Capitulo XXXIV Por ti...


"...Dicen que eres mi mal...que eres mi desdicha...que eres mi tristeza...pero lo que no dicen...es que eres lo mejor que me ha pasado en mi vida..."


Pov Rin

-es hora que utilices todo tu poder- dijo aquella mujer ante mi, dejándome un tanto confusa, ¿mi verdadero poder?, tengo algo de energía que aparece y desaparece dependiendo si estoy en peligro o no, aunque no parecía mentir en lo absoluto

-¿todo mi poder? ¿Quién es usted? Aun no me ha respondido-comente al fin y al cabo ella es una completa desconocida, apareciendo una sonrisa en sus labios diciendo

-yo era igual a ti, Lady Rin, cuando tenia tu edad, aun preguntándome las cosas cuando son tan obvias frente a mi, no te culpo, es mas te entiendo, yo fui humana igual que tu, mi nombre es Ena..., Lady Ena

-¿fuiste una Lady? ¿una antepasada de Sesshomaru?

-así es..., fui la primera Lady de mundo místico

-entonces...eres la compañera de vida del tatarabuelo de Sesshumaru...-me susurre a mi misma, casi pensando en voz alta, recordando la historia que me comento Sesshomaru en el mundo mistico-pero eso es imposible, usted no puede ser humana, bueno...yo también lo soy o eso creo, pero en aquella época lo demonios odiaban rotundamente a los humanos

-es una historia que se perdió a medida de los siglos Rin...solo unos pocos la conocen, por aquella razón a lo que pudiera pasar nuevamente la han borrado de las leyendas-comento con dulzura dejándome mas intrigada

-¿a que se refiere con eso?

-tu inmortalidad....bueno...nuestra inmortalidad, es una bendición...que nació de una maldición...

-¿Qué?-pregunte sorprendida, al ver mi rosto de contradicción a lo que decía, Lady Ena levanto un poco su cabello que cubría su frente revelando algo aun mas sorprendente

-la luna...-suspire sin pensar, era la media luna de Sesshomaru en su frente

-nací marcada Lady Rin...

-¿Qué?...¿como?...eso es imposible!

-el antepasado de el actual Lord del Oeste, era muy malvado, el mas sádico que haya existido jamás en aquella época, poderoso y cruel, hasta que un dia fue maldecido por una bruja, "...Estaras conectado a la especie que mas odias y repudias...no será hoy ni mañana, pero pronto nacerá cuando la luna desaparezca en medio de un mar rojo y manchada por la sangre de tus enemigos...su dolor será el tuyo y su daño tu perdición...solo podrás saber quien es con la luna reflejada en su rostro..." y continuo – pasaron varios siglos perdiendo el interés de aquella maldición, hasta que...

-¿hasta que?...

-yo nací...

-¿Qué?

-dime...Lady Rin, ¿puedes comunicarte con el Lord del Oeste telepáticamente?

-ehm...-en ese momento recordé las veces en que hablaba con Sesshomaru cuando él se transformaba en su verdadera forma, también los sueños que me acosaban desde que tengo memoria-si...¿Qué significa?

-es una conexión única, pronto sabrás que es mas que eso, tu daño sera su daño, tanto física y mentalmente, tu poder puede transferirse a quien es verdaderamente digno, y también eres la mas poderosa de las cuatro tierras y de los demás mundos, por aquella razón muchos te temerán, muchos te perseguirán, y muchos te seguirán, ¿estarás dispuesta a todo eso?

-si-hable firmemente-ya tome mi decisión, desde antes, mi lugar y mi corazón esta al lado de Sesshomaru- dedicándole

-bien...-susurro acto seguido Lady Ena toma mis mejillas besando mi frente, una extraña sensación aparecía como si algo se estuviera abriendo dentro de mi, de manera espiritual-buena suerte Lady Rin...

Fin del sueño...


Abrí los ojos lentamente, y nada había cambiado, todo sigue exactamente igual, el pequeño Sota durmiendo al lado del señor Jaken y la pulga Myoga en una de las habitación del palacio del Este, claro estaba que no parecía ser una simple sueño, algo en mi lo sentía diferente, una adrenalina inexplicable, me siento mas fuerte y poderosa, tanto que temo en no poder controlarme si llego hacer algo, no iba a tentar mi suerte, ya que todos estamos aquí y podría arriesgar sus vidas, pero tampoco podemos quedarnos aquí sin hacer nada, mire hacia la ventana habíamos descendido varios pisos desde que nos escapamos de la sala del trono de Lord Fudo, los poderes de la piedra Medio se han bloqueado mientras este dentro del palacio si llego a salir a los jardines hay una posibilidad..., sacudí al señor Jaken casi violentamente para despertarlo

-5 minutitos mas por favor!-decía rezongando

-señor Jaken!!!!-le grite sobresaltándolo

-¿Qué paso niña?-pregunto alarmado

-tengo un plan para salir de aquí

-¿un plan?

