Capitulo VI


subete wo yami ni sasageta nara

ai wo mamoreru no ka?

toki mo iranai kokoro sae iranai

utsukushiku tsumetai sekai he.

Bloody Shadows Utapri.

Linette

Después de haber salvado a Aramis de la muerte, sacrificando la posibilidad de poder visitarlo de nuevo, Horus estaba realmente emocionado por nuestra boda, se la pasaba contando los días para que finalmente fuéramos unidos en matrimonio, pero ese hecho aún no me convencía del todo, ¿casarme apenas comenzando la adultez? Y con alguien que apenas acababa de conocer, simplemente esa idea me ponía algo intranquila, jamás había pensado en el matrimonio, pero aún sin la ceremonia Horus y yo estábamos unidos por la sangre, faltaban exactamente tres días para que la boda se llevase a cabo y una mañana en la que Horus había partido a París para hacer los preparativos, Madeline me comunicó que tenía que salir a buscar mi vestido de novia, fue entonces cuando por fin conocí el nombre de la vampira que siempre traía una correa en el cuello, aquella que casi mata al hermano menor de Aramis.

— Es un placer acompañarla a elegir su vestido de novia princesa, mi nombre es Jolie y espero ser de ayuda.

— Mucho gusto en conocerte Jolie — exclamé con una sonrisa, después de eso me despedí de Madeline y un auto negro esperaba estacionado en las puertas del castillo, un hombre le paso las llaves a Jolie y yo subí en la parte del copiloto, así podía observar a aquella extraña vampira de mirada tímida y solitaria, no se parecía en nada aquella que había conocido en la reunión de la secta.

Jolie me llevó a varias tiendas de vestidos de novia y por supuesto ninguna tienda o vestido se comparaba con los de París así que luego de tanto buscar me senté agotada en el sofá de la décima tienda que habíamos visitado y murmure un poco nostálgica.

— Ojala Horus me hubiera llevado con él a París, recuerdo haber visto uno que me gustó la última vez que fui de compras con Scarlett.

— ¿Por qué Horus no quiso llevarla señorita?, después de todo ¿también es su boda no? — pregunto Jolie con intriga

— Él dijo que me convertiría en una distracción y que si iba me querría seguir quedando en París o escaparía de su lado.

— Ya veo, si él piensa así quiere decir que usted no está del todo segura de permanecer a su lado pero la comprendo, yo también me sentiría así...

Jolie estaba a punto de decir otra cosa, pero una de las vendedoras de la tienda se acercó a nosotros y me dijo.

—Señorita, una de nuestras mejores diseñadoras acaba de regresar de su viaje a Corea y ha traído consigo algunos vestidos de novia, ¿No quiere verlos?, le aseguro que al menos uno será de su agrado.

No tenía nada que perder, después de todo ya estaba cansada de tanto buscar y si no hallaba algo en las próximas horas simplemente escogería el primero que me quedara.

La vendedora regreso pronto junto a la diseñadora y ella misma me mostro tres diferentes diseños y uno de ellos realmente me convenció, pues era muy lindo y bastante diferente a cualquier otro que había visto incluso en París, tenía un moño al frente, un solo tipo de tela, la tiara que lo acompañaba era pequeña y nada ostentosa, las mangas estaban a parte y me llegaban hasta el codo, me lo probé y al instante supe que era lo que estaba buscando así que lo lleve.

— No puedo creer que la moda oriental sea así de increíble —exclamé mientras caminábamos por el centro de Rubelles, pues aún no quería regresar a casa y pensé que era una oportunidad perfecta para charlar más con Jolie.

— Así que ¿cuál se supone que es tu relación con el líder? Es decir ¿Cómo llegaste a volverte parte de la secta? —cuestioné con demasiada curiosidad.

— Oh eso, es una larga historia pero ya que no quiere regresar ahora mismo al castillo se la contaré.

