Capítulo V

—No seas tonto —susurró BaekHyun antes de mirar a ChanYeol y caminar hacia el vehículo.

Aquello fue lo último que hablaron. Después, ni siquiera cuando estuvieron ambos dentro del auto, volvieron a tocar algún tema. Lo único que se pudo escuchar fue la música de ChanYeol que provenía de su reproductor de música, ya que para esos lugares no llegaba la señal suficiente como para que se escuchara la radio correctamente.

Ya para aquella altura ChanYeol estaba totalmente arrepentido de decir aquello delante de su exprometido. Sabía que BaekHyun no lo perdonaba aún, por lo cual no tenía ninguna posibilidad de recibir una buena respuesta por parte del contrario.

—ChanYeol, ya está oscuro —avisó el profesor mientras miraba con cierto pánico hacia el exterior.

Y aquello era verdad. El sol aún seguía brillando, pero era prácticamente nada, por lo que ya tenía pronosticado que no conduciría con luz durante la hora y media que le quedaba de viaje.

—Tendremos que quedarnos en algún lugar —comentó unos minutos después, cuando ya se hizo demasiado dificultoso conducir con cuidado por entre la calle oscura y tantas curvas.

—No me gustaría hacerlo, pero sé lo peligrosa que es esta carretera durante la noche —pareció quejarse BaekHyun mientras hacia una mueca.

Hace un rato que el chico guardó los papeles junto con los lentes dentro de su maletín. Al parecer ya dando su trabajo por terminado.

—¿Qué haremos entonces? —preguntó sin dejar de estar atento a la carretera.

Él tenía una idea, aunque sabía que lo más probable fuera que a BaekHyun no le gustara para nada.

—No sé. ¿Tú tienes alguna idea?

—Podríamos quedarnos en el motel que está de camino.

En ese momento el auto quedó en completo silencio y ChanYeol se mordió el labio inferior, ansioso y nervioso de la posible respuesta que podría obtener.

—¿De verdad estás proponiendo esa idea?

Se encogió de hombros—. Es lo que se me ocurre.

—¿Acaso no puedes conducir de noche? —Tomó un rápido intervalo de tiempo para mirar al contrario, luego de eso volvió a dirigir la mirada hacia la carretera—. Sé que es peligroso, pero...

—¿Quieres conducir tú?

—Sabes que no sé conducir —alegó el profesor, quien frunció el ceño y se cruzó de brazos—. Está bien. Quedémonos en el motel.

Terminó por apretar los labios para ocultar su sonrisa.

—Bien, hagamos eso.

No tuvo que conducir mucho más para llegar al dichoso motel, tratándose de un edificio de dos pisos con un estacionamiento trasero.

ChanYeol estuvo ahí sólo una vez y fue justamente con BaekHyun cuando iban en un viaje camino a la casa de sus padres.

Entró al estacionamiento con cuidado, ya feliz por estar en un lugar más iluminado, y pasó inmediatamente a estacionarse lo más cerca de la puerta de ingreso.

A pesar de que el motel quedaba considerablemente lejos de la civilización, sí que había una cantidad de vehículos considerables, así mismo como la vez anterior que fueron. Para aquel entonces ambos también se extrañaron de ese hecho y terminaron deduciendo que serían viajeros o simplemente gente de los pequeños pueblos cercanos.

—Tú te encargarás de hacer todo el trámite —avisó BaekHyun de manera seria mientras se sacaba el cinturón de seguridad y bajaba del vehículo. ChanYeol se apresuró en seguirlo.

—¿Sacarás algo del maletero? —preguntó rápidamente para evitar que el chico se fuera hacia el interior del edificio.

BaekHyun se devolvió hasta él y ChanYeol abrió la puerta trasera del vehículo, de donde ambos se encargaron de sacar aquellos bolsos que tenían sus cosas básicas.

—Quiero habitaciones separadas.

Miró a BaekHyun de reojo y prefirió asentir.

—¿Qué te parece una habitación con dos camas?

—Quiero una habitación para mí —insistió.

Volvió a asentir y prefirió no discutir con BaekHyun. Sabía que el chico no estaba muy a gusto con su idea, así que prefería no insistir con el tema.

Una vez que entraron por completo al edificio se dirigieron hacia el escritorio que se encontraba frente a la puerta principal. Detrás de este estaba una mujer que aparentaba tener la edad de su madre. Ella fumaba un cigarrillo y tenía un maquillaje muy extravagante.

