Capítulo XI
Gruñó y giró sobre la cama mientras tiraba de las sábanas, queriendo cubrirse de mejor manera.
—BaekHyun... —dijo medio dormido, pidiéndole al hombre que le diera un poco de mantas para entrar en calor.
—¿Quién es BaekHyun?
Frunció el ceño aún con los ojos cerrados y luego los abrió. Se encontró con una pared demasiado cerca de su rostro, cosa extraña porque se suponía que la cama matrimonial se encontraba en medio de la estancia.
Se giró rápidamente para mirar hacia el lugar donde provino aquella voz, encontrándose con un chico rubio de ojos oscuros que lo miró con el ceño fruncido.
—¿JongDae?
El aludido tomó una almohada que estaba en una cama cercana y se la lanzó en la cara, provocando que se cayeran al suelo unos lentes, justamente aquellos que usaba durante su juventud.
—Apúrate, tenemos que ir a clases.
—¿Clases?
—Yeol, de verdad hoy amaneciste idiota. —El chico hizo una mueca y luego fue hacia una puerta, la abrió y pasó por esta.
Totalmente asustado se puso de pie y se dirigió hacia uno de los escritorios que había en la habitación, fijándose en el calendario que estaba pegado a la pared con cinta adhesiva.
1999.
—¿Qué mierda...? —susurró para sí mismo.
—¡¿Aún no te levantas?!
—¿KyungSoo? —preguntó en un susurro al reconocer aquella voz.
—Por supuesto que soy yo, estúpido. —El chico se acercó hasta él con los libros apegados al pecho y los lentes de pasta gruesa en lo alto de su nariz. Contuvo la risa cuando se fijó en su pelo rubio.
Ahora se acordaba que en la universidad se puso de moda el cabello teñido de rubio.
¡Oh por Dios!
De inmediato corrió hacia el baño, o al menos el que recordaba que lo era, dándose cuenta que JongDae estaba dentro, afeitándose las axilas. No le prestó nada de atención al que era su amigo en aquel entonces y se miró al espejo, cerrando los ojos cuando vio su cabello rosa. ¿Cómo se le ocurrió teñirse el cabello de aquel color?
—ChanYeol, ¿estás bien? —preguntó JongDae con una expresión preocupada.
¿Aquello era un sueño?
—Debemos ir a clases —susurró sorprendido, pero con unas sonrisa en los labios.
Era el mejor sueño que podía tener.
Se dirigió hacia la habitación y caminó hacia la que era su cama, pero pasó de esta y terminó por dirigirse hacia el mueble que había a un costado, el cual supuestamente tenía su ropa. Una vez que abrió el mueble pudo confirmar que sí era así. Sacó aquella ropa que siempre le gustó usar y se la puso con rapidez, sintiéndose feliz por poder percibir aquel olor inigualable.
—Vayamos a clases, chicos.
Sus amigos lo miraron con el ceño fruncido, pero terminaron por acompañarlo hasta su clase, porque la verdad era que ChanYeol no se acordaba de absolutamente nada y sólo se dejó llevar.
Después de todo, era un sueño. ¿Ahí qué podría llegar a salir mal?
Lo más extraño de todo era que se sentía tan real. Lo que veía, escuchaba y olía. Todo.
—Por suerte, tenemos la misma clase justos —dijo KyungSoo con expresión cansada y entraron a la habitación.
Sonrió emocionado y caminó alegremente mientras afirmaba la mochila a su espalda, la cual apenas tenía un cuaderno y un lápiz, suponía. Se sentó entre JongDae y KyungSoo. Aprovechó el momento en que aún no llegaba el profesor para mirar sus apuntes, los que eran prácticamente nulos.
—¿Tienes apuntes? —le preguntó a JongDae y este le frunció el ceño, extrañado.
—Nunca tomo apuntes.
Rodó los ojos al recordar aquello y se dirigió a KyungSoo—. ¿Tienes apuntes?
—No te los daré. Eres un vago que no hace nada en clases. Deberías obtener tu merecido.
Frunció el ceño, totalmente confundido.