-así es...


En la aldea de Inuyasha...

Kagome y los demás se encontraban sorprendidos ante la llegada del Lord del Oeste junto con el hermano menor de la exterminadora, claro estaba que algo le sucedió a ahora su compañera de vida

-secuestraron a Rin...-dijo Kohaku acercándose a los chicos

-Kagome tenias razón-susurro Shippo siendo captado ese comentario por Sesshomaru

-¿a que te refieres?-pregunto frunciendo el ceño haciendo espantar al zorrito

-cuñado!, es que...

-se llevaron a mi hijo-hablo finalmente inuyasha seriamente

-lose

-¿Qué?

-esta con Rin, en el palacio del Este

-¿Cómo están?-pregunto Inuyasha insistente

-vine aquí para confirmar mis sospechas, nada mas

-¿sospechas?

-quieren matarnos a todos, y tener a Rin, ¿tu también aquí?-pregunto Sesshomaru dirigiéndose a Mark

-si

-bueno, debemos irnos ahora ya no podemos perder mas tiempo, hay que ir al palacio del Este-dijo el monje tratando de contener el momento de tensión

-si, Kagome por favor llévanos con ese espejo-continuo Sango

-¿espejo?-pensó Sesshomaru al ver el extraño objeto en las manos de la sacerdotisa, ¿Qué extraño? -Esa clase de espejo son muy escasos e incluso solo algunos Lord o Lady llegan a tener uno, dudo que mi madre le haya entregado uno a Kagome-pensó

-bien vamos-dijo la sacerdotisa, cerrando los ojos invocando en el espejo un gran poder espiritual, con el único pensamiento de hallar a su hijo desesperadamente, apareciendo un enorme resplandor trasladándolos a todos al campo de batalla


Mientras tanto...

Ryu por ordenes de Sesshomaru, se dirigió lo mas rápido posible a alistar al ejercito del mundo místico y a los limites que conectan este mundo con el otro buscando a los guerreros del inframundo, no basto decir mas que las palabras " Lady Rin fue secuestrada" que todos emprendieron el viaje hacia el imperio del Este a enfrentarse a la batalla, solo faltaba un solo lugar, el imperio Lunar, llego al palacio de Lady Irasue encontrándola en su trono con un semblante bastante tranquilo

-Lady Irasue...-menciono Ryu terminando de subir la gran escalera realizando una reverencia-lamento traerle malas noticias, pero Lady Rin fue secuestrada por Lord Fudo y su hijo, atacando el palacio

-yo no me preocuparía tanto, ella es mucho mas fuerte de lo que creen y todos están a punto de descubrirlo

-pero Lady Irasue...

-¿me estas cuestionando?- pregunto amenazante, al ver la actitud paralizante del guerrero prefirió seguir-esa niña se le parece mucho a tu hermana ¿verdad?-este ultimo comentario hizo abrir los ojos en par en par al youkais

-si señora...

-confía en ella y en mi hijo, no se rendirán por una estupidez tan baja como la que hicieron esos estúpidos del Este, aunque iré de todos modos, tengo que asegurarme el bienestar de esa niña aunque sea inmortal, bien vámonos

-si mi Lady


En el imperio del Este...

-¿tienes un plan?-pregunto incrédulo aquel sapo verde, mientras despertaban el pequeño semi demonio y el anciano Myoga

-si...-contesto segura, captando algo extraño en ella, no sabia como describirla simplemente era ella aun así, algo así algo había diferente

-¿y cual es?-volvió a preguntar concentrándose aun mas en descubrir lo que sucedía, sin embargo no alcanzo a decirle su plan, cuando un gran estruendo sacudió el lugar haciendo estallar el costado de la habitación siendo expulsado lejos unos con los otros, en medio de la confusión Rin logro dar con el pequeño Sota, revisándolo para asegurarse de que se encontrase ileso, para la suerte de ambos se encontraban bien, el polvo comenzaba a disiparse y en medio de los escombros aparecía una silueta con algo aterrador en sus manos, que hizo paralizar a la joven quedando en blanco frente a la situación

