#3

Llevó una mano a mi cabello y trato de esconder un mechón detrás de mi oreja, que por más que quiero no se quiere quedar quito ¿O yo soy la inquieta? Pegó mi frente del volante de mi coche y me quedó ahí por algunos minutos más. Hasta que vuelvo a levantar la mirada y miro el edificio frente a mí. 

La cena de ensayo. 

Suspiró por décima vez y tomando mi cartera decida finalmente a salir del coche.  Avanzo lentamente con los nervios entorpeciendo un poco mi andar, hasta que llego finalmente a la recepción. 

No fue difícil dar con Chocho, estaba en el marco de la puerta saludando a los invitados. A su lado, su prometido hacia lo mismo.  Al reparar en mi presencia sonríe y alza su mano emocionada. 

Al llegar a su lado, saludo a Shinki con un apretón de mano, y un beso en la mejilla a Chocho.

—Tan divina —me guiña el ojo mi amiga.

 Yo sonrío en agradecimiento. 

Chocho me dice que pase al salón, que en un rato estaría conmigo. Al hacerlo, trato de pasar desapercibida. 

—Él no ha llegado — la escucho decir detrás de mi antes de perderme por unos pilares. Mentiría si dijera que eso no alivio un poco mis nervios. 

Me dirigí hacia un camarero y le quito una copa de la bandeja. Eso podría terminar de funcionar para calmarme por completo ¿Verdad?

La banda contratada toca algo suave,  y yo me acerco para enforcar mi mente en solo la música.

—El cantante es mi novio ¿a que no es divino?

Giro al escuchar esa alegre y conocida voz a mis espaldas. Parpadeo sorprendida al mirar a la joven frente a mi. Su corto cabello azabache, sus grandes ojos azules, mirando además sin recelo como en dado caso esperaría, y mas bien, como siempre, dedicándome una sonrisa brillante. 

— Himawari — suelto su nombre, y ella me mira suavemente.

 De repente, me encuentro buscando de nuevo algo de recelo en sus iris, pero no encuentra nada. No creía que no supiera y quizás me odio un tiempo por lastimar a su hermano, pero en esos segundos que llevábamos frente a la otra, seguía sin siquiera fulminarme con la mirada.  

Himawari había sido un sol conmigo desde que la conocí, y en esos momentos seguía haciendo los mismos gestos.

—Tiempo sin vernos Sumire, estás mas linda que nunca.

Yo miro a todos lados, siento una inesperada vergüenza.

— Y tu te vez divina Himawari.

—¿Eso crees? — toca un mechón de su cabello —.  Cuando me corte mi cabello, al instante me arrepentí. Creo que acentúa mas mi rostro redondo.

—Nada que ver, el cabello corto es sin duda tu característica — ella ríe, muy agradecida con mis palabras.  En eso un mesero pasa por nosotras, y no dudo en quitarle otra copa. 

Y creo necesitare otra más en un rato.

Veo a Chocho acercarse a nosotros y eso me alivia un poco.

— ¿Como la están pasando chicas? Hima, tenías razón cuando nos sugeriste la banda de Kawaki, tocan divino — Chocho me toma del brazo.

Himawari cruza sus brazos por detrás de su espalda, y observó como mira al chico rubio con cresta azabache con mucho cariño y dulzura. Tocaba la guitarra con mucha dedicación y maestría. Ahora que lo detallo bien, me recuerda al tipo de chico que Boruto no quería para su hermanita. 

—Y querías hacerle caso a Boruto — ante su sola mención me tensó, y le doy un trago a mi bebida—. Sabes que aun no le acepta como mi novio — suspira desanimada. Y de pronto me imagine a Boruto todo celoso y peleando con el chico por corromper a su hermanita. No pude evitarlo, y la risa broto de mi mas fuerte de lo que hubiera querido. 

Es que sus celos de hermano, llegaban hacer muy graciosos.

Ambas me miran curiosas, y yo solo niego con una mano para que no le tomen importancia. 

La banda cambia a una canción mas lenta en ese momento. 

Chocho se va un momento a donde la familia de su prometido, y a Hima menciona ir a detrás del escenario. Yo en tanto, me dirigí hacia los jardines. Hay una que otra persona o pareja afuera disfrutando del aire nocturno. 

