Capitulo XXXIII Unir fuerzas
"...No hay necesidad de hablar...ni una sola palabra...solo me basta el leve aliento de tu alma..."
En la aldea de Inuyasha
Miles de demonios descendieron del cielo, con el fin de acabar con uno de los descendientes del linaje no Taisho, los aldeanos en tanto se escondían en sus cabañas esperando un verdadero milagro, Inuyasha utilizo a colmillo de acero, para acabar con la mayoría de ellos, ayudado con las flechas purificadas de su mujer, además de la familia de la joven exterminadora y el monje, mientras que Shippo se quedó al cuidado de los pequeños, tras una larga batalla lograron hasta que por fin desaparecieran, lejos de estar tranquilos ahora se les avecinaba otro problema, el pequeño Sota..., todos se preparaban para salir en busca del palacio del Este, sin embargo Kagome, se encontraba desesperada por encontrar a su hijo, perdida en su propia angustia, de pronto sintió una presencia muy extraña en el lugar, no era maligna y sentía que la llamaba a través de la brisa susurrándole en su oído
-ven...ven...-una risa pequeña, juguetona hasta podía decirse que infantil, su instinto maternal o simple confianza siguió aquella voz adentrándose un poco al bosque lejos de la vista de los demás hasta de Inuyasha
-¿Quién eres?-pregunto llegando a un punto muy apartado, entre los árboles, apareció una pequeña silueta que tomaba forma, una pequeña, utilizando un kimono color purpura, cubierta con una capa con capucha
-señorita Kagome...-menciono ella con naturalidad- o mejor...-menciono quitándose la capucha quedando la sacerdotisa en estado de shock
-no puede ser...-apenas pudo decir eso al verla, siento interrumpida por la pequeña
-tía Kagome...- dedicándole una sonrisa, haciendo una leve reverencia, aunque ella aun seguía sorprendida
-eres igual...igual...a...-solo podía pronunciar y unir las palabras, a lo que veía, facciones únicas, perfectas, marcas purpuras en su rostro, una luna en su frente, ojos dorados y cabello plateado recogido con dos "tomates" con peines finos -Sesshomaru...-termino de decir
-si, siempre me dicen que soy igual a mi padre...-respondió con simpleza
-¿tu que?!!!-grito Kagome-tu padre es Sesshomaru!! Mi cuñado!!, pero...tu eres ya una niña...ósea ¿Quién es tu madre?-señalándola indiscretamente con el dedo
-mi madre, es Rin
-¿¿Qué??!!!! Eso es imposible, ella nunca estuvo embarazada-defendió Kagome
-Lord Sesshomaru y Lady Rin son mis padres, naceré dentro de unos años
-¿vienes del futuro o algo así?
-si, igual que usted, puedo hacerlo ir e venir en los mundos, atravesando el tiempo...-explico la pequeña
-así que serán padres ¿eh?...-pensaba con picardía Kagome
-por favor no le diga nada a ellos, además si se enteran jamás podre ayudarlos, mi padre es muy estricto conmigo
-¿ayudarnos?
-si, tenga esto...-le extendió la mano revelando un pequeño espejo y le explico-este espejo, permite ir al lugar que uno quiera con solo pensar en él, lo único es que se puede utilizar solo una vez...-entregándoselo a la sacerdotisa-no se preocupe mi madre cuidara a Sota, confié en ella por favor
-muchas gracias pequeña...- recibiendo el espejo algo mas tranquila con las aclaraciones de la pequeña, solo quería decir una cosa Rin también fue secuestrada por ese sujeto y continuo ¿Cuál es tu nombre?
-mi nombre es Sakura...tía Kagome
-que lindo nombre, le alegra saber que tendré una sobrina tan linda como tu...-menciono apenado a la pequeña "...es igual a mi cuñado, pero su encanto y personalidad es meramente de Rin..."-pensó
-gracias tía Kagome y felicidades-dijo marchándose
-espera! ¿Qué?