¿Entonces cómo llegó a obtener el título de abogado si no hacía nada?
—¿SeHun? —se preguntó a sí mismo sorprendido al ver al chico a lo lejos con esa expresión seria que siempre lo caracterizó, pero, sobretodo, por encontrarlo con un cabello ridículamente anaranjado.
—Es de primer año —dijo JongDae con una mueca, como si fuera de menor rango.
ChanYeol prefirió mantenerse en silencio y sólo puso atención en las personas que estaban ahí junto con sus vestimentas. Las ropas anchas, los pelos de colores y todo de jeans, tanto que lo aburrió. Y lo cómico de todo fue que recuerdaba que cuando él estaba en la universidad le gustaba aquel estilo de ropa.
De verdad no creía que todo aquello estuviera sucediendo. Era un sueño sumamente extraño por lo real que se presentaba.
—Buenos días, jóvenes —saludó el profesor. ChanYeol sólo en ese momento se dio cuenta que el hombre estaba parado delante de la pizarra—. Hoy quiero hacerles un trabajo especial.
—Baek —susurró al acordarse del trabajo.
Sí, exactamente fue en aquella ocasión cuando conoció a BaekHyun, luego de que les dieran un trabajo con los estudiantes de primer año de pedagogía.
—Deben investigar sobre todos aquellos posibles casos que involucre la pedagogía, es por aquello mismo que los haré trabajar con sus compañeros del área de humanidad —explicó el profesor.
Mucha gente dentro del salón bufó y se quejó del nuevo trabajo, pero ChanYeol no hizo más que sonreír de sólo pensar que podría volver a conquistar a BaekHyun. Y esta vez sí que lo lograría. Quizás sólo durante un sueño, pero lo intentaría.
—Ahora necesito que se acerquen de a uno para retirar el papel y conocer así a su compañero de primer año. Además, les recuerdo que ellos también tendrán que hacer su propio trabajo respecto a ustedes.
ChanYeol temió en aquel momento, no por el trabajo ni las cosas que lo concernían, sino porque era probable que a él no le tocara BaekHyun, ya que toda aquella designación fue al azar.
—¿Qué haces ahí, ChanYeol? —JongDae estaba parado en el pasillo justo a KyungSoo. Ambos lo miraban con el ceño fruncido—. Vamos para que nos desinen a nuestro bebé de primer año.
Tomó una profunda respiración y se puso de pie con la intención de acercarse hasta sus compañeros. Una vez junto a ellos los tres caminaron hasta el escritorio del profesor para ponerse a la fila.
Por supuesto que estaba completamente nervioso, pero no quiso pensar mucho en ello. Sólo deseaba que ambos estuvieran vinculados por el destino o algo así.
Una vez que llegó delante del escritorio del profesor este lo hizo meter la mano dentro de una cajita trasparente que contenía muchos papeles bien doblados. Cuando sacó la mano del interior de la caja le entregó el papel que sacó a su profesor.
—Byun BaekHyun —leyó el hombre. ChanYeol suspiró aliviado y sonrió ampliamente.
—¿Lo conoces? —preguntó KyungSoo, quien sacó el papel primero que él.
—En realidad no... —murmuró sin mirar al rubio, sabiendo que en aquel momento se suponía que aún no se conocían.
—¿Quién es MinSeok? —ChanYeol sonrió al escuchar a JongDae decir el nombre de aquel chico.
—¿No se supone que es tu compañero? —mencionó el pelirosa sin dejar a mostrar demasiado aquella sonrisa que daba a entender que él sabía mucho más que aquellos dos.
ChanYeol apenas recordaba a sus compañeros de universidad, con los cuales no mantuvo comunicación una vez que acabó con los estudios. De hecho, con el único que se contactó fue con SeHun y fue así porque al chico lo conocía desde que iban al colegio. De KyungSoo sólo supo que se fue a estudiar al extranjero mientras que de JongDae no escuchó nada, aunque oyó el rumor de que el chico no logró encontrar trabajo y finalmente se vio en la necesidad de trabajar en un restaurante de pollo.
