Capitulo III

Si quis amans per amare mereri posset amari,

posset amor michi velle mederi dando beari.

Faun- Satyros.

Cuando volví a abrir los ojos ya era de mañana, mire a todos lados, observe que había dormido sobre una cama bastante cómoda y la habitación era de mucho lujo, las cortinas estaban completamente cerradas, aún no procesaba en mi cabeza lo que había pasado el día anterior, me sentía un poco asfixiada con las cortinas cerradas, así que las abrí y en cuanto lo hice sentí que mi piel se quemaba, escuche el grito de una mujer y una bandeja con comida cayó al piso.

— Oh señorita Linette no haga eso —exclamó una mujer que al principio no reconocí, pero que después, cuándo cerro las cortinas de nuevo y mi mente comenzó a aclararse supe que se trataba de la coordinadora Madeline y que lo que me había pasado no era un sueño.

— ¿D-dónde estoy? —pregunté mientras me observaba en el espejo de la habitación y me aseguraba de que no había nada malo en mí.

— Linette o debo decir princesa, estamos en el castillo de Vaux-le-Vicomte, el líder lo compro porque al parecer no es muy turístico que digamos, la mayoría prefiere ir y visitar el palacio de Versalles, en lugar de este pequeño palacio, pero con el tiempo se convertirá en la sala de reuniones del Régimen Vampiro, mientras tanto esta será tu nueva casa.

— ¡Me niego a aceptar esta nueva vida! —grité mientras me vestía con lo que estaba sobre la cama porque al parecer mi vestido había desaparecido.

Mire mi hombro y la marca había desaparecido por completo, como si mi piel se hubiera cosido para volver a como era antes y en mi cuello había aparecido el tatuaje de una flor, al tocarlo sentí un pinchazo de dolor, no me importo quedarme a averiguar que era y simplemente trate de huir, pero Madeline me detuvo y me dio un frasco de píldoras azules.

— ¿Qué rayos es esto? —pregunté mientras analizaba aquellas píldoras con detenimiento.

— Solo un regalo de Horus, quizá aún no quieras beber un solo sorbo de sangre menos si sabes que es de niños y tampoco te gustara convertirte en carbón si logras salir de aquí —explicó Madeline.

Tome una de las píldoras y me la tome con el agua que se encontraba encima de la mesa de noche, le di las gracias a Madeline y comencé a buscar la salida de aquel castillo.

Vague por todos los rincones preguntándome si todo el mundo estaría dormido mientras reflexionaba acerca de mi nueva condición de vampira, al parecer mi reflejo en el espejo era visible, las cruces y cosas benditas no me hacían daño puesto que mi medalla de Juana de Arco y el rosario en mi cuello no me lastimaban, la luz solar en definitiva era un peligro a menos que me tomara las píldoras azules, no sabía si podía comer comida normal aún y tampoco si tendría alguna clase de poderes o algo de ese estilo. Varias horas después logre encontrar la salida, afortunadamente parecía no haber nadie más que yo en el palacio, por eso pensé que era una oportunidad perfecta para escapar, pero antes de que abriera la última puerta que daba al pasillo principal, la cual daba al exterior, sentí que alguien me tomaba por la cintura y trate de girarme para ver quien había sido.

— Mi amor, ¿Por qué haces tanto alboroto tan temprano?

— Horus, ¿C-Cómo...?

—Shh, recuerda que se todo de ti, así que quizá pensé que querrías escapar.

Horus tomó mis manos y me miro con ternura mientras quitaba el cabello de mi cuello y me decía.

— Supongo que ya notaste la hermosa flor que está en tu cuello, la hice yo mismo con mis colmillos y feromonas, es la marca que distingue a una consorte.

— Mira Horus aprecio que me hayas elegido como tu pareja de sangre y que me trates de una forma tan linda pero quiero ver a mis amigos, ir a la universidad para lograr convertirme en una gran actriz de teatro y quizá ver a mis padres en Broadway.

— Linette no tienes que preocuparte por esas cosas haré de ti una gran actriz y no necesitas ir a ninguna universidad, puedo hacer que la compañía de teatro más famosa del mundo te contrate, no necesitas amigos que hablen mal de ti a tus espaldas, cuándo el régimen este completo todos los miembros te adorarán y respetaran, tus compañeros en la universidad te envidiaban demasiado, si mal no recuerdo tus verdaderos amigos eran la chica de nombre Scarlett y el idiota de Aramis, los demás se alejaban de ti por ser tan popular entre los chicos y por ser la numero uno en las clases de actuación, oh y tus padres a quienes en realidad solo has visto por televisión, te criaste con tu abuela, por eso vivías sola en aquel pequeño departamento y digamos que tu abuela no era del todo permisiva contigo ¿acaso la razón por la que quieres ser actriz es para estar con tus padres? Oh mi pobre Linette antes de mí no ha habido ninguna persona que te amara, y sí Aramis dice hacerlo recuerda que es solamente tu culpa que él trate mal a su novio.

