ADIÓS, KONOHA
Temari salió temprano de su casa. Ella vestía su atuendo shinobi pues quería estar lista para salir a una misión en cualquier momento.
Llegó a la torre Kazekage y se sentó a esperar a su hermano.
--¿Se te ofrece algo tan temprano? Le dijo este al llegar y verla en su oficina.
--Sí. Estaba pensando que ya es tiempo de volver a mis labores fuera de la aldea. Haciendo misiones como los demás ninjas.
--¿No te agrada pasar tiempo en la academia?-- le dijo --Fuiste tú misma quien me pidio que te pusiera a cargo ahí.
--Lo sé, Gaara; pero sé que eso no es lo mío-- dijo seria --Por eso estoy aquí lista por si necesitas que salga ahora mismo.
--Está bien. Si es lo que tú deseas, no tengo inconveniente con ello. Al contrario, serías de gran ayuda.
Algo no le cuadraba bien a Gaara. Le daba la impresión de que quería alejarse de Suna. Quizás su hermana estaba teniendo problemas maritales pero no quería involucrarlo; pero como hermano, quería saber si estaba en lo cierto.
--¿Hay algún problema con Shikamaru? Porque si es por eso, podríamos arreglarlo. Justo antes de llegar mandé un ave mensajera solicitando que venga. Los chicos de Konoha ya se van y supuse que él querría despedirse de sus camaradas.
Temari no sabía si era correcto envolver a su hermano en sus problemas.
Si lo hacía quizás generaría un problema entre ambos hombres, ya que Gaara era el Kazekage y podía hacer lo que le viniera en gana.
Por otro lado, no solo era alguien con poder, sino también era su hermano, y le gustaría tener su apoyo en situaciones como esas.
--En realidad Shikamaru y y...
--¡Gaara! ¡Ya estamos listos para irnos! ¡Espero que no me extrañes!-- entró gritando el escandaloso rubio.
--¡¡Naruto!! No seas impertinente ¡¡Shannaro!!-- le dio un golpe en la cabeza. --Lo siento, Gaara-sama-- le dijo con una sonrisa incómoda.
--Adelante, chicos, pasen-- dijo Gaara. --Como te decía, Temari, los chicos ya se van, por eso mandé a llamar a Shikamaru para acompañarlos a la entrada y despedirlos como se debe.
Temari vio como uno a uno iban ingresando todos los ninjas de Konoha. Pronto la oficina estuvo llena, pero ella solo buscaba ver un rostro.
Como ella recordaba haberla visto en batalla, Ino siempre vestía un traje verde y el cabello sujetado.
Trató de encontrar a una rubia con esas características pero no la halló.
Lo que pudo ver fue una bella mujer de traje morado y cabello suelto. Parecía una hermosa modelo.
Recordó haberla visto con un traje similar cuando era niña, pero a diferencia de aquellos días, esta era una deslumbrante mujer que llamaría la atención de cualquiera.
Por un momento sintió herido su ego. Deseó haberse puesto algo más femenino para poder competir con semejante mujer.
Luego se dio ánimos a sí misma diciendo que una kunoichi debería estar siempre lista para la batalla, en lugar de andar luciéndose por ahí.
De pronto Shikamaru apareció y todos voltearon a verlo.
--¿Qué hacen todos aquí?-- dijo mirando de un lado a otro.
--Debemos irnos, Shikamaru. Tsunade-sama pidió que regresemos-- dijo Chouji.
--Por eso te mandé llamar, Shikamaru. Supuse que querrías despedirte de tus amigos-- dijo el Kazekage.
--¿Y nosotros no somos tus amigos, Gaara?-- dijo Naruto con fingida indignación.
Gaara esbozó una pequeña sonrisa.
--Vamos todos, que se les va a hacer tarde-- agregó el pelirrojo.
Una vez que se encontraron casi a las afueras de Suna, Gaara y Naruto se dieron la mano.
--Gracias una vez más por ayudarnos, viejo amigo-- dijo Gaara.
--Sabes que puedes contar conmigo, ¡dattebayo! Sasuke y tú son como mis hermanos.
--Gracias a todos por su hospitalidad-- dijo Sakura haciendo una pequeña reverencia.
--Fue un placer tenerlos aquí-- dijo Shikamaru.
--Sí, fue como los viejos tiempos-- dijo Chouji.
--Sí, ¡incluyendo las chicas lindas que conocimos en el bar!-- dijo Kiba.
Todos le dirigieron una mirada asesina.
--Disculpe ciertas impertinencias, Gaara-sama-- dijo Shino.
--No se preocupen. Suna siempre tendrá las puertas abiertas para ustedes. ¿No es así?
Temari y Shikamaru que se encontraban uno a cada lado del Kazekage, simplemente atinaron a afirmar con la cabeza.
Uno a uno se fueron despidiendo. Primero de Temari y Gaara, haciendo una ligera reverencia a manera de agradecimiento. Luego de Shikamaru, quien recibió abrazos y apretones de mano por parte de sus compañeros.
Cuando le llegó el turno a Chouji, este no quiso soltar a su amigo. Sabía que era la despedida y no sabía cuándo volverían a verse.
Luego le tocó el turno a Ino.
Nunca se había sentido tan incómoda en su vida.
--Gracias por todo, Temari-san, Gaara-sama-- hizo una reverencia.
--No tienes por qué. Esta es su casa, pueden regresar cuando quieran-- dijo el pelirrojo. Ambas mujeres se quedaron en silencio.
Ahora debía despedirse de Shikamaru mientras su esposa estaba a tres pasos de él.
--Cuidate-- dijo él.
--Cuidate tú también-- se abrazaron.
--Recuerda lo que te dije. Sé feliz, Ino-- le dijo al oído.
--Lo seré porque te estaré esperando-- le respondió.
Se miraron a los ojos por unos segundos que para ellos fue eterno.
Ella le sonreía y él le miraba asombrado por la respuesta que acababa de obtener.
Cualquiera que los viera no sería capaz de notar aquellas expresiones. Solo ellos pudieron darse cuenta de ese pequeño brillo en sus ojos que transmitía tanto.
Los chicos de Konoha partieron de regreso a su aldea natal mientras que Temari, Gaara y Shikamaru regresaban juntos a la torre.
Una vez allá, Shikamaru fue a reunirse con los del consejo mientras Temari y su hermano se dirigieron a la oficina de este último.
Gaara no quiso preguntar más con respecto al matrimonio de su hermana. Quizás no le correspondía meterse en esos asuntos. De cualquier modo, ella sabía que podía contar con él para cualquier cosa; así que si lo necesitaba, ella se lo haría saber.
--Veamos-- dijo hojeando su registro de misiones. --Hay una misión de escolta. El señor feudal debe hacer un trato con el país vecino, por lo que solicitó a tres shinobis de élite-- leyó. --Los tres ya habían sido asignados pero Mamoru pidió permiso para quedarse, ya que su esposa está dando a luz; así que me facilitaría las cosas incluirte porque no tenemos tiempo.
--Y, ¿cuándo debemos partir?
--En dos horas. Yo pondré al tanto a Kiyoshi e Itzuki, ellos serán tus compañeros de equipo. Tú prepara tus herramientas y te espero en la entrada de la aldea.
.
Dos horas después
.
--Su misión es escoltar al señor feudal. El viaje será de dos días de ida y dos de regreso-- indicó. --La estadía dependerá enteramente de nuestro señor feudal y del tiempo que necesite para cerrar el trato.
--¡Hai!-- dijeron al unísono los tres shinobis y partiendo junto a la comitiva del ilustre personaje.
16/10/19
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