Infancia
—Estas jugando muy sucio Hidan!! No me importa que seas el dios de la muerte, para mí solo eres una asquerosa pila de estiércol!!! –Hidan chasqueo la lengua, cruzo sus brazos y levantó su guadaña en dirección a la chica pelirrosa–
Sakura se encontraba dormida en aquella cama de hospital, su ritmo cardíaco al igual que su respiración eran calmados. Aún lado de la pelirrosa se encontraba Ace durmiendo sin saber que muy cercas de ellos aquel dios de la muerte se disponía a hacer algo terrible...
—Solo será para que pueda subir otro escalón.. –murmuro y luego acarició con el metal una de las mejillas de la chica. Ace abrió los ojos al sentir el chakra de otro individuo en la casa, no obstante una ráfaga de viento lo mando contra una pared–
El moreno abrió los ojos de par en par, miró hacia abajo y noto las hojas afiladas de esa guadaña roja incrustadas en su vientre. Sangre bajo de la comisura de sus labios y lo último que vio fueron los ojos amatistas de un tipo, luego todo se volvió negro y frío.
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—Ace-san!! Ace-san!!! –gritaba Sakura sobre el cuerpo del moreno–
—Oye Sakura, estás un poco pesada.. –murmuró Ace acariciando el cabello de la chica. La chica levantó la cabeza, sus ojos estaban llorosos, tembló un poco y luego abrazó al moreno–
—Ho, estás bien Ace-san!! P-Pense que ibas a morir.. –dijo a moco suelto. Ace río divertido y luego desvío su vista al plateado que se encontraba en la habitación–
—Por suerte Sakura utilizo su ninjutsu médico y logró cerrar tus heridas.. –Sakura asintió feliz, volteó a mirar al plateado y nuevamente sus ojos se aguaron–
—Ka-Kakashi-sensei!!!
—¡¡¡Que no soy ese!!! ¡¡¡Mi nombre es Kaminari!!!! –grito con dientes de tiburón. Ace torció la cabeza aún lado. Kaminari suspiro cansado con los ojos cerrados y luego cruzo sus brazos– ..me ha estado diciendo Kakashi desde que la hice despertar, no sé quien demonios es ese tipo pero creo que me está confundiendo... –dijo hastiado evitando con un brazo a la pelirrosa que tenía sus brazos estirados para poder abrazarlo–
—Ajajaja...
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—La verdad solo recuerdo ver un tipo con ojos amatistas.. –dijo Ace sobando su cabeza. Aún lado de el Sakura tenía fideos en la boca mientras lo veía atentamente–
—Ojos amatista.. no creo conocer a alguien con esa tonalidad de ojos.. –hablo Kaminari desde la estufa, el servía un poco de caldo sobre dos tazones–
—Bueno, mientras no le haya hecho daño a Sakura todo está bien...
—Como que está bien Ace-san!! –gritó Sakura golpeando la mesa. Los dos hombres la voltearon a ver– ..te hirió, si yo aún estuviera inconciente, ahora estarías muerto!
—Pero no lo estoy, no voy a estarle hechando leña a la lumbre.. recuerda lo que dijo Tenten; "aún no pueden revelar su existencia"... Que tal si por perseguir a ese, revelo que aún sigo vivo.. tú también estarás involucrada y te perseguirán.. –Sakura recapacito todo, asintió y se retiró de la cocina. Ace suspiro y siguió comiendo hasta que callo al plato dormido. Kaminari miró por dónde se fue la pelirrosa, suspiro y luego miró al morocho, una gotita bajo de su nuca, negó con los ojos cerrados y una sonrisa debajo de su mascarilla–
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—Como que no puedo.. ––murmuraba molesta la pelirrosa mientras caminaba por aquellas calles empedradas– ..si me lo vuelvo a topar, ya verá!!
La mañana era tranquila, las personas de clase alta caminaban por la ciudad haciendo sus cosas y disfrutando de la buena vida. Sakura traía puesto unos de esos elegantes vestidos tipo princesa que Kakashi.. Kaminari le había dado, era rosa palo y le llegaba por arriba de los tobillos, a juego con el vestido, en su pies había unas lindas zapatillas negras. Su cabello estaba recogido con algunos mechones de cabello cayendo por su rostro, traía una leve capa de maquillaje acentuando sus ojos y sus labios de un rosa melocotón. Se veía linda a los ojos de las personas, caminaba con elegancia (así como le habían enseñado) y colocaba sus manos entrelazadas por sobre su vientre. Quién quiera que la viera diría que era una más de la clase alta, pero no era así, como cualquier otra kunoichi fue entrenada para ser distinguida por su gracia y el refinamiento de su aspecto, todo esto para encubrir lo letal que pude ser una delicada flor...
—Señorita!! Señorita una flor?? –pregunto un niño de bajos recuerdos junto a otros más. Cada uno traía una flor en sus manos, esperaban a qué ella la comprará–
—Cariño, lo lamento pero..
—Malditos mocosos, les he dicho que no se acerquen aquí!!! –grito un oficial lanzando un golpe a los menores, pero, antes de que aquella macana golpeara al niño que le había ofrecido una flor Sakura la detuvo sin ninguna dificultad–
Tanto los niños como el oficial abrieron grande sus ojos. Sakura tenía una expresión neutra en su cara...
—Por que iba a golpear a un niño indefenso?? –el oficial trago grueso–
—Señorita porfavor.. –retiro con difícil su arma de la mano de la pelirrosa– ..estos niños han ingresado ilegalmente a la ciudad.. ellos no pertenecen a esta clase social... –Sakura frunció el ceño, miró donde estaban los niños y luego volteó hacia atrás–
Un cúmulo de personas se había quedado mirando la escena, todas horrorizadas mirando a los niños, unos murmuraban lo suficientemente alto como para escuchar sus asquerosas palabras, y otros solo los miraban con asco. Sakura torció la cabeza molesta, levantó un brazo protegiendo a los menores, y cuando se dispuso a hablar el sonido de una pistola siendo disparada sonó en el lugar. El cuerpo ensangrentado de aquel menor callo al suelo. Sakura abrió grande los ojos y volteó hacia atrás, ahí, en el suelo delante de sus pies ya hacia aquel niño muerto con una herida de bala en su corazón.
[Un latido]
Cuando era niña soñaba con salir de aquellas paredes, salir y ser libre con un padre, una madre y un hermano que la amaran.
[Dos latidos]
Cuando era niña veía a los adultos con asco, no les agradaba su presencia, solo eran ganado para el matadero. Quería acabar con todo.
[Dos latidos]
Cuando era niña solía jugar a que era una princesa refinada y que todos amaban por su bondad. Y, aunque ellos no participarán, sus compañeros en el orfanato eran sus fieles amigos.
[Un latido]
Cuando era niña soñaba con ser grande y tener una familia numerosa, darles el amor que ella nunca tuvo.
[El aire se puso pesado]
Cuando era tan solo una niña de ocho años fue marcada detrás de la nuca, [8710] el número de registro que le colocaron antes de salir del orfanato. Y cuando entro a la unidad militar de ninja médicos le retiraron aquello que le permitiría tener hijos. A una mujer no le pueden prohibir dar vida.
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Espero que les haya gustado.
Se me antojo ver una película de mafiosos, no se porque 🤔
😆 Si quieren ver está y más imágenes con más resolución visiten mi canal de Tumblr, soy nekowite
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