Llego hasta un pilar y me recuesto de ahí. Le doy un trago a mi bebida, y sonrío algo irónica. Quería escapar de Boruto, pero en ese momento ahora me sentía decepcionada de no haberlo aun visto en el salón. 

Que contradictoria puedo ser. 

—Hola.

Siento recorrer algo por todo mi cuerpo, mis ojos se humedecen ¿Entonces así sería nuestro reencuentro? Aunque, parpadeo confundida al darme cuenta de algo ¿Por qué me estaba saludando en primer lugar?

—Hola — digo lentamente. No puedo evitarlo y lo observo; su cabello rubio estaba corto, y había crecido un poco más. Ese traje negro le quedaba con anillo al dedo. En ese momento noto algo mas en sus preciosos ojos azules; anhelo, ¿Por qué? ¿No debería seguir molesto e irritado por verme?

— Estás preciosa — mi corazón no esperaba mucho menos eso y se salta un latido. Apretó la copa en mi mano para darme fuerzas, y sonrío. Forzoso e incomodo, pero debo aparentar que su presencia no me afecta. 

— Tu sigues igual de apuesto.

El viento nos acaricia, como queriéndonos dar un empujón en nuestro reencuentro. Pero es imposible, es incomodo y me martiriza no saber lo que esta pasando realmente por su cabeza. 

O es que quizás realmente me mentalice que él reaccionaria rechazo. Pero no. Hasta ahora frente a mi había un sereno Boruto.  Y eso me asustaba. 

Parecía que iba a decir algo, pero un mesero llega en ese momento y yo me escabullí rápidamente. Camino tan rápido, guiándome por mis pies, y es cuando llegó al recibidor que me detengo abruptamente.

¿Qué hago? No puedo hacerle esto a Chocho. Seria muy egoísta.

Tomo todo el aire que puedo, me obligo relajarme y me devuelvo. Al ingresar, en ese preciso instante llaman a todos para cenar. Un mesero me indica que están identificadas las sillas, y me dirigí rápidamente a la mía. Ubicada en el medio, y para mi sorpresa al frente de mi estaba Himawari y su novio.

Me siento y coloco las manos sobre mis muslos. 

Siento ha alguien a mi lado y miro de reojo por curiosidad, me sorprendo de ver a Boruto tomar asiento a mi lado.  Me tensó y trato de distraerme con una servilleta. Los meseros empiezan a servir la comida y enseguida el salón se llena por el ruedo de los cubiertos chocar con los platos. 

Yo solo me dispongo a comer, aun así en todo momento solo siento su mirada.

Una señora  entonces me pregunta de quien era amiga. Enseguida respondo amablemente que de Chocho. Entonces me busca conversación, y yo internamente se lo agradezco. Porque sentí en toda la cena que Boruto quería de nuevo hablarme, pero yo no podía. 

¿Por qué era de esta manera? 

Aun seguía siendo nada de lo que esperaba ¿Donde estaba su mirada de rechazo?  

Estoy muy confundida. 



Aparco mi coche frente al edificio y miro hacia la calle, aun las tiendas estaban abiertas. Me recuesto más del asiento y  cierro mis ojos. Luego de terminar la cena, me despedi de Chocho y Shinki, y prácticamente salí corriendo de ahí.

Suspiro, salgo, cierro mi auto y en ese instante uno se estaciona a mi lado. Alzo una ceja, y cuando bajan la ventana miro absorta a Boruto. Le doy la espalda al final. Mi corazón bombardea con fuerza ¿Qué él hace ahí?  

Vuelvo a mirarlo.

—¿Por qué? — suelto rápido, tratando de que mis nervios no se notaran. 

— Solo, por favor, hablemos.

Entonces aquel día llega a mi La situación vergonzosa y deshonrosa en la que amanecí.  El querer luego que él me escuchara y creyera que no sabía como había llegado ahí.

— No lo sé, no creo sea...

— Es sobre ese día. 

No oculto mi sorpresa ¿Ese día? Por que él precisamente quería hablar de ese día.  

Vuelvo a mirarlo, parecía enserio todo esto. 

Pienso, pienso. Y al final asiento. 

El estaciona su auto, y al minuto me sigue hacia mi apartamento. Es incomodo, y al ingresar, el que Boruto este a mi lado precisamente, mas recuerdos vienen a mí y se vuelve mas incomodo todavía. 