-no...puede ser...-dice apenas Rin ubicando al pequeño Sota detras de ella para no ver lo que ella estaba observando

-todo por ti...hermosa...-menciono con una sonrisa en sus labios, aun ella no lo podía creer generándose un nudo en su garganta tratando de contener las lagrimas, por la locura desenfrenada que tenia el sujeto que la tenia secuestrada, claro estaba él se merecía el infierno

-es tu padre...-decía aterrada tratando de cubrir los ojos del pequeño como pudiese

-¿ah? ¿esto? Es solo la cabeza de mi padre...-respondió irónicamente arrojando la cabeza a los pies de la joven azabache

-asecinaste a tu propio padre Daiki!-le grito

-me estorbaba y ¿crees que mi importa?, lo único que quiero es a ti, tu serás mi mas grande premio, aunque debo admitir que mi padre tenia buenas ideas, acabare con el linaje del Oeste ahora mismo-saco su espada sorpresivamente directo a atacar, pero Rin en un movimiento rápido tomo al pequeño en sus brazos esquivando el ataque

-no lo dañaras, será sobre mi cadáver!

-sera sobre ti, al fin y al cabo nunca morirás si te lastimo-respondió con una sonrisa en sus labios mofándose de ella

-deja a mi niña en paz!-de la nada salió el señor Jaken en defensa de Rin

-estorbo-susurro con un solo movimiento de su mano hizo que el señor Jaken salía volando por la ventana

-SEÑOR JAKEN!!!!

-bien ahora que no hay estorbos, me asegurare que nuestra dinastía dure para siempre-comento Daiki con voz aterradora, haciendo que la joven azabache tomara medidas drásticas, en un acto rápido tomo la piedra medio colgándola en el cuello del pequeño susurrándole-busca al señor Jaken...-apareciendo un resplandor que ni ella misma lo podía creer ya que se suponía que sus poderes se encontraban bloqueados, desapareciendo el hijo de Inuyasha frente a sus ojos, furico el ahora Lord del Este la toma fuertemente del antebrazo

-¿Qué hiciste?-pregunto lleno de ira ya que sus planes de acabar con el pequeño se habían esfumado, sonriéndole desafiante la joven Lady

-lo envié a un lugar donde tu no podrás encontrar

-¿quieres jugar conmigo? Bien! Ahora será a mi manera hermosa, no solo serás mi hembra-palabra que le causo asco a Rin- si no que también me brindaras tu don especial la inmortalidad-arrastrándola fuera de la habitación

-eso será en tus sueños!-le decía mientras forcejeaba entre los pasillos llevándola a un lugar desconocido

-eso lo veremos...-abrió una imponente puerta en los últimos pisos de su palacio, era un gran salón, amarrándola de las muñecas con cadenas que cortaban su piel derramando una gran cantidad de sangre, ella en tanto para no mostrar debilidad trataba de contener el dolor

-¿que haces?

-el ritual que necesito para que me otorgues parte de tu inmortalidad, solo me falta dos cosas

-¿Qué?

-la sangre de un inocente y la sangre de la experiencia

-¿eh? "...no puede ser...el pequeño Sota y el señor Jaken..."

-veo con tu sola expresión que te diste cuenta, no te preocupes, me asegurare de que mueran rápido y cuando tenga parte de tu inmortalidad, no divertiremos ¿Qué te parece?-menciono burlándose cruzando sus brazos para luego marcharse en medio de los gritos de Rin

-maldito! Maldito!- gritaba desesperada- SESSHOMARU!!!!!

Mientras que Daiki salía frente a los soldados que le eran fiel a su padre, para informarles que ahora es él el actual Lord del este-escuchen, mi padre ha fallecido por ende me corresponde ser el nuevo Lord de estas tierras y mi primera orden es que cualquier intruso sea eliminado inmediatamente, defiendan todas las fronteras y todas las entradas-al decir esto se marcho hacia donde se encontraba la habitación destruida en que estaba Rin y los demás, llamando su total atención aquella espada incrustada en la puerta, la recordaba bien, siempre al lado de Sesshomaru y últimamente con su prisionera-estúpidos...traer consigo una espada que no puede matar-dijo, a pesar de lo que eso creía no pudo evitar sostenerla en sus garras, se acerco para sacarla, solo las yemas de sus dedos tocaron una parte cuando aquel objeto se estremeció iluminado todo el lugar segándolo, al regresar su vista rápidamente se dio cuenta que ya no estaba, la espada había desaparecido


En esos momentos....