— ¡Eso no es cierto! —grité mientras las lágrimas comenzaban a deslizarse lentamente por mis mejillas, Horus me arrastro hacia el salón de fiestas mientras trataba de negar en mi mente todo lo que él me había dicho, aplaudió dos veces y comenzó a sonar una canción triste que por alguna razón me hizo reflexionar, era cierto todo lo que había escuchado, mis padres me tuvieron cuándo tenían mi edad, por lo que me crie con mi abuela y durante dieciocho años ella fue la única familia que tenía, cuándo era una niña y supe que mis padres se habían vuelto unos famosos actores mi abuela me decía que los vería si me lograba convertir en alguien como ellos, nunca fueron a ninguno de mis cumpleaños, simplemente recibía cartas y regalos a veces iba a ver sus presentaciones en vivo cuándo las hacían en París, pero nunca logré charlar con ellos en persona, por eso me esforcé demasiado en actuar, me empeñaba tanto en eso que casi nunca salía con amigos porque después de la escuela iba directamente a mis clases de baile donde conocí a Scarlett y cuándo entre a la preparatoria Aramis se unió a nosotros, los tres solíamos ser inseparables hasta que en cuarto semestre Louis apareció en la vida de Aramis y solo quedamos Scarlett y yo, pues aunque Aramis no compartiera muchas cosas con Louis, aceptaba la responsabilidad que tenía como su novio y Scarlett se volvió la novia de Romeo el chico más popular de aquel entonces en la preparatoria, prácticamente me quede sola y en ese tiempo tuve dos romances con chicos que ni siquiera se tomaban las cosas enserio, pues ambas relaciones terminaron a dos semanas de haberlas empezado, luego de eso entre al mundo gótico para pasar tiempo en los clubs y conocer gente, ver a mis amigos con sus novios me ponía mal y me refugie en la actuación, el baile y el canto para olvidarme del amor, mi abuela no era muy permisiva como Horus lo dijo, no me dejaba salir a los clubs góticos y me tenía que escapar, casi nunca me llevo al cine, no me dejaba comer dulces y siempre que se enojaba conmigo me encerraba en la habitación mientras me gritaba palabras hirientes, por eso decidí salir de su casa al cumplir la mayoría de edad y rentar aquel pequeño departamento donde solía vivir, pues con él dinero que mis padres enviaban me alcanzaba para vivir bien sin tener que descuidar mis estudios por trabajar.

Mientras pensaba todo aquello la música seguía sonando, Horus me obligaba a seguir sus pasos de baile, cerré los ojos y comencé analizar la letra de la canción "Ce soir, ma solitude et moi, on parle que de toi, quand il y a que tes yeux, qui me retiennent....Un peu plus beau qu'avant, pour aller viviré l'amour est roi" (Esta noche mi soledad y yo, o dejamos de hablar de ti, espero a que vuelvas, cuándo son tus ojos los que me detienen, un poco más bello que antes para vivir donde el amor es el rey)."Un poco más bello que antes para vivir donde el amor es el rey", repetí esa frase en mi mente y finalmente abrí los ojos, mire a Horus, él sonrío y paro de bailar, por alguna razón las lágrimas no se detenían, él me ama ¿verdad?, si el me enseña lo que es el amor no necesito apoyarme en nada más, pensaba para mí misma, él me abrazó y luego limpió mis lágrimas con sus pulgares.

— Una princesa como tú no debería empapar su bello rostro con lágrimas, prometo amarte eternamente, te haré feliz, te daré todo lo que alguna vez te falto, oh Linette cumpliré cualquier cosa que me pidas, te llevaré a cualquier parte y no necesitarás nada en esta eterna vida más que a mí.

Asentí con una sonrisa en mi rostro e hice algo que no sabía si lo hacía de manera sincera o a causa de las feromonas vampíricas que ambos emitíamos, me pare de puntas, pues Horus era mucho más alto que yo, acaricie su mejilla y finalmente lo bese, él me siguió el beso y me tomó por la cintura mientras nuestras lenguas se entrelazaban y nuestros colmillos se rosaban entre ellos, me había atrevido a besarlo creyendo que en verdad él estaría conmigo eternamente.

Ambos nos quedamos sin aliento, Horus acarició mis labios y felizmente exclamó

—Oh Linette espere mucho para saborear tus dulces labios y no puedo creer que hoy se cumpla mi caprichoso deseo de tener tu corazón solo para mí.

El color subió a mis mejillas mientras ponía una mano en mi pecho y Horus me acunaba entre sus brazos mientras me susurraba palabras de amor con su marcado acento alemán.

— Umm entonces ahora si me dejas salir a explorar por ahí, realmente nunca antes había salido de París, no conozco Melun y realmente me gustaría conocer la ciudad.

