Capítulo II

BaekHyun suspiró mientras entraba a su pequeño departamento y dejaba caer su bolso sobre el sofá. Luego de eso se dirigió hacia la cocina y se sirvió un vaso de agua mineral, la cual estabq embotellada dentro del refrigerador.

Su teléfono sonó desde el interior del bolsillo de su pantalón, así que lo sacó para contestar la llamada, haciendo todo tan sumamente rápido debido a la costumbre que ni siquiera logró fijarse bien en quién lo llamaba hasta después de contestar. Por esta misma razón, se arrepintió de haberlo hecho, pero a pesar de eso no cortó la llamada.

—¿BaekHyun?

Suspiró—. Buenas tardes, SeHun.

El hombre desde el otro lado de la línea se aclaró la garganta. BaekHyun pudo percibir un poco de incomodidad, cosa que en el fondo no le sorprendió.

—¿Hay algo en específico por lo que me estés llamando o te equivocaste de número otra vez?

—No —contestó de inmediato—. Esta vez vengo a hablarte por algo en específico.

Inmediatamente su ceño se frunció y deseó que aquello no se tratara de ChanYeol porque realmente no quería saber nada acerca del tipo.

—Claro, dime qué pasa.

—Es sobre ChanYeol. —Dio un pequeño gemido frustrado sin haberlo querido, por lo que SeHun se apresuró en agregar—: Sé que no quieres hablar de él, pero hay algo importante que necesito decirte.

—¿O quizás sólo te mandó a convencerme?

—BaekHyun...

Rodó los ojos al escuchar el tono con el que le habló el contrario, casi como si hubiera aceptado que ya lo descubrieron. Después de todo, conocía a SeHun desde hace tiempo, por lo que sabía sus manías y eso también incluía sus mentiras.

—¿Al menos dejarás que te cuente qué pasa?

—Claro, estoy aquí para escucharte.

Se apoyó en una encimera de la cocina mientras continuaba con el vaso de agua en una mano y en la otra mantenía el teléfono cerca de su oreja.

—Los padres de ChanYeol están enfermos.

—Eso lo sé perfectamente, SeHun.

—A su padre no le dieron mucho tiempo de vida. —El cuerpo de BaekHyun se paralizó—. ChanYeol justamente se tomó unas vacaciones para poder visitarlo y pasar el último tiempo que tenga juntos.

Sin poder evitarlo continuó guardando silencio a pesar de que SeHun se quedó un intervalo de tiempo callado, probablemente con la intención de que él dijera algo, pero realmente no era capaz de hacerlo.

—¿BaekHyun?

—¿Si? —terminó por susurrar luego de unos segundos, aún sin poder digerir por completo la información.

—No quiero que sientas lástima de ChanYeol o algo por el estilo, pero me gustaría que pensaras en su padre. Si es que vas a hacer algo hazlo por él y no por ChanYeol, quien no se lo merece.

—Sus padres no tienen la culpa —susurró para sí mismo.

—Exacto. Y sabes cuánto te quieren ellos. No quiero que pasen un mal momento por estar preocupados por su hijo menor, quien de un momento a otro parece estar solo. —SeHun esperó un corto periodo de tiempo antes de continuar—: ¿Logras comprenderme?

—Sí, te entiendo. —Miró hacia el suelo de su cocina y dejó el vaso sobre la encimera, ya completamente olvidado.

—Espero que puedas pensar un poco respecto a lo que te dije.

—SeHun —llamó y el hombre hizo un sonido de garganta como indicación de que continuara—. ¿Qué crees que debería hacer? Y esta vez quiero una respuesta sin pensar en ChanYeol.

—Yo creo que deberías ir —dijo el hombre después de pensárselo un poco—, principalmente por los padres de ChanYeol y por la buena relación que llevabas con ellos. Tú más que nadie sabe lo difícil que fue para ChanYeol y su familia sobrellevar el cambio de sus gustos sexuales, añadiendo a ello que tú fuiste su novio más importante, incluso su prometido.

—Y ellos me aceptaron a pesar de todo —murmuró.

—Exacto. —SeHun soltó un profundo suspiro—. Lo único que te pido es que tengas un poco de respeto hacia los padres de ChanYeol, quienes te recibieron como a su propio hijo.