— Mi vida antes de ser vampira no era la mejor, no era tranquila y normal como la de usted, así que no tengo nada que extrañar, mis padres murieron en un accidente de autos así que me vi obligada a dejar la universidad, fue entonces cuando alguien me ofreció a trabajar en un prostíbulo y así empecé a vivir, de todas las chicas era la menor, así que me trataban muy bien, no era el mejor trabajo ni el mejor ambiente pero nos llevábamos muy bien, hasta que un día apareció Osiris en el prostíbulo, nuestro jefe prontamente lo reconoció como un cliente demasiado importante, al principio solo iba al lugar a beber pero después supongo que mi atención y mi baile le gustaron así que me eligió como su chica reservada solo para él y como dejaba muy buena propina el jefe estuvo satisfecho en que solo me dedicara en atenderlo a él, sin embargo conforme pasaban los días nos hicimos más cercanos, fue así como me entere de su plan para hacer la secta, él realmente estaba dolido por perder a su esposa a causa del cáncer, estaba desesperado por conseguir el virus vampiro para que nadie de su familia muriera, por supuesto creí que era una locura pero cuándo lo consiguió me busco y pago una gran suma de dinero por mí, dijo que me iba a hacer su mujer, pero todo cambió cuando recibió el virus y entonces pase de ser su amada a su esclava, aún que me convirtió con su sangre no me considera su pareja, a veces él es demasiado malo conmigo, demasiado sádico y aterrador, por eso solo me limito a cumplir sus órdenes y a quedarme callada, como no hay muchas mujeres en la secta, Madeline quien era su secretaria y yo nos ocupamos de la cocina y las tareas del castillo, la correa en el cuello me la puso como símbolo de que yo solo soy una simple perra para él que sirve para satisfacer sus necesidades y que si no fuera por él yo no tuviera nada, en verdad yo nunca quise morder a aquel niño, no me gusta tomar sangre de humanos así que solo tomo sangre de animales y pensar en los niños hace que recuerde a cuando perdí al bebé que iba a tener con Osiris, quizá el hermanito menor de Horus.

Jolie terminó de contarme su historia, las lágrimas comenzaban a resbalarse por sus mejillas sin detenerse, entonces yo la abracé y me di cuenta de que había estado sufriendo demasiado y prácticamente toda su vida había sido controlada por alguien, después de calmarse un poco y limpiar su rostro, me tomo de los hombros y me miro a los ojos para decir firmemente.

— Señorita, usted y yo podemos ser muy buenas amigas y estamos en situaciones parecidas, decida ahora mismo que camino tomará, podemos escapar ahora mismo a otro país, otro lugar si así lo deseamos, no tiene que continuar con esta boda si no quiere casarse, sé que esto rompe todos los principios y desobedecería al líder al hacerla cambiar de opinión, pues él tanto como Horus esperan esta unión.

— ¿El líder también quiere esta boda? —pregunte un poco sorprendida.

Jolie asintió y respondió

— Osiris había querido casar a su hijo desde que su madre murió para que continuara con la empresa y tuviera una mujer a su lado, mucho antes de que se hiciera posible el vampirismo, por supuesto, pero él siempre se negó hasta que supo de usted y dejo muy en claro que era la única con la que quería pasar el resto de su vida, por eso si finalmente Horus se casa el líder estará muy feliz de ver que su hijo tiene a su lado una buena mujer que sea obediente y le dé nietos.

Luego de escuchar aquella baje la cabeza, me sentía atrapada en un mar de decisiones, estaba confundida, pensar que mi vida estaba planeada para ser la mujer de un hombre millonario, poderoso y además a punto de convertirse en el líder de una secta peligrosa para la humanidad, suspire cansada y simplemente le dije a Jolie que quería regresar y descansar, ella me sonrió abrió a puerta del auto para que entrara.

Una vez en el castillo me fui directamente a mi habitación y me puse a repasar y reflexionar lo que sería de mi vida, mis amigos estaban lejos, los vampiros nos multiplicaríamos en número y seriamos una amenaza para la humanidad, estaba atrapada por el tipo de amor que Horus me demostraba, había dejado la universidad y realmente me comenzaba a sentir como una persona solitaria, estaba lejos de mi amado París, quizás el día de la boda sería la última vez que lo viera, a menos que le suplicara a Horus para que nos quedásemos a vivir ahí , al final mi resolución fue que de cualquier manera él y yo ya estábamos emparejados por el poder de la sangre, me había marcado como su consorte y sí él era la llave para cumplir mis metas y tener todo lo que siempre había querido entonces casarme con él no era un error y no tenía razones para huir.

El día de mi compromiso finalmente llegó, él día anterior a ella viaje a París junto con Jolie, Madeline y mi futuro suegro y aquella noche presencie en las catacumbas como todos los chicos góticos estaban siendo convertidos en criaturas como nosotros, Aramis y Louis fueron presentados como parte de la nobleza, pronto la secta me recordó a una monarquía de los siglos pasados y yo sería la reina.

