Capítulo VIII
—Hay algo que debo decirles —habló la mujer mientras sonreía ampliamente.
BaekHyun cuchareó su helado de piña, disfrutando así por última vez de aquel delicioso y fresco sabor.
Exactamente no supo hace cuánto llegaron a la casa de los padres de ChanYeol, pero para ese momento ya almorzaron y estaban comiendo el postre que justamente compraron ellos.
Cuando llegaron obviamente fueron bien recibidos por los padres de su exprometido. Lo apretujaron tanto que lo dejaron un poco adolorido de los brazos, pero todo fue completamente normal, asimismo como lo fueron todas las otras ocasiones que fueron a visitar a los padres de su exprometido.
En aquella oportunidad no sólo estaba la pareja de casados, sino que también estaba YooRa, la hermana mayor de ChanYeol, junto con su esposo chino. De hecho, fue ella quien llamó la atención de todos los que estaban aún en la mesa cuchareando su postre, interrumpiendo la interesante conversación que mantuvo la familia referente al crecimiento de las uvas.
—¿Qué pasa, cariño? —preguntó la madre de la mujer mientras le dedicaba una sonrisa.
—Hay una noticia que tenemos que darles.
BaekHyun frunció el ceño cuando vio al esposo de la mujer ponerse de pie. Según lo que él tenía entendido, no había por qué dar una noticia. De hecho, fue eso mismo lo que lo puso nervioso en cierto grado y se vio en la necesidad de enviarle una mirada a ChanYeol con la intención de que este le diera una explicación o que por último le mostrara una expresión más relajada, pero, para su mala suerte, el hombre se veía igual de confundido que él.
—Estoy embarazada.
Los ojos de ChanYeol estuvieron en todo momento puesto en los suyos, porque al parecer él temió lo mismo. Sin embargo, en el momento en que YooRa dio a conocer la nueva noticia todo quedó en silencio y la mirada del fiscal se fue directamente hacia la mujer que seguía de pie mientras se tocaba el vientre plano.
Notó claramente las expresiones que tomó su exprometido, viendo así sólo su perfil. Vio cómo este frunció el ceño para luego pasar a abrir la boca y finalmente formar una sonrisa. Posteriormente se puso de pie, al igual que el resto de su familia, para ir a felicitar a la futura madre.
BaekHyun tampoco se quedó atrás y alegremente se dirigió hasta la mujer para abrazarla despacio, sabiendo que debía tener más cuidado con su cuerpo debido al nuevo bebé que estaba esperando.
—¡Esperen! —pidió la mujer entre risas, alegre porque su familia se tomara de buena manera la noticia—. Hay algo más que tengo que contarles.
—¿Otra nueva novedad?
—Es más bien una petición, la cual iría específicamente hacia BaekHyun.
De inmediato frunció el ceño, entre sorprendido y asustado. Al sentirse de aquella manera ni siquiera pensó en lo que hacía y sólo se agarró de la mano de ChanYeol, quien llegó a parar a su lado entre todo el ajetreo.
—¿Qué pasa? —preguntó con una sonrisa nerviosa.
—¿Quieres ser el padrino del bebé?
Elevó las cejas, totalmente sorprendido.
La mano que estaba junto a la suya apretó el agarre y luego la sacudió un poco, como si quisiera que reaccionara, pero BaekHyun aún seguía ahí, mirando fijamente a su cuñada, quien lo observaba con una sonrisa y con ambas cejas alzadas, esperando ansiosamente por su respuesta.
—¿De verdad quieres...? —Ni siquiera pudo terminar su propia pregunta debido a lo sorprendido que estaba y, por suerte, no hicieron ningún comentario y sólo esperaron pacientemente por su respuesta.
—Eres una excelente persona —empezó YooRa, como si quisiera darle una explicación del porqué fue elegido—. Amas mucho a mi hermano y eso me asegura que siempre estarás con él, así que me parece un lindo detalle de nosotros como familia integrarte definitivamente. Además, eres profesor. Si pasas mucho tiempo con nuestro hijo este podrá desarrollar de temprano sus capacidades.
BaekHyun de verdad se quedó en blanco para ese momento y no tuvo ni la más mínima idea de qué podía contestar. No se sintió nada confiado como para aceptar aquella petición, mucho menos sabiendo que su relación con ChanYeol no era más que una farsa.
No podía hacerle eso a aquella hermosa familia.
