Capítulo XVIII
Suspiró profundamente mientras hacía tamborilear el lápiz sobre la pequeña libreta en la que había estado escribiendo durante la mañana y gran parte de aquella clase.
—¿Qué haces? —le preguntó JongIn mientras fruncía el ceño y estiraba la cabeza con la intención de mirar lo que estaba escribiendo. Por suerte BaekHyun fue más rápido y logró evitar que el chico pudiera ver algo.
—Es algo personal.
Esta vez el moreno frunció el ceño con una expresión mucha más ofendida.
—¿Así que ahora no me dirás nada más? —JongIn jugó con el lápiz que estaba entre sus manos—. Luego de lo que sucedió la última vez todo es muy extraño, BaekHyun. Yo creo que quizás deberías ir al psicólogo. Tal vez el estrés te tenga mal.
Le envió una mala mirada a su amigo y agradeció que el timbre sonara en aquel momento porque él no tenía ganas de decir algo para contradecir aquello.
Se levantó con rapidez y se alejó de JongIn, quien terminó por detenerlo por el brazo.
—¿A dónde vas?
—Tengo que buscar a ChanYeol.
El chico hizo hacia atrás su largo pelo y luego lo miró con confusión pero con picardía a la vez.
—Supongo que de verdad te gusta ChanYeol, ¿no?
BaekHyun estuvo tentado a rodar los ojos, pero logró evitar el gesto.
—Sólo necesito hablar con él sobre el trabajo.
—Claro... —susurró el chico, dejando alargar la palabra para sonar pícaro.
Prefirió ignorarlo así que ni siquiera se despidió de su amigo antes de salir de la sala de clases para caminar por el pasillo hacia la dirección en la que se encontraba ChanYeol, o supuestamente donde debía estar.
—ChanYeol —lo llamó apenas vio el cabello rosa de este.
Cuando el aludido se volteó le regaló una pequeña sonrisa, cosa que BaekHyun correspondió.
La verdad es que luego de ir donde la adivina habían tenido un poco más de esperanzas con el tema de volver, más que nada basándose en la idea de recrear sus citas.
—Hice una lista con las citas que tuvimos —dijo luego de haberse saludado.
Por suerte su exnovio no estaba con alguno de sus amigos así que no tuvo que abstenerse de decir las cosas directamente.
—¿Citas? —ChanYeol pareció pensar durante unos segundos—. Nuestra primera cita fue bastante... estúpida.
—Lo sé. —Rio—. Pero tenemos que hacerlo todo tal cual.
El contrario terminó por asentir mientras sonreía—. ¿Cuándo empezamos?
—Entre antes empecemos antes nos iremos. —Se encogió de hombros.
—Bien, entonces te iré a buscarte a tu habitación luego del almuerzo —le dijo el chico después de haberse acercado un poco a él. Si BaekHyun no lo hubiera conocido se hubiera sentido intimidado por la falta de espacio personal, pero ya estaba demasiado acostumbrado a ChanYeol como para que algo como aquello lo llegue a intimidar—. Espérame listo para nuestra primera cita.
Cuando el pelirosa se alejó de él BaekHyun permaneció con una sonrisa inexplicable entre los labios, casi como aquella realmente fuera la primera vez que iban a una cita. Aunque no sabía si se sentía así por la cita en sí o por el hecho de saber que había posibilidades para volver.
Se dirigió hacia su siguiente clase y continuó todo el día normal, aunque tortuosamente lento porque no dejaba de pensar en su exprometido y en lo que harían aquel día en la tarde.
Y por suerte BaekHyun no tuvo que esperar mucho más porque ChanYeol parecía tan ansioso como él para ir a su cita.
—Ahora que estuve pensando en la cita, recuerdo cómo había sucedido todo —comentó ChanYeol con un deje de diversión mientras ambos salían de la universidad hacia la parada de autobuses.
—Yo lo recuerdo claramente. —BaekHyun se cubrió el rostro con un poco de vergüenza, pero sin quitarle el toque humorístico que había empezado a tener la conversación—. Por favor no pasemos las mismas vergüenzas que hace veinte años.
—Intentaremos no hacerlo.
Ambos se subieron al autobús y se sentaron en los últimos asientos, estando BaekHyun al lado de la ventana, así mismo como se habían ido la primera vez que tuvieron aquella cita.