—Chicos —dijo ella, como esperando que le hablaran.

—Buenas noches —saludó ChanYeol y se acercó hasta la mujer con una sonrisa cortés—. Necesito dos habitaciones con cama matrimonial, por favor.

La mujer alzó ambas cejas hacia él y le dio una calada a su cigarrillo.

ChanYeol agradeció que el lugar tenía techos altos, porque aquel cigarrillo lo estaba poniendo nervioso.

—¿Seguro que no quieren una habitación con una cama matrimonial? —La mujer se apoyó en el mesón y se hizo a un lado para mirar por detrás de ChanYeol, topándose así con la mirada de BaekHyun, al cual apuntó con el cigarro—. A ese chico lo conozco.

ChanYeol frunció el ceño totalmente extrañado y se giró ligeramente para mirar a su exprometido, notando que este miró a la mujer con cierta confusión.

—Me parece que viniste con un chico una vez. —La mujer le dio una calada al cigarro y miró en otra dirección, como si estuviera pensando—. Me recuerdo de ustedes porque discutieron si escoger la habitación con jacuzzi o no.

—Yo soy el otro chico —soltó ChanYeol casi sin pensar.

Ante su respuesta la mujer abrió los ojos junto con la boca, aparentando más sorpresa de la que probablemente tenía.

—Lo sospeché, pero con ese peinado te ves mucho más joven. —Ella apuntó a ChanYeol.

—¿Más joven que yo? —BaekHyun se mostró sorprendido. El chico salió de detrás de él y se acercó al mesón con confianza, apoyándose en él.

—No, más joven que la vez que vino.

—Ah —contestó ChanYeol con simpleza y luego miró hacia BaekHyun—. Debe ser porque la vez pasada estaba con traje.

—Claro, venías del trabajo —concordó BaekHyun.

Para cuando ambos se voltearon hacia la mujer se encontraron con que esta sonría hacia ellos.

—¿Y cuál es la razón por la que quieren dormir en habitaciones separadas esta vez? ¿Discutieron durante el viaje?

—No seguimos juntos —explicó BaekHyun de inmediato, cosa que pareció extrañar a la mujer.

—¿Entonces por qué están juntos en un motel?

—Necesitamos hospedaje —explicó esta vez ChanYeol y ella asintió lentamente.

—Está bien. Les daré las dos habitaciones. —La mujer dirigió la mirada hacia el computador de escritorio que tenía a un costado sobre el mesón. ChanYeol aprovechó ese momento para sacar su billetera.

—¿Puedo pagar esta vez? —BaekHyun se acercó hasta él para hacerle esa pregunta con la intención de que la recepcionista no los escuchara.

—Déjame pagar a mí —respondió sin mirarlo.

—Ya pagaste el restaurante.

—BaekHyun —regañó y lo miró con el ceño fruncido, teniendo por respuesta una expresión seria, como si el chico estuviera luchando contra él.

—Al menos déjame pagar por mí entonces.

—No. —Dio por finalizada la conversación y abrió su billetera para sacar del interior de esta la tarjeta de crédito.

Lo que no se esperó fue que BaekHyun le extendiera su propia tarjeta a la mujer cuando esta habló sobre el pago. ChanYeol no hizo más que quitarle la tarjeta a BaekHyun y entregar la tuya.

—¿Quieres que me enoje contigo? —BaekHyun le dijo eso de una manera tan seria que de inmediato llamó su atención.

De hecho, ya estaba enojado, lo podía notar con claridad.

Y quizás fuera muy estúpido que lo pensara, pero ChanYeol lo encontró sumamente precioso en ese momento, mucho más de que lo era normalmente. Tenía muchas ganas de besarlo, pero sobre todo quería abrazarlo, quería apoyar su cabeza sobre el hombro del contrario y llorar, botar todo aquello que mantuvo oculto, toda la opresión y la tristeza.

El pensamiento pareció proyectarse en sus expresiones, porque BaekHyun frunció el ceño con confusión en ese momento.

Por alguna razón extraña, no pudo soportar su mirada y terminó dirigiendo su vista hacia la entrada principal, por donde entraba una pareja aparentemente borracha. Rápidamente puso atención en la recepcionista, le hizo un asentimiento con la intención de que continuara con el procedimiento.

