--Papá, ¡no quiero dejar Konoha! Toda mi vida está aquí. Te-tengo... muchos amigos en esta aldea, no me gustaría dejarlos.

--Lo siento, hijo-- dijo Shikaku--. Sabes que debemos hacer esto por el bien de la aldea. Es importante mantener buenas relaciones con Suna. Además, no entiendo por qué te opones a casarte con Temari; parece una buena chica, creo que hasta parecías llevarte muy bien con ella cuando venía de visita a la aldea.

--Claro que me agrada, no dije lo contrario, pero ¿de ahí a casarme con ella?

--Es una chica fuerte y poderosa, además de ser la hermana del Kazekage. Creo que deberías pensar un poco en el clan. Los Nara tendríamos influencia en Konoha y Suna siendo consejeros en ambas aldeas; ello nos brindaría mayor estabilidad en caso de que exista algún enfrentamiento con otros países-- argumentó su padre --Piénsalo, podrías empezar una nueva vida y una nueva familia allá.

--¡Pero no quiero alejarme de aquí!-- exclamé harto de la conversación --Quiero vivir en Konoha, lugar donde crecí y me crié... quisiera formar mi familia aquí-- dijo con un leve sonrojo.

--Bueno, tampoco es que tuvieras a alguien por aquí, ¿o sí?-- mencionó su padre ligeramente intrigado debido a la negativa rotunda de Shikamaru.

--No, claro que no...-- respondió derrotado. Por más que su corazón se negara a aceptar, no pudo ser capaz de decirle nada.

2 semanas atrás

Ino y Shikamaru siempre fueron muy buenos amigos y camaradas. Desde pequeños se les veía peleando por cosas sin sentido, pero en el fondo existía un cariño que ninguno de los dos se atrevía a demostrar. Nadie sabía, ni siquiera ellos mismos tenían idea si era un cariño de hermanos, como el que había entre Sakura y Naruto, o es que en el fondo estaba creciendo algo completamente diferente.

Después de tantos años de cavilaciones, tantas vueltas al asunto, Shikamaru se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos. Siendo así sería era inútil dejar las cosas como estaban. Si tenía la más mínima posibilidad de acercarse a ella debía hacer algo. Debía actuar.

.

Ino y Sakura estaban camino a Ichiraku. Como un día cualquiera, las dos amigas salían a comer algo y de paso distraerse un poco después de tantas misiones. Sakura le contaba una de sus tantas anécdotas con Naruto.

--Y así como te seguía contando, cerdita. Mientras estábamos en el bosque al regresar de una misión, el tarado de Naruto estaba durmiendo cuando de pronto vi se le cayó un vale de Ichiraku que ofrecía ramen gratis para dos personas. Y tú, sabes, la tentación era grande jajaja-- al ver la expresión de Ino agregó --claro que yo estaba pensando en usarlo una vez y luego devolvérselo para que él pudiera reclamar el otro.

--Ah ¿sí?, y ¿cómo es que estamos aquí tú y yo comiendo dos porciones de ramen?-- preguntó sospechosa.

--Ah, es que no sabes con lo que salió ese tarado. Entre sueños se puso a balbucear:

--Sakura-chan, estás muy flaca, con razón tu cara se ve más delgada y tu frente más grande.

Ino reía sin parar imaginando la situación tan cómica que seguro tuvieron que presenciar Kakashi-sensei, Sai y Yamato.

--Yo ya tenía preparado mi puño con chakra, ¡listo para hundírselo en la cara y volarle un par de dientes! pero lo pensé mejor y me di cuenta que hablando de Naruto Uzumaki, no había nada peor que perderse un plato de ramen, así que decidí quedarme con el vale y despertarlo a cachetadas-- rió --y bueno, así es como nos encontramos aquí, esperando nuestro miso ramen con doble ración de puerco.

Sin que ninguna advirtiera la presencia de alguien más, Shikamaru se acercó a ellas. Al verlas sumidas en una divertida conversación, carraspeó fuerte haciendo que las kunoichis voltearan a verlo.

--Sakura-- saludó Shikamaru sentándose a su lado. --Hokage-sama solicita tu presencia en la torre urgentemente.

La kunoichi de cabellos rosados se revolvió en su asiento y se puso de pie al instante. --¡Oh! No puedo hacer esperar a Tsunade-sama o me irá MUY mal-- habló Sakura más para sí misma que para los otros. Estando de pie, acabó su plato en menos de 3 minutos y se fue corriendo en dirección a la torre.

Al encontrarse a solas con la rubia decidió tantear el terreno. Si quería expresar sus sentimientos, por algo debía empezar. Ambos se conocían bien y se tenían mucha confianza, por ello no se le hizo difícil iniciar una conversación casual.

--Ino, eh... ¿qué tal te va?-- preguntó. Ino pensó que se veía ligeramente nervioso, aunque rápidamente se deshizo de la idea. Habían conversado miles de veces de manera tan normal que esta vez no tendría que ser diferente.

Al ver que la muchacha se quedó pensativa sin responder a su pregunta, pensó que su nerviosismo e inquietud habían sido detectados por ella. Si estaba en lo cierto, sería mejor no dejar morir la conversación y evitar ese vacío silencioso tan incómodo.

--Di-digo, ahora que ya no somos genin no tenemos mucho tiempo para compartir.

--Es cierto-- respondió al fin --ya no nos sentamos a comer barbacoa con Chouji y Asuma-sensei; aunque claro, desde que Azuma-sensei se casó con Kurenai-sensei, ya no hay quién pague la cuenta. Eso también influyó en que nuestras salidas se hicieran más esporádicas--dijo sonriendo al recordar viejos tiempos. Ambos rieron.