Durante la mayor parte del trayecto se la pasaron hablando sobre distintas cosas triviales, como podían ser las personas que iban dentro del autobús, así mismo como todos aquellos vehículos antiguos que recorrían las calles de Seúl.
BaekHyun no se percató muy bien de lo que estaba sucediendo hasta que bajaron del autobús, justamente donde estaba su esperado destino.
Como ninguno de los dos se lo hubiese esperado, ambos tuvieron una buena relación durante los últimos minutos, cosa que probablemente fue contribuida por la esperanza de regresar, algo que los estaba haciendo notoriamente más únicos.
—Baek —se giró a mirar a ChanYeol, quien ya tenía las entradas en la mano.
—No puedo creer que realmente estemos aquí —susurró mientras se cubría las mejillas con las manos, ya sintiendo la vergüenza debido a los recuerdos.
—Tranquilo. No pasará nada esta vez. —El pelirosa le dio un pequeño codazo con la intención de burlarse—. Además lo más probable es que las cosas no pasen exactamente igual que en el pasado.
Asintió, creyendo en las palabras de ChanYeol.
Dejó que su compañero le pasara las entradas al hombre que estaba en la puerta del lugar y se mantuvo siempre cerca de su exprometido para que no le volviera a pasar algo desastroso como la última vez que estuvieron ahí, que fue exactamente hace veinte años.
—¿Saben cómo hacerlo?
Se miraron entre ellos al escuchar la pregunta de uno de los supervisores.
—Desde hace mucho tiempo que no pescamos. Sería ideal que nos pudiera aconsejar —dijo ChanYeol mientras no dejaba de mirar a BaekHyun, quien le hizo una mueca angustiada cuando lo escuchó hablar.
—Claro. —El hombre se acercó hasta dos cañas de pescar que estaban desocupadas—. Primero les ensañaré las partes básicas de la caña de pescar.
BaekHyun se mordió el labio inferior nervioso, sin querer escuchar por segunda vez aquella explicación, a pesar de que la primera vez haya sido hace bastante tiempo ya. De igual forma dejó que ChanYeol estuviera más al pendiente mientras que él disfrutaba de la vista y deseaba con todas sus fuerzas que no volviera a pasar el mismo error que sucedió hace unos años.
—Ya está, cariño —le habló ChanYeol con cierto tono burlón una vez que quedaron solos.
Bufó de sólo escucharlo pero de igual forma se dirigió hasta él con la intención de ponerse a su par y sentarse sobre las sillas playeras que habían dejado para ellos.
—El hombre nos dejó todo listo para sólo tirar de la caña cuando sea el momento adecuado. —Hizo una mueca al escuchar lo que dijo el contrario.
No entendía cómo es que se les había ocurrido ir a una zona de pesca para aficionados para su primera cita, sumándole a esto que ninguno de los dos sabía pescar, así que se habían visto en la necesidad de consultar en un lugar donde arrendaran las cañas de pescar.
En aquel entonces ambos habían pensado que aquello podría ser una buena idea, pero cuando llegaron al lugar e intentaron por ellos mismo hacer aquellas difíciles acciones terminaron por captar la atención de todos al hacer el ridículo en vez de capturar un pez.
—BaekHyun —lo llamó el pelirosa, provocando que se giraba a mirarlo con las cejas alzadas, gesto que indicaba que continuara con lo que estaba hablando—. Eres tan hermoso.
Rodó los ojos apenas lo escuchó, sabiendo que aquello lo había dicho en el pasado y lo volvía a repetir en ese momento probablemente por la única intención de repetir todo tal cual lo habían hecho en el pasado.
—No me pongas esa expresión —se quejó el chico con una actitud infantil—. Te estoy diciendo la verdad.
—Claro —murmuró sin creerse realmente lo que le decía el contrario.
—Siéntate aquí. —Frunció el ceño ante la petición de ChanYeol.
Cuando el chico se levantó de la silla todo pareció ser aún más confuso para BaekHyun porque aquello no había sucedido en el pasado y no estaba para nada planeado. A pesar de todo se dejó agarrar por la mano de ChanYeol, quien mediante un suave tirón le indicó que se pusiera de pie.
—Siéntate en mi silla. —Le obedeció con un poco de desconfianza—. Y ahora mírame.