—Deja de hablar, SeHun —pidió ya con el corazón adolorido—. Estoy consciente de lo bueno que han sido ellos conmigo.

—Entonces, por favor, sé bueno con ellos. Además, podrías aprovechar esta oportunidad para demostrarle a ChanYeol de lo que se está perdiendo al haber terminado contigo.

BaekHyun sin poder evitarlo se sonrojó y se mordió el labio inferior mientras bajaba su mirada. Después de todo, seguía siendo vulnerable ante los halagos.

—Pensaré en ello —terminó por decir.

—Está bien. Si quieres volver a hablar del tema puedes llamarme.

—Bueno, SeHun. Adiós.

Luego de eso cortó la llamada y cerró levemente los ojos mientras dejaba escapar un suspiro y pensaba seriamente eso de acompañar a ChanYeol hasta la casa de sus padres. Incluso esa puede ser la única vez que los vuelva a ver. Por mucho que estuviera enojado con su exprometido, no se podía permitir el dejar pasar la oportunidad de relacionarse nuevamente con aquellas personas que en algún momento llegó a considerar una familia.

Aún teniendo aquello en su mente se dirigió hacia la sala de estar, donde se dejó caer sobre uno de los sofá mientras tenía la mirada perdida y continuaba con el mismo pensamiento, cosa que no hubiera cambiado si no hubiera escuchado el timbre de su departamento sonar. Debido a esto frunció el ceño, porque él no se esperaba ninguna visita.

Se dirigió hacia la entrada del departamento y una vez que abrió la puerta de este tuvo que morderse la lengua para no soltar una exclamación de sorpresa.

ChanYeol estaba ahí, justamente frente a su puerta con otro ramo de flores en mano junto con un café, aquel que tanto le gustaba.

—Por favor, déjame intentarlo una vez más —pidió el hombre antes de que BaekHyun lograra decir alguna palabra.

—Pasa —dijo sin muchas ganas mientras suspiraba y abría más la puerta, cosa que le sorprendió al contrario. De hecho, este se quedó mirándolo desde la entrada con los ojos grandes y la clara expresión de sorpresa reflejada en el rostro—. ¿No piensas pasar?

—¿Ah? —El otro tardó unos segundos en procesar lo que dijo—. Claro. Gracias.

Cerró la puerta una vez que su exprometido entró al departamento y mudamente le hizo un ademán para que tomara asiento en el sofá desocupado. ChanYeol, luego de sentarse, dejó el ramo de flores junto con el café sobre la mesita de centro.

—SeHun me llamó. —El hombre se giró a mirarlo con los ojos ampliamente abiertos—. Me habló acerca de tu padre. —ChanYeol aun así guardó silencio—. ¿Por qué no me dijiste?

—Sí te dije que ambos estaban enfermos.

—Eso sí lo sabía, pero no estaba para nada consiente de que tu padre estaba tan enfermo.

El contrario se tomó bastante tiempo para contestar.

—No quería preocuparte demasiado.

—¿Pero aun así convenciste a SeHun para que me lo dijera? —Guardó silencio y esperó que el otro contestara, cosa que finalmente no sucedió—. Debiste habérmelo dicho directamente, ChanYeol.

—Pensé que te causaría algún tipo de daño, por eso no quise decírtelo directamente.

—Sí me causó daño. —Se sentó sobre el sofá que estaba frente al de ChanYeol—. Estoy sorprendido y triste por la noticia.

—Pero aun así no es motivo suficiente como para ir hasta la casa de mis padres, ¿cierto?

BaekHyun tomó una profunda respiración, donde se dedicó a mirar atentamente la cabeza gacha del contrario, quien luego de unos minutos de silencio levantó la cabeza para buscar una respuesta en su mirada, cosa que aprendió a hacer con el paso de los años y la cual contribuyó a la fuerte relación que tenían.

—Te acompañaré.

Su respuesta claramente sorprendió a ChanYeol, porque este lo miró con los ojos sumamente abiertos y luego se puso de pie, como si gracias a eso pudiera sentirse más seguro de lo que dijo.

—¿De verdad?

Asintió con desinterés, incluso a pesar de lo preocupado que estaba por el contrario, especialmente por el hecho de que este pasaba por una situación tan triste.

—Te acompañaré —aseguró—. Pero tendrás que comportarte adecuadamente. No quiero que hagas cosas estúpidas.

