor para él.
- ¿Y Max?
- ¿Max? ¿Qué tiene que ver Verstappen en esto?
Mark suspiró, por eso siempre le había parecido encantador, era demasiado despistado para su propio bien.
-Bueno cielo, él sigue corriendo, Tú, Patito, Max, en los circuitos...
-Oh -definitivamente no estaba considerando al holandes en su decisión - Patito es mío y solo mío, él no necesita saber ni estar cerca de mi hijo.
Aunque claramente era todo un Pérez podías notar el aporte del rubio.
-Eso lo sé, pero también está Charles, Lance, Lewis, Nico, yo podría pensar que Carlos...
- ¿Qué? ¿De qué me estás hablando? Que tienen que ver ellos en todo esto.
El australiano suspiró, definitivamente sería más difícil de lo que pensaba, lo único bueno es que para la siguiente temporada, ya podría viajar más regularmente, sí Checo desidia regresar, él estaría ahí para ayudarlo.
-Piénsalo cielo, lo que decidas Sebas y yo te apoyaremos en todo.
-Lo sé, planeo llamarle para que me diga que hacer, aunque sí te soy sincero realmente me interesa. Pero debo pensarlo, vamos te llevaremos al aeropuerto.
Esa noche mientras bañaba a Patito no podía dejar de pensar en todo lo que conllevaría regresar a la F1, tenía que admitir que extrañaba, extrañaba la adrenalina correr por su cuerpo, la sensación durante las curvas, incluso el olor a neumático gastado.
¿Qué pasaría sí llegaba al paddock con su bebé? ¿Cómo reaccionarían sus amigos? Y por primera vez en muchos tiempo pensó en cómo reaccionaría Max
¿Se daría cuenta de que Pato era su bebé o no lo notaría? Después de arropar a su hijo y leerle un cuento estaba en su habitación sin poder conciliar el sueño.
Su teléfono comenzó a sonar, contestó confundido al ver el nombre en la pantalla.
- ¿Charles? ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?
-Hola Checo, disculpa la hora, yo... realmente me gustaría saber... digo no tienes que decir que sí, ni nada, pero claro es sí tu quieres... yo me preguntaba sí... verás... sí a ti y a Patito les gustaría ir a México unos días.
- ¿México?
-Sí, el GP es en unas semanas y... Óscar y yo... pensábamos llegar antes ¿Te gustaría? ¿Les gustaría ir? No tienes que ir a la carrera si no quieres.
Ir a México. Tenía mucho tiempo de no ir, Su última visita a su casa de Puerto Vallarta fue después de que Max le pidiera el divorcio, tal vez era momento de crear nuevos recuerdos y de que su bebé conociera su tierra.
-Sí me gustaría Charles, hablaré con Mark y Seb para ver sí pueden ir, estoy seguro de que algo así haría sentir bien a Seb.
- ¿De verdad? Oh, perfecto, hablaré con Oscar.
Siguieron conversando un momento más hasta que se despidieron y Sergio se dispuso a dormir.
Singapur. Septiembre.
La puerta de su oficina temporal fue abierta de golpe, suspiró, hacía mucho tiempo que no sucedía, pero no se sorprendió, casi que se lo esperaba.
- ¿QUÉ CARAJOS SIGNIFICA ESTO?
- ¿Qué significa qué, Max?
- ¡Esto! -un celular fue puesto casi rozando su nariz tuvo que alejar la mano del chico para poder ver de qué se trataba- ¿Cómo que tu marido se vio con mi ma... se vio con Checo?
Christian suspiró, deberían canonizarlo por la paciencia que le tenía al joven rubio frente a él.
- ¿De cuando acá lees chismes? Obviamente es falso, Toto no se ha reunido con Sergio, te recuerdo que nadie sabe a dónde se fue.
Max pareció entrar en razón, últimamente se había sentido desesperado buscando cosas sobre su ex esposo, pero nada, incluso había creado cuentas falsas, pero Sergio había desapareció de redes sociales después de Australia hace 3 años.
- Tú... ¿Me lo dirías cierto? -Max miró al hombre frente a él- Sí supieras donde está Checo...
Christian agradeció realmente no saber dónde estaba el mexicano, Hamilton se había negado a decirles, él mismo había contactado al castaño y arreglado la reunión.
-Sí Max, te lo diría.
(...)
