El terror actúa de maneras diferentes en cada persona, en mi caso me había retraído, era incapaz de sentirlo. Mi visión había disminuido al igual que mi oído.

Todo se había reducido a él… me estaba matando, estaba vez lo iba a conseguir, no lograría salir a flote no porque físicamente estuviera mal sino porque estaba matando a mi bebé, a mi pequeño pedacito de cielo.

No podría seguir si él no estaba, mi vida había comenzado a girar en torno a ese pequeño ser que se formaba dentro de mi y ahora ya no estaría porque lo mataría.

No recordaba en qué momento mi vida se había torcido tanto, pero ya estaba cansada tan cansada que solo deseaba dormir.

Y eso fue lo que hice, todo a mi alrededor se desvaneció.