—ChanYeol, vamos. —KyungSoo lo miró con el ceño fruncido al hablarle—. El profesor dijo que los bebés estarían esperándonos.
Asintió y siguió a ambos chicos que empezaron a caminar, dejándolo atrás, pero a ChanYeol no le importó, se encontraba demasiado preocupado de sus pensamientos.
—¿Cómo sabremos quién es quién? —preguntó JongDae con una mueca.
—Él tiene cara de MinSeok —comentó casualmente mientras apuntaba al chico pelinegro que tenía unos lentes oscuros, ya sabiendo de antemano que era realmente aquel chico.
—Es totalmente improbable que él sea MinSeok, ChanYeol —reprochó JongDae con una mueca.
—Puedes ir a preguntarle —aconsejó KyungSoo y luego se encogió de hombros—. De igual forma tendrás que buscarlo.
JongDae bufó, pero de igual manera fue hasta MinSeok, quien se encontraba sonriente mientras hablaba con otro chico, justamente con BaekHyun, aunque este estaba de espaldas a ChanYeol, por lo cual no se dio cuenta de su presencia.
Tuvo que pensar un poco si para ese momento KyungSoo conocía a JongIn o no, quien fue designado como su compañero, según recordaba. De hecho, después de pensarlo, se dio cuenta de que afectamente KyungSoo ya conocía a JongIn debido a un altercado que tuvieron.
Cuando vio a JongIn a lo lejos sonrió y apuntó hacia el chico—. Ahí está JongIn.
KyungSoo lo miró con el ceño fruncido—. ¿Y qué con eso?
—Es tu compañero, ¿no?
El chico le mostró una expresión aún más confundida y ChanYeol se vio en la necesidad de morderse el labio inferior al percatarse de un detalle.
—Nunca te dije que él era mi compañero.
Maldición, era verdad.
Tragó saliva con dificultad y miró hacia otro lado, encontrándose entonces con los ojos de BaekHyun, los cuales lo miraron de manera extraña, cosa que lo confundió.
—Debería ir a buscar a mi compañero —susurró con el corazón en la garganta, temiendo que KyungSoo se diera cuenta de aquel dato que no debió saber.
De igual forma, era un sueño, así que no tenía por qué preocuparse.
—Hey —saludó cuando se acercó a BaekHyun, quien lo miró con el ceño fruncido—. Soy tu compañero.
—Park ChanYeol.
Aquella no fue una pregunta, cosa que le confundió, especialmente al ver la manera en cómo lo miraba el contrario. La cosa fue aún más rara cuando notó que los ojos del contrario dejaron de mirar los suyos para descender su mirada, deteniéndose en su pecho. El corazón pareció detenérsele en ese momento, pero no se atrevió a bajar la mirada, al menos no lo hizo hasta que sintió que el dedo índice de quien estaba frente a él chocaba contra su pecho. Bajó la cabeza, notando así que su camiseta bajó un poco y que se mostraba ligeramente su clavícula, entonces en ese instante vio un ligero tono rosado que lo hizo fruncir el ceño. Al principio pensó que era algún tipo de golpe o algo por el estilo, pero una vez que bajó la prenda para descubrir de qué se trataba se dio cuenta de que era el tatuaje de dalia, el cual para ese año aún no se hacía, pero lo tenía efectivamente tatuado sobre el pecho.
Cuando volvió a levantar la cabeza para observar a BaekHyun este le envió una pesada mirada y lo tomó de la mano, tirándolo finalmente hasta que se dirigieron por un pasillo de la universidad que estaba mucho más desocupado que los otros cercanos.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó el chico alterado cuando estuvieron solos.
Pestañeó aturdido y miró cómo el chico bajó un poco de su camiseta, mostrando así también el tatuaje que él tenía.
—¡Y mira mi cabello!
ChanYeol entonces le prestó mejor atención al contrario, notando que su cabello negro tenía aquellas mechas rojas que se pusieron de moda y cómo tenía un poco más largo el cabello de la nuca.
Él, sin poder evitarlo, se puso a reír.