Para cuando dirigió la mirada hacia su exprometido la respiración pareció cortársele durante un segundo y quedó con la vista fija en el chico, casi como si quisiera quedarse con esa imagen grabada en la mente.
Debido a que ya estaba empezando a oscurecer se presentaba la puesta de sol, tiñendo el cielo de una hermosa gama de anaranjado, pero aquello no era lo más bello de todo. Como ChanYeol se encontraba interponiéndose en el paisaje, casi parecía como si el pelirosa fuera especialmente iluminado por los rayos del sol.
Quiso decirle que se veía precioso, pero no se halló capaz de hacerlo.
—Es hermoso, ¿no? —El contrario le dio una suave sonrisa—. Y no me refiero específicamente a mí, sino que al conjunto.
Asintió lentamente, comprendiendo a lo que quería llegar.
—¿Y sabes qué es lo que se ve más precioso en todo el mundo con la puesta de sol? —BaekHyun negó en silencio—. Tus ojos.
Se sonrojó sin haberlo planeado y dirigió de inmediato la mirada hacia otro lugar, provocando que por el rostro de ChanYeol se atravesara una sonrisa.
—Aunque también me gusta cómo se ve tu perfil. Parece realmente una obra de arte.
Miró de reojo a ChanYeol, de repente sintiéndose muy abochornado por lo que acababa de decir.
De hace tiempo que las palabras de ChanYeol no le afectaban tanto.
Aunque si lo piensa bien, su exprometido siempre había causado ese efecto en él, la diferencia es que había pasado mucho tiempo en que BaekHyun no recibía un halago por parte de aquel hombre.
—Deja de decir esas cosas —fue lo único que pudo decir, a lo que ChanYeol rio por ver su reacción.
—Está bien. No lo diré más entonces.
Frunció el ceño e hizo un puchero mientas miraba hacia el mar que se extendía por delante de él, pensando que realmente quería que el contrario continuara diciéndole aquellas cosas lindas.
—Hermoso —susurró ChanYeol luego de acercarse ligeramente a él, cosa que lo hizo fruncir el ceño, pero no por eso se sintió enfadado.
—Deja de decir eso —se quejó.
Se puso de pie en aquel momento con la intención de dirigirse hacia otro lado y caminar un rato, principalmente porque necesitaba quitar un poco el bochorno que se podía notar con claridad en su rostro.
Lamentablemente el ponerse de pie fue una de las peores cosas que pudo hacer.
Como había estado tan concentrado en los elogios de ChanYeol ni siquiera se había acordado del porqué había sido tan precavido en primer lugar. Lamentablemente debió recordar eso antes de haberse puesto de pie.
Debido a que aún estaban las cañas de pescar ahí, esperando por que tiraran de ellas, BaekHyun ni siquiera reparó en estas y simplemente caminó por delante de la silla con la intención de evitar a esta misma, provocando que se tropezara con la caña de pescar, así mismo como lo había hecho diez años atrás.
Sin haberlo pronosticado cayó hacia el agua, cosa que lo hizo alterarse de inmediato al recordar lo que había pasado la última ocasión que había estado ahí.
En aquella oportunidad BaekHyun también había caído al agua, aunque la diferencia es que debido a la profundidad del lugar, a la poca facilidad para subir y al pensamiento de que ahí habrían peces hambrientos, lo hicieron volverse histérico.
En aquella ocasión no había sido distinto. De hecho podría decirse que fue peor porque BaekHyun no podía sacarse de la cabeza todo aquello que le había sucedido en el pasado.
Pero en aquella oportunidad, a diferencia de cómo había sido hace diez años, alguien saltó al agua. No supo quién era hasta cuando ese cuerpo lo afirmó con fuerza por la cintura y él pudo apegar su nariz al hombro ajeno, percibiendo de inmediato su olor.
Con sorpresa levantó la cabeza para encontrarse con la mirada de ChanYeol, quien parecía tan preocupado que un hermoso sentimiento de satisfacción pareció recorrerle el pecho.
—¡¿Están bien?!
Ambos miraron hacia arriba, encontrándose con unos cuantos hombres que se asomaban por la orilla con la intención de comprobar su estado.
—Estamos bien —habló ChanYeol—. Pero por favor sáquenos de aquí que está haciendo frio.
Los hombres se movieron con rapidez y entonces ellos volvieron a bajar la mirada hacia el agua que estaba entre sus cuerpos.
