Alex no había tenido un buen día en la escuela y eso lo afectaba emocionalmente.

Lazari lo noto y fue a verlo a su habitación.

Lazari: Alex? Cariño puedo pasar?

No tuvo respuesta al principio, pero Alex le abrió la puerta, parecía que a estado llorando.

Lazari: ay mi amor, estás bien? Ocurrió algo? -le pregunto en un tono dulce mientras acunaba su rostro entre sus manos-.

Alex no pudo contener las lágrimas y abrazo a su madre, por un rato, le estuvo contando como se sentía al respecto.

Sentía que por ser hijo mayor de Lorcan, debía ser el ejemplo a seguir para sus hermanas, ser "perfecto" en todo, como si fuera una obligación de la cuál no puede negarse.

Lazari: escucha corazón, tu padre nunca te obligaría a nada que tú no quisieras, está bien que quieras ser un modelo a seguir para tus hermanas, pero también debes preocuparte por ti mismo -dejo de abrazarlo y lo hizo que la viera- repite después de mi. Soy grande.

Alex: soy grande.

Lazari: soy fuerte.

Alex: soy fuerte.

Lazari: soy hermoso.

Alex: soy hermoso.

Lazari: muy bien, ven aqui -y lo volvió a abrazar mientras pasaba su mano por su espalda para calmarlo- nunca olvides esas palabras.