-no le diga a mis padres que estuve aquí, nos veremos! Adiós!-dijo con un gesto con la mano para desaparecer entre los arboles
-espera! -desapareciendo de su vista, mirando aquel extraño espejo que tenia en sus manos regresando a donde se encontraban todos
-Kagome! ¿Dónde te metiste? Me tenias preocupado-dijo Inuyasha acercándose a ella asustado, conteniéndola con un abrazo, al sentirse segura entre sus brazos, comenzó a sollozar-vamos a buscar a nuestro hijo...
-si...vamos...
Mientras tanto...
Rin se encontraba prisionera en una de las habitaciones del palacio del Este, aunque no sola también se encontraba Jaken y la pulga Myoga, solo que Daiki la llevo a la fuerza hacia el balcón con el fin de amenazarla
-¿Sota?-pregunto sorprendida y preocupada a la vez, no solo por el hecho que ahora es oficialmente su "sobrino" sino que también, es solo un pequeño indefenso entre tanta maldad y locura de esta guerra inexplicable-¿Por qué lo trajiste aquí? ¿Qué le vas hacer?-le grito con ira y desesperación al ver como decencia el Lord del Este con el pequeño en sus brazos
-pronto lo sabrás...-menciono casi indiferente para marcharse, una vez casi saliendo de la habitación ordeno- alístenla! En diez minutos la quiero lista-grito casi furico, cerrando la puerta
-Rin...¿Por qué no aprovechamos de escapar ahora?...-sugirió Jaken, debajo de la cama
-aun no...tienen al pequeño Sota
-tienen al mocoso de Inuyasha!-casi grito Jaken alarmando un poco a la joven
-shi..., silencio señor Jaken o nos descubrirán
-tiene razón Rin-menciono la pulga-no alcanzaron a discutir cuando ingresaron unas youkais con prendas finas en sus brazos, con la misma actitud que tenían Yumi y Aika cuando se conocieron, miradas al suelo y atemorizadas aunque a decir verdad podía era terror
-Lady Rin hemos venido a prepararla-dijo una de ellas
-¿prepararme para que?-pregunto algo incomoda la joven
-no lo sabemos, solo que el príncipe Daiki vendrá por usted en 10 minutos-pronuncio con mucho miedo
-por favor no me tengan miedo, no les hare daño-dijo Rin con dulzura, sorprendiendo a las youkais, parecía hasta paradójico que ella les dijera esas cosas, se supone que serían al revés
-ella nos puede ayudar-dijo una de ellas esperanzada
-cállate! Luna, es estúpido!-interrumpió la otra
-¿de que hablan?-pregunto, pero estaban lejos de responder
-ella es una Lady, además princesa del inframundo y guardiana del mundo místico-dijo la youkai llamada Luna
-no! Ya nos engañaron una vez, no habrá otra-respondió su compañera
-¿de que hablan?!!-les grito al ambas, dejándolas en completo silencio
-es que...por favor Lady Rin-pronuncio Luna arrodillarse ante ella, apenándola en cierto modo- nosotras y mi familia hemos sido esclavos durante siglos de este imperio, por favor ayúdenos a conseguir la libertad
-bueno yo...-decía sorprendida por la situación, hasta que fue interrumpida por Jaken quien salió de la cama ubicándose delante de la joven amenazando a ambas youkais con su báculo
-no les creas! Harán cualquier cosa para engañarte, Rin-dijo alterado Jaken, pues sabia que desde pequeña ella era muy inocente
-estamos a mano-contesto Rin
-¿Qué? ¿Cómo?
-tratare de ayudarlas con su libertad a cambio no le dirán a Daiki y a Lord Fudo que el señor Jaken esta aquí ¿de acuerdo?, solo así confiare en ustedes...-dijo seria como nuca en su vida al fin y al cabo estaba en medio de una negociación
-aceptamos Lady Rin con gusto, y muchas gracias-dijo Luna, y su compañera
-solo díganme ¿Quién las traiciono? -pregunto Rin con infinita curiosidad
-bueno pues...