—¿Por qué saltaste? —preguntó BaekHyun en un susurró—. La vez pasada no habías saltado.
—Y no tienes ni idea de cuánto me arrepentí de eso.
Levantó la cabeza para mirar los ojos de su exprometido principalmente con la intención de comprobar si estaba diciendo la verdad o no.
—Te dije que mientras estuviera aquí no te pasaría nada malo.
Bajó la cabeza porque sentía que de nuevo se estaba sonrojando a pesar del frío que estaba empezando a sentir.
—Lamentablemente a ambos nos sucedió algo malo esta vez —intentó bromear, y por suerte ChanYeol se rio con él.
Fue justo en ese momento que los hombres encargados del lugar se acercaron hasta ellos en un pequeño bote, dentro del cual los subieron y les dieron una manta a cada uno para mantenerlos en calor.
Lamentablemente ambos sabían qué venía después.
Una vez que estuvieron en la tierra firme los llevaron hasta las duchas del personal, donde se bañaron con agua calientes y afuera de estas se encontraban las ropas que los pescadores les habían facilitado, tratándose de camisetas con estampados de pescados en el frente y unos pantalones cortos que eran sumamente incómodos, especialmente si no llevaban ropa interior. Además les habían facilitado una bolsa en la cual pudieran echar la ropa mojada.
Después de todo, los pescadores habían sido buenos con ellos.
Una vez que estuvieron listos no hicieron más que despedirse y pasarse los datos para hacer las trasferencias de dinero que no se pudieron hacer debido al dinero mojado de ambos.
—Que extraño que haya sucedido esto —comentó pensativo mientras miraba hacia el cielo ya oscuro.
Ambos se encontraban sentados en la banca donde debían esperar que llegara el autobús que los llevaría devuelta a Seúl.
—¿Qué cosa?
—El que haya caído. —ChanYeol lo miró con el ceño fruncido—. Entiendo que sea algo totalmente accidental, pero si te das cuenta, por mucho que evité caer, aun así lo hice.
—¿Qué quieres decir?
—Quizás es el destino. —Se encogió de hombros.
—Pero de igual forma yo caí siendo que eso no debía suceder.
—Aquello es un suceso adicional, pero lo que tenía que suceder sucedió.
Los dos se quedaron en silencio luego de la reflexión de BaekHyun y fue justo en ese momento cuando apareció el autobús delante de ellos, cosa que ambos agradecieron porque ya estaban muriéndose de frio sentados ahí.
—¿Cómo pagaremos esto? —susurró ChanYeol afligido mientras lo miraba desde arriba, ya que él había subido primero.
Obviamente se asustó al darse cuenta del pequeño detalle que había hecho resaltar su exprometido.
—Supongo que tendremos que contar monedas.
El pelirosa le asintió y luego le dijo al chofer que le pagarían después, por lo que ambos se concentraron en buscar dos asientos desocupados para poder contar el dinero suficiente que les alcanzaría para pagar el pasaje de ambos.
Y mientras estaban contado monedas BaekHyun se dio cuenta de un pequeño detalle, de que quizás era posible que su hipótesis no estuviera tan equivocada.
A pesar de aquello no continuó pensando en el tema y mucho menos se lo dijo a ChanYeol porque sabía que este seguiría intentando sacar conclusiones junto a él, y luego de caer al agua helada, ya no tenía muchas ganas de pensar en ese tipo de cosas.
—¿Cuál es nuestra siguiente cita? —le preguntó ChanYeol sin un deje de burla o algo por el estilo, mostrándose totalmente serio, y es que para ellos aquello era realmente importante. Podría ser su pase devuelta a casa.
—Creo que en la segunda ocasión fuimos al karaoke con los chicos.
Ambos se quedaron en silencio durante un momento, probablemente intentando recordar lo que habían hecho en aquella ocasión.
ChanYeol fue el primero en cerrar los ojos cuando recordó—. JongIn hará el ridículo.
—Ay, no —susurró BaekHyun al recordar.
| ••• |
Tengo 4%, estuve todo el día fuera y por fin me pude conseguir un cargador. 💔
Sí me había acordado que tenía que actualizar, es sólo que las circunstancias no me lo permitieron. 😭
Muchas gracias a todas esas personas que me recordaron que tenía que actualizar. 🙊💕
Saludos y besos, Ary.
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