UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Ya había perdido la cuenta de cuántas veces había hecho el mismo recorrido a las mismas horas.

Pasando la medianoche, la aldea se tornaba en un ambiente solitario, oscuro y nostálgico. No podía evitar sentir el cansancio en sus hombros. Luego de haber pasado la semana trabajando turnos dobles y durmiendo 2 a 3 horas diarias además de sus ocasionales visitas a la biblioteca, el estrés la estaban matando.

Camino sin apuro alguno, meditando en lo que tendría que hacer el día siguiente. Sus pasos sabían de memoria el camino a casa, por lo que sin pensarlo ya había avanzado la mitad del recorrido. Como todos los días, pasó frente a la banca desde donde siempre se veía la entrada de la aldea. El viento soplaba como de costumbre y ella se estremeció. Al parecer había dejado su abrigo en la biblioteca, pero era tarde ya, así que lo recogería cuando pudiera.

Nuevamente sintió un estremecimiento que la recorrió de pies a cabeza. Más que el simple frío de la noche le pareció un presentimiento.

¿Habría alguien por ahí a esas horas?

Miró en todas las direcciones esperando ver algo, pero fue en vano. Quizás el cansancio le estaba jugando una mala pasada. De pronto, sintió una presencia tras ella que la paralizó por completo. El pánico se apoderó de ella al sentir que su cuerpo no le respondía.

¿Acaso sería una especie de genjutsu?

Al ver que no podía defenderse, intentó gritar, pero una mano le cubrió la boca.

La desesperación se desbordaba de ella. No sabía qué hacer, cómo pedir ayuda. Su reserva de chakra estaba agotada, no había nadie alrededor y probablemente nadie se daría cuenta de lo sucedido sino hasta el amanecer. En ese momento solo pudo pensar en una sola persona. Si tan solo él estuviera ahí para ayudarla. Si tan solo pudiera verlo una vez más antes de desaparecer con aquel individuo que intentaba Dios sabe qué cosas.

Cuando ya había perdido las esperanzas de poder hacer algo contra aquel hombre, sintió que algo cubrió sus hombros. ¿Acaso era esa una chaqueta? Si no estuviera tan atemorizada diría que su atacante le habría prestado su chaqueta. Sintió que la mano que cubría su boca la soltó, y poco a poco giró para dar un vistazo a lo que realmente la cubría.

De pronto, todo a su alrededor había desaparecido. Lo que había visto la dejó sin aliento. Su mente trabajó a mil por hora cuando se dio cuenta que aquello que la resguardaba del frío era un chaleco ninja, pero no cualquiera, sino uno de Sunagakure.

Sus ojos se inundaron en lágrimas pero no se atrevía a voltear. Se negaba a encarar la realidad y decepcionarse una vez más como todas aquellas veces en que su mente le jugó una mala pasada.

¿Acaso sería real esta vez?

No.

No voltearía para darse cuenta que él nuevamente se le escaparía de las manos.

No jugaría con sus propios sentimientos avivando la llama que tanto le costó mantener dormida.

Él desaparecería una vez más así como en sus sueños. Si cerraba fuertemente los ojos seguro todo volvería a la normalidad.

Se mantuvo así abrazándose a sí misma y llorando en silencio. No se había dado cuenta que ya no se encontraba bajo los efectos de ningún jutsu paralizante, que nadie la estaba sujetando y nada le impedía darse vuelta.

Sus lágrimas se hicieron más abundantes y su llanto más sonoro. Sentía desgarrarse por dentro. ¿Por qué le tenía que pasar esto a ella?

Súbitamente sintió unos brazos que la rodearon por atrás y un rostro que se apoyó en su hombro. Su dolor se hizo más intenso pero su regocijo también, por lo que decidió disfrutar el momento. Si este era un sueño vívido, sería el mejor y más real...y estaba segura que lo guardaría por siempre en su corazón.

--¿Es que acaso nunca voltearás a mirarme?

Aquella voz la hizo estremecer y con el rostro cabizbajo se abrazó aún más fuerte a sí misma. Sintió que esa voz la forzaba a girarse, pero ella endureció su cuerpo negándose a enfrentar la realidad. Al ver la negativa, el hombre giró y se puso frente a ella. Ino cerró fuertemente los ojos al sentir que su más grande sueño tomaba su mentón entre sus dedos y la obligaba a mirarlo.

Unos labios suaves presionaron contra los suyos.

Si es que acaso eso era un genjutsu, no quería que terminara jamás.

Si es que era un sueño, no quería despertar.

Y si es que acaso ya se encontraba en el paraíso, sería feliz muriendo en sus brazos.

Aquellos brazos la apretaron fuertemente contra su pecho y unos labios besaron su frente.

--Nunca más me alejaré de tu lado-- dijo. --Estoy aquí, por ti, y te juro por lo que me queda de vida que jamás volverás a estar sola. Te amo.

Esa calidez le hizo entender que aquello tenía que ser real. Su voz, su aroma, su presencia, sus palabras, su amor...todo estaba nuevamente ahí, con ella. Era él, no tenía dudas.

Permanecieron así, abrazados hasta que se quedaron sin fuerzas. Ella se había rehusado a soltarlo. Él había sonreído tiernamente. Ni siquiera se habían sentado. No conversaron, no hubo más intercambio de palabras. El tiempo se detuvo. No sabían qué hora era, no sabían si alguien los veía. Solo eran ellos dos en su universo de amor.

No supieron cuánto tiempo después se miraron cara a cara y con lágrimas en los ojos, sonrieron como no lo habían hecho en mucho tiempo.

Conversaron de todo. Caminaron por la aldea como si fuera un día cualquiera, poniéndose al día de los últimos acontecimientos.

Él le contó todo lo que había sucedido en Suna. Su vida junto a Temari y cómo fue que pudo salir de aquella aldea.

Aunque se había prometido a sí mismo guardar el secreto de su ex esposa, le dijo toda la verdad a Ino, pues no había persona en quien confiara más que en ella. Ino agradeció que las cosas se dieran de esa manera, así Shikamaru pudo librarse de toda responsabilidad sin tener que faltar a su palabra. También le dijo que no había comunicado de su divorcio y regreso a nadie, ni siquiera a su padre ni a su mejor amigo, pues no había nada más importante para él que verla. No quería que se enterara por algún comunicado o por otros comentarios que él estaría de vuelta, quería que tuvieran la oportunidad de volverse a reencontrar así; viéndose cara a cara, hablándose, sintiéndose.

De esta manera, al fin pudieron caminar juntos, tomados de la mano.



08/02/21



¡Hola! Por fin llegó el ShikaIno, señores😁. Espero que les haya gustado.

No desesperen que vienen más capítulos😍😍. Espero seguir contando con tiempo suficiente para escribir y así poder actualizar continuamente.

Les mando un fuerte abrazo 😊.

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