Estaba tan concentrado mirando su celular que cuando fue jalado no pudo reaccionar a tiempo.
Sus labios estaban siendo atacados por un insistente beso, habría querido resistirse, pero su profundo, varonil y delicioso aroma lo cautivaba y más aún la expertiz en sus besos.
Se sentía dominado y sin escapatoria, sus besos eran tan demandantes y posesivos, pero a la vez tan suaves que era posible para ambos respirar por lo que podían prolongar el besó demasiado tiempo.
No pudo evitar el gemido qué salió de él, cuando sintió esa gran mano tomarlo de la cintura y acercarlo a él.
Estaba perdiendo la razón, sólo concentrado en las sensaciones que le provocaba y más cuando dejó sus labios y comenzó dejando besos sobre su cuello.
-Eres una delicia.
Ese acento lo hizo regresar a la realidad.
-No.
Pero fue ignorado, siguió succionando su cuello y una mano se coló bajo su camisa.
-Dije que no -lo tomó de la muñeca y lo empujó lo suficiente para alejarlo de su cuerpo.
-Vamos bebé.
-Dije que no Fernando -el hombre frente a él se puso repentinamente serio.
- ¿Por qué no? No decías eso hace unas noches.
-Y hace unas noches te dije que había sido un error.
-No lo entiendo ¿Por qué?
-Yo...
-Es por Sergio ¿Cierto? -una amarga carcajada salió de él- ¿Sigues esperando a que él regrese por ti?
-Eso no...
- ¡Joder! Me cago en la puta, esto es una puta mierda. Lleva 3 años lejos ¿Crees que él va a regresar? No te engañes, él jamás te va a ver cómo quieres que lo haga.
-No lo sabes.
-Claro que lo se ¡Joder! era uno de mis mejores amigos y se, se que te hace daño escuchar esto, pero guardas la esperanza de algo que no va a suceder, yo... yo te amo.
Aunque aquello había sido dicho en español, sabía y entendía perfectamente su significado.
-Te he amado desde hace mucho, chaval, respetaré tu no, sigue creyendo que él va a amarte, está bien, pero cuando vuelva a romperte el corazón, tal vez yo no esté aquí para cuidarte, porque tú estás destrozando el mio.
Fernando se dio la vuelta y salió de la bodega donde habían estado escondidos.
Austin. Octubre
Charles estaba en el hospitality de Ferrari esperando a que lo llamaran para su entrevista, estaba revisando su teléfono, debatiéndose entre mandarle un mensaje a Checo o no, adoraba ver su foto de WhatsApp, él con su pequeño Patito y el Rayo Mcqueen qué le había regalado al pequeño.
¿Su próximo objetivo? Que esa foto lo incluyera a él.
-Hola tío -bloqueo su teléfono al escuchar a su compañero.
-Hola -Carlos se sentó frente a él y lo miró poniéndolo nervioso, el español tenía una mirada bastante profunda- ¿Qué sucede?
-Verás, Adami me contó que planeas ir a México desde inicio de semana... ¿Por qué? -Charles frunció el ceño ante el tono de su compañero.
-Es por la altura... la Ciudad de México a comparación de Mónaco, quiero estar aclimatando para la carrera... Quiero ganarla.
Charles mantuvo su rostro inexpresivo, Carlos lo conocía demasiado bien y justo en ese momento el español estaba analizandolo.
-La altura... suena bien ¿Puedo ir?
-Claro, Óscar también vendrá -el mayor sonrió de lado antes de sonreír.
-Checare mi agenda Charlie.
Octubre. México.
Felicidad. No podía recordar sentir tanta paz desde hace tanto tiempo.
La brisa despeinaba su cabello, había visitado muchas playas durante sus viajes, pero jamás ninguna era más bella qué las playas mexicanas.
Y sí a eso le sumabas la risa encantada de su bebé, no había nada más perfecto.
-Me alegra que pudieran venir.
Sebastian y él estaban sentados en la arena mirando a Mark jugar con Pato. Habían decidió ir a su casa en Puerto Vallarta, Sergio agradecía qué su casa siguiera en perfecto estado. Mark, Seb y Sergio con Patito estaban en la playa mientras Oscar y Charles descansaban en la casa pues al día siguiente tendrían que viajar a la Ciudad de México.
-Sí, claro qué mi bello esposo fue con el doctor para tener su aprobación, me alegra que la diera porque aquí es hermoso y Patito está tan feliz.