Cuando la mujer terminó con el trámite del pago con su tarjeta rápidamente la recibió cuando esta se la entregó. Pudo notar también que ella notó algo en él, porque eliminó su mirada pícara y pareció mucho más seria que antes.

—Estas son las llaves —avisó la mujer y dejó el llavero sobre el mesón.

—Saldré a tomar aire por un momento.

Dejó las llaves donde estaban con la esperanza de que BaekHyun las tomara y se dirigiera hacia la habitación. Él, mientras tanto, caminó hacia el exterior y pasó por un lado de la pareja borracha, aunque la olvidó completamente.

Una vez que estuvo afuera apoyó la espalda contra la pared y suspiró profundamente. Terminó por elevar el brazo izquierdo para taparse los labios. Cerró los ojos y se obligó a sí mismo a no mostrar lo que sentía, al menos no en ese momento.

—¿Qué pasa?

Conocía perfectamente la voz, por lo que no fue necesario girar y mirar hacia la entrada para comprobar que aquel era BaekHyun.

—No es nada. Sólo me siento mareado.

Pudo notar desde la distancia que BaekHyun frunció el ceño y finalmente se acercó hasta él con paso lento.

—¿Mareado?

Aquello no era normal en él, ambos lo sabían, pero de igual modo no tuvo la capacidad para crear algo mejor, no estaba en las condiciones como para hacerlo tampoco.

—ChanYeol, ¿qué pasa contigo?

Se alteró un poco cuando notó que BaekHyun se acercó lo suficiente a él como para que pudiera notar que estaba a punto de llorar.

—BaekHyun, ¿me podrías dejar solo un momento, por favor?

El aludido elevó las cejas entre sorprendido y ofendido, aunque finalmente se encogió de hombros, casi molesto. El profesor terminó por dirigirse hacia el interior del edificio con pasos rápidos.

Alejó el brazo de él y suspiró mientras levantaba la cabeza, encontrándose así con el hermoso cielo estrellado.

—Esto es una mierda —susurró para sí mismo.

Del interior del bolsillo de sus pantalones sacó una cajetilla de cigarros casi vacía, al abrir esta sacó un cigarrillo junto con el encendedor que lo guardó ahí mismo. Prendió rápidamente el cigarro y se dispuso a fumarlo lentamente, disfrutando del humo que recorría su interior.

No supo exactamente cuánto tiempo estuvo ahí, pero debió ser bastante, porque recibió una llamada de BaekHyun.

Deja de fumar y vete a acostar. —Aquello fue lo único que dijo el otro una vez que contestó. Luego de eso cortó la llamada.

Decidió terminar el cigarrillo con más rapidez y luego se dirigió hacia el interior del edificio. Subió por las escaleras al ver que la recepcionista no estaba detrás del mesón y una vez que estuvo en el segundo piso miró a lo largo del pasillo, preguntándose en qué habitación estaba BaekHyun, ya que probablemente él tendría sus llaves. Debido a eso tuvo que llamar al profesor.

—¿Qué pasa? —dijo el hombre apenas le contestó.

—¿En qué habitación estás?

—¿Por qué? —Suspiró suavemente al escuchar el tono desconfiado del contrario.

—Debes tener mis llaves.

Luego de eso escuchó que una puerta se abrió y BaekHyun se asomó por ahí. Una vez que se vieron ambos cortaron la llamada y ChanYeol se acercó hasta él.

—Sólo tengo una llave. —Frunció el ceño al ver el llavero que alzó el contrario.

—Iré a buscar mis llaves entonces —avisó y se alejó del chico sin decirle nada más.

Caminó hasta las escaleras y bajó por estas. El mesón de recepción estaba vacío y la puerta de entrada estaba cerrada, sobre esta apreció un letrero que decía «abierto», lo que quería decir que del exterior estaría el antónimo.

Dio vueltas por el lugar buscando la mujer y esperó por ella durante unos minutos, sólo se detuvo de hacerlo cuando vio que BaekHyun bajó por las escaleras con la bata que ofrecía el motel puesta.

—¿Aún no puedes entrar a tu habitación?

Se encogió de hombros y elevó las manos señalando el escritorio.

—No sé dónde está.

BaekHyun suspiró, apretó sus labios y cerró los ojos durante un momento, como si estuviera pensando.

—Quédate en mi habitación mientras tanto. Ya es tarde.

El profesor no dijo nada más ni dejó que respondiera y sólo volvió a subir por las escaleras con rapidez, perdiéndose antes de que él lograra decirle algo.