—Por supuesto que no —se apresuró en contestar.

—Y no quiero que vuelvas a traerme este tipo de cosas. —Hizo una mueca y apuntó a las cosas que habían sobre su mesilla de centro.

—Claro. No volveré a hacerlo si no quieres que lo haga. Sólo intentaba... convencerte.

—Supuse que sería eso, así que no vuelvas a hacerlo.

—Está bien. —El chico agachó la cabeza, quizás un poco apenado, pero BaekHyun no se dejó afectar por la aparente tristeza del contrario.

—¿Cuándo piensas irte?

ChanYeol se tardó un momento en contestar, casi como si en un principio no comprendiera de qué hablaba.

—Mi idea es irme lo antes posible.

—¿Qué es "antes posible" para ti?

—¿Esta noche? —preguntó un poco dudoso y BaekHyun elevó ambas cejas, sorprendido.

—¿Estás loco? Ni siquiera he solicitado días libres en el trabajo.

—¿Crees que eso será un problema? —ChanYeol hizo una mueca y volvió a sentarse.

—Si les hablo del tema probablemente lo entenderán.

—Espero que así sea —susurró el hombre mientras miraba hacia el ventanal que daba con el balcón del departamento. Luego volvió la mirada hacia el interior hasta posarla sobre el vaso de café—. ¿Al menos te lo tomarás?

—¿No prefieres tomarlo tú?

—Te lo traje a ti.

Luego de eso llegó un incómodo silencio en el que finalmente BaekHyun se decidió por tomar el café y llevárselo a los labios. Era exactamente como lo recordaba, con la cantidad de azúcar que le gustaba y a una temperatura agradable.

—Haré los acuerdos en el colegio y luego te hablaré sobre lo que me respondan.

—Está bien. —El hombre se puso de pie, al parecer comprendiendo que eso estaba siendo como una despedida, cosa que BaekHyun agradeció—. Si tienes algún problema sólo llámame y yo iré a hablar con tu director si es necesario.

—Probablemente no lo habrá, así que no te compliques por eso.

BaekHyun se puso de pie y, a pesar de que la diferencia de estaturas era clara, de esa manera ambos se podían de ver a los ojos de mejor manera, cosa que terminó por maldecir porque no estaba preparado para ver los ojos tan expresivos de ChanYeol, aquellos que parecían decirle cuánto lo extrañaban, pero en el fondo BaekHyun sabía que no era así y que el hombre sólo era un buen mentiroso.

Entre ellos no bastó más que nada una tosca despedida, cosa que se dio especialmente porque BaekHyun no estaba dispuesto a ofrecer algo mejor, incluso a pesar de que notó las ganas que tenía ChanYeol de darle un abrazo. Lo bueno fue que logró evitar el momento incómodo y consiguió que su exprometido saliera de su departamento sin hacerlo pasar por un mal momento.

Una vez que quedó solo inhaló profundamente y se dirigió hacia el balcón del departamento con el café aún en mano. Se apoyó en el barandal y pasó el resto de la tarde ahí mientras tomaba del delicioso café que le trajo recuerdos dolorosos, pero hermosos de su antigua relación con ChanYeol.

Al día siguiente, por el contrario, el cielo no estaba tan agradable una vez despertó. Sin embargo, a medida que pasó el día este mejoró, cosa que también le causó mejor ánimo.

Todo iba bien. El trabajo no estaba pesado ni ninguno de sus alumnos hizo algo suficientemente estúpido como para terminar con él en inspectoría, cosa que ocurría al menos una vez a la semana; por suerte, ese día no era la ocasión.

—Profesor Byun. —Se detuvo ante el llamado del director, quien lo sorprendió apareciendo en la sala de profesores con su típico traje desteñido y viejo—. Leí su carta.

Se puso de pie y se acercó hasta el hombre en busca de más intimidad, incluso a pesar de que estaban solos en la habitación. Justamente, esa hora la tenía desocupada.

—¿Podré tomarme los días libres?

—Debido a que es una emergencia tendré que hacerlo. —El hombre miró las hojas que tenía entre sus manos, aquellas misma donde BaekHyun pidió permiso e incluido los argumentos para poder tomarse aquellos días con urgencia.

—Muchas gracias por comprender, señor.