Entonces, justo en el momento en que el padre de ChanYeol empezó a regañar a YooRa por aquello de mejores capacidades académicas, BaekHyun dio un paso hacia atrás, como si en cualquier momento fuera a arrancar, aunque justo en ese instante chocó con el pecho de ChanYeol, cosa que finalmente lo hizo volver a la realidad.
—BaekHyun... —susurró su exprometido, haciendo que finalmente todo se derrumbara dentro de él.
Sin decirle nada rodeó al fiscal para dirigirse por el extenso pasillo que tenía la casa para llegar hasta el baño más alejado del cual él tenía conocimiento. Sí, fue a la casa de los padres de su exprometido muchas veces, pero la casa seguía pareciéndole demasiado grande como para aprendérsela de memoria.
—BaekHyun. —Prefirió ignorar a ChanYeol, quien lo siguió.
Con rapidez ingresó al baño y una vez que estuvo dispuesto a encerrar la puerta para tener de privacidad la fuerte mano de alguien evitó que lo hiciera, provocando que luego de unos pocos segundos ChanYeol ingresara a la pequeña habitación sin decirle absolutamente nada, o al menos no lo hizo hasta que la puerta se cerró definitivamente, incluso con pestillo.
BaekHyun ni siquiera tuvo tiempo para prender la luz, así que prácticamente se encontraban a oscuras dentro de la pequeña y fría habitación.
—¿Qué pasa?
Se llevó una mano hasta el rostro para taparse los ojos y justo en ese momento cuando el fiscal prendió la luz.
—Hey, tranquilo. —Escuchó que el hombre se movió por su costado para luego cerrar la tapa del inodoro—. Siéntate ahí.
No se destapó los ojos, pero aun así le hizo caso. Esperó a que el hombre lo tomara del codo para empujarlo ligeramente hasta sentarlo sobre la helada superficie. Escuchó que alguien se acuclilló delante de él y BaekHyun no hizo más que respirar profundamente, de repente sintiéndose preocupado de que en cualquier momento se largara a llorar.
—Baek... —Las manos de ChanYeol tomaron suavemente aquella que cubría sus ojos, alejándolas finalmente para dejarla reposar sobre su regazo—. ¿Qué está mal?
—¿De verdad me preguntas eso? —cuestionó herido, ya mostrándose totalmente afectado por lo que acababa de pasar.
—Supongo que te pusiste mal por lo que te propuso YooRa, ¿no?
Giró ligeramente la cabeza hacia un lado e hizo una mueca con los labios, exasperándose un poco de ChanYeol.
—¿De verdad lo dudas? —Le envió una mirada dura.
—Lo siento.
Agachó la cabeza y volvió a llevarse las manos al rostro para luego suspirar, sintiéndose mal nuevamente.
—ChanYeol —susurró, llamando la atención del hombre—, ¿qué se supone que debo hacer? YooRa me pidió ser el padrino de su hijo, pero no puedo serlo, no cuando nosotros ya no tenemos nada.
—¿Por qué eso tendría que ver conmigo? —murmuró el hombre con el ceño fruncido, casi enfadado.
—Mencionó que quería que fuera el padrino por nuestro amor y todo aquello. ¿Entonces qué se supone que debería hacer? —Se tomó una pausa antes de continuar—: Esto no resultará, ChanYeol.
—¿Qué? Pero si fuiste tú quien dijo que podríamos hacer esto.
—Lo siento, ChanYeol, pero ahora no me siento capaz. Creo que deberíamos decirles la verdad a tus padres.
—¿Estás loco? —chilló el fiscal mientras se ponía de pie—. Nos matarán. No podemos decirle ahora, justo después de que YooRa diera su gran noticia.
—¿Y entonces qué esperas que haga respecto a lo que me propuso tu hermana?
—No es necesario que le contestes algo ahora. —Se encogió de hombros—. Puedes decirle que lo pensarás.
—¿De verdad piensas que esa es la mejor opción?
—No sé si llegue a ser la mejor opción, pero es la única que tenemos.
Echó la cabeza hacia atrás y gimió de frustración antes de ponerse de pie con decisión, aceptando la idea de ChanYeol y pesando que aquello era lo mejor que podían hacer.
—Me debes una grande, ChanYeol.
El chico rio desde atrás y BaekHyun se puso delante del espejo para arreglarse el cabello e intentar quitar la cara de espanto que se formó en su expresión.
