Diarios de un Shinobi
Sueños de un mundo vacío
—¡¡¡Alto ahí!!! ¡Haaaa!
Saltó hacia atrás de último momento, una enorme espada se había incrustado en el suelo delante de ella, o era lo que parecía. Su respiración era errática, hace horas que estaba corriendo hacia la frontera de Iwagakure, recompuso la postura y miró hacia su agresor. Un hombre de piel azul grisácea le sonreía mostrando todos sus dientes...
—Identifícate, mocosa.. –dijo mientras reía mostrando sus afilados dientes–
—¿Kisame-san? –pregunto atónita–
—Ese es mi nombre, ¿Cuál es el tuyo? –esa niña no era lo que parecía. Sakura sonrió desconcertando más al espadachín–
—Soy Sakura, ¿No me recuerdas? –Kisame hizo memorias, una pelirrosa de nombre Sakura? ¿Que además tiene los ojos verdes?– ..era la amiga de tu antiguo compañero Itachi-san..
—¡¿Ha?! ¡¿Sakurita?!.. –gritó sonriendo con todos sus colmillos. Sakura también imitó su acción– ..¡Cuánto has crecido!
—Si, ahora tengo catorce, estoy por cumplir quince.. –dijo apenada. Kisame río estrepitosamente–
—¡¡¡Que coincidencia!!! ¡¡¡Ashashashasha!!! –una gotita bajo por la nuca de la chica– ..podrías hacerme de compañía mientras llega mi compañero.. ¡hashashashashasha! Creo que se le hizo tarde Ashasha..
—Hum? Kisame-san.. –este asintió mientras se quitaba una lágrima inexistente de su ojo izquierdo– ..al parecer yo soy su compañero..
—¿Hump?..
Si de por si los ojos de Kisame eran pequeños ahora eran como unos pequeños puntos hechos con un marcador negro. Sakura se encontraba de igual forma, aunque los suyos eran de color verde...
—Ajam.. –aclaro la garganta con sus ojos cerrados. Sakura se veía incrédula por su rápido cambio de comportamiento– ..a las cero ochocientas horas el carruaje de la herrera del clan Kamirusi aparecerá por el sendero que está a cien metros al pie de la ladera.. –dijo apuntando a la montaña que se veía cercas–
Sakura asintió, tenía que tener en cuenta a los guardianes del carruaje y al actual líder del escuadrón de explosiones, no por nada Tsunade le había explicado bien que tenía que tener cuidado con el. Kisame sonrió mostrando sus colmillos...
—Deidara Kamirusi se especializa principalmente en el ataque a larga distancia, las bombas que crea a base de arcilla son mortales, además puede moldear la arcilla a su antojo y así crear diferentes bombas para cualquier ocasión.. –Sakura se veía confundida–
—¿Para cualquier ocasión? –Kisame asintió–
—Puden ser desde aves hasta insectos del tamaño de una langosta, si le quitamos las bolsas de arcilla podemos vencerlo.. –la chica asintió decidida. El sonrió de lado– ..yo pelearé contra el mientras tú te encargas de los guardias y la heredera, ten en cuenta que ella también es peligrosa, debes evitar a toda costa que te toque..
✱✱✱✱
La noche había caído, aún no era la hora acordada, por lo cual ambos ninjas se encontraban disfrutando de una plática tranquila mientras sentían el viento fresco de la noche. Sakura sonreía por cada anécdota graciosa que le contaba el mayor, aunque a medida que hablaban la conversación se puso más y más seria y personal...
—Me alegra que haya formado una familia Kisame-san.. –el hombre sonrió–
—Nadie entenderá nuestra forma de comportarnos, no somos ninjas ordinarios, ne.. Sakurita?.. –ella sonrió, el era uno de esos pocos shinobi que se comportaban distinto, tanto física como mentalmente, Kisame era distinto a cualquier otro– ..cuando termine todo esto y cortemos las cabezas de Orochi viviré pacíficamente con mi esposa e hija..
—¿Como se llama su hija?, Kisame-san.. –el mayor sonrió–
—Kasumi.. –susurro con los ojos cerrados, era un lindo nombre, aunque no muy original–
—Ella será a la última que le enseñe el estilo de un espadachín de la niebla, le mostraré el verdadero camino de la espada..
—Yo..
Sonrió, el cielo estaba despejado de cualquier nube. Algo que deseaba con todo el corazón, nunca se lo planteo. ¿Un sueño que tal vez podía realizar?. Más que cuidar de sus amigos no tenía nada en mente, todo era para ellos, después de todo había crecido con esa mentalidad desde que perdió a Tenten. Pero, creo que sí había algo muy dentro de su corazón, una pequeña pizca de egoísmo estaba enfrascada en un pequeño rincon de sus ideas...
—Quiero viajar.. –susurro al viento. Kisame la volteó a ver. Sakura aún seguía con sus ojos cerrados y sus manos a la altura de su corazón–
—¡¡¡Ashashashashasha!!! –una vena resaltó en la frente de la menor–
—¡No te rías! –gritó con dientes de serrucho–
Pero era cierto. En un mundo donde los cuatro jinetes reinaban lo único que les quedaba era reír, reír pues era mejor morir con una sonrisa que morir siendo infeliz. Era lo único que ellos no podían quitarle. Eso y la esperanza, la esperanza de ver un día mejor. Un día donde no estés preocupado por nada...
—Se que hay algo mejor ahí afuera..
El cielo era enorme y el horizonte infinito, sabía que muy lejos de esa tierra existía un lugar mejor...
—Lo voy a descubrir con mis propios ojos..
Y así sería, todo aquel mundo que había sido sumido en una guerra interminable quedaría en el olvido y sería sustituido por uno más colorido, lleno de personas diferentes y de lugares por explorar. Aunque para eso aún faltaba poco.
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Espero que les haya gustado ♥
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