-fue Lady Majime, la mujer del Lord del sur
-¿Qué? ¿Lady del sur?
-ella nos prometió libertad a cambio de que guardáramos el secreto...
-¿Qué secreto?
-era amante de Daiki, Lady Rin
-¿¿¿Qué???-dijeron todos, incluyendo la pulga Myoga
-esto es cuento de viejas-suspiro Jaken
-eso quiere decir que...-susurro Rin, recordando aquella reunión de las cuatro Tierras cuando descubrió que ella se encontraba embarazada
-por esa razón señorita, no hemos confiado en nadie, además creímos lo mismo de usted al llegar con el príncipe Daiki aquí, ya que usted es la mujer de Lord Sesshomaru
-vine contra mi voluntad, lo único que quiero es salir de aquí-dijo Rin molesta
-lo lamento
-bien las ayudare, comencemos-dijo la joven quienes las demás asistían con la cabeza para ayudarla a cambiarse de ropa
En tanto...
Sesshomaru y Kohaku, descendían a un lugar, guiados por el aroma de la joven azabache, sin embargo era solo una distracción hacia donde verdaderamente estaba, haciendo perder la paciencia del Lord destruyendo el lugar transformado en su forma demoniaca lanzando un espeluznante aullido
-señor Sesshomaru...-susurro Kohaku
-¿Dónde estas Rin?- cruzaban aquellas palabras en la mente del youkai plateado, casi en un punto de desesperación, en pensar en la posibilidad de no llegar a tiempo para salvarla, lo que no recordaba en ese minuto que la distancia no es un impedimento para que ellos estén conectados
-Sesshomaru...-susurro una segunda voz en su mente
-¿Rin?...
Pov Rin en el palacio del Este...
Las youkais me alistaban según la orden de Daiki, es un kimono muy fino y pesado además, es perfecto, el señor Jaken es pequeño, puede que lo cubra lo suficiente para pasar inadvertidos, me dejaron sola después de terminar con el juramento de no confesar que no me encuentro sola, di un gran suspiro, no puedo evitarlo, tengo que pensar en un plan que incluya que salgamos todos sanos y salvos, solo quiero que Sesshomaru llegue pronto, y que se termine todo esto
-¿Dónde estas, Rin?...-una voz escuche en mis oídos, una que me susurrada con preocupación, suplicando que les respondiera, se quien es, siempre lo supe, la voz de mis sueños, de mis anhelos y de mi compañero de vida
-Sesshomaru...-susurre levantándome de la cama para dirigirme hacia la ventana mirando al cielo, podía ver al señor Jaken quien me veía con extrañeza como si estuviese loca
-¿Rin?...-podía escucharlo en mi mente esta vez con intriga
-Sesshomaru...soy Rin...-susurre en el aire emocionada y sonrojada, era lo mas extraño que había hecho en mi vida
-¿Dónde estas?
-en el imperio del Este, estoy con el señor Jaken y tienen a Sota...quieren asesinarlos a todos...
-hpm! Idiotas..., iré por ti, aguarda...-
-estaré esperando por ti...-no pude evitar soltar una leve risa de felicidad, pero de pronto los pasos de Daiki se escucharon con fuerza en el pasillo, el señor Jaken y el anciano Myoga, se escondieron en la cola de mi kimono, ya que era bastante grande, entrando casi escandalosamente, al abrir la puerta me paralice al ver como me miraba, era una de las miradas mas sucias que haya visto en mi vida, tanto fue que sentí repugnancia en un momento, aunque inevitablemente tome que controlarme, para no mostrar debilidad o temor
-hermosa...