Prefirió tomar la idea del contrario, así que subió por las escaleras y se dirigió hacia la que era la habitación de BaekHyun. Una vez que estuvo delante del trozo de madera tocó este. Por suerte, su exprometido no se tardó demasiado en abrir.

El hombre no le dijo nada y sólo se hizo a un lado para dejarlo pasar. Para cuando estuvo en el interior dejó el bolso que cargó todo ese tiempo sobre un pequeño sofá que estaba a un lado de la puerta, el cual por suerte estaba desocupado.

Al estar en el interior de la habitación pudo mirar mejor esta, notando que sólo había otro sillón individual aparte de aquel en el que dejó las cosas. La cama se encontraba en medio de la habitación y del otro lado de la puerta principal había otra puerta. ChanYeol dedujo de inmediato que era el baño.

—¿Tendré que dormir en el suelo? —Hizo una mueca cuando formuló la pregunta. Fue un gesto que no planeó, pero el sólo pensar que estaría incómodo luego de viajar durante horas ya le desanimaba.

—No es necesario. —BaekHyun pareció un poco incómodo al contestar—. Puedes dormir en la cama.

—¿Contigo? —preguntó sorprendido.

El profesor se quedó en silencio un rato mientras lo miraba, al parecer sorprendido por su interrogante.

—Hemos dormido durante años en la misma cama —dijo con un deje de extrañes.

—Lo sé. —Se detuvo un momento para tragar saliva, de repente recordando aquellas noches amenas junto a BaekHyun—. Pero como estabas un poco molesto pensé que... —Se acalló y luego negó—. Gracias por dejar que me quede aquí.

El contrario lo miró atentamente mientras él parecía hablar solo. BaekHyun sólo frunció el ceño y luego fue él quien negó con la cabeza para finalmente mostrar una sonrisa por lo bajo.

—Estás nervioso —aseguró el contrario.

ChanYeol arrugó el entrecejo. No estuvo de acuerdo con el comentario del profesor, aunque probablemente fuese cierto lo que dijo.

—¿Por qué lo dices?

—Porque te conozco.

BaekHyun se dirigió hacia su bolso y buscó en el interior de este. Finalmente el hombre sacó una gran camiseta deportiva. Una vez que ChanYeol pudo reconocerla el contrario rápidamente volvió a meterla en su bolso.

—¿Esa es mi camiseta?

—Lo siento, ChanYeol. —Se apresuró a hablar el otro, mostrando ahora él estaba nervioso—. Pero sabes cuánto me gusta esa camiseta. —Se mordió el labio inferior—. Y es tan cómoda para dormir...

—Tranquilo —interrumpió con una sonrisa—. No tienes por qué explicarme todo eso.

—Pero es tuya.

Arrugó la nariz mientras sonreía, como si quisiera restarle importancia a la situación—. Puedes quedártela.

El profesor se mordió el labio inferior y luego agachó un poco la cabeza. ChanYeol notó que el contrario estaba pensando en ese momento, pero obviamente no podría descifrar lo que pasaba por su mente.

—Tengo sueño —comentó ChanYeol con la intención de romper aquella tensión que se creó de manera improvista—. Iré a darme una rápida ducha antes de acostarme.

El contrario le asintió y volvió a sacar la camiseta del interior de su bolso. ChanYeol mientras tanto tomó su equipaje y se dirigió con este hacia el baño, lugar donde se encerró para desvestirse. Una vez que quedó desnudo suspiró al ver el pequeño dibujo abstracto que estaba sobre su clavícula derecha. Se trataba de una flor que tenía un difuminado hasta la mitad, de izquierda a derecha. La piel estaba ligeramente teñida de rojo y café en ese sector, dándole color a la Dalia.

No le gustaba ese tatuaje, el único que tenía. Se lo hizo pensando en BaekHyun, de hecho, ambos se lo hicieron. Era algo así como un tatuaje de pareja.

Esa fue la primera flor que ChanYeol le regaló a BaekHyun.

Él no estaba para nada consiente de qué tipo de flor era, sólo lo compró porque era bonita y quería darle una buena impresión al hombre. Al final esa flor terminó teniendo mucho más significado del que realmente debía tener.

Prefirió no concentrarse más en el trazado y procedió a acercarse hasta la ducha para ingresar a esta y darse un rápido baño.

|•••|

Esa es a flor que tienen como tatuaje. 🙊

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