MIS GRANDES CAMARADAS

--¡Por aquí, Shikamaru!-- gritó Chouji levantando la mano desde su lugar mientras todos miraban en la misma dirección mostrando una gran sonrisa.

Shikamaru recorrió con la mirada aquel lugar. Había mucha gente alrededor, todos pareciendo disfrutar de la compañía. Justo en el centro del salón se encontraba una gran mesa de patas cortas rodeada de grandes cojines donde cómodamente descansaban sus colegas y ex compañeros. La mesa estaba completamente llena de trozos de carne y costillas de cerdo que aguardaban para ser cocidas en el asador. Sintió una inmensa alegría y nostalgia al recordar esas salidas con sus camaradas de hace años atrás. Definitivamente aquel restaurante de barbacoa era el lugar idóneo para reunirse con amigos y pasarla bien.

Se aproximó a la mesa y fue recibido por un caloroso abrazo de parte de cada uno de ellos. Chouji, Naruto, Neji, Shino, Kiba, Lee y Sai se acercaron a él uno por uno dándole la bienvenida. Todos compartían un grato momento cenando mientras intercambiaban experiencias, anécdotas y momentos vividos.

--¿Y qué se siente estar casado, Shikamaru? ¿Es cierto que las mujeres se vuelven más tediosas con los años?-- preguntó Kiba.

--Es problemático...definitivamente no es algo en lo que tú te verías envuelto. Al menos no tan pronto-- bromeó.

-- Claro que no. ¡Yo amo mi soltería! Si existen tantas mujeres hermosas en el mundo, ¿por qué me casaría solo con una? ¡Las mujeres tienen Kiba para rato! No pienso amarrarme tan rápido-- se ufanaba.

--El problema es que las mujeres no quieren amarrarse a ti, Kiba--señaló Shino con la misma actitud serena de siempre --¿Acaso no recuerdas cuando te mandaron a la...

--¡NO TE METAS, SHINO!

Todos rieron a grandes carcajadas.

--No molesten a Kiba, ¡todavía está en la flor de la juventud! Seguro que muy pronto encontrará a la indicada-- exclamó el joven de cejas prominentes.

--Seguro. Que hayas sido rechazado por muchas chicas en Konoha, además de otro tanto en cada misión a donde íbamos fuera de la aldea no quiere decir que seas incapaz de enamorar a alguien-- agregó Sai con una sonrisa en los labios.

--¡BASTA! Si tengo esta clase de amigos para qué quiero enemigos...-- murmuró Kiba.

Shikamaru se sintió tan feliz y dichoso. Reír con sus amigos era el recibimiento más sincero y agradable que podía tener. Extrañaba sus bromas y pequeñas rencillas típicas de personas que se conocían de toda la vida, la confianza que había al haber compartido con ellos gran parte de su vida.

--¿Qué me cuentas tú, Naruto?-- comentó Shikamaru para calmar de ambiente y evitar que Kiba terminara haciendo un Gatsuuga que destruyera todo el lugar.

--Eh...eh...-- sonreía como bobo mientras se rascaba la cabeza y balbuceaba sin lograr decir nada.

--¿Por qué no le cuentas, Naruto?-- animó Chouji --De todas maneras se va a enterar...

--¿Enterarme de qué?-- quiso saber el ninja de las sombras.

--Que... que... ¡QUE NEJI ESTÁ SALIENDO CON TEN TEN!-- chilló a viva voz el ninja de cabellos rubios.

Neji, que se encontraba en silencio comiendo tranquilamente, se atragantó con el trozo de carne que acababa de meter a su boca. Lee, quien se encontraba a su lado, lo abrazó desde atrás, formó un puño en su pecho y presionó con este al ninja. El trozo de carne ya había caído a la mesa, pero Neji alzaba los brazos por los aires en señal de desesperación debido a la maniobra innecesaria de su amigo. Todos se frotaban los estómagos de tanto reír debido a la burla colectiva.