-tu sola presencia me da asco-mencione con ira, rápidamente me toma del brazo, aunque esta vez sin ejercer presión con sus garras, pero estaba lejos de un comportamiento delicado, me llevo a unos pasillos donde mostraban la majestuosidad de su imperio a la vez podía ver los rostros de los habitantes del palacio llenos de temor y miedo, llegamos a una gran puerta, que se abrió casi de forma automática, revelando un gran salón, donde se encontraba Lord Fudo con el pequeño Sota con una espada cerca de su cuello de forma intimidante
-bienvenida Lady Rin...-pronuncio Fudo con sarcasmo y sonriendo levemente como si fuese una burla
-¿Por qué no se meten con alguien de su tamaño?-respondí tratando de contener mi molestia y desesperación
-simple, queremos ver acabado el linaje no Taisho, desde el estúpido de Sesshomaru hasta el ultimo como este mocoso
-déjalo en paz!-grite acercándome lo mas rápido que pude
-alto ahí, jovencita!-pronuncio serio-un paso mas y él muere-termino de decir deslizando la espada en su cuello asustando aun mas al pequeño, me mordí el labio pensando una estrategia para rescatarlo
-¿Qué quieren de mi?
-eso es fácil Rin- pronuncio Daiki, pasando delante mio para ubicarse al lado de su padre y continuo-por mi parte yo te quiero a ti-lo ultimo se escucho de verdad escalofriante, pasando algo frio por mi columna vertebral
-déjate de tus deseos inmundos Daiki- interrumpió su padre-quiero tu inmortalidad, Lady Rin, después de tener descendiente poderosos-menciono y eso sonó mucho mas aterrador que lo que dijo su hijo
-eso jamas!
-entonces el morirá!
-señorita Rin...-decía el pequeño sollozando, aterrado
-tranquilo pequeño, vas a estar bien lo prometo
-esto es gracioso, tu diciéndole al pequeño que estara bien, por su no te has dado cuenta todo esta en tu contra, date cuenta Lady Rin-dijo riéndose el Lord de mi, no pude evitar sonreír un poco
-¿de que te ríes?-pregunto Daiki confundido, y a la vez riéndose al igual que su padre
-yo debería ser la que sonríe Daiki, por lo que se usted Lord Fudo pronto será abuelo, tendrá la descendencia que tanto desea
-¿¿Qué??-dijo abriendo los ojos en par en par, dejando a Daiki en estado de shock-¿de que estas hablando?
-mejor que lo explique Daiki ¿o no Daiki?-mencione desafiándolo
-no se lo que estas hablando-contesto con indiferencia
-que poco hombre eres, me vas a negar que el bebé que espera Lady Majime es tuyo-le grite haciendo que el abriera los ojos en par en par
-eso es imposible...pero...
-sabes que es verdad, dentro de un par de meses se sabrá de lo que digo es cierto, el aroma en su vientre es muy evidente, Lord del sur estara gustoso con saberlo...
-estúpido!-dijo su padre soltando al pequeño Sota para enfrentarlo cayendo al suelo levemente herido
-padre! Yo...-decía mientras esquivaba los ataques de su padre lleno de furia, aproveche la oportunidad para tomar al pequeño y salir corriendo del salón lo mas rápido que pude, el señor Jaken al fin salio de mi kimono, pero los guardias eran demasiado persistentes obligándonos a bajar por algunas escaleras extrañas dando con unas habitaciones encerrándonos en una de ellas
-pronto! Clava a colmillo sagrado en la puerta asi no entraran-dijo la pulga lo hice de inmediato, invocando un campo de energía, cuando al fin nos encontramos a salvo cai al suelo un tanto mareada por todo
-Rin!!!-grito el señor Jaken tratando de sostenerme
-ha utilizado mucha energía-menciono el anciano Myoga- y aun no se recupera del todo del veneno que le dio Daiki
-debes descansar mocosa!-dijo el señor Jaken severo
-esta bien...-susurre, acercando al pequeño quien estaba completamente atemorizado-no te preocupes, tu me dijiste que tu padre y Sesshomaru son muy valientes, ellos vendrán por nosotros-dije abrazándolo conteniendo sus sollozos
-si lo se...mi padre y mi tío son muy fuertes...