Le digo que si quiere café, o agua, o algo de comer. Aunque venimos de una cena, pero necesitaba distraerme con algo y no en su parecencia. El niega querer algo, y entonces le digo que se siente en el sofá al menos. 

El asiente y yo me siento en la cama. 

Lo veo fruncir el ceño antes de empezar hablar, y pasa las menos por su cabeza antes de levantarse abruptamente y mirarme fijamente. Me sorprendo de ver lagrimas en las orillas de sus ojos.  

— Sumire, yo lo siento.

Si no hubiera estado sentada, seguro hubiera caído al suelo al escucharlo decir algo así.

— ¿Qué?

 El intenta acercarse pero al instante retrocede. 

— Se que han pasado un maldito año de ello. Y nada fue como lo pensaste, o pensamos — mi cara seguro expresa lo confundida que estoy.

— Haber Boruto, se mas especifico, no entiendo nada — le dejo saber.

— Kagura me lo contó, hace dos meses específicamente — vota todo el aire y entonces me mira fijamente. Yo aun mas extrañada —. Kiri montón una trampa aquella noche de festejo, por habernos graduado de la universidad. Ella te drogo y luego obligo a Kagura aparentar que se acostaron juntos. Tu amaneciste en la habitación de Kagura, pero él apenas solo se acostó a tu lado cuando llegamos y vimos la escena.  

— ¿Cómo? — no doy crédito a lo que estoy oyendo. 

— Kagura quería decírtelo personalmente, la conciencia no lo dejaba tranquilo desde un buen tiempo para acá, menciono, pero luego de enterarme quería ser yo quien te lo dijera,  y Chocho también estuvo de acuerdo.

Yo aun sigo sin caer por completo en lo que estaba escuchando. 

— Pero Kagura era novio de Kiri ¿Como hizo algo así?

— No, ellos solo fingían, él dijo que Kiri siempre quiso que yo le mirara mas que una amiga, pero nunca pude hacerlo, entonces luego que nos hicimos novios ella le pidió que fingiera, como para sobrellevar que yo ahora estaba contigo. 

Paso una mano por mi cabello absorta. 

— ¿Pero como Kagura pudo involucrarse en algo así?

— El porque Kagura accedió a algo así, es porque amaba tanto a Kiri que se dejo llevar por ello. 

Miro algún punto de la habitación sin realmente verlo. Luego rió irónica y junto mis manos a la altura de mi boca y nariz. Boruto no deja de mirarme, y veo algunas lagrimas bajar por su rostro. Termino de reír y una rabia inunda mi pecho. 

Entonces recuerdo lo nerviosa que estaba cuando Kiri me vio en el parque, tuvo miedo de que supiera ya la verdad. No, no tuvo miedo, mas bien luego de entenderme, se sintió tranquila de que yo aun no lo supiera.  Ella seguramente no se arrepentía de nada. 

— Pase días martirizándome de algo que no hice — hablo finalmente, y no se que mas decir. El llanto, el dolor, la decepción conmigo misma. Todo eso había pasado por mi injustamente esos exactamente doce meses— ¿Como alguien puede ser tan inhumano? 

Lagrimas empiezan a bajar por mis ojos. 

Boruto no dice nada, al menos no al instante. Minutos después, él rompe el silencio. 

— Y yo lo siento por no haberte creído. Créeme que se que un lo siento de mi parte no basta, no lo hace, maldición — expresa.

Lo miro de nuevo. Se que ambos lloramos. Se que ambos sufrimos por la mala pasada de una chica sin escrúpulos. 

Me levanto. Intento tocarlo, pero no llego hacerlo al final. Retrocedo un paso, y bajo la mirada con mucho pesar. 

Todo lo que me acaba de revelar ha sido como una bomba, necesito tiempo para procesar. No era como si apenas al decírmelo todo estaría bien. No al menos luego de meses creyendo una cosa que al final resulto ser errónea. 

— Quiero estar sola.

El asiente y se dirige a la puerta. Yo le sigo y me quedo en el marco de la puerta un momento, antes de cerrarla. Alzo la mirada y lo miro en el medio del pasillo, él me miraba de un modo anhelante. Hago una mueca que murió en un intento de ser una sonrisa, porque no pude evitar pensar en como estaríamos ahora si aquello no hubiera sucedido.

Cierro la puerta. 

Y de nuevo quedamos separados, uno del otro.

...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top