--¡¿Quién te dijo que hablaras de eso, idiota?!-- le recriminó una vez que se hubo liberado de Lee --Te dije que no lo comentaras. Eso todavía no es oficial-- alegó enojado.

--¡¿Le contaste a Naruto que estabas saliendo con Ten Ten y a mí no?! ¡¿Qué clase de mejores amigos somos?!—lloriqueó.

--Nunca le diría nada a Naruto, Lee. Este tarado nos vio saliendo de un restaurante. Es todo.

--¿Entonces me dirán qué es lo que pasa con el idiota de Naruto?

--¡HEY! ¡Estoy aquí!-- se quejó.

--Lo que pasa con el idiota de Naruto es que se comprometió con Hinata-san y pronto se casarán-- finalizó Sai.

--¡Hey!

--¡Felicidades, Naruto! Hinata es una buena chica. No vayas a echar a perder tu compromiso por una tontería-- dijo Shikamaru.

--Shino y yo te estaremos vigilando, idiota.

Naruto sonrió nervioso al escuchar las palabras de sus amigos.

La velada continuó y la charla se prolongó un poco más. Había tanto que contar que el tiempo les parecía corto. Al cabo de un par de horas todos pagaron la cuenta y se disponían a retirarse. Luego de un estrechar de manos, se alejaron unos de otros siguiendo su propio rumbo, cada uno por su camino. Shikamaru dudaba si era lo correcto, pero decidió hacer caso a sus instintos.

--Espera, ¿puedo hablar contigo un momento?

--Claro-- sonrió. Ambos shinobis tomaron la misma ruta. Caminaban en silencio uno al lado del otro. --¿Quieres hablar sobre Ino?-- agregó.

--Sí. Sabes... tú sabes lo que siento por ella...

--Claro que lo sé, todos aquí lo saben.

--Y supongo que también saben lo que tú sientes por ella-- agregó --Sai, sé que tú e Ino son buenos amigos; ella te estima mucho pero sabes que no corresponde a tus sentimientos...

--Eso lo sé muy bien, Shikamaru.

--Entonces...

--Entonces no hay nada que aclarar si eso es lo que estás pensando. Yo me enamoré de Ino, y a decir verdad, sigo enamorado, pero también soy consciente de que sus sentimientos no corresponden a los míos. No puedo negar que llegué a sentir desagrado y rencor hacia ti al ver cuánto sufría por tu culpa, pero al fin y al cabo, ambos fueron víctimas de algo mucho más grande.-- Shikamaru escuchaba atentamente sus palabras. Sai prosiguió --Sabes, dejé de odiarte porque llegué a comprenderte. Tú me recuerdas a mí cuando pertenecía a raíz. Muchas veces me dieron misiones que iban en contra de mis deseos, como cuando debía unirme al equipo 7 para poder acercarme a Orochimaru y matar a Sasuke. Esa vez no cumplí con mi misión, pero hubo muchas otras donde simplemente tuve que obedecer. En ocasiones no tenemos alternativa y eso no nos hace malas personas.

--Tienes razón. En todo caso, gracias por cuidar de Ino.

--No tienes que darme las gracias. Prometí cuidarla. Ella me ofreció su amistad y yo la atesoraré por siempre.

--Entonces, supongo que no hay rencor entre nosotros, ¿verdad?

--Claro que no-- sonrió sinceramente --Solo espero que la hagas feliz.

--Lo haré; de hecho, le pedí que fuera mi novia nuevamente y ella aceptó.

--Eso es bueno.

Los ninjas siguieron su rumbo hasta que sus caminos se separaron. Se despidieron como dos viejos amigos y siguieron de largo hasta una próxima vez.

Esa noche había sido exitosa. Toda la velada fue gratificante y la charla que tuvo con Sai le ayudó a mantener en calma sus sentimientos. Suponía que Sai también tendría más en claro sus intenciones con ella y ahora que todo estaba explicado, no habría nada que interrumpiera su felicidad.

28/02/21

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top