—No tienes por qué agradecerme. En un caso como este estoy obligado a ceder —dijo con la intención de bromear. BaekHyun sonrió por cortesía—. Esperaré a que termine su turno y luego puede irse a casa.

—Está bien, muchas gracias.

El hombre hizo una venia hacia él, cosa que BaekHyun rápidamente se obligó a imitar antes de que el hombre desapareciera de su vista.

A pesar de que no lo creyó, conseguir el permiso fue mucho más fácil de lo que pensó. Por otro lado, el tema difícil era tratar con ChanYeol. Porque sí, BaekHyun apenas recibió la información de inmediato llamó a su exprometido, importándole poco que este estuviera registrado con el nombre «bastado».

ChanYeol obviamente se alegró por la noticia y, aunque BaekHyun no debió pensarlo, llegó a imaginarse que el hombre estaba más feliz de que fueran juntos que por el motivo de que irían a ver a su padre enfermo.

|•••|

—¿Traes todas tus cosas?

Asintió mientras dejaba que ChanYeol tomara su maleta y la subiera en la parte trasera de su jeep de estilo clásico, pero a la vez moderno.

—Me encargué de hacer unas cosas para comer —habló ChanYeol nuevamente mientras tomaba en alto una bolsa de género.

Se hacía una idea de qué cosas habían en su interior. Aquella no sería la primera vez que viajaban hacia la casa de los padres de ChanYeol, por lo que BaekHyun ya pasó por eso muchas otras veces antes.

Por lo general, su exprometido se encargaba de preparar algunas cosas para comer durante el viaje, cosas que generalmente siempre faltaban, porque viajar más de cinco horas era bastante aburrido y aparte de escuchar música o hablar no había nada más entretenido que comer.

—De igual forma, creo que sería bueno que pasáramos a almorzar en algún restaurante que se encuentre en la carretera.

—No será necesario —soltó con brusquedad y se dirigió hacia la puerta del copiloto. ChanYeol rodeó el auto y abrió la puerta del piloto.

—Sólo almorcemos.

Ni siquiera le dirigió la mirada y se subió dentro del vehículo para tomar asiento correctamente. Su acompañante rápidamente lo siguió.

—Casi pareciera que no estás urgido por llegar a la casa de tus padres —susurró por lo bajo mientras miraba por la ventana.

Su intención no fue que ChanYeol lo escuchara, pero al parecer este sí lo hizo, porque se removió incómodo sobre su asiento y cuando lo miró de reojo lo descubrió restregándose la cara y tomando profundas, pero silenciosas respiraciones, quizás en el intento de intentar calmarse o buscar paciencia.

—¿Siempre estarás discutiendo conmigo?

Puede que sí.

Ciertamente, a BaekHyun le pasaba algo extraño respecto a ChanYeol. Probablemente era la desconfianza o que aún estaba dolido por su ruptura amorosa, pero efectivamente ahora estaba mucho más esquivo con el hombre. Era más sarcástico e incluso hiriente, pero él no se sentía mal comportándose de esa manera, al menos no la mayoría de las veces.

—¿Podemos hacer algo así como una... tregua?

Guardó silencio y se giró lentamente a mirar al contrario, quien se mordió el labio inferior con un poco de incomodidad al ver su reacción.

—No seas infantil —soltó ásperamente.

—No quiero que te comportes así todo el viaje, BaekHyun.

—¿Y qué esperas que haga? —dijo con brusquedad mientras lo miraba—. No tengo las ganas de relacionarme contigo, pero aun así estoy aquí. Y quiero que te quede claro que esto lo hago por tus padres, no por ti.

ChanYeol guardó silencio, pero no mostró nada más que una expresión seria en el rostro y BaekHyun en el fondo entendió por qué prefirió callar que responderle de alguna manera. Siempre las cosas fueron así entre ellos. ChanYeol prefería callar mientras BaekHyun soltaba toda la mierda, cosa por la cual se sintió mal en ese momento. A pesar de lo mal que lo pasó por el rompimiento del compromiso, BaekHyun sabía lo bueno que fue el contrario con él durante su relación.

—Lo siento —susurró sin muchas ganas. Se cruzó de brazos y miró hacia el frente—. Intentaré no pelear contigo.

El contrario suspiró a su lado y luego puso la llave del vehículo en el lugar indicado para ponerlo a andar.

—Yo también intentaré no hacerlo —soltó entre dientes.

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