—Tampoco tienes derecho a reírte. ¡Estás rosa!
—Pero definitivamente me veo mejor que tú. —Rio un poco y recibió un golpe en el brazo por parte de BaekHyun.
Continuó riendo durante un poco más y sólo se calló cuando notó que el contrario continuaba mirándolo con el ceño fruncido y con los brazos cruzados por sobre el pecho.
—ChanYeol, ¿ahora me puedes explicar qué hacemos aquí?
—Sólo estás soñando, tranquilo.
—¿Soñando? —preguntó el chico con ingenuidad y le pegó nuevamente en el brazo, provocando que diera un pequeño grito debido al dolor—. ¿De verdad crees que estamos soñando?
—¿Qué otra explicación podríamos darle? —Se encogió de hombros—. Es imposible que hayamos vuelto al pasado, Baek. —El susodicho frunció el ceño y lo apuntó con lentitud, como si pensara en lo que dijo—. Por favor, no pienses estupideces —pidió mientras hacia una mueca—. En caso de que hubiéramos vuelto al pasado, cosa que obviamente no está pasando, no tendríamos por qué conocernos y acordarnos de nuestras vidas futuras.
—Y tampoco deberíamos estar tatuados —susurró el chico para sí mismo mientras miraba un punto fijo perdido entre la distancia y se llevaba los dedos hasta los labios.
—Exacto. —El pelirosa se apoyó despreocupadamente en la pared que estaba a su costado—. Además, ¿por qué tendríamos la necesidad de volver al pasado?
—No lo sé. No soy brujo como para saberlo.
Ambos se quedaron en silencio durante un momento y se miraron asustados, esta vez mostrando un poco de miedo en sus expresiones.
—¿Tú crees que esa anciana...?
—No pienses estupideces —interrumpió—. Tienes que estar tranquilo. Cuando despertemos mañana estaremos acostados en la cama de la cabaña de amor.
—Espera, ChanYeol. ¿Con eso de magia te referías a esto?
—Ya te dije que no se trata de magia ni de hechizos, BaekHyun, así que quédate tranquilo y disfruta de volver a tu juventud.
—¿Qué se supone que tengo que disfrutar de esto? Lo único bueno que me pasó en la universidad fue nuestra relación. —ChanYeol sonrió de medio lado con actitud coqueta y el pelinegro formó una mueca—. Probablemente deba usar esta oportunidad para ver a mis viejos amigos —susurró el chico para después sacarle la lengua infantilmente.
ChanYeol rio y se quedó mirándolo en silencio mientras mantenía una sonrisa entre sus labios, recordando por qué se enamoró de ese chico. Y quizás aquella era su oportunidad para volver a recuperarlo, aunque sólo fuera durante sus horas de sueño.
—¿Te diste cuenta de JongIn? —Frunció el ceño al escuchar el tono emocionado con el que habló BaekHyun—. Tiene el pelo largo.
El chico junto a él se puso a reír y él continuó con la misma expresión de confusión, pero luego se dio cuenta del detalle que mencionó su exprometido, porque a pesar de que estaban en el pasado aún lo seguía siendo, suponía.
Y sí, era verdad que JongIn tenía el pelo largo, exactamente un poco más por debajo de los hombros, y que siempre jugaba con este. Él se encontraba totalmente glamuroso con ese estilo.
—En esta ocasión es cuando JongDae conoce a MinSeok —susurró ChanYeol mientras miraba hacia la pareja.
El rubio se encontraba frunciendo el ceño mientras que MinSeok permanecía con la cabeza gacha y con aquella libreta que siempre acostumbraba a llevar en sus manos.
—Será mejor que vaya a ayudarlos. —BaekHyun se giró un poco para tener una mejor visión de los otros dos chicos.
—El aquel entonces también los ayudaste.
—Por supuesto, MinSeok es uno de mis mejores amigos y no por su condición tiene que ser pasado a llevar.
ChanYeol vio que BaekHyun se dirigió hacia la pareja y sonrió de sólo verlo. Recordó nuevamente las distintas cosas que aportaron en el hecho de que se enamorara de él.
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