Sesshomaru y los demás habían llegado dándose cuenta que se encontraban en medio del campo de batalla del imperio del Este, cayendo muchos demonios en su camino, teniendo que luchar inmediatamente, Kagome lanzando sus flechas sagradas, mientras que Inuyasha utilizando a colmillo de acero, en tanto el Lord del Oeste eliminaba a sus enemigos como si fuesen basura aunque su completa atención era llegar al palacio, preguntándose en que lugar se encontraba Rin

-SESSHOMARU!!!!-escucho su voz casi como un susurro en su oído, era ella, Rin, captando el lugar el lugar en sonde se encontraba en los últimos pisos del palacio adelantándose a los demás

-Sesshomaru! ¿adonde vas?-pregunto al verlo que se iba

-voy por mi mujer-respondió, saliendo aun mas enemigos, pero gracias a colmillo explosivo no fueron mas que estorbos, su medio hermano por su parte trataba de sentir el aroma de su hijo pero le era imposible ya que los enemigos lograban distraerlo, adelantándose también

-oye! No me dejes sola!- Gritaba Kagome mientras lanzaba sus flechas

-voy por nuestro hijo! – habían demonios de gran tamaño asustando un poco al reducido grupo que había quedado, Mark en ayuda se ubico delante de Kagome para protegerla, en el acto posa su mano en la barriga de la sacerdotisa captando una nueva esencia

-señorita Kagome...esta embarazada-dijo sin filtro

-¿Qué? No puede ser-respondió incrédula y sorprendida

-si lo estas...

Sesshomaru además de su voz podía sentir el aroma inconfundible de la sangre de Rin -ese imbécil se atrevió a lastimarla-pensó furioso, mientras llegaba hasta los últimos pisos, con colmillo explosivo abrió un gran agujo encontrando a la joven azabache en el suelo semi inconsciente en un mar de sangre

-Rin!-grito alarmado como nunca antes en su existencia, ella al escuchar su voz abrió los ojos lentamente

-Sesshomaru...viniste...-susurro apenas, él acercándose a ella para sacarles aquellas cadenas cuando un ataque sorpresivo se lo impidió

-vaya...vaya...has llegado lejos...Sesshomaru- apareció Daiki en medio del salón

-me las pagaras-gruño Sesshomaru cambiado sus ojos a color rojo

-¿por eso?-pregunto Daiki mirando a Rin en el suelo- no te preocupes, ella vivirá es inmortal, lastima que no la veras cuando ella sea mi hembra, aunque tu ya la has marcado-dijo irónicamente, no aguantando mas el youkai plateado para atacar a el Lord del Este

-no te dejare que le hagas eso a Rin

-¿y quien me lo impedirá? ¿tu? Cuando acabe contigo y nadie podrá impedirlo

-eso lo veremos

En tanto el grupo de Inuyasha peleaba sin cesar, cuando llegaron todos los ejércitos a presentar batalla y ayudarlos, en medio de la pelea Kagome vio a su pequeño hijo con una extraña piedra colgando de su cuello, corriendo a sus brazos seguido por un renacuajo verde

-SOTA!!!-dijo con alegría llegando donde su pequeño abrazándolo con fuerza-¿Cómo estas? ¿estas bien?-su madre lo inundo con preguntas -¿y esto?- pregunto señalando la piedra en su cuello

-me lo dio la tia Rin para que pudiéramos salir-comento con inocencia...

-pudieran salir...¿Jaken? ¿no esta con Rin?

-claro que no! Me muero de preocupación que algo malo le haya pasado, el amo me pondrá de cabeza!-le grito desesperado

-mamá, tia Rin no nos dio tiempo para decidir...

-mi pequeño...así es tu tía Rin...