—Pídeme lo que quieras, cariño.
De inmediato frunció el ceño al escucharlo hablar y ChanYeol no hizo más que reír, como si se burlara de él. BaekHyun no se contuvo de pegarle un manotazo en el brazo para que el hombre dejara de sonreír de aquella manera.
—Salgamos para que hables con YooRa —dijo su exprometido mientras ponía una mano sobre la manilla de la puerta, pero BaekHyun lo detuvo.
—¿De verdad tengo que decírselo yo? No creo que sea capaz de hacerlo.
—Sólo le dirás que lo pensarás. No será un no definitivo.
—Pero en un momento u otro tendré que decirle que no.
—¿Cómo estás tan seguro? —BaekHyun frunció el ceño ante la pregunta del contrario.
—Porque terminamos nuestra relación.
—¿Y quién dijo que eso no puede cambiar?
—¿Qué quieres decir? —El hombre se encogió de hombros y mantuvo una sonrisa entre sus labios, como si quisiera hacerse el enigmático—. ¡ChanYeol!
—No lo sé, BaekHyun —contestó el fiscal—. Qquizás luego te des cuenta de lo que quiero decir.
Justo en ese momento ChanYeol abrió la puerta, cosa que lo asustó un poco, y no porque ahora sería más probable que la familia del contrario lo escuchara, sino porque aún no obtuvo la respuesta que esperó por parte de ChanYeol y no podía quedarse con aquella curiosidad y desconfianza.
—¡BaekHyun! —El aludido hizo un mueca con los labios al escuchar a YooRa desde lejos y ChanYeol rio a su lado ante su expresión.
—YooRa —llamó y ella se acercó hasta ellos con una sonrisa—, quiero hablarte respecto a lo que me propusiste.
—Sé que no es una fácil decisión, BaekHyun, así que si decides pensarlo durante un tiempo yo no tengo problema.
ChanYeol le pegó un suave codazo en las costillas, como si quisiera demostrarle que él tuvo razón, cosa que casi lo hizo poner los ojos en blanco.
—Estaría muy agradecido si me das el tiempo para pensarlo. —Le dio una sonrisa a la mujer—. Si llego a ser el padrino de tu hijo tengo que tomarme el cargo en serio.
—Está bien, BaekHyun. No hay problema. Yo te esperaré. —YooRa pasó ambos brazos por sobre su hombro para darle un abrazo, cosa que provocó que sus ojos se abrieran ampliamente debido al asombro.
No era la primera vez que se abrazaban, pero en se sentía mal abrazarla en ese momento, mientras estuviera engañándola.
Una vez que la mujer se alejó le regaló una sonrisa para finalmente darle la espalda y caminar por el pasillo en dirección hacia el salón.
BaekHyun se giró para mirar a ChanYeol y soltó un profundo suspiro cuando lo vio.
—De verdad no creo que pueda hacer esto —confesó en un susurro antes de caminar hacia donde estaban los familiares de su exprometido.
Cuando llegó al salón se encontró a todos sentados y conversando animadamente mientras de fondo se escuchaba la reproducción de uno de los antiguos discos de música clásica del padre de ChanYeol,
—¿Quieres que te sirva helado, Baek? —preguntó la madre del fiscal con una sonrisa.
—No es necesario. Puedo servirme yo. —Le sonrió y se dirigió hacia la cocina.
Una vez que entró a la amplia habitación se dirigió hacia el refrigerador y dentro de este buscó el helado de piña que tanto le gustaba.
—¿Baek? —ChanYeol parecía confundido de verlo ahí.
—¿Qué pasa? —Echó un poco de helado sobre el pocillo en el cual se sirvió anteriormente—. Quieres que te sirva.
—Déja. Lo haga yo. —El hombre le quitó la cuchara de la mano y continuó echando helado a su pocillo. Luego sacó otro y echó en aquel, al parecer sirviéndose a sí mismo—. Baek, creo que mis padres nos pedirán algo, así que, por favorm no te sorprendas, ¿bien?
—¿Qué? ¿A qué te refieres? —preguntó totalmente confundido y hasta un poco asustado.
Recibió el pocillo que le tendió ChanYeol junto con la cuchara y se dejó llevar por este, quien lo tomó del brazo para que caminara hasta el salón.
—¡Chicos! —gritó con alegría la madre del fiscal al verlos.
—Tenemos algo que proponerles —dijo esta vez el padre de su exprometido.