Fin pov Rin
En la aldea de Inuyasha...
Kagome les había contado sobre el objeto que se había "encontrado", para llevarlos directamente al palacio del Este, no quisieron cuestionar en ningún momento la extraña confianza que le tenia a aquel objeto desconocido, por lo mismo iban a utilizarlo
-bien hay que ir, por nuestro hijo-dijo Inuyasha
-tambien tiene a Rin
-¿Cómo lo sabes, Kagome?-pregunto Sango confundida
-pues...ese tipo dijo que quiere verlos a todos acabados de seguro tiene a Rin-explico Kagome un poco tartamuda
-Shippo, cuida a los pequeños por favor...-pidió Sango
-así lo hare, aunque me hubiese gustado ir-respondió
-no solo cuidaras de los niños, también de la aldea-menciono el monje
-es verdad-pronuncio entusiasmado
-bien vamos-dijo Kagome con el espejo en sus manos, asistiendo todos con la cabeza, solo que al invocarlo, se vieron interrumpidos, por un aura que nunca habían sentido que descendía del cielo, oscura y pura a la vez
-¿Quién eres?-reto Inuyasha sacando su espada, aquel ser se levanto del suelo, su enorme capucha negra lo cubría todo el cuerpo, además utilizaba una oz, al voltear a verlos, todos quedaron estupefactos
-¿MARK??!!!
-hola a todos-dijo con naturalidad aunque su aspecto era muy intimidante
-¿Quién es Mark?-pregunto Inuyasha
-hay!-dijo Kagome inundando sus pupilas-no lo recuerdas, es el amigo de Rin
-¿Cómo puede...?-pregunto Sango
-en realidad soy la muerte...
-¿Qué?
-es una larga historia...-le explico la mayoría de las cosas que conllevaba ser el ángel de la muerte, solo que le omitió la parte de Rin y Sesshomaru, y también de su visión
-entonces...vendrás con nosotros
-si
-entonces vamos, hemos perdido mucho tiempo-dijo Inuyasha impaciente, Kagome iba a invocar nuevamente el poder del espejo cuando nuevamente los interrumpieron
-hermana!!!!-grito un muchacho exterminador, acompañado de Kirara y un youkai plateado
-¿Kohaku? ¿Sesshomaru?
-Kagome, deberías ser adivina...-dijo Shippo con inocencia
Mientras tanto...
En el palacio del Este, Rin y los demás se habían quedado dormidos, sin embargo ella se adentraba en un sueño profundo
"...Todo es oscuridad, es como si estuviese en la nada, no escucho ruido alguno y eso me perturba, ¿Dónde estoy? Pregunte a viva voz, una silueta aparecía frente a mi, una mujer muy hermosa, vestida con un kimono de color rojo carmesí con un obi dorado, con una mirada tan gentil y única que trasmitía paz
-¿Quién es usted?-pregunte
-soy la primera inmortal, Lady Rin
-¿Qué?
-es hora que utilices todo tu poder...
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Holaaaa espero que les guste este capitulo, me costo mucho hacerlo, espero con ansias, sus comentarios y sugerencias, y si son estrellitas mejor jijiji, tambien les queria decir que solo faltan dos capitulos para el final, desde ahora les quiero dar las gracias, por seguir mis historia hasta este punto, me ha costado un montón, incluso pense en borrarlo, pero gracias a ustedes con sus animos he podido seguir y tambien en desearme suerte en los temidos examenes que he tenido de verdad significa mucho, grandes abrazos! perdon las faltas de ortografia ( Notita: los personajes no me pertenecen, solo la historia es de esta cabecita), gracias ( los medios graficos no son mios)
proximamente................................................Capitulo XXXIV Por ti...
adelanto
-no puede ser...-pronuncie al ver la locura que habia hecho Daiki, ahora si se atemorizaba, temblaba de miedo, era algo que me congelaba, aparte a Sota detras de mi para que no lo viera, sin duda él se merece el infierno
-todo por ti hermosa....
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