-Nosotros estamos felices de verlos felices.
El rubio recargó su cabeza en el hombro del mexicano.
- ¿Ya me lo vas a decir?
- ¿El qué?
-Vamos Chequito, tú y yo sabemos que has decidido regresar.
-Aún sigo teniendo mis dudas, pero sí, he decidió aceptar, hablaré con Toto, aunque necesito prepararme mentalmente para esto.
-Sabes que Mark y yo te apoyaremos en todo bebé, eres cómo un hijo para nosotros y estaremos encantados de estar contigo, pero entonces... ¿Qué hay de Charles?
- ¿Charles? ¿Qué sucede con él?
-Vamos Chequito, eres despistado pero no tonto.
Con eso Seb se levantó con cuidado y se acercó a donde su amado esposo jugaba con Patito, Mark lo tomó de la cintura para besarlo.
-Me alegra que aceptaran venir -Sergio se sobresaltó al escuchar la voz de Charles junto a él.
-Me alegra que ustedes aceptarán venir a mi casa.
-Sergio... -el monegasco esperó hasta que el castaño lo miró- Me gustas...
Kheeeeeee. La mente del mexicano se quedó en blanco ¿Había escuchado bien? No entendía.
-Charles...
-Me gustas, desde hace muchísimo tiempo, pero me mantuve al margen y me aleje por respeto a Max y al amor qué se tenían, pero no puedo seguir fingiendo qué no he deseado todo este tiempo que logres mirarme, pero no puedo y no quiero ocultarlo, te adoro y adoro a Patito. No te estoy pidiendo que me correspondas en este momento pero quiero que lo tengas claro Sergio Pérez.
Estaba mudo ¿Qué podía decir después de tremenda declaración?
-Quiero pedirte algo -volvió a mirar esos precioso ojos azul-verdoso- cuando decidas qué estás listo para regresar, me gustaría que fueras con mi merch, me encantaría verte en el garaje de Ferrari y a Pato también.
Sergio no pudo evitar sonreír, eso era fácil de prometer y tal vez le cumpliría la promesa más pronto de lo que creía.
Después de aquella inesperada declaración todos decidieron regresar a la casa, por primera vez después de mucho tiempo Sergio se permitió pensar en una relación, los últimos años solo se había centrado en su hijo y nada más.
No creía estar preparado para volver a confiar en alguien y que volvieran a lastimarlo. Había amado tanto a Max qué no estaba seguro de que quedara más amor dentro de él.
Nadie realmente había dimensionado su dolor, ni siquiera él mismo pues sabía que todo podía afectar a su bebé.
Pero, no estaba listo, ni lo dicho por Lance, ni lo dicho por Charles lo hacían sentirse confiado en volver a tener una relación.
Octubre. Cd. De México.
Charles no podía dejar de sonreír, se había llevado la Pole, saldría desde el primer puesto en la carrera de México y por sí fuera poco sabía que alguien estaría viéndolo, así que tendría que hacer todo lo posible para contener a Max qué estaba en segundo puesto.
-Entonces... Señor Le-clerc -Russell se acercó abrazándolo por los hombros- ¿Por qué, tan feliz?
- ¿A qué te refieres? Acabo de clasificar primero ¿Por qué no estaría feliz?
-No, no, mi terroncito monegasco, te he visto ganar otras pole, pero hoy tú estás más feliz que de costumbre ¿Poooor?
Charles se quedó un poco en blanco, George tenía un punto.
-No sé de qué hablas.
George sonrió, era justamente lo que estaba esperando que su amigo dijera.
-Verás, estas últimas semanas se me ha ocurrido entrar más a mis redes sociales y fue divertido ver lo que todos hacen en sus tiempos libres y tú... ¿Qué pasa pequeño señor rubio holandés?
El rubio frente a ellos suspiró.
-Estar aquí es difícil -una pequeña parte de Charles se sentía mal, pero después recordaba que había sido el mismo Max el que había dejado a Sergio y ya habían pasado 3 años.
-Bueno querido creo que podría ser peor...
-George...
-Es cierto Charles, el público mexicano podría haber acabado con él, sin embargo pienso que el ignorarlo completamente es una muestra de respeto.
Y es que para sorpresa de todos, él público mexicano había decidido ignorarlo, durante El GP de México parecía que no existía un Max Verstappen, durante las ruedas de prensa y días de medios la gente aclamaba por Yuki y Redbull, sin embargo a Max lo ignoraban.