BaekHyun inmediatamente se puso nervioso sin siquiera planearlo y de manera inconsciente se apegó a ChanYeol.
—¿Qué quieren ahora? —preguntó el hombre que estaba a su lado, como si estuviera cansado de pasar por aquello.
—Queremos que amos se queden en la cabaña de amor.
BaekHyun frunció el ceño totalmente confundido. Jamás escuchó de aquello, así que miró a ChanYeol con la esperanza de que este le diera algún tipo de respuesta, pero el hombre sólo se quejó entre dientes, cosa que lo asustó y lo confundió aún más.
—¿Qué es eso de la cabaña de amor? —se atrevió a preguntar al notar que nadie tuvo intenciones de explicársel.
—¡Oh, cierto! —La señora Park rio risueña—. Es una cabaña que está a unos cuantos kilómetros de aquí. Tradicionalmente se utiliza para consumar el amor de la pareja de apellido Park.
—Incluso tiene algo así como una leyenda y todo —comentó YooRa, haciéndose la misteriosa y riéndose luego, porque su marido se burló por lo bajo de su comentario.
—No tenemos por qué ir ahí —se quejó ChanYeol.
—Vamos, querido —reprochó la mujer—. Ustedes estarán oficialmente casado dentro de unos meses. ¿Por qué no deberíamos hacer esto?
—ChanYeol —habló YooRa, pareciendo más seria que en cualquier otro momento—. Eres el primero de esta familia que quiere casarse con un hombre, y no me malentiendas, no tengo nada contra Baek, sabes que lo amo como un hermano. El tema es que todos intentamos incluirlo como corresponde. —La mujer apuntó a sus padres, quienes sonreían en el sillón que estaba frente a ella.
—Eso es cierto —comentó el padre mientras se encogía de hombros—. Ha sido difícil para nosotros, ChanYeol. De hecho, en un principio sentíamos que le faltabas el respeto a nuestro apellido, pero no tenemos por qué quedarnos en el pasado y seguir al pie de la letra las tradiciones...
—Es por eso mismo que no hay ninguna necesidad de hacer esto —se quejó el fiscal.
—Aceptamos a BaekHyun y por eso queremos hacer esta tradición, porque si cambiamos las cosas debido a él se verá feo. —Su madre hizo una mueca, viéndose infantil pese a su edad—. Además, es una linda experiencia.
—Aprenderán más del otro y verán si realmente querrán casarse. —YooRa rio y tomó la mano de su marido—. Yo estuve a punto de retractarme.
—¡Hey! —se quejó el hombre que estaba a un lado de su cuñada con simpatía.
—Llevamoa viviendo juntos durante años. No es necesario que nos metan dentro de esa supuesta casucha mágica para saber que nos amamos y nos toleramos lo suficiente como para que nuestro matrimonio dure lo que corresponde.
BaekHyun, sin poder evitarlo, se giró a mirar con ojos triste a su exprometido al escuchar tales palabras, quien peleaba por ellos como si realmente se trataran de uno, de la pareja, de aquel compañero de vida.
A pesar de que quiso reírse por lo irónica que era la cosa no tuvo el corazón para hacerlo. La discusión pareció tan tonta y divertida, pero aun así no pudo asomar ninguna sonrisa por entre sus labios.
—Es una cabaña muy bonita —comentó el esposo de YooRa.
—¿Estuviste ahí? —habló BaekHyun por primera vez, recibiendo en respuesta una sonrisa amable por parte del hombre.
—Todos hemos estado ahí. —YooRa tomó la palabra en vez de su esposo, aunque a este no pareció importarle—. Nosotros. Mamá y papá. Los abuelos...
—Y los padres de ellos —continuó ChanYeol con el diálogo mientras ponía los ojos en blanco—. He escuchado mucho de eso.
—Por eso es una tradición. —YooRa le sacó la lengua a su hermano infantilmente a pesar de la madurez que debería presentar a su edad y con un hijo en el vientre.
—Creo que deberíamos escuchar lo que opina BaekHyun.
El aludido se quedó con la boca ligeramente abierta, sin saber qué decir.
—No tengo problema en hacerlo. —Se encogió de hombros.
La madre de ChanYeol aplaudió emocionada mientras que este último abrió la boca y llevó ambas manos hasta su cintura para luego mirar hacia el techo, donde tomó una profunda respiración. A lo lejos YooRa se rio de su hermano.
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