La boda se realizó a la mañana siguiente y a última hora supe que sería al estilo celta y me estaba empezando a arrepentir del vestido de novia que había escogido, pero ya no había vuelta atrás, esa mañana Horus me enseño algunos pasos del baile celta, me enseño lo básico que debía de saber de la religión pagana, así supe que el atardecer era la hora en la que comenzaba el día para los celtas, por eso la boda se realizaría a esa hora, cuándo estuve lista Jolie cambió mi tiara por una corona de flores rosas, soltó mi cabello y limpio el exceso de maquillaje, me puso un collar de la cruz celta y partimos hacía el jardín de las tullerías, aquel hermoso jardín de París, los asistentes eran Melanie, Osiris, algunas personas importantes que compartían negocios con su compañía, Jolie, Aramis, Louis, Scarlett y su novio Romeo, afortunadamente Horus había accedido a que ellos también estuvieran en la boda, no me podía permitir el hecho de casarme sin invitar a mi mejor amiga, inclusive mi abuela estuvo presente, lo cual me sorprendió demasiado y así me enteré que Horus había hecho los arreglos necesarios para que aquel día fuera el más feliz de mi vida, pregunté por mis padres, pues tenía la ilusión de que mi padre me entregara, pero como siempre recibí la mala noticia de que ellos no iban a estar y que además el que el padre entregara a la novia no era parte de una ceremonia celta, de todos modos todo el mundo estaba completamente sorprendido de que la boda fuera así, pues la religión pagana no es muy popular que digamos.

Me sentía como si estuviera dentro de una película de "Como entrenar a tu dragón "por los adornos, los objetos que se encontraban en el altar y Horus vestía como todo un caballero de la era medieval.

La sacerdotisa era especialista en ese tipo de casamientos y me ayudo a saber que era lo que tenía que hacer, ambos dijimos nuestros votos y lo más hermoso de la ceremonia fue cuándo la sacerdotisa unió nuestras manos con una cinta y luego Horus me beso profundamente, los invitados nos felicitaron y al término de la ceremonia ambos bailamos una danza que me hacía sentir como si estuviéramos en un cuento de hadas del bosque o rodeados de duendes y ninfas.

Definitivamente todo había sido demasiado mágico, romántico y especial, mucho mejor que cualquier boda en una iglesia y aunque hubo un tiempo en que Aramis me hablaba sobre tener una boda en Notre Dame una boda al estilo pagano no estaba tan mal.

Al anochecer se llevó a cabo la reunión de la secta en donde se anunció que desde ese día Horus y yo pasábamos a ser los reyes vampiros y se eligieron varías personas para ser parte del consejo, especialmente aquellos que tenían conocimientos de política y estrategias, personas con dinero y asociados de "Schneider chimique" la empresa que ahora también le pertenecía a Horus, una empresa de químicos poderosa que tenía múltiples fábricas por el mundo.

Al final de la reunión me sorprendió mucho de que Horus no quisiera celebrar nuestra noche de bodas pero al siguiente día entendí porque.

— Es hora de despertar mi amor, vamos a salir del país para celebrar nuestra luna de miel. —AL escuchar la voz de Horus inmediatamente me levanté y me arreglé para salir, ambos tomamos nuestro desayuno y nuestras maletas ya estaban en el auto que nos llevaría al aeropuerto.

— ¿A dónde vamos? —pregunté con curiosidad, aunque al principio tenía la certeza de que sería algún país como Suiza o Escocia me sorprendió mucho que al final Horus hubiera decidido que nuestra luna de miel sería en la India.

— Entonces, ¿Hay una buena razón por la cual hayas decidido que iríamos a la India? —cuestione mientras me recargaba en el hombro de mi esposo y tomaba su mano.

— Simplemente pensé que me gustaría verte vestida con uno de los trajes típicos de la India y pienso que te verías muy sexy bailando *bhangra para mí.

Al escuchar aquello le di un pequeño golpe en su mano y mis mejillas se encendieron al rojo vivo al pensar en una apasionante noche en algún hotel de la India bailando para él, paseando por las calles usando ese tipo de ropa con un lunar rojo en mi frente indicando que estaba casada.

Me volví a acurrucar junto a Horus e hice un puchero para decir.

— Tú realmente quieres cumplir todos tus fetiches y fantasías conmigo, pero por otro lado me gusta que solo por contemplarme de esa forma, hayas decidido pasar nuestra luna de miel en la India.

Baile Hindú que significa literalmente "inundado de alegría" y se baila al norte de la India.

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