El neerlandés había dejado de aparecer durante esos días, simplemente iba, corría y para sorpresa de todos, desde su divorcio no había vuelto a ganar en México, ni siquiera a quedar en podio, lo que le facilitaba las cosas a la afición mexicana.
Charles iba a hablar cuando el rugido de la gente llenó todo el autodromo, imágenes de Checo aparecían en las pantallas.
Todos los pilotos no pudieron evitar callarse y mirar, ninguno con envidia o resentimiento, unos con tristeza, otros con amor, otros con anhelo y su gente siempre respondiendo ante él aunque ya no estuviera.
-Regresando al tema... Charles... vi que estuviste en una playa aquí en México.
Charles sintió la mirada de George y Max sobre él y por un momento se quedó en blanco.
-Sí... Óscar y yo pasamos unos días aquí.
- ¿Óscar? Pensé que vendrías con Sainz.
-Calos tuvo cosas que atender con su familia.
Se había creado una extraña tensión entre los tres pilotos la cual fue rota cuando Rosberg se acercó a ellos, pues los entrevistaría.
Max suspiró preparándose mentalmente para los constantes ataques del rubio
-Entonces... vi esta foto tuya y se me hizo muy conocido el lugar ¿Sabes? Siento que lo he visto antes...
Charles trato de mantener la compostura frente a lo dicho por George, sabía que el británico no tenía algo realmente, solo quería que el tropezara y más cuando la primera pregunta de Nico Rosberg fue...
¿Qué tal estuvieron tus vacaciones en México? con una enorme, enorme sonrisa.
(...)
- ¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! -Checo sonrió, desde que su hijo había aprendido a hablar y a decirle Papi lo llamaba de esa manera.
- ¿Qué sucede, mi pequeño piojito?
- ¿Qué esh? -el pequeño señaló el televisor con su pequeño dedo, tomó a su bebé y lo sentó en sus piernas.
-Eso es la fórmula uno, son autos de carreras
- ¿Rayo?
-Así es, cómo en Cars aunque un poquito diferente.
- ¡Mira, Papi! ¡Esh Rayo! -Sergio rió al ver cómo la cámara enfocaba a los Ferrari, claro que su pequeño bebé pensaría que era el Rayo Mcqueen.
La carrera atrapó de inmediato la atención de Pato quien jugaba con su carro de juguete imitando el sonido de los autos.
Mientras veía a sus excompañeros pelear por las posiciones tomó la decisión y llamó al único que podía entender.
- ¿Sergio? Estamos enmedio de...
-Lo sé, te estoy viendo, necesito hablar contigo, pero solamente tu y yo. Antes de que acepte, sí es que lo hago tienes que saber algo.
Sergio colgó con la promesa de ponerse en contacto una vez terminada la carrera.
¿Qué estaba haciendo? ¿Era lo correcto?
Patito seguía emocionado mirando la pantalla.
Tal vez.
🏎
Jeje
Helouu raza.
Heeeeee vueltooooo 🧎♀️
Disculpen ustedes pero tuve una pequeña crisis existencial qué terminó conmigo siendo pelirroja 🫠
Y es que este capitulo no me convencía verdaderamente, pero aquí ta y ya no hay marcha atrás.
Muchas cosas han pasado en este pequeño capitulo de 3600 palabras ¿O no gente?
Entonces... El capitulo pasado se me olvido decirles que otra de las escenas por las que escribí este fic (si recuerdan les dije que eran 3) es la de Charles apareciendo en la fiesta de baby Pato.
Entonces aquí han pasado cosas impoltantes, Checo ligando, la confesión del segundo rufián, tenemos ahí a dos diablillos besándose a escondidas como en la secundaria ¿Será ese mauskepretendiendete misterioso? O quien le rompe su corazóncito a nuestra joven promesa.
Jajajaja amo a George ¿Creen que sospeche? ¿Carlos?
Por ahí hay un detallito que nadie a notado, o no que yo haya visto, espero y este si lo vean.
Jajajaja
Próximo capitulo: Arderá el inferno y a alguien le pícara el hoyo (y no en el buen sentido)
Los amo.
Besos
Bais
P.D. (aunque me funen) aquí amamos a Osqui, odiamos a Lando TwoWins (tampoco odiar, pero que pesado es el morro)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top