Empezaron una conversación tan amena como de costumbre. Desde que eran muy pequeños estaban acostumbrados a pasar tiempo juntos. Inoichi, Shikaku y Choza se frecuentaban seguido; por consiguiente, ella siempre se vio obligada a compartir tiempo con dos niños que lo único que hacían era jugar a los ninjas. Aún así, los apreciaba mucho. No le gustaba la idea de escoger entre Shikamaru y Chouji, pero si era sincera consigo misma, sabía que el hijo de Shikaku Nara era por quien más apego sentía.

Sin darse cuenta, Shikamaru e Ino ya estaban intercambiando palabras, sonrisas y anécdotas del pasado mientras el chico decidió acompañarla con un plato de ramen. Al terminar, el joven pagó su consumo y pasearon un poco por la aldea. Sin tener conciencia de a qué lugar se dirigían, sus pasos los llevaron al bosque, exactamente donde una vez Sakura le cómo Kakashi-sensei dejó a Naruto sin comer mientras yacía atado a un tronco, y después, por tratar de alimentarlo, casi les cuesta sus futuros como ninjas a ella y a Sasuke.

Cuando ya se había hecho de noche y empezaba a hacer un poco de frío. Ino se percató de cuánto habían caminado. Estaban lejos del puesto de Ichiraku y el deambular de la gente era más escaso.

--Creo que nos hemos alejado un poco-- dijo la kunoichi mirando a los lados. Shikamaru hizo caso omiso a las palabras de Ino. Parecía enfrascado en su propio mundo mientras observaba el cielo. Recordando uno de los hobbies favoritos de su mejor amigo, se sentó en el pasto con las manos apoyadas hacia atrás, acompañándolo así en esa manía tan propia de él: ver las nubes.

--¿Alguna vez te dije que me hubiera gustado ser una nube?-- le dijo dejándose caer a su lado sin dejar de mirar el inmenso manto azul.

--Como unas treinta veces, mínimo y solo en este mes-- respondió con sorna. --No entiendo cómo pueden gustarte las nubes. A mí me parecen algo aburridas... como tú comprenderás jajajaja-- se burló.

--Ya sé que soy aburrido-- dijo sonriendo de lado con cierta nostalgia.

Algo en su rostro demostró que aunque fuera de broma, esa no era la respuesta adecuada para el momento. Quizás estaría pasando por un mal momento o un problema y ella sin saber había malogrado la situación.

--No lo eres... bueno sí, pe-pero eres aburridamente agradable--dijo tratando de arreglar un poco su casi metida de pata.

--Bueno, quizás para ti sea aburrida una nube porque tú eres diferente-- dijo mirando nuevamente al cielo --tú eres... tú eres como una estrella: una vez que apareces, iluminas todo el lugar--agregó mirándola a los ojos.

Extrañamente Ino empezó a sentir un leve rubor en sus mejillas. Agradeciendo que fuera de noche, volteó su rostro para evitar que la viera directamente. Al ver su reacción, Shikamaru sonrió levemente. Esa mínima actitud le decía que fue capaz de notar su nerviosismo. Qué esperaba, era un genio después de todo.

Ino intentó cambiar de tema pero no sabía qué decir. ¡Ino Yamanaka se había quedado sin palabras!

Nunca le había pasado algo así, ni siquiera con Sasuke en aquellos días de genin. Mientras su mente daba vueltas pensando en qué decir o hacer, se quedó congelada. Por otro lado, Shikamaru sintió que ese era su momento. Estando tan desconcertada y asombrada como lo estaba, al menos tendría la oportunidad de dar el siguiente paso, así que aprovechando la situación, él la rodeó con un brazo, haciendo que el cuerpo de Ino experimentara una sensación nueva:

Calidez.

.

Esa noche Shikamaru se ofreció a acompañarla a su casa. Ella no puso objeción pues seguía sumida en sus pensamientos y en las palabras que él le había dicho momentos antes.

Al despedirse de él e ingresar a su casa, cerró la puerta con fuerza y se recostó sobre ella. Al dar unos pasos dentro de su hogar pudo notar cómo su cuerpo se iba relajando. Soltó todo el aire que tenía sostenido y se dio cuenta que sí, que efectivamente había estado tensa, nerviosa y ruborizada ante la actitud de Shikamaru.

--Hija, ¿te sucede algo?

--¿Ah? No, no; nada, papá-- respondió distraída.

--No me digas que nada, princesa. Te veo un poco nerviosa. Seguro que saliste con un chico, ¿no?-- indagó un poco. Conocía a su hija y la belleza que poseía. No era nuevo saber que algún muchacho estuviera interesado en ella --Tal vez ese tal Sai-- dijo su padre con picardía.

--¡No, papá! ¿Cómo crees?-- se exaltó --Sai y yo solo somos amigos.-- Ella tenía mucha confianza en su padre, así que no tendría problema en contarle lo sucedido; claro, evitando ciertos detalles. --Hoy estuve con Sakura. Fuimos a comer a Ichiraku y luego nos encontramos con Shikamaru. Sakura se tuvo que ir con Tsunade-sama así que fui a dar una vuelta con Shikamaru, luego se ofreció a traerme y eso fue todo-- le dijo tratando de sonar desinteresada.

--Shikamaru eh...-- dijo su padre con ligera seriedad.

--¿Algún problema con ello, papá?-- le extrañó la actitud de su padre --Él es un amigo muy cercano, pensé que te agradaba.

--Claro, hija. Shikamaru es un bueno muchacho, además de ser el hijo de Shikaku. Por supuesto que me agrada. Sin embargo, trata de relacionarte con... otras personas-- dijo mirando hacia la ventana-- Shikamaru tiene otro tipo de responsabilidades ahora.

Ino no entendió lo que su padre quiso decir, pero para evitar seguir esa conversación algo incómoda, simplemente asintió.

16/01/19