La gran batalla entre Lord estaba en su máxima tensión, ambos se igualaban en capacidad y fuerza, hasta que, Daiki le otorgo una estocada de profundidad a Sesshomaru derramando mucha sangre, en ese instante Rin en medio de su inconsciencia siente aquel aroma inundando sus fosas nasales-Sesshomaru...-susurro, sus ojos se tornaron rojos, y un aura demoniaca se hacia presente en ella un color dorado derritiendo las cadenas que la oprimían y drenaban su sangre, quedando sus muñecas sin rastro alguno de heridas apareciendo entre sus manos colmillo sagrado, para dirigirse al campo de batalla

-estas acabado Sesshomaru! Admítelo! Es tu derrota-dijo Daiki presumiendo iba darle una estocada casi mortal cuando un campo de energía lo evito obteniendo la atención de ambos

-Rin...-dijo Sesshomaru sorprendido al verla cambiada tan radicalmente

-te enviare directamente al infierno Daiki...-dijo casi fuera de si, con un solo movimiento de su mano detrás de él un portal al infierno creado por Rin mientras que es ese instante Inuyasha llego al lugar para utilizar a colmillo de acero y empujarlo casi instantáneamente seguido por Sesshomaru

-NO!!!!-grito Daiki mientras era arrastrado por grandes manos tenebrosas al infierno, cerrando el portal quedando un profundo silencio en el ambiente, los soldados del Este al percatarse de esta situación dejaron caer sus espadas en señal de rendición

-todo acabo...-dijo Kagome

-lo lograron...-siguió Sango y su esposo

-entonces los ojos dorados de mi visión eran los de Daiki...-pensó con rapidez Mark-no puedo evitar sentirme aliviado

Los ojos de la joven Lady lentamente iban cambiando a su color chocolate normal, cayendo al suelo muy cansada al utilizar una gran cantidad de energía, siendo atrapada por Sesshomaru

-¿te encuentras bien?-pregunto con ojos llenos de preocupación, Inuyasha volteo para darles privacidad

-si...

-¿Por qué hiciste eso tan estúpido?!-la remedió por su actuar casi molesto

-¿me vas a regañar ahora?-respondio con una leve sonrisa en sus labios

-no- sacándole una sonrisa a Sesshomaru, todo iba volver a la normalidad cuando un segundo agujero del infierno se abrió era Daiki arrastrando a Sesshomaru al infierno cerrándose el agujero

-SESSHOMARU!!!!-grito Rin

-sesshumaru!-siguió Inuyasha

-¿Qué sucedió?-pregunto Kagome, llegando con los demás y su pequeño hijo entre sus brazos

-Sota! -dijo su Inuyasha aliviado-se abrió un nuevo portal llevándose a Sesshomaru-explico

-¿¿¿Qué??? Mi amito-estaban todos tan distraídos cuando un tercer aguajero se abrió sorprendiendo a todos, era Rin quien se dirigía allí

-Rin! No lo hagas si lo haces nunca regresaras!-dijo Kohaku recordando su visita al inframundo cuando eran niños

-soy inmortal, princesa del inframundo no me sucederá nada, ire por Sesshomaru, sin él mi vida no tiene sentido...-susurrando dejando a todos en completo silencio, arrojando se al agujero-adios...-dijo dedicándole una sonrisa a todos

-RIN!!!!


En el inframundo... Pov Sesshomaru

Hace mucho tiempo no encontraba un lugar así, el silencio es algo que simplemente no podía gozar jamás, aun asi duro muy poco tiempo, todo esta oscuro, no me importa, el imbécil de Daiki no lo puedo ver, no se donde esta, miro hacia el suelo encontrándome que estoy rodeado de sangre, pero no es la mía, son de almas condenadas aquí, tomando me mis pies arrastrándome hacia ellos

-esas almas son todas las que tu asecinaste Sesshomaru, es esa tu muerte y eterna condena-decía una voz

-¿Quién eres?

-soy el juez de la muerte, tu acecinaste a miles de demonios y personas durante siglos, esa es tu condena por eso- los demonios me arrastraban mas y mas hacia al fondo

-hpm!

-¿ acaso creíste que te salvarías al tener un alma pura a tu lado?

-Rin...

-ella no se merece a alguien como tu, Sesshomaru


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Holaaaa espero que les guste este capitulo, les quiero avisa que lanzare una segunda temporada de esta historia, gracias por seguir este fic hasta este punto, y darme animos, son los mejores (perdon las faltas de ortografia), abrazos!!! y voy  cambiar la portada espero que les guste


proximamente.........

especial 2: capitulo 0 Encontrarte...(se tratara meramente de Rin)

Capitulo XXXV Dos latidos...    (final)


adelanto del capitulo

-debes saber, que tu hijo es el unico descendiente de las tierras del Este, es su deber tomar ese puesto-dijo Lady Irasue a la demonesa Lady del sur,  quien se encontraba completamente confundida de lo que sucedia 


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