— Lo lamento querida pero no puedo dejarte hacer eso —replicó Horus al mismo tiempo que dejaba de abrazarme.

— Y si te beso de nuevo ¿me dejarás ir? — intente convencerlo una vez más.

— Umm tal vez —respondió el con una sonrisa lujuriosa mientras me sentaba en una banca que estaba cerca de las cortinas, subía un poco mi vestido y acariciaba una de mis piernas.

Entonces lo atraje hacia mí y lo volví a besar con la misma intensidad que antes y cuándo el beso terminó le volví a insistir.

— Entonces ¿ahora si puedo salir?

Horus suspiro y luego asintió, mando a Madeline para que me diera mi bolso y él me entregó un teléfono nuevo, puso otra píldora azul en mis manos y acaricio en el lugar donde estaba el tatuaje.

— Puse mi número como el primero, porque necesito que me mandes mensajes o me llames para saber que te encuentras bien, no se te olvide tomar las píldoras cada cinco horas o si no acabaras convertida en cenizas y la sed de sangre te invadirá, si tienes algún problema o sucede algo, cualquier cosa, llámame de inmediato y yo iré por ti, te recomiendo salir con unos lentes de sol o lentillas, el color de nuestros ojos no es muy normal que digamos y por favor no intentes comer nada de lo que encuentres por el camino, como vampiros no toleramos ningún tipo de comida normal.

—Asentí a todo lo que él me dijo, tome mi bolso, metí el teléfono celular, me puse los lentes de sol y estaba a punto de salir del castillo cuándo Horus me dijo

—Madeline traerá todas tus cosas de París esta tarde y si llegas antes del anochecer quizá no esté en casa, pues tengo asuntos que atender, pero en la noche seré todo tuyo.

— Muchas gracias cariño —exclamé sonriente al mismo tiempo que regresaba para darle un abrazo y un beso en la mejilla.

Finalmente afuera del castillo saque mi agenda telefónica del bolso para añadir los números que había anotado para cuando tuviera un teléfono nuevo y estaba a punto de hacer una llamada a Scarlett, pues al abrir Messenger había un mensaje que decía

"Sé que no tienes teléfono pero espero que al menos contestes este mensaje desde tu computadora, ¿Por qué no viniste a la universidad? ¿Paso algo en la reunión de góticos? ¿Estas enferma?

P.D Aramis y Louis actúan muy extraño, no, en realidad todos los góticos de la facultad están demasiado extraños"

Pensé en marcarle inmediatamente a Scarlett y contarle todo, pues habíamos sido amigas desde que íbamos a la primaria y era la mejor en guardar secretos pero hacerlo era algo prohibido y pensé que él teléfono podía estar intervenido, así que camine fuera del área del castillo y busque por las calles de Melun una cabina telefónica, cuando finalmente la encontré, me encerré en ella y le marque a mi amiga, ella de inmediato contesto y respondí a cada una de las preguntas que me había hecho por mensaje, sin excluir ningún detalle, hasta que llegué a la parte en donde le contaba que ahora era la pareja de sangre de Horus, que me encontraba en Melun y no en París y que me iba a casar en diez días.

— Wow entonces eso significa que estas a cuarenta kilómetros de París y que prácticamente abandonaste todo para entregar tu vida y corazón a un stalker obsesionado contigo, pronto te vas a casar y además te volverás líder de una secta que hace cosas ilegales como matar niños y animales.

—Amiga, no tenía opción de una forma u otra me iba a convertir en vampiro y no es una broma, realmente me asusta que le pase algo a mis padres y si acepte abrirle mi corazón a Horus es porque él sabe todo de mí y me ama, de eso estoy segura, así que si me disculpas, ahora mismo iré a hacer un recorrido turístico por Melun.

Estaba a punto de colgar cuándo Scarlett alcanzó a preguntar

— ¿Qué pasa con la universidad y ser actriz? ¿Vas a abandonar tus sueños para ser tratada como una princesa?

— Horus me dijo que haría que una famosa compañía de teatro me contrate así que no necesito ir más a la universidad, por supuesto que no he abandonado mis sueños, solo cambia la forma en que se realicen y he pensado que quizá si mis padres nunca me ven es porque simplemente no les importo.

No quise escuchar algún consuelo de parte de Scarlett y colgué antes de que recordar aquello me hiciera derramar lágrimas, me di un par de palmadas en las mejillas y salí de la cabina telefónica, tomé el celular y le mande un mensaje a Horus que decía que iba a visitar la iglesia de Saint-Aspasis y luego al museo Gendarmerie, por último anote en el celular el no comer nada en mi lista de cosas que no debía de hacer como vampira y anote lo de las píldoras en la lista donde estaba todo lo que si tenía que hacer y